La despedida de soltero

Oscar me llevó como pasatiempo a la depsedida y entre varios me cogieron.

RELATO OCURRIDO EN DIC, 2004

EL HERMANO MENOR DE MI ESPOSO

Las discusiones con mi marido seguían y yo optaba por ignorarlo cosa que le molestaba y se iba con su mamá, con la que duraba varios días. Un día de esos hicieron una reunión familiar, y mis hijos estaban con ellos, yo me quedé sola en casa, no quería salir pues sentía que me vigilaban. Me di un buen baño, y mientras me relajaba en la tina con agua tibia escuché que tocaban muy insistentemente la puerta, pensé que algo había ocurrido y fui a abrir poniéndome solo una bata, me fijé por la mirilla y vi que era EMILIO, el hermano menor de mi esposo de 27 años. En esos días, próximo a casarse ya que su novia estaba embarazada y estaba en los preparativos de su unión matrimonial.

Abrí la puerta y entró casi de inmediato, en eso noté que había tomado, olía a alcohol. Me dijo que quería hablar conmigo, le pedí que me esperara para secarme bien y cambiarme. Yo estaba sentada en la orilla de la cama sentada secándome el pelo, empecé a untarme crema en mis piernas cuando escuchó que abre la puerta de mi cuarto, de inmediato me cubrí con la toalla que traía, mi cuñado Emilio estaba con la boca abierta y se me acercaba indeciso, le pedí que se fuera pero me ignoró sin dejar de ver mi espalda que estaba descubierta, se sentó a mi lado y empezó a tocar mi espalda de arriba hacia abajo, hasta legar a mis nalgas, sus manos presionaban mis muslos que salían de la toalla que me cubría.

--¡VETE EMILIO, PUEDE LLEGAR TU HERMANO Y NOS MATA SI SE ENTERA DE LO QUE TRATAS DE HACER!.—Le dije con voz temblando.

--¡SOLO TRATO DE SENTIRTE UN POCO, DE VERTE AUNQUE SEA UN RATO DESNUDA, DÉJAME VERTE!.— Me dijo con voz quebrada que me conmovió.

--¡NO CUÑADO, ESO ERES, MI CUÑADO EL HERMANO DE MI ESPOSO!.—

--¡SOY UN HOMBRE, Y TU UNA MUJER!.— Mientras esto decía descubría mis senos bajando la toalla al mismo tiempo se acercaba para besarme el cuello y mis pechos, su mano bajó a mi raja, al sentir sus dedos en mi intimidad le dije:

--¡VETE EMILIO ENRIQUE ES VIOLENTO Y SI SABE NOS VA MAL!.--

--¡NO TIENE POR QUE ENTERARSE, A MENOS QUE SE LO DIGAS TU!.—

--¿Y PORQUÉ NO HÉ DE DECIRLE?.— contesté mirándolo a los ojos.

--¡PORQUE TE ESTÁ GUSTANDO, ESTAS MOJADA MARLEN!.—

--¡SI ESOY MOJADA ES PORQUE YA ESTABA EXCITADA NO ES POR TI!.—

--¡CUÑADA, QUE BUENA ERES PARA LAS RESPUESTAS, PERO ESA NO TE LA CREO!, ¡TE ESTA GUSTANDO QUE TE TOQUE!.—En eso cerré mis ojos y abrí un poco mis piernas para darle libertad de movimiento a su mano, pero por mala suerte escuchamos que abrían la puerta del porche, me asomé y me dio miedo ver que era mi marido, le avisé y rápido se escondió debajo de mi cama, mi marido no pasó de la sala, bajé y sin saludarlo le dije que iba a comprar la despensa, pero por conveniencia le pedí que me llevara, para darle tiempo a su hermano de que saliera de mi casa.

