La discoteca de intercambio

Visite por primera vez una discoteca de intercambio de parejas con mi madre y su marido.

Después de algún tiempo sin aparecer por estas paginas, hoy que tengo algo de tiempo quiero contaros una de mis experiencias sexuales mas….!no se como calificarlas¡.

La relación entre mi madre, Jaime (su marido) y yo es la de un perfecto trío que nos entendemos de maravilla. Llevamos sí unos cuantos meses y nunca ha surgido un problema. Noelia, mi mejor amiga, también sabe y a veces esta en las reuniones que se hacen en casa y alucina en colores pero disfruta de ellas con nosotros. Ni que decir tiene que hemos probado con amigos, y no es lo mismo.

Se vuelven muy pesados en el tiempo, y yo al menos, el sexo lo entiendo cuando realmente estas con ganas, a mi no me faltan casi a diario, pero con tranquilidad y disfrutando.

Es muy difícil que los chicos jóvenes sean capaces de complacerme, ellos buscan sus corridas y una se queda a medias o sin empezar, por eso el sexo con Jaime me satisface porque me deja relajadita. Lo que os voy a describir a continuación, aun m e tiene pensando a mi, porque jamás pensé que podrían pasar cosas así.

Hace unas semanas, después de cenar en casa: mi madre, Jaime, otra pareja de amigos (Luis y Susana) y yo. Mi madre propuso irnos a León (es una ciudad que esta a unos 100 kilómetros de aquí). Allí hay una discoteca que se llama DIA Y NOCHE, y es una discoteca de intercambio de parejas. Por lo que ahora sé, ellos van de cuando en cuando.

La otra pareja no la conocían y yo tampoco.

Nos arreglamos, mi madre me dijo que me pusiera falda, no pantalón.

Cuando estuvimos listos emprendimos el viaje, seria las doce de la noche. Conducía Jaime y las tres mujeres íbamos atrás. Yo iba poniendo el oído a lo que los hombres decían. El marido de mi madre le explicaba a Luis que al ser la primera vez que íbamos la gente de allí querría hacer la "ceremonia de la iniciación". No sabia que seria eso, Pero pronto lo descubriría y vosotros también.

El local era un sitio agradable, música muy suave, una pista de baile, la pista la rodeaban sofás amplios y mesas con pequeñas lámparas, mi madre y su marido nos fueron presentando a todo el mundo que estaba por allí. Se conocían todos.

Nos acomodamos en una mesa los cinco, pedimos las bebidas y a medida que entraba gente nueva pasaban por la mesa a saludar a mis padres. Ellos nos presentaban a todos. Una de las parejas que se acercó le dijo a Jaime:

¿Hoy habra jornada de iniciación?

Tenemos personal nuevo…Habrá que hacerla….

Yo estaba sentada a su lado y me dijo al oído que era el dueño del local, venia acompañado de una chica joven y muy atractiva.

El marido de mi madre cogió a Susana de una mano y se la llevo a la pista de baila y Luis hizo lo mismo conmigo, atrás dejamos a mi madre, pero no tardo en reunirse en la pista con nosotros, bailando con uno de los tipos que nos habían presentado. Luis me apretaba fuerte contra él y fui sintiendo como algo duro se apretaba contra mi vientre, sentía como una especie de celos al ver que el marido de mi madre hacia lo misma con la otra mujer, como le acariciaba los pechos con todo descaro y veía a mi madre que le hacían lo mismo. Luis no había empezado conmigo pero no tardó en hacerlo.

Después de un rato volvimos a la mesa. Mi madre le dijo algo al oído a su marido y desapareció. Al rato volvió con una chica de más o menos mi edad y un chico moreno, con un físico impresionante. Nos los presentó, eran los relaciones públicas del local. El chico era una monada.

Ahora fui yo quien tome la iniciativa y cogí al marido de mi madre para llevármelo a bailar. sentía su polla dura contra mi vientre y su cara pegada a la mía. Me separe y le dije:

¿Qué es eso de la iniciación?

Un juego que se hace cuando hay gente nueva y hoy estas tu y Susana que yo sepa….. Pero, es solo para las chicas

Volví a acercar mi cara a la suya y a sentir su polla a través de nuestra ropa. Se acerco una pareja a nosotros.

Cambio de pareja, Jaime

OK

Pase de estar bailando con el marido de mi madre con aquel tipo, que seguro que me lo había presentado pero ni me acordaba. Sus brazos me apretaban contra el e intento besarme en la boca pero lo esquive.

