La Detective Parte VI
Ultimo capitulo del caso del Hexágono, dos años después, y aunque más corto de lo que realmente hubiera querido, necesitaba darle final a esta serie que tantas alegrías me ha dado, espero les guste y comenten!
El más crudo miedo azotaba a Laura Cuevas, mientras veía al Doctor Ángelo posar el bisturí en su pecho desnudo de la agente.
Cuando la hoja del bisturí penetro la piel de su pecho, al principio, no sintió dolor alguno, pero cuando el Doctor Ángelo con pericia empezó a trazar sobre su piel, las lagrimas salieron de los verdes ojos de Laura que no podía gritar ni defenderse ante tanto sufrimiento.
Laura podía sentir cuando el Doctor Ángelo cambiaba el curso de su trazo, y como su propia sangre recorría su cuerpo desnudo, la desesperación se acrecentaba en cada segundo, más por la necesidad de gritar, de defenderse y no poder hacerlo, que por el propio dolor agudo que sentía.
Cuando el Doctor Ángelo termino su cometido, un perfecto hexágono estaba impreso a puro dolor en el blanco y pecoso pecho de la agente Cuevas, un daño horrible que si lograba sobrevivir, dejaría cicatrices de por vida.
-Dibujar en tu inmaculada piel es un placer demasiado grande, si no fuera por el ritual, y lo apurada de nuestra situación, me divertiría a lo grande contigo.- Exclamo el Doctor mientras cambiaba la hoja del bisturí y presionando ligeramente en la mejilla de Laura dejaba una pequeña pero profunda marca, como si de una firma se tratara, para dirigirse ahora hacia Valentine.
-Pero no te pongas celosa mi Valentine, que seguramente también será un placer supremo trazar en tu bella piel, lástima que sea de prostituta, porque eso es lo que eres, una simple puta.- Termino de decir el Doctor Ángelo con desprecio, mientras los ojos de Valentine se llenaban de lagrimas al sentir el dolor del bisturí haciendo sus primeros trazos en su pecho.
Laura de pronto empezó a sentir algo diferente, su cuerpo estaba empezando a responder, y aunque tal vez no podría hacer mucho, por lo menos pudo girar su rostro hacia Valentine, para encontrarse con su mirada perdida en lágrimas y dolor.
La desesperación de Valentine contagiaba aun más la de la propia Laura, y mientras la adrenalina hacia que su sangre fluyera rápidamente, su cuerpo entero empezaba a reaccionar, incluyendo sus propias piernas.
Laura sabía que podría intentar patear al Doctor Ángelo, pero no sería más que una caricia en sus condiciones, así que se le ocurrió columpiarse para intentar desabrochar el arnés de donde estaba suspendida.
Tal vez no lograra salvarse, pero le regalaría a Valentine unos segundos más de vida, y solo eso importaba para la agente, mientras usaba toda su fuerza física y mental impulsarse torpemente hacia atrás y hacia adelante.
Claro, había existía una ventaja táctica importante en el plan de la joven Detective, y es que estaba por lo menos a metro y medio sobre el suelo, así que cuando por fin el gancho que la sostenía del arnés cedió, literalmente salió volando por los aires directamente hacia el Doctor Ángelo, cayendo pesadamente sobre él.
-¡Maldita perra!- grito el Doctor Ángelo mientras intentaba incorporarse.- ¿Qué crees que estás haciendo? Solo adelantas tu propia muerte estúpida.- Término de decirle mientras ponía todo su peso sobre la adolorida Laura que todavía carecía de la fuerza suficiente de pararse, y posaba el bisturí sobre su cuello.
-No quería matarte tan pronto, pero no me dejas otra opción.- Exclamo el Doctor Ángelo lamiéndose los labios mientras apretaba suavemente su bisturí en el cuello de la agente.
La sangre empezaba a salir cuando la puerta del apartamento de Valentine cedía bajo el peso de los agentes Gil y Arias, y rápidamente llegaron hasta la habitación donde el Doctor Ángelo mantenía cautiva a Valentine y Laura.
-Deténgase Ángelo, suelte esa navaja.- La voz calmada y neutra del agente Gil, envolvió la habitación, Laura moría de miedo, no sabía que tan grave podría ser el corte que ya tenía en su cuello, pero podía sentir su sangre salir de la herida y recorrer su cuerpo desnudo.
-No sea ignorante Gil, esto no es una navaja, es un bisturí quirúrgico de alta precisión, una herramienta de gente culta, porque el conocimiento es poder agente, y eso es lo que busco.- Exclamo el Doctor Ángelo mientras levantaba a la agente Laura y manteniendo el bisturí en el cuello de la joven agente, levantaba la mirada hacia el experimentado Gil.
-Ahora dirás que necesitas matar a estas mujeres para tener conocimiento, vamos Ángelo, solo eres un psicópata enfermo, esto es simple brujería y espejos, nada es real.- Respondió Gil, mientras el agente Arias se movía lateralmente buscando Angulo de tiro.
El rostro del Doctor Ángelo se ruborizo de pura rabia.- No puedes comparar esto con simple brujería, el culto a mi dios Horus tiene milenios, siente la energía en la habitación, cuando mate a estas perras seré el hombre más poderoso del mundo.- La voz colérica, asusto aun más a Laura, que ya sentía como sus piernas desfallecían por la sangre perdida.