Días después, mi suegra haría una reunión, mi marido como quería reconciliarse conmigo, me pidió que fuera, y que le ayudara a su mamá, decidí llegar temprano para empezar a preparar las cosas, así que cuando llegué estaba Emilio haciendo ejercicio, ejercicio que le ha dado un cuerpo hermoso y atlético. No sabía que iba a pasar con él ahí, me puse a hacer algo mientras mi bebé dormía. Emilio terminó de ejercitarse y se metió a la regadera, pasó a mi lado envuelto en una toalla a la cintura, al momento de pasar a mi lado sentí un vuelco, pensé que me iba a agarrar pero pasó de largo. Mientras se bañaba mi bebé despertó, lo tomé y me senté en la sala para amamantarlo. Emilio salió del baño con su toalla en la cintura, la diferencia era su verga parada tratando de salir de la toalla, mis ojos se clavaron en su entrepierna, él se acercó y con sus dos manos la agarró y con un ademán me la ofrecía, yo no respondí estaba emocionada y deseosa de verle su rico falo. Siguió hacia a mí al tiempo en que dejaba caer la toalla liberando su miembro, noté que se afeita totalmente, su verga impresionante parecía empotrada en un vientre musculoso sostenida por unas grandes bolas que colgaban orgullosas amigas de esa rica verga.

Sin pensarlo abrí mi boca para recibirla, empecé a mamar rico, mi bebé ya dormía, lo acomodé sin cubrir mis senos, él se agachó para mamar mis tetas y desabotonó más mi blusa, levantó su verga para que también le atendiera sus huevos enormes que se contraían al contacto de m labios y lengua, mordía lentamente sus bolas, que me parecían deliciosas sin un vello que estorbara, Emilio suspiraba con mis mamadas, luego me golpeaba suavemente la cara con su verga, la seguí mamando cuando me tomó de la nuca y muy lento empujaba su cintura como si me cogiera por la boca. Yo empecé a masturbarme sobre mi calzón, estaba dispuesta a que me cogiera en la casa de mi suegra, cuando de pronto escuchamos que alguien llegaba, Emilio en vez de irse se masturbó apresuradamente hasta venirse en mi cara, abrí mi boca para tragarlo y saborear su leche, que a chorros caía en mis senos desnudos, terminó y se encerró en su cuarto. Mi suegra llegó y me saludó hipócritamente, tomó al bebé y cuando vio mi blusa mojada, penso que mi bebé me había llenado de leche, pero como lo saben ustedes, no fue mi bebé, fue el de ella.

Las fricciones con mi suegra siguieron, y no era para menos pues se enteró de mi relación con su yerno Oscar, pero no hizo ningún comentario con alguien, aunque nunca supe porqué a él lo trataba como si nada hubiera pasado, al contrario, lo consentía.

En la noche buena, como de costumbre mi suegra nos reunió en su casa, yo estaba incómoda, quería irme, para ese tiempo mi cuñado Emilio ya se había casado, pero su mujer no estaba presente en la fiesta porque es aeromoza y trabajaba esa noche. Todos brindaban y reían, yo decidí irme a casa con mi hijo menor, mi esposo no me quiso llevar, así que Emilio se ofreció, cuando llegamos a casa le di las llaves para que abriera, entramos acomodé al bebé en su cuna creyendo que mi cuñado se acostaría conmigo, pero se fue. Prendí la calefacción, me puse una bata de seda y acosté al niño conmigo, dormí como una hora y desperté cuando escuché que alguien llegaba, no me levanté pensando en que era mi esposo con los niños, pero me equivoqué, Emilio fue con su mamá, se despidió diciéndoles que iba a su casa, pero en vez de eso vino a regresarme las llaves. Estaba en la puerta de mi cuarto, lo miré y le hice lugar en mi cama, se desnudó y se acostó detrás de mí, acariciaba mis nalgas sobre la bata de seda, la levantó para sentir mi desnudez, su verga ya parada la frotaba con mi trasero, bajó los tirantes de mi bata quedando ésta alrededor de mi cintura. Yo correspondía moviendo mis nalgas circularmente, él besaba mi espalda y mi nuca, me volteaba para besarme. Levantó mi pierna izquierda, la sostuve en el aire mientras su mano recorría mi vagina, sus dedos entraban y salían húmedos, y embarraban mis jugos en mi ano intentándolo abrir, yo gemía de gusto. Colocó su verga en la entrada de mi vagina, y empujó suave haciéndome suspirar, cuando ya estaba toda adentro dijo así:

--¡AL FIN MAMITA, ALFIN ESTOY DENTRO DE TI!.—

--¡SI PAPI, AL FIN ME ESTÁS COGIÉNDO!.—Se retiró un poco tomándome la cintura sin dejar de cogerme;