Así no, cariño –me dijo-. Mira tu padre como morrea a mi mujer…¿Sabes una cosa?...Mi mujer se vuelve loca por estar follando con él….Ya la veras chillar con él

Me volvió a apretar contra él y en esta ocasión si consiguió mi boca, llenándomela de su lengua. Estaba como aturdida y solo acerté a decirle que quería beber algo. Nos fuimos a la mesa. Mi madre no estaba en la mesa ni en la pista de baile. Susana la veía a lo lejos bailando con un tipo que no era su marido. Estaba como en una nube. No sabia de que iba todo aquello. Apure mi vaso de vodka con naranja .Enseguida apareció otro tipo que me tendió la mano para bailar, negué con la cabeza, pero entre los dos me empujaron a bailar. Más de lo mismo, me apretó entre sus brazos y otra polla que volví a sentir en mi vientre a través de la ropa.

Así que eres la hija de Jaime

De su mujer

Ana…. Buena hembra en la cama……Y Jaime, ¿Te folla?

Si

¡Joder¡. Como se lo monta el muy cabrón.

Volvió a apretarme contra él y me susurro al oído que si le iba a dedicar el primer polvo.

Me di cuenta que aquella noche iba a ser mi primera noche e una macroorgia. Estaríamos allí unas cincuenta personas.

Eran las tres y pico de la madrugada cuando el relaciones publicas, ya hablaré de él mas adelante, se colocó en medio de la pista y anunció:

Hoy tenemos dos personas nuevas entre nosotros. Dos señoritas… Y cuando esto ocurre…Os gusta que celebremos la ceremonia de la iniciación…Así que en unos minutos estaremos ello.

Mi madre apareció, me copio de la mano y me llevo a un cuarto donde había una mesa, un sofá y poco mas.

Quítate la ropa y ponte esta camiseta.

Era una camiseta mitad blanca y mitad negra. Ella fue la primera en empezar a desnudarme. Allí me quede en medio de aquella habitación, con mi madre al lado fumando y con aquella camiseta que me llegaba a la mitad de los muslos. Entré la relaciones públicas, era la chica que había venido con el dueño y que Jaime me presentó, y nos dijo que nos fuéramos con ella.

En mitad de la pista de baile habían colocado una camilla de ginecólogo, esas en las que las mujeres nos tenemos que poner con las piernas hacia arriba y bien separadas para que nos miren los genitales. Nos acercamos mi madre y yo, alrededor de la pista estaba toda la gente. El relaciones publicas anunció por megafonía:

Aquí os entrego a la primera iniciada.

Aparecieron tres hombres completamente desnudos, mi madre se apartó de mí, ellos me rodearon y rasgaron la camisa de arriba a bajo, me cogieron entre los tres y me colocaron sobre la camilla, con las piernas hacia arriba, uno de ellos maniobro el mecanismo para que mis piernas se separaran más. Otro de ellos se coloco entre mis piernas y me clavo sin ningun miramiento y empezó a bombear mi coñito. El otro se acercó a mi cara y me susurro al oído:

Bienvenida a nuestra comunidad…Los tres te vamos a penetrar un poco y después descargaremos nuestra leche en tu boca uno por uno…Debes de tragarte la de los tres, sino alguien dirá que tu iniciación no ha sido buena y habrá que repetirla con otros tres…¡Tranquila!...Tu madre también paso por esto lo hizo muy bien…Luego lo harán con Susana. ¿Es amiga vuestra?

Asentí con la cabeza, casi no me daba ni cuenta que otro tipo me estaba penetrando, no sentía nada, ni placer ni dolor. Solo me dejaba hacer.

Mi corazón estaba a punto de estallar, estuvo un buen rato dándome hasta que otro ocupo su lugar y el primero se cercó, con su polla dura a mi cara me la puso en la boca y me dijo que debía de tragarme toda su leche. Así fue. Hasta que pasaron los tres. Me levantaron de la camilla. Estaba medio aturdida y mi madre me recogió y me quede a su lado en el círculo que rodeaba la pista viendo el espectáculo.

No me había enterado de nada, solo tenia el saber del semen de aquellos tres en mi boca.