-Arias… hazlo ya.- Exclamo Gil con una tranquilidad pasmosa, mientras el enorme agente Arias accionaba su Beretta, la bala atravesó el hombro de Laura, golpeando luego en el pecho del Doctor Arias, que cayó al suelo llevándose a la joven detective con él.
Gil corrió desesperado hacia la agente, su máscara de tranquilidad se había caído, y ahora se mostraba el puro terror de perder a una persona que se había convertido en la hija que nunca tuvo, con cuidado quito la mano que todavía con el bisturí estaba en el cuello de Laura, y revisaba sus signos vitales en su pálido cuerpo.
A duras penas pudo encontrar signos vitales, y quitándose su chaqueta tapo el desnudo cuerpo de Laura levantándola en sus brazos para bajarla hasta la entrada del edificio, donde la ayuda asistencial que había solicitado antes de entrar, estaba esperando para actuar.
Arias también preocupado por Laura, bajaba a Valentine de su arnés y recostándola con cuidado en el suelo, usaba su propia camisa sobre su cuerpo desnudo.- Tranquila, estarás bien, ya viene la ayuda.- Pudo decirle viendo como la otrora sospechosa se esforzaba por hablar.
-La…lau..Laura.- Repetía una y otra vez Valentine, en su mente solo podía pensar en cómo la joven agente arriesgo su vida por ella, y ver su cuerpo pálido y casi sin vida le había desgarrado el corazón.
-La catira estará bien, esa carajita es fuerte, no te preocupes.- Respondió Arias, dudando de sus propias palabras, pero deseando con todas sus fuerzas que realmente fueran ciertas.
El agente Gil subió con Laura a la ambulancia, mientras los paramédicos intentaban estabilizarla, había perdido mucha sangre ya, y la herida en su cuello era más peligrosa de lo que parecía, los conocimientos médicos del Doctor Ángelo le permitían saber donde exactamente dónde cortar y haciendo el mayor daño posible.
No tardaron mucho en llegar al hospital Universitario, donde ya estaban Ana y el Jefe Lucena hospitalizados, y la agente Gutiérrez los esperaba ya con lagrimas en los ojos al ver el estado de Laura.
-Perdió mucha sangre Gutiérrez, tal vez no sobreviva la niña.- Exclamo Gil, haciendo algo que nunca en todos los años que tiene en la fuerza había hecho en público, llorar.
La agente Gutiérrez no le respondió nada, y solo abrazo al experimentado agente dándole consuelo mientras Laura entraba al quirófano donde batallaría por su vida.
-¿Dónde está Laura?- Pregunto Ana nada más vio entrar en su habitación en el hospital Universitario a Gil y Gutiérrez con los ojos rojos y todavía con algunas lagrimas en sus mejillas.
-Cuevas recibió una herida punzante en su cuello, y un disparo en su hombro, perdió mucha sangre y tardaron casi diez horas en el quirófano.- Respondió Gutiérrez sentándose en la cama de Ana y agarrando con dulzura la mano de la patóloga.
-¿Qué donde esta?- Pregunto más desesperada Ana al conocer los detalles, sabía lo que podía significar ese parte médico.
-Al lado, en cuidados intensivos, está todavía muy delicada, pero creen que se salvara.- Esta vez respondió Gil, sonriendo, sentándose pesadamente en el suelo de la habitación, como descansando por fin.
Tres días después…
-Laura… ¿Me oyes?- La dulce voz de Ana despertaron a joven agente de un profundo sueño oscuro, donde solo habia oscuridad, cuando abrió sus ojos, la dulce mirada de su amada le devolvió la luz.
-Te amo Ana…
Lista de Personajes
Laura Cuevas: Agente del CICPC de la división de homicidios de alto perfil, tiene 30 años, graduada con los mayores honores de criminalística, viven con su pareja Ana Ramos.
Ana Ramos: Forense de la Morgue de Bello Monte, tiene 28 años, es pareja de Laura Cuevas.
Jefe Lucena “El Jefe”: Es la máxima figura del CICPC, y por ende, del equipo de trabajo de Laura Cuevas, tiene 49 años.
Agente “Gil”: Segundo al mando del grupo investigador de Laura Cuevas, tiene la misma edad del Jefe, el mejor sabueso de todo el cuerpo.
Agente “Gutiérrez”: Mujer de 42 años, investigadora, y especializada en trato a testigos, se encontraba de vacaciones al momento del asesinato.
Agente Arias: Hombre moreno de dos metros y 45 años, con un chiste para toda ocasión.
Valentine: Dominatrix venezolana de 30 años, principal sospechosa en la investigación.
Luis Noriega: Primera víctima y jefe de seguridad de la Conferencia Episcopal Venezolana.
Luis Amparo: Segunda víctima, parte del alto mando militar.
Ángelo Colmenarez: Director en Jefe de la Morgue, patologo y jefe directo de Ana.
Decana Fabiola Arizmendi: Decana de la escuela de antropologia de la UCV, miembro del culto de Horus.