--¡AY MAMI, QUE LINDO TRASERO TE CARGAS, QUE RICA ESTÁS!.—

--¿TE GUSTA EMILIO, TE GUSTA LO QUE VES?.—

--¡DESDE HACE UN BUEN ME GUSTA Y SE ME ANTOJA, PERO NO ME ATREVÍA A NADA!.—

--¿Y PORQUÉ AHORA SI TE ATREVISTE?.—

--¡PORQUE SUPE POR AHÍ QUE LE PONÍAS EL CUERNO A MI HERMANO!.—

--¿QUIÉN TE DIJO ESO?.—

--¡PUES SE DICE POR AHÍ QUE YA NO ERES LA SERIA DE ANTES!—

--¿QUÉ SOY AHORA?.—

--¡SEGÚN MI HERMANO, BORRACHO ME DIJO QUE TE ACOSTASTE CON IVAN, QUE POR ESO TE GOLPEÓ!.—

--¡Y NO TE DIJO QUE ÉL ESTABA DE ACUERDO?.—

--¡NO, ESO NO ME DIJO!.—

--¡PUES ASÍ FUE, ME DIJO QUE LE EXCITARÍA VERME CON OTRO Y FUE IVÁN, CREO QUE SE ARREPINTIÓ DESPUES, Y YA VES QUE VIVIMOS PELEANDO, PERO EL CABRON NO DEBE ANDAR DE HOCICÓN!.—

--¡BUENO MARLEN, SI NO ME HUBIERA DICHO, NO ME HUBIERA A ANIMADO A COGERTE Y DESEARTE TANTO!.—

--¡PAPI, TARDASTE TANTO EN ANIMARTE!.—

--¡SI MAMITA, SI HUBIERA SABIDO QUE ERES TAN CALIENTE DESDE CUANDO TE HUBIERA COGIDO CHIQUITA!.—

--¡SI PAPI, SOY BIEN CALIENTE PERO TU HERMANO ME ABANDONA, RARA VEZ ME COGE, POR ESO CAÍ FACIL CONTIGO!.—

--¡NO CHIQUITA, CAÍSTE PORQUE TE ENCANTA LA VERGA!.—

--¡SI, PAPI, ME ENCANTA CÓGEME ASÍ MI AMOR, CÓGEME!.—

Movía mis nalgas hacia él para que acelerara el ritmo, apretó mis nalgas, se levantó y se puso hincado, yo seguía de lado pues mi bebé estaba dormido mamando mi seno. Siguió cogiéndome con calma, se agachó para morder mis tetas, me dijo que se venía, que ya no aguantaba;

--¡MAMITA ME VENGO, YA NO AGUANTO!.—Quiso sacar la verga, pero no se lo permití, le pedí que se viniera adentro.

--¡AY PAPI, VENTE ADENTRO!.—

--¿ESTAS SEGURA?.—

--¡SI AMOR VENTE NO TE PREOCUPES, QUIERO SENTIR TU LECHE DENTRO!.—Apretó mis nalgas y sus gemidos aumentaron, me gustó ver su expresión de placer, terminó y se acostó sobre mí con su respiración agitada, luego se puso detrás sin sacar su verga, descansamos unos minutos.

Me levanté para poner al niño en su cuna, sabía que me miraba, regresé con él a gatas sobre la cama para llegar a su verga y empezar a mamársela como a mí me gusta, sin prisas y disfrutando el sexo oral, trataba de meterla toda a mi garganta, su verga pasaba mi campanilla sacándome lágrimas, lamía sus testículos grandes, los mordía suave, mientras escuchaba sus gemidos de placer, puso sus manos en su nuca como rey recibiendo placer, me subí en él, tocaba mis nalgas y tetas como niño con juguete nuevo, metí su verga en mi raja, nos mirábamos a los ojos y en silencio empecé a darme sentones en su palo, movía mi cintura tan rápido porque deseaba venirme, me detuvo y me sacó para guiar mi raja a su cara, empezó a mamar ya lamer mi clítoris, sentía que su propia leche salía, no le importaba, me volteé para mamar yo también haciendo un 69, deseaba que su lengua atendiera mi ano, pero no lo hacía, entonces levanté sus piernas y pasé mi lengua por su ano, trató de impedirlo pero insistí inmovilizándolo, comprendió e hizo lo mismo haciéndome ver estrellas, después me senté en él dándole la espalda, coloqué su verga en mi culo, entró su cabeza y con sus manos en mi cintura me sujetaba, me agaché un poco y con mis manos abría mi nalgas, su verga entró enseguida y me volteé para mirar su expresión, su mirada estaba fija en mis nalgas que devoraban su verga por completo, me miró y dijo;

