La discusión

Aquella noche Elena había discutido con su marido y dando un portazo salió corriendo del apartamento. En ese momento sólo llevaba un vestidito de andar por casa y la tanga, pues en casa no llevaba sujetador y con las prisas olvido ponerse algo.

Elena es una mujer de cuarenta y pocos años. Que tiene un muy buen par de tetas y un cuerpo bien torneado y con carne.

Aquella noche Elena había discutido con su marido y dando un portazo salió corriendo del apartamento. En ese momento sólo llevaba un vestidito de andar por casa y la tanga, pues en casa no llevaba sujetador y con las prisas olvido ponerse algo.

Salió airada sin mirar atrás.

-Joder, siempre lo mismo que si has hecho, has dejado de hacer. ¿Y tú, tú, qué cojones haces? Por no hacer, ni me follas, joder que mal cuerpo tengo.

Y así despotricando con ella misma siguió camino de la playa y se

adentró

por un camino hacia una zona donde suele haber caravanas. Pero hoy no había ninguna. Se sentó en un banco y se puso a pensar en su vida y en qué hacer. Se acordaba de ese tuitero que la mandaba relatos y la ponía toda caliente. De buena gana lo llamaba y le pegaba una buena follada.

En estas estaba cuando cerca de ella aparco una furgoneta, de ella bajaron dos hombres que la cogieron en volandas y la subieron a la furgoneta.

Elena pataleo y grito, pero le dio igual, al final la metieron en la furgoneta. En el forcejeo se le subió el vestido dejando a la vista su tanga y sus pechos desnudos, esos preciosos pechos rodeados de una gran aureola y con esos pezones

inhiestos

.

Dentro de la furgoneta, había un hombre de más de 50 que la miro de arriba abajo y sacando una navaja le cortó las tiras de la tanga y se la metió en la boca. Elena seguía pataleando y el hombre dijo.

  • Déjamela, que la voy a donar y cogiéndola de las manos la doblo sobre sus rodillas y la dio tres buenos azotes con esas manitas que se gastaba. La saco la tanga de la boca y la

dijo.

-ahora te voy a dar cinco azotes y los vas a contar, si no lo haces,

cada azote serán

otros cinco, así que tú verás. Cuando te dé dirás el número y gracias señor.

Plaaaaas

la mano impacto contra su culo libre de ropa y la

escoció

como un aguijonazo. Pero Elena no dijo nada.

Paaaaass

. Elena se resistió a decir nada. Te quedan trece.

Plaaaaas

.

Unooooo

gracias señor.

Plaaaaas.doooos

gracias señor..........

Plaaaaas

diez gracias

señor.

Entonces el metió dos dedos en su coño y dijo.

  • Mira la zorra esta, está toda mojada y la metió un dedo en el culo.

Hummmmm

que estrechito y que rico.

Elena notaba como su coño se hacía agua y eso que aquellos cabrones estaban abusando de ella, pero le producía un morbo especial. El mayor de todos siguió

azotándola

hasta terminar.

Así me gusta, que seas obediente. Por eso te daré el premio gordo.

  • ¿Chaval,

enséñala

tu polla?

Cooooomooooo

quiiieeeraaa

jeeefeeee

El chaval se bajó los pantalones y ya sobre el calzoncillo se adivina algo monstruoso. Elena le bajó el calzoncillo y una terrible polla la golpeó en la cara. Se quedó atónita mirándola y su coño segrego más juguitos.

  • ¿

A qué esperas, cómetela?

Elena la cogió con las dos manos y paso su lengua por aquella polla enorme que mediría unos 25cm de larga por al menos siete u ocho de ancha. Sus venas la hipnotizaron y no pudo menos que pasar su lengua por toda su extensión a la vez que un río manaba entre sus piernas. Esa polla bien merecía una buena chupada. Se iba a dar un atracón de polla.

La metió en su boca donde de primeras solo pudo engullir el capullo, el hombre la agarró de su nuca y empujo su polla hasta meter casi la mitad. Elena dio unas arcadas y tuvo que poner sus manos en las caderas del hombre para no asfixiarse. Esa polla la estaba volviendo loca y aun contra su voluntad, la quería disfrutar.

