La doble vida de la señora Miravete 07

LA SEÑORA MIRAVETE SE MASTURBA...: Nuestra protagonista le da al sano y solitario placer del onanismo....

CAPÍTULO 7º

LA SEÑORA MIRAVETE SE MASTURBA

Nuestra protagonista es tan caliente que en muchas ocasiones recurre a la masturbación para alcanzar los tan ansiados orgasmos.

Hoy es uno de esos días, después de una larga y dura jornada laboral en los dos bufetes que regenta, Claudia llega a su casa y se de una ducha larga y relajante pues le encanta notar el agua deslizarse por su piel morena y sentir como sus tetas y pezones se ponen duros bajo el chorro de la ducha.

Con parsimonia se enjabona bien las tetas, el vientre, los muslos, firmes y duros, la entrepierna, acariciándose lentamente el sexo, y notando como se humedece con sus caricias…

Cuando termina, y completamente desnuda y empapada, sale de la ducha y tras coger su consolador, el mismo que usase para jugar con Carlota, se tiende en su cama cuan larga es y empieza a acariciarse el cuerpo con el juguetito.

Primero lo pasa por sus sensuales labios, dándole rápidos y ligeros besitos primero, y metiéndoselo en la boca luego, para chuparlo y lamerlo como si fuera una polla de verdad, a la vez que emite ahogados gemidos y jadeos.

Luego, comienza a pasarlo, primero por su pecho y pezón derecho, notando como su pezón se pone duro como una piedra, y se yergue sobre la oscura areola, arrancando de su garganta otro débil gemido.

Durante cinco minutos, se dedica a dibujar círculos en torno a su seno y al endurecido pezón con la punta del consolador, emitiendo sensuales suspiros y grititos de puro placer cada vez que lo hace.

Cuando termina con su pecho derecho pasa al izquierdo, repitiendo el ritual hasta que vuelve a alcanzar otro brutal orgasmo que provoca un estremecimiento de todo su escultural y sensual cuerpo.

Luego, va bajando poco a poco por su plano vientre hasta su caliente y húmedo coñito, abriéndolo con dos dedos y empezando a acariciar su hinchado clítoris con la punta del vibrador.

-MMM… SÍ, ASÍ –Empieza a gemir la caliente hembra mientras, lentamente, se va penetrando con el juguetito sexual-. FÓLLAME ASÍ, BIEN RICO… METÉMELO MÁS ADENTRO… MMM… QUÉ GUSTAZO –Poco a poco, sus movimientos se vuelven más y más frenéticos, y el consolador entra y sale de su húmeda rajita a velocidad de vértigo, provocando en nuestra protagonista orgasmo tras orgasmo.

Mientras, con su mano libre, se masajea y pellizca los duros pezones sin dejar de gemir y lanzar suspiros entrecortados en tanto imagina pollas de todo tipo y tamaño follándola y jodiéndola como la guarra calentorra que es.

Luego, cambia de posición y queda sobre la cama con el culo en pompa, sin dejar de frotarse el hinchado clítoris con el consolador, mientras de su chochito baja un  hilo de flujo vaginal hacia la colcha, arrugada por sus espasmódicos movimientos causados por los múltiples orgasmos.

-MMM… ¡ASÍ, ASÍ, ASÍ! –Jadea frenética y fuera de sí dejando a un lado el juguete y masturbándose con los dedos a ritmo delirante, para luego llevarse esos mismos dedos, empapados por sus propios jugos vaginales a la boca y lamerlos con deleite, disfrutando de su propio sabor.

Cuando por fin da por concluida la sesión masturbatoria, nuestra protagonista está tan empapada en sudor que se ve obligada a volver a meterse en la ducha para limpiarse bien a fondo.

-Mmm… -Suspira luego, tras salir de la ducha, mientras se prepara algo de cenar y espera a que su hijo vuelva del colegio-. Nada como un buen pajote para terminar la jornada laboral…