--¡PRECIOSA, ESTO LO DESEABA NO SABES CUANTO!.—

--¿TE GUSTA ASÍ?.—

--¡ME FASCINA MARLEN, TIENES UN CULO DE ORO!.—

--¿DE ORO?.—

--¡SI MAMI, CUALQUIERA PAGARÍA POR COGERTE POR EL CULO!.—

--¿Y TU ME PAGARÍAS?.—

--¡SI QUIERES SI, PUTITA, ESO TE GUSTA SER VERDAD, UNA PUTA. TE GUSTA QUE TE PAGUEN!.—

--¡NO PAPI, NO ES TANTO ESO, ME GUSTA SER COMO UNA PUTA, QUE ME LO DIGAN, QUE ME TRATEN ASÍ COMO PUTA, Y SI ME PAGAN MEJOR!.—

--¡LO QUE TU DIGAS PUTITA, LO QUE HAGAS NO ME IMPORTA MIENTRAS PERMITAS QUE VENGA A COGERTE COMO AHORA!.—

--¡SI PAPI, CUANDO TU QUIERAS CÓGEME AMORRRR!!.—

En eso aceleré el movimiento pero me detuvo, sin sacarla me empinó para colocarse detrás de mí, casi estaba levantado en mis nalgas, sentía que la metía toda, yo golosa gozaba la cogida, me acostó y quedó sentado en mis nalgas sin sacarla, me cogía con fuerza haciéndome venir en ese momento. Se detuvo, le pedí que se levantara un poco, se sostuvo con sus brazos, y en eso empecé a mover mis nalgas hacia arriba y abajo, sentía su verga más gruesa, me pedía que me detuviera pero yo ya estaba loca de placer, aumenté el ritmo y en eso pasó sus brazos por mi pecho apretándome en su pecho, gimió escandalosamente, se estaba viniendo. Ese momento es de los más ricos para mí, relaja todos mis músculos, sintiendo una verga en mi culo llenándome de semen, es un momento maravilloso. Quedamos profundamente dormidos, dejó su verga en mi ano y al despertar lo tenía adolorido, Por la mañana nos bañamos juntos, le preparé el desayuno desnuda, como me lo pidió, fajamos como adolescentes y sin terminar de desayunar, se paró frente a mí, sacó su verga y se la mamé, cuando se venía la sacó, tomó mi taza de café y como lo tomo negro, me pidió que lo tomara con leche; su leche, no terminaba de hacerlo cuando agarré su verga para lamer lo que quedaba y tragármelo, perversamente me pidió que me sentara para disfrutar mi taza de café, quería ver si me lo tomaba y lo complací, me supo delicioso, y es que me estoy volviendo adicta al semen, me gusta probarlo, tragarlo, olerlo, todo lo que pueda hacer con ese líquido varonil que puedo decir; el semen es como la huella digital, a cada hombre le sabe diferente, y el de Emilio sabe a pan recién hecho, y créanme, me da pena la chica que dice que le da asco, no sabe de lo que se pierde.

MARLEN YADO URBINA

Relato ocurrido en marzo 05

MIS DOS AMANTES

No he tenido tiempo de escribir más relatos, últimamente mi vida es muy ajetreada con mi trabajo, además de que ocurrió algo terrible, pues Iván mi vecino, murió en una riña callejera, por defender a un amigo lo mataron a puñaladas, eso fue a principios de mayo. Y en este relato se trata de los dos mejores amantes que he tenido, Iván y Oscar.

Estaba separada de mi esposo, mis hijos estaban con mi suegra, Iván se la pasaba en mi casa sin que los demás supieran, parecía que estabamos casados pues se quedaba varios días conmigo. Una noche que estabamos viendo televisión, me sorprendió que alguien tocara, le pedí a Iván que se ocultara, me asomé y vi a Oscar en la puerta, le abrí y salí para no darle oportunidad de entrar, pero a él se le hizo extraño y empezó a preguntar si estaba con alguien, le decía que no, que estaba cansada, pero no me creyó y entró, empezó a fajarme para convencerme de que me cogiera, dentro de mí pensé que si se entera que alguien mas estaba ahí, no le importaba, pues ya casi no me visitaba. Entonces le dije que sí, que había alguien mas, pero quiso saber quién era, cuando le dije quien era, le llamó, Iván salió algo nervioso, entonces, tuve que decirle a Iván de Oscar, y viceversa. A Oscar no le importó la presencia del otro y me agarró de las nalgas bajándome el short y levantándome la blusa, en eso le dijo a Iván que si se quería unir lo hiciera si no, hiciera como si no estuviéramos ahí. De inmediato el deseo sexual invadió mi entrepierna, cuando ya traía solo la tanga y mis pechos al aire, me colgué de Oscar y le dije que me llevara a la cama, Iván nos siguió se desnudaba para entrar a la acción. Por mi mente pasaba la idea de que esa noche tendría a mi disposición las dos vergas más ricas, grandes y calientes que me han cogido, las dos al mismo tiempo dándome placer.

