La despedida-parte 2

Os hablo sobre la vida de Marta, que aunque tuvo un comienzo muy triste la primera que vez que se enamoró de una mujer, en esta ocasión su vida se traslada hacía la pasión más desenfrenada. Espero que os guste.

LA DESPEDIDA 2

UN JARDÍN DE NOMEOLVIDES-:

Aquella carta cambió mi vida para siempre y como si de una hoja sin vida se tratara, se deslizo entre mis dedos hasta tocar el suelo.

Jamás he dejado una carta sin respuesta y aunque Rocío nunca pueda recibirla, sé que debía contestarla a aquella carta, aunque el destinatario estuviera en blanco y así lo hice:

Mi vida…jamás debiste apartarme de ti y que te acompañara hasta el último día, porque así lo hubiera deseado yo. Sé que ahora mismo mientras escribo y leo en voz alta, escucho tu voz como si estuvieras aquí y sé que esta carta llegará directa a tu alma.

Ojalá nos hubieran concedido 1 solo minuto más, lo daría todo por esos segundos frente a ti disfrutando de tu sonrisa y el tacto de tu piel, de tus besos, pero el destino ha querido que nuestra despedida haya sido así, con una carta llena de sueños que no podrán cumplirse, pero no me arrepiento ni por un solo instante del tiempo que he podido disfrutar a tu lado.

Te amo, no como se ama en esta vida, te amo con fuerza, te amo como si te hubiera conocido antes, te amo sin verte, y te voy a amar, hasta que no tenga ojos, y no te pueda ver nunca más, te amo con determinación, como el sueño de alguien de toda su vida, así te amo…y así te voy a amar…Hasta siempre, mujer de mis sueños, hasta luego mi amor.

Sé que dentro de unos años volveré a verte, pero hasta entonces, no me olvides…

Te quiero y te querré siempre.

Marta

Así me alejé de ella bajo mis pies, dejando esta carta en su lápida con una rosa.

2- UN NUEVO COMIENZO:

Pasaron varios meses hasta que mi vida empezó a tomar rumbo de nuevo y poco a poco comencé a levantar cabeza y a ser nuevamente yo misma, pero no fue fácil.

Cuando tocas fondo te cuesta centrarte nuevamente en ser feliz, pero cuando menos te lo esperas, algo hace que te vuelvas a ilusionar de nuevo y así comienza esta historia.

Me desperté por la mañana y pensé:

Genial. Estás enamorada de tu amiga, que sí que está tremendamente buena, pero también es tremendamente hetero. Tú piensas que también eres hetero y que ella es especial...ilusa!, de hetero no te queda nada!.

Con este reflexión me levante un buen día, después de llevar varios meses manteniendo una amistad con una nueva amiga que había conocido en mi librería preferida, de nuevo estaba enamorad!.

No es difícil enamorarse de una amiga con la que compartes piso y más si ella es una mujer de 35 años, con unas piernas muy largas y bien torneadas, caderas bien torneadas,  una mujer 90-60-90.  Su rostro es engañoso...puede demostrar una seriedad y dureza que su portadora muestra ante el mundo...como puede suavizarse y convertirse en el rostro más dulce del mundo si algo o alguien la conmueve.

Su nombre es María y tiene unos ojos azules que te penetra con la mirada y unas largas pestañas.

Me encanta observarla caminando por la calle cuando voy a su lado, incluso a veces cuando vamos juntas charlando, me costaba centrar su atención en sus palabras o en lo que me decía, porque me quedaba flotando en mi mundo observando lo guapa que era.

Estuvimos viviendo juntas  aproximadamente unos 13 meses y cuando estaba a punto de tirar la toalla con María, algo hizo que de nuevo volviera a emocionarme.

En numerosas ocasiones solía escribir en mi diario los deseos que se me pasaban por mi cabeza sobre María, incluso a veces había llegado a masturbarme pensando en ella. En aquella libreta yo escribía todo lo que podía pasar por mi mente sobre ella, reflexiones y por costumbre solía deshacerme de esas notas después de haberlas escrito, pero aquella tarde la última nota que escribí la olvidé sobre sobre mi estantería, donde María y yo compartimos los libros que guardamos.