Otros tres hombres, uno de ellos el marido de mi madre, estaban desnudos en la pista. Entró Susana con su marido. Se acercaron los tres a ella, y como habían hecho conmigo, le rompieron la camiseta y la tumbaron sobre la camilla. Yo me había quedado inmóvil, pero esta chica intentaba zafarse de ellos. Con las piernas completamente abiertas intentaba levantar su cuerpo. Uno de ellos ya la había clavado. Ella gritaba y Jaime y el otro le acariciaban o la sujetaban por el pecho contra la camilla. El primero se acerco a su boca, pero los movimientos de su cabeza no dejaron que la leche le acertara a la boca. Y así con los tres. Cuando terminaron ella quedo allí tumbada. Los tres estaban a su lado. Ella intentaba levantarse, pero es misión imposible, con las piernas bien altas y tan separadas por aquellos aparatos. El relaciones publicas salio de nuevo a la pista y anuncio que la iniciación habría de repetirse porque no se había cumplido el requisito principal, "que la iniciada se tragara la leche de los tres".

Otros tres empezaron de nuevo con ella. Cuando el primero que la había penetrado se acerco a su cara mi madre se coloco al lado de ella y la copio por la cara, sujetándola. Ahora si había caído toda la leche en la boca, pero se resistía tragarla. Mi madre la recogía con un dedo y se la llevaba a los labios.

Alguien se acerco por detrás de mí y me copio por el pecho. Era Jaime.

¿Qué tal?

Con sabor a semen

Ven conmigo

A donde

Ven

Nos fuimos a una sala grande que tenia todo el suelo cubierto de colchonetas, como un tatami de judo. En un rincón había una pareja desnuda y morreándose. Nos hicimos un lado de ellos. Jaime me quito lo que quedaba de la camiseta. Nos tumbamos y empezó a acariciarme y besarme. La otra pareja no tardó en darse cuenta de nuestra presencia. Eran el dueño de la discoteca y la que me presentaron como relaciones publicas. En poco rato pase de los brazos de Jaime a los de aquel tipo y él se fue con la chica. Se pusieron encima de nosotros y empezaron a follarnos casi a la vez. La chica y yo nos miramos. Mi cuerpo empezaba a sentirse cómodo y a vibrar. Alcance un orgasmo en poco tiempo. Me estaba follando bien aquel tipo. Empezaron a entrar mas personas. "La iniciación terminó" –pensé-. Y seguí dejándome llevar. vi. como la chica se corría también con Jaime. Jaime se dio la vuelta y la colocó encima. El dueño de la discoteca me dejo y se acerco a ella por detrás, cuando vi. Como Jaime la abrazaba con fuerza contra él y me vino a la cabeza el recuerdo de mi primera enchulada. La chica dio un grito e intentaba zafarse de los dos. Demasiado tarde, vi. Como la bombeaban el culo y me intente acercar a ellos, pero alguien me copio de un brazo.

¡Ven, cielo!

Yo misma me sorprendí. Me levante y me fui cogida por la cintura por aquella chica. Cruzamos casi la totalidad de la sala hasta un grupo donde había cuatro hombres y dos chicas sentados y tomando sus copas, pidieron una para mí y me senté con ellos. Bebimos y charlamos, nos intercambiamos los nombres y algún que otro roce y beso. Yo estaba mojada y reconozco que caliente. Así que me dejaba acariciar tanto por la chica que me había ido a buscar como por uno de los hombres.

Empezamos a formar parejas, sin dejar de lado alguna caricia entre nosotras. A besarnos, tocarnos. Todos ellos tenían sus pollas bien duras y eran de un tamaño bastante aceptable. El que se estaba conmigo me hizo sentarme encima de él y maniobró hasta que me la coloco dentro de la vagina. La sentía apretada. Tenia sus manos en mis nalgas y me hacia subir y bajar. Otro se acerco y coloco su polla en mi boca, mientras una e las chicas le acariciaba los testículos y se los chupaba, el que me tenia encima me inclino hacia atrás y me cogió por el pecho, acariciaba mis pezones y me besaba en la boca, l a otra chica había toma do mi relevo en chupar al otro. Lo vi. como se inclinaba hacia a mi, sujetandose la polla, pensé que se iba a correr ya, acerco su polla mi coñito, mientras el otro me sujetaba con fuerza contra él, coloco su polla junta a la otra que tenia dentro e intentaba metérmela. Di un grito. Una de las chicas se acercó y me tapo la boca mientras también ayudaba a sujetarme, a la vez que me susurraba ala oído:

¡No grites, putita!...A todas nos lo han hecho…. Al principio duele pero veras que gustazo sientes.

Seguía empujando, sentía que me iba a romper, que me desgarrarían, mi coño fue cediendo.

No puedo metérsela más. Es muy estrecha.

