La Deuda III

Por la mañana me levante con ganas de follar así que le dije a Luis que preparara mi polla para penetrar a su mujer. Luis empezó a chupar con un esmero tal que incluso pensé de sus inclinaciones sexuales.

Por la mañana me levante con ganas de follar así que le dije a Luis que preparara mi polla para penetrar a su mujer. Luis empezó a chupar con un esmero tal que incluso pensé de sus inclinaciones sexuales. Con esa dedicación, la polla se me puso tiesa enseguida y le dije a Isabel que se pusiera a 4 patas sobre la cama.

Allí mismo le di la primera de las folladas que le iba a dar en su vida y fue algo maravilloso. Tenía un coño que era una delicia y unas tetas para magrearlas magnificas. Había nacido para ser follada, aunque aún no lo supiera. Me la folle desde atrás y, entre sus jadeos, cuando iba a acabar, me retire y me puse delante para acabar en su boca.

-         Así puta, trágalo todo. No quiero ver ni una sola gota fuera de tu boca.

Ella trago con bastantes arcadas, cosa que, por supuesto, no me importo en absoluto. Mientras tenía mi lefa en la boca, al ver lo que le estaba costando tragarla, le dije:

-         Dale un beso a Luis en la boca y que te ayude con tu faena, jajaja

Ella lo hizo y entre los 2 tragaron toda mi corrida.

Satisfecho ya, me fui a la ducha. Ellos vinieron tras de mí, a 4 patas, por supuesto. Entre en la ducha y les ordene limpiarme. Ellos se pusieron a ello, Isabel de cintura para arriba y Luis de cintura para abajo. Yo aprovechaba de vez en cuando para comerle las tetas a Isabel y morrearla a mi antojo.

Lo cierto es que me gustaba ver lo bien que se habían adaptado a su nueva situación los perros. Si alguien de su familia supiera que una persona tan altiva se portaba como una zorra, se quedarían de piedra. Pero no lo sabía nadie, al menos por ahora.

Cuando estuve duchado les tocó el turno a los perros. Los saque al jardín y le pedí al jardinero una manguera. Me la trajo y empecé a darles a los 2 con el agua. Los ojos del jardinero eran de auténtica sorpresa de ver a su jefa tratada como un animal.

Me di cuenta de ello y le pedí un cubo, una esponja y algo de jabón. Entonces le dije si no le importaba darles jabón por mi

-         Claro que no señor. ¿Por quién quiere que empiece?

-         Empieza por el perro y luego ira la perra.

Y así fue. Fue hacia Luis y empezó a enjabonarlo bien. Al llegar a su polla se detuvo un poco y le dio con más fuerza que al resto del cuerpo. A Luis se le escapo algún quejido, pero pude ver como se le estaba poniendo tiesa. El muy cabrón, estaba disfrutando. Luego se dio la vuelta y le toco la espalda.

-         Inclínate y tócate los pies con las manos – dije

Así lo hizo dejando su culo expuesto al jardinero, que, sabiendo lo que yo quería, empezó a introducirle la esponja por él.

Una vez estuvo bien limpio, le tocó el turno a ella que miraba con horror lo que el jardinero le estaba haciendo a su marido.

-         ¿Cómo te llamas? Esta puta no nos ha presentado correctamente – pregunté al jardinero.

-         Andrés, Señor – me dijo

-         Andrés, veo que sabes bien lo que quiero, así que adelante con ella. Ahora te puedes desquitar de todas las veces que te trato mal o te mando alguna estupidez que te incomodó.

Los ojos de Isabel eran de auténtico horror. Creo que di con la clave pues Andrés me sonrió y fue hacia ella.

Empezó a sobarle las tetas con la esponja. Isabel se quejaba, pero Andrés no se arredraba y seguía en su empeño. Cuanto más se quejaba ella, mas disfrutaba yo con la situación.

Cuando hubo terminado con las tetas, paso a la parte inferior. Se arrodillo y empezó a lamerle su coño. De repente se dio cuenta y me miro como solicitándome permiso para seguir. Yo le sonreí y asentí con la cabeza. Andrés continuó entonces. Lo quejidos de Isabel, se habían convertido poco a poco en gemidos. Se veían sus piernas manchadas con su flujo y parecía disfrutar de lo lindo.

Andrés se separó entonces y le introdujo la esponja por el coño. Isabel dio un gritito de sorpresa inicial, pero luego se dejó hacer, Andrés había hecho una especie de falo con la esponja y empezó un mete saca con ella en Isabel que cada vez gemía mas fuerte

-         No la dejes que se corra – le dije a Andrés.

-         De acuerdo Señor.

Estuvieron así hasta que la puta estaba a punto de correrse, momento en el cual, Andrés paró y la dejo con cara entre de sorpresa y decepción. Entonces la dio la vuelta

-         Ya sabe la postura puta – dije

Ella se inclinó como estaba su marido. Andrés me volvió a mirar y yo volví a inclinar la cabeza en señal de asentimiento. Entonces él se bajó el pantalón y como estaba, se la metió por el culo. Así estuvo hasta q por sus gritos supe que iba a correrse y en ese momento se la saco y corriendo se puso delante de su boca. Agarrándola de los pelos, le hizo metérsela en la boca y chupársela hasta correrse en ella.

Isabel empezó con arcadas por los restos de mierda que tenía la polla de Andrés, pero continuo con su labor hasta que un grito la hizo saber que Andrés había llegado al final.

Subiéndose de nuevo los pantalones, fue a por la manguera y echo agua a los 2, recreándose de nuevo en Isabel. Entonces me miro y me dijo

-         Cuando usted quiera, será un placer para mi limpiar a estos 2 cerdos.

-         Pues si no te importa, te iba a pedir que todas las mañanas lo hicieses. Vendrán ellos solos a ti y tú ya sabes lo que has de hacer. Tienes total libertad con ellos para hacer lo que ti quieras.

-         Muchas gracias Señor, se lo agradezco enormemente.

Le pedí un par de toallas. Cogió unas de baño que había en la piscina y vino con ellos. Se las lance a los perros diciendo

-         Secaos inmediatamente.

Ellos comenzaron a hacerlo. Cuando estuvieron secos les ordene seguirme a su antiguo cuarto para proceder a vestirlos.

Para Luis saque un pantalón corto y una camiseta. De ropa interior, le di unas bragas de Isabel con muchos encajes para que se acordara siempre que tenía dueño.

A Isabel le saque una falda corta, por encima de las rodillas, y una blusa de botones le dije que tenía que verse el canalillo de sus tetas. Por supuesto, no debía usar ropa interior, ni sujetador ni bragas.

Una vez preparados, me dispuse a salir con ellos.

Estaré encantado de vuestros comentarios en garvil42@hotmail.com . También podéis agregarme para hablar si queréis.