La diseñadora gráfica 1

Como llegué a intimar con una antigua compañera madura

La diseñadora gráfica I

Hola de nuevo amigos de Todorelatos. He regresado tras pasar una larga temporada apartado de este mundillo.

Recordando un poco, soy un chico al que le encantan las mujeres sin importar la edad que tengan y que por ahora no puedo quejarme en cuanto a la cantidad de amantes que ha tenido y tengo, aunque tengo especial predilección por las maduras (MILF)

Esta historia sucedió en octubre del año 2004, y voy a volver a subirla porque en su momento tuve que retirar mis relatos.

Ese día en cuestión había tenido un accidente con mi coche en una céntrica calle de mi ciudad y había sido necesaria la presencia de la Policía para levantar el atestado del siniestro. Como testigos tenía a dos hermanas que trabajan en su propia imprenta y que son a la vez hermanas de un compañero de trabajo de mi padre. Una de ellas casada y la otra separada de su marido hará 4 años más o menos. He de comentar que ella y yo fuimos compañeros de trabajo en la oficina de mi padre allá por el año 1992, justo el año en el que ella se iba a casar y que siempre me resultó especialmente llamativa por su forma de vestir, su cuerpo, su gracia, etc que incluso a esa edad fue la culpable de muchas de mis pajas en aquellas tardes de verano en la oficina donde el calor aprieta tanto y la mente se libera más fácilmente.

En fín que como ellas habían visto el accidente, la Policía las tomó declaración y se había quedado muy preocupada por el estado de mi coche y mi estado al ver la impotencia que sentía ante tal desastre. Por la tarde fui a trabajar con normalidad y por la noche a las 10 recibí su llamada para preguntarme que tal estaba y si me apetecía salir a tomar algo. Yo ya estaba en la cama y estaba viendo un poco la tele ya que vivía solo. Ante su ofrecimiento la contesté que si que me apetecía tomar algo pero sin salir. A lo que ella me contestó que en 5 minutos pasaba a buscarme y nos íbamos a su casa a tomar algo y a intentar que no pensara más en el coche ni en el accidente.

Así fue, a los 5 minutos allí estaba ella en el Audi de su hermana y me recogió. En otros 5 minutos estábamos en su casa, una casa pequeña, más bien un apartamento con una habitación, salón, cocina y baño. Nos pusimos a ver la tele y conversar sobre mi trabajo y la de viajes que realizaba por ello.

Me preguntó si quería probar un ron dominicano que la habían regalado y que no había abierto hasta entonces y que reservaba para una ocasión especial. Así lo hicimos, entre copa y copa y risas y bromas, fuimos acercándonos cada vez más en el sofá y en un momento de descuido con mi vaso tropecé con ella y derramé un poco de mi copa sobra su mano. Se la cogí y me la llevé a la boca, lamí cada dedo sin dejar de mirarla a los ojos. Ella permanecía inmóvil observándome y sólo su respiración algo entrecortada, denotaba que aquello acababa de seguir así iba a acabar en una gloriosa noche. La cogí por la cintura y la besé.

¡¡Estaba besando a la hermana de un compañero de mi padre 8 años mayor que yo!!, ella me abrazó y se apretó contra mí, seguro que podía notar la dureza de mi polla completamente dura en su vientre. Con un movimiento de cintura se subió encima de mi y me quitó la camiseta. Yo comencé a desabotonar su camisa. Allí aparecieron sus dos pechos, esos pechos que ansiaba chupar, lamer, morder y esos que fueron inspiración en esas tardes de hacía 11 años. Los dos para mi!! Los chupé, succioné, lamí y mordí hasta hacer que sus pezones se dispararan por la excitación. Ella sólo gemía y realizaba movimiento con su pelvis para presionar mi polla. En menos de un minuto ella me quitó los pantalones y el bóxer y se había apoderado de mi polla. Primero me masturbó sin decir nada y mirándome a los ojos. Cuando creyó que estaba lo suficientemente dura, se la llevó a la boca. Comenzó a lamerme el glande, pasando su lengua por todo el tronco hasta llegar a mis huevos que succionó uno a uno y repitiendo la operación una y otra vez sin dejar de mirarme con ojos lascivos.

¡¡¡¡Yo estaba en la gloria, la chica que nunca se me había ocurrido pensar me estaba haciendo una gloriosa mamada!!!! Como yo no quería quedarme sin hacer nada, nos fuimos a la habitación y allí nos tumbamos en la posición del 69. comencé a comerme su coñito, depilado, sabroso y con un clítoris que estaba aumentando a cada lametón que le daba. Ella gemía de gusto, mi polla estaba siendo succionada con una maestría increíble y yo debía de agradecérselo de la única manera que podía, en ese caso comiéndome su coño como nunca antes se la habían hecho.

He de reconocer que me gusta comer coño, sobre todo esos que son tan sabrosos, con esos labios rosados y ese clítoris que parece una aceituna, éste era uno de ellos. Tras un buen rato de trabajo oral ella empezó a convulsionarse y a jadear más rápido. Mi trabajo estaba surtiendo efecto y el suyo en breve también porque mis huevos se subieron y el tronco de mi polla se puso cual mástil de un barco. Lo íbamos a conseguir, nos íbamos a correr los dos a la vez. Yo se lo digo, “me voy a correr!” “Yo también” me contesta ella. Y de pronto un torrente de leche sale de mi polla directa a su boca… no se retira... el siguiente, otro, ¡¡¡otro más!!! ¡¡Es fabuloso!! A ella le llega su orgasmo, hago lo mismo, no me retiro, a cada convulsión de mi polla me contesta una convulsión de ella.

Nos quedamos exhaustos, sin decirnos nada. Ella se ha tragado la gran mayoría de mi leche, un poco ha salido disparada a su cara y pechos. Mi boca sabe a coño, mi nariz esta empapada, por mi barbilla escurren aún restos de su jugo. Nos damos la vuelta, nos miramos. Estamos empapados en sudor, olemos a sexo, a sexo del bueno, del que disfrutas. Nos besamos, mezclamos nuestras lenguas y probamos el sabor de los jugos que ambos hemos extraído de cada uno. Salgo al salón, aún queda ron en la botella. La llevo a la habitación, voy a buscar hielo. Según abro la puerta del frigorífico, me viene a la cabeza la imagen de la película 9 semanas y media con Mickey Rourke jugando con el hielo sobre el cuerpo de Kim Basinger que esta con los ojos vendados.......seguro que puedo hacerlo con ella. Aparezco con el hielo en un vaso y un pañuelo que estaba en el sofá, la miro y sonrío. Ella se ríe. Comienza el juego

Continuará