Aquella breve nota donde exponía mis pensamientos decía así:

Tus curvas me llevarán a la perdición.

Recorro tu cuerpo con mis manos como si tú fueses un lienzo y yo la artista que lo cubre con su pincel húmedo, dibujando formas que recorren tu piel, buscando un único objetivo: tu placer.

Mi amor por ti, no se hace cada día menor, sino al contrario, se hace más grande ante la necesidad de verte, de sentirte, de poder hablar aunque sea con tu sombra, esa que dibujo con mis manos en la pared y hago un mundo imaginario donde sólo tenemos cabida tú y yo.

Ojalá pudiera hacerte el amor y que por un solo momento olvidaras que soy una mujer.

Cuando volví de trabajar aquella noche y abrí la puerta, me encontré todo el piso iluminado con la luz de unas velas que seguían una estela, así que me pellizque porque pensé que estaba soñando, pero no!.

Continué temblorosa sin saber muy bien que pasaba hasta llegar a la sala de estar y al final del pasillo en la habitación de María, la puerta estaba entreabierta y una luz tenue iluminaba su habitación.

Me acerqué muy despacio hacía su habitación y allí estaba ella, desnuda sobre la cama mirándome fijamente, así que me volví a pellizcar por si aquello era un sueño y en ese momento su voz me dijo:

He leído tu nota, así que no hace falta que digas nada más!.

Sin apenas mediar palabra con ella, comencé a desnudarme rápidamente, como si en cualquier momento María fuera a pedirme que me marchara, tenía demasiada prisa por estar junto a ella en la cama.

María me pidió que me tumbara y que cerrara los ojos, así que así lo hice. Ella comenzó a acariciarme suavemente mis pechos, acariciando mi piel mientras me besaba.

Sentía como su cuerpo se rozaba con el mío, mientras sus notaba la mayor excitación que se podía tener en aquel momento y notaba como sus manos, sus dedos, recorrían todo mi cuerpo y lo más profundo de mi.

En ese instante ella me dijo que no estaba sola en casa y que una de sus mayores fantasías, era el hacer el amor con una mujer y con su chico Javier.

En ese momento no supe cómo reaccionar, no entendía lo que estaba pasando en ese momento. Sentí miedo, excitación y al mismo tiempo estaba confundida. Javier estaba en otra habitación y María me pregunto que si yo deseaba que el entrara y después de unos largos segundos, asentí con la cabeza porque solo  deseaba estar con ella a cualquier precio.

Javier entró en la habitación con su cuerpo desnudo, para unirse a nosotras, así que simplemente decidí entregarme a ellos y disfrutar de aquel momento.

Javier comenzó a besarnos y yo estaba deseando ver a María haciendo el amor, me excitaba ver como la mujer que deseaba, se excitaba, a pesar de que deseaba que solo fuera mía.

Hicimos el amor durante varias horas, hasta que finalmente me marche a dormir a mi habitación y les deje durmiendo a solas.

Aquello fue el comienzo de un amor compartido que duró 8 largas semanas, solo fue sexo, pero cada día que pasaba María y yo compartimos momentos muy intensos de sexo y de amistad, siempre compartidos con su chico Javier, pero algo en mi interior me decía que no era solo cuestión de morbo, sentía que ella también disfrutaba conmigo y que aquello era algo más que un juego.

Pasaron dos semanas sin que María y yo volviéramos a hacer el amor con su chico y como era habitual en nosotras, mientras ella se duchaba, yo solía maquillarme frente al espejo, mientras de vez en cuando miraba a María a través del reflejo.

Aquel día vi como María también me miraba, así que nuestras miradas se clavaron la una a la otra y sin apenas decir nada, me encontré metida en la ducha con ella haciendo el amor y  por primera vez, a solas con ella!

Os podéis imaginar lo que se puede sentir cuando tocas cumbre o alcanzas lo inimaginable, a pesar de que no fuera totalmente mía.

A pesar de que parece que mi vida son los amores imposibles, solo os puedo adelantar que en esta historia todavía hay mucho que contar..... y Si queréis saber cómo continua esta historia, os la contaré en la tercera parte de este capítulo de mi vida…

Gracias por leerme.