Mientras, el mayor de todos se tumbó y fue reptando hasta tener la polla a la altura de su coño, donde se la introdujo de un golpe.

Hummm

que mojadita

estas me entra

como en un guante.

  • vamos chaval que aún la queda un agujero libre.

Y el chaval apunto la polla a su agujero del culo y se la metió de una. Al abrir la boca para gritar, la polla la paso la garganta y a punto estuvo de vomitar. Pero lo que hizo fue correrse como una loca con esa polla en la boca y las otras dos en sus otros agujeros. La estaban volviendo loca y ella necesitaba una buena follada.

El chaval empezó a darla con fuerza y a la vez que se la metía por el culo, la polla de la boca la llegaba a la garganta y mientras el hombre la agarraba de la nuca ella se empecinaba en poder respirar. El chaval no aguanto mucho y se corrió en su culo.

Elena al sentirlo se corrió ella también abriendo la boca, lo que aprovecho el hombre para llenarla de leche su estómago y su boca. Casi se ahoga con la

descarga, unos

hilillos

descendían

por sus labios, prueba de que no pudo tragarse todo. lo que la provocó otro orgasmo.

El jefe aún la follaba, su polla no era muy larga, pero era gordita y la llenaba todo el coño. Se la follaba despacio, sin prisas. El chaval la puso la polla en la boca para que se la chupase y Elena lo hizo de buen grado, esa polla

que podía chuparla bien y lo hizo. Le hizo una gran mamada mientras el jefe la llenaba el coño de leche.

Pero Elena quería que esa enorme polla venosa la rompiese el coño, quería tenerla dentro. Sacándose la polla del chaval de la boca, se volvió y mirando al hombre fijamente se fue hacia él y como una tigresa le cogió la polla y empezó a chuparla, a lamerla, a acariciarla con su boca y con su lengua, la estaba adorando. Cuando la

tubo bien tiesa

, se la puso a la entrada del coño y empezó a dejársela entrar muy lentamente. La llenaba entera y quería regodearse, sentir esa barra de carne partiéndola por la mitad, que ese polvo no se la olvidase

nunca.

Se dejó caer hasta que tocó con su culo los huevos del hombre. Se acerco a él y lo beso en la boca, volviendo a subir y bajar lentamente.

Hummmmm

cabrón que polla tienes, como llena mi coño

hummmmm

.

-Quiero que me revientes el coño........

que me rompas entera, que me desgarres.

Siiiiii

hummmmmm

.

El hombre la levantó la puso de rodillas y se la metió por detrás, fuerte muy fuerte en cada embestida los ojos parecía que se le iban a salir y su coño ardía por las frotaciones. A la tercera metida ya se estaba corriendo. El hombre la agarró por las caderas y la dio bien fuerte.

-

Asiiiii

,

asiiiii

la

quiereeees

,

siiiii

eeeehh

te voy a partir en dos

-

siiiii

fooollaaaameeeee

siiiii

.

A la vez que el hombre la partida el coño el maduro y el chaval le llevan la cara con su leche ahora está exhausta, pero el hombre seguía con una furia desmedida,

quería

reventarla, dejar su coño echo polvo, la puso de pie y la apoyó contra las paredes de la furgoneta para darla más fuerte.

Cuando se corrió dentro de ella la levantó en vuelo y ella hizo un

squirt

que dejó bañados al maduro y al

chaval.

Siiii

cabroooooon

siiiiii

qué gusto

hummmmm

y cayó rendida sobre el suelo de la furgoneta.

Ellos la sacaron de la furgoneta y se marcharon.

Cuando se recuperó se dio cuenta que estaba sucia, saciada y desnuda. Fue hacia su casa así desnuda. Al llegar cogió un vestido del tendedero, se limpió la cara con él y se lo puso. No había nadie. Se metió en el baño, lleno la bañera y se dio un baño. Recordando lo sucedido, como había sido usada y lo bien que la habían follado. Llevo sus manos a su clítoris acariciando suavemente, se masturbo hasta correrse como una loca. Se tuvo que tapar la boca para no gritar.

Había sido una noche cojonuda.