Un chico y una chica me cogieron las piernas por los tobillos y las alzaron y abrieron lo que pudieron, el que estaba debajo saco también su polla. Me palpitaba el coño. Acerco su polla a mi culo. Intente evitar la penetración pero no pude. Más dolor. Lo tenía sin lubricar. Lo metió hasta el fondo y se quedo inmóvil, mientras el otro acercaba su polla a mi vagina y la hundía de golpe. Empezaron a bombearme. Afortunadamente no tardaron mucho en correrse y llenarme de leche por los dos lados. Los dos otros dos chicos estaban ocupándose de dos chicas. Estaba dolorida pero quería correrme, empecé a tocarme el coño y meterme un dedo, estaba chorreando semen.

Se me acerco un tipo y me dijo:

Aquí no se pueden hacer pajas. Hay pollas de todas clases. Ven conmigo que te voy a hacer correr.

Me tendió la mano, me levanté y le seguí. En otra habitación al lado de esta había otro grupo de gente revolcándose unos con otros. Allí estaba mi madre, clavada encima de tipo gordito y chupando la polla de otro, ni me voy. Pasamos a una habitación más pequeña y vacía. Me abrazo y empezó a besarme y acariciarme. Llevó una de mis manos a su polla. No la tenia bien duda y empecé a masajearla. Me empujo por los hombros hasta ponerme de rodillas, me metió la polla en la boca y empecé a chupar. Quería ponérsela bien duda para que me clavara y correrme. Era larga y gorda. Cuando la tuvo bien parada. Se tumbo en la cama que había y me hizo ponerme encima. Me pellizcaba los pezones, mientras me clavaba, me deje caer encima de su cara, me besaba metiendo su lengua en mi boca, metía un de sus dedos en mi culo y me bombeaba con fuerza. Poco a poco me fui relajando y sentía como un fuerte orgasmo me recorría todo el cuerpo. Sin sacármela nos dimos la vuelta y quede debajo de él. Así siguió dándome con fuerza hasta que de nuevo me volví a correr.

Sácame la leche, zorrita.

Entro el marido de Susana con una mujer. Iban a irse pero el hombre que estaba conmigo les invitó a quedarse a nuestro lado. La cama no era muy grande pero cupimos los cuatro. Ellos empezaron a follar sin más. Al momento de tumbarse en la cama fue cuando el marido de Susana se dio cuenta de mí

¡Anda, es Carla!

La otra mujer me miró. Seria de la edad de mi madre y empezaron a follar. El hombre que tenia dentro no podía correrse y yo volví a sentir un tercer orgasmo. Pensé en Susana, no la había vuelto a ver. Por fin el tipo se descargo en mi boca. La otra pareja seguía a lo suyo.

El tipo se había ido. Me levanté y me asome a la otra habitación. Busqué a mi madre con la mirada pero ya no la vi. Alguien me enlazo por la cintura y arrastro hacia el suelo acolchado. Se puso encima y me clavo sin más. Olía a tabaco y alcohol. Se oían los jadeos de las demás personas. Me deje llevar hasta que de nuevo me corrí. Estaba muy excitada y me dejaba hacer. Cuando se descargó en mi coñito. Se apartó y se fue. Quería beber algo. Me levanté y salí hasta la barra. Pedí un vodka con naranja. Ni el camarero estaba vestido.

Si me la chupas te invito a la copa.

Negué con la cabeza, pero me dije a mi misma que una polla mas que importaba. Pase para detrás de la barra, me agaché y metí su polla en la boca y empecé a chupar. Me acariciaba el coño húmedo. Me levantó por los hombros. Bebí un buen trago. Se puso detrás de mí, me hizo apoyarme en la barra y me la clavo. Era larga y curvada hacia arriba. Se corrió dejándome a la puerta de un nuevo orgasmo, que conseguí un poco mas tarde con otro tipo.

Sobre las seis de la mañana, nos reencontramos mi madre, Susana, su marido y el marido de mi madre. Decidimos irnos. Nos vestimos. Mi tanga y el de Susana habían desaparecido. Jaime me dijo que quedaban de recuerdo en la casa. Cuando salimos a la calle me di cuenta de las caras de cansancio que tenían e imaginé que mi cara debería de estar igual. El viaje de regreso lo hice medio dormitando, mientras oía a mi madre y a Jaime hablar de lo que habían hecho.

Yo no estuve con Susana. –dijo el marido de mi madre.

Ni yo con Carla. –replico el otro

Ni conmigo habéis estado, ninguno de los dos, ni vi. a estas chicas en ningun momento. Era mi madre quien hablaba.

Cuando llegamos a casa, Susana, mi madre y Jaime se fueron a una habitación y el marido de Susana se vino conmigo a mi habitación. No hicimos nada hasta que nos despertamos al mediodía que me folló.

Hasta la próxima.

carlaana19@hotmail.com