La ducha adaptada

Hoy me he vestido con un vestido corto y como siempre sin bragas cuando estamos en casa. Te gusta meter tus dedos en mi coño sin permiso al menor descuido, en la cocina,  sentados en el sofá.... No puedo negarte nada ya que tú eres mi amo y yo tu puta. Me pides que me arrodille para chupartela mientras me azotas en el culo. Eso me pone como una perra y lo sabes.  Te chupo la polla con ansia, la lamo y la relamo esperando sacarle jugo pero no me lo vas a poner fácil y sigues con los azotes.  A cada azote tu polla entra más en mi boca y casi me ahogo.

Llaman a la puerta y es el técnico que has llamado para agrandar la ducha.  Adaptar la ducha me hace temer en lo que me vas a obligar a hacer en ella. Entra el técnico y yo permanezco callada y sentada como me has ordenado.  Cuando termina de tomar medidas y te da el precio final tú le dices que te haga una rebaja ya que se trata de atender correctamente a una puta como yo que desea ser follada en la ducha y quizás por más de uno. Estoy perpleja pero si me has llamado puta delante de otra persona sé lo que toca... y me abro de piernas enseñando mi coño húmedo.  El técnico no sabe donde mirar pero se ha empalmado al instante.  Tú le preguntas si en esa ducha caben tres o más por que yo soy tan puta que hago lo que tú me órdenes. Puta, quítate el vestido.  He de obedecer aunque me muera de vergüenza. Estoy desnuda y sentada. Me levantas las piernas y mi coño queda expuesto. Siento mucha vergüenza pero mi coño está empapado para ti. Sé que siempre que me exhibes eres el primero en follarme. No dudas en entrar y bombear bruscamente pero estoy tan mojada que lo disfruto como una perra. Mis tetas botan y rebotan hasta que el técnico me las sujeta fuertemente pellizcandolas. Sube al sofá y pone su polla delante de mi boca.  Te miro esperando tu permiso. Me dices "adelante, PUTA,  consigue una buena rebaja". Me meto la polla en la boca y la empiezo a comer. Tú sigues follandome fuertemente. Me estoy corriendo como una perra comiendo polla a un desconocido. Tú me sigues dando cachetes en las mangas mientras tu polla me taladra. El técnico se corre en mi boca,  tu aguantas un poco más pero recibo tu leche caliente en mi coño en poco tiempo. Me ponéis a cuatro patas y magreais mi culo y mi coño mientras negocias el descuento. Aun me caen varios azotes hasta que llegáis a un acuerdo.