La dominación de Cristina

Como comence a jugar con mio hermana, y como ella me dio la idea de convertirme en su Amo.

La Dominación de mi hermana cristina

Tenía yo por aquel entonces 20 años, somos una familia de 10 hermanos, 5 varores y 5 hembras.   Cristina tenia 18 años, es la 3 de las hembras, de todas podríamos decir era la mas calladita y reservada, con un buen cuerpo y bonita de cara Aunque no era una chica de arreglarse o maquillarse, y siempre escondía su timidez tras sus grandes gafas y su cuerpo bajo amplias ropa que no dejaban apreciarlo.

Yo jamás me había fijado en ella, como en ninguna de mis hermanas, como mujer, todo sea dicho. Pero se dio una circunstancia que activo todo el juego y que paso a relataros.

ya por aquel entonces, teníamos un sobrino pequeño de nuestra hermana mayor, el cual pasaba muchos días y noches en casa con todos nosotros. Como es normal en casi todos los chicos, que viven con tantos mayores pendientes de el, era difícil hacerlo dormir.

Cristina solía tomar esa tarea, aunque muchos días desesperada me pedía ayuda. Ella solía sentarse en un pequeño sillón bajito que había en la habitación de las niñas, en la habitación había 2 literas, una de 3 camas y otra de dos mi sobrino dormía en la de dos, en la cama baja.

Cuando Cristina me pedía ayuda, yo solía recortarte en la cama y le contaba un cuento, al estar yo tumbado en la cama y ser el sillón donde se sentaba Cristina bien bajo, sus rodillas quedaban junto en mi cara. Un día mientras yo contaba el cuento, mi mano estaba colgando de la cama, y me pude apercibí que cristina se había ido deslizando desde hasta dejar su coñito sobre mi mano. No se porque tengo la impresión esto había pasado ya alguna vez aunque yo no me había percatado, y me quede quieto haciéndome el dormido, mientras ella frotaba su coñito sobre mi mano, hasque se sentí como se corría. Como buena tímida, enseguida se levantab y arreglaba como si nada hubiera pasado me llamo, para que me fuera y ya esta.

Al día siguiente, volvió a pedirme ayuda, pero esta vez yo estaba preparado y expectantes a las maniobras de mi hermanita. Al poco rato sentí como empezaba

a deslizarse muy despacio hasta volver a la misma posición del día anterior, pero esta vez yo estaba bien atento y nada mas sentir como lo acercaba, comencé a mover mis dedos y a apartar sus braguitas, ella no se inmuto y se dejo hacer, cuando vi mi sobrino dormía, agarre fuerte las bragas de cristina y se las baje de un golpe, la agarre por la cintura y atraje su coñito hacia mi  y le agarre el clitoris y lo frote con mis dedos, hasta que se corrió, terminado eso ella quiso irse, pero yo la agarre fuerte de la cintura y le dije al oído no te vas a ir sin mas, ya se no eres una boba y lo que te gusta.Asi que si no quiere que mama y papa sepan lo que haces a partir de este momento harás todo lo que yo te ordene.   Cristina puso cara de poco amiga, pero aun así asintió con la cabeza, a lo que yo le ordene que quería oírlo. Tímida y suavemente dijo Si Señor, haré todo lo que usted me pida. La solté y la deje marchar.

Toda la noche estuvieron en mi mente esas palabras de cristina "si Señor"

Continuara

La Dominación de mi hermana cristina 2º capitulo

Después de mi primera noche, me preocupe por buscar información sobre la dominación y sumisión, sin dejar de intentar atrapar mas a Cristina en mis redes de futuro Amo.

Al siguiente día, ya había preparado algo para ir manteniendo el juego y que no quedara todo en una simple masturbación, por lo que al medio día cuando volví a casa y después de almorzar, mientras ella limpiaba los platos me acerque por detrás y le susurre al oído, que para la noche cuando fuera a dormir a Javier (nuestro sobrino), se quitara las braguitas.

Ella pareció no inmutarse y tan solo respondía "Así lo haré Señor" y continuo con su trabajo, yo la bese en el cuello y me fui a seguir buscando información sobre la sumisión.

Al llegar la noche, como el día anterior, cuando toda la familia estaba reunida viendo el telediario de la noche, ella fue a acostar a Javier, y al poco rato me llamo. Yo me tumbe esta vez con los pies en la cabecera de la cama para poder observar si había cumplido mi orden, ella estaba sentada en su silla hablando a Javier. Yo antes de comenzar a contarle el cuento al pequeño le dije "Ábrete bien para que yo pueda verlo", el pequeño se hecho sobre mi pecho y comenzó a oír mi cuento, mientras yo observaba como Cristina ya libre de peligro de que Javier pudiera verla, remango un poco su falda y se abrió bien de piernas mostrándome su peludo y húmedo Coñito.   Cuando Javier y a estaba casi dormido, le dije que acercara mas el sillón

cosa que hizo sin rechistar de manera que mi mano quedaba al alcance de su ya húmedo y mojado coñito.

Estuve jugando con sus labios, abriéndolos, cerrándolos, sintiendo los suaves gemido de Cristina conforme mis dedos iban haciendo su trabajo y al poco tiempo igual que el día anterior se corrió gratamente, fue a retirarse como el día anterior, pero yo la increpe "quien te ha dado permiso para retirarte?".

Cristina.-Perdón Señor, no volverá a pasar

yo.- bien espero que no se te olvide

yo.- Este fin de semana no vayas ha hacer planes con nadie, tengo una      sorpresa para ti.

Cristina.- Como ordene el Señor.

yo.- ¡ah¡ y hasta nueva orden no quiero que uses ropa interior.

Cristina.- ¡pe....¡ ¡pero...y si...¡

yo.- no hay pero que valga, obedeces y punto en boca

Cristina.- Perdón Señor, se hará como usted desea

yo.- Bien puedes ir a la cocina y prepararme una tortita tengo hambre

Cristina.- si Señor, voy enseguida.

Salio muy deprisa de la habitación y fue a cumplir mi orden, mientras yo tapaba a Javier y me dirigía a la cocina.

Cuando llegue estaba ella y nuestra madre, me pregunto si deseaba me hiciera algo, pero Cristina la callo...

Cristina.- No mama, déjalo, yo me encargo de prepararle lo que quiera            ve a comer tú.

Mama.- de acuerdo

diciendo eso se fue a la sala donde estaban los demás, quedando de nuevo los dos solos.

Mientras ella batía los huevos, yo me acerque por detrás y toque sus

pechos a la par que besaba su cuello, sus pechos eran pequeños y bien duros y firmes, abri el sujetador por detrás y jugué un poco con los pezones que ya estaban bien duros, puse mis manos después bajo los pechos para sopesarlos y acariciarlo en su totalidad. y cuando note volvía estar caliente de nuevo, me separe de ella y me senté a esperar la tortilla.

Cuando termine de cenar me dirigí a la salita donde estaban todos y me senté frente a Cristina, no tuve que decir, ni hacer ningún gesto, ella se preocupo de mantener abiertas sus piernas para mí, sin que nadie pudiera darse cuenta.

Continuar