Les pedí que se acostaran boca arriba mientras yo les mamaba alternadamente la verga y lamía sus huevos, acercaba mis nalgas a alguno para que hiciera lo que quisiera, luego me acercaba al otro, así como estaban me senté en la verga de Oscar, dándole la espalda, mientras masturbaba la de Iván, lo mismo hice con el otro, y Oscar aprovechó para lamer mi vagina volviéndome loca, luego me senté de frente con Oscar, para que lamiera y mamara mis tetas como solo él sabe hacerlo, Iván se puso detrás de mí para acariciar mis nalgas, en eso le pedí que me cogiera por el culo, él mismo sacó lubricante del cajón me lo puso en el ano y se untó en su verga, Oscar abría mis nalgas para que el otro me cogiera, batalló un poco esta vez ya que la verga de Oscar es enorme, igual que la de él, yo gritaba como loca de placer al sentir un orgasmo que me perdió en el tiempo nublándome la vista. Luego Oscar pidió cambiar ya que me quería dar por el ano, así que Iván se puso boca arriba, me le monté y mi concuño empezó su labor anal, ya no necesité lubricante, fácilmente entró su vergota a mi culo ansioso de recibir falo.

Ellos no hablaban, se concentraban solo en cogerme gimiendo, yo gemía mas alto casi gritaba de gusto, de repente Oscar se quitó y se paró para que le mamara la verga, saqué de mi vagina la verga y la acomodé en mi culo que había quedado abandonado, entonces Oscar se volvió a poner detrás de mí, se detuvo y yo le di el lubricante;

--¡TU NO NECESITAS YA LUBRICANTE MARLEN!.— Me dijo con sarcasmo.

--¡SI LO NECESITO CON DOS VERGAS COMO LAS DE USTEDES!.—

--¡QUIERES LAS DOS!.—Contestó sorprendido, y escuché a Iván decir;

--NO SERA LA PRIMERA VEZ, ES EXPERTA CON DOS.—Miré a Oscar y asentí con la cabeza, y dije;

--¡PERO EN ESTA OCASIÓN LAS DOS SON ENORMES, Y QUIERO INTENTARLO, HAZLOOOO!.—

--¡PINCHE MARLEN, TÚ ESTAS LOCA!.—

--¡HAZLO CABRON, SI ME DUELE TE DETIENES!.—

Se embarró de lubricante, metió un dedo en mi ano mientras Iván seguía cogiéndome, luego otro para relajarme, colocó el glande en mi culo, Iván se detuvo, y sentí un dolor placentero en mi trasero, lo detenía poniendo mis manos en sus piernas, pasaba el dolor y lo empujaba lentamente, Iván decía que le dolía, le supliqué que aguantara, Oscar avanzó y cuando calculé que ya estaba casi toda, empujé mis nalgas hacia atrás, había calculado mal, pues no iba ni la mitad, un dolor lacerante casi me desmaya, me di cuenta que había lágrimas en mis ojos, ¡era dolor mezclado con placer como nunca!. Nos quedamos inmóviles, unos segundos después, empecé a mover mis nalgas, el momento difícil había pasado, y mis machos siguieron el ritmo de mis caderas entrando uno y sacándola el otro, un ritmo sexual que me llevó al éxtasis como pocas veces. Iván estaba tan excitado que mordía mis senos, Oscar estiraba mi pelo hacia él, mi clítoris se frotaba con el vientre duro de Iván, yo gritaba de placer, nada me importaba, cuando vi la cara de Iván sus ojos estaban en blanco, besé su boca y mordía mis labios, se estaba viniendo, Oscar le siguió casi inmediatamente y en ese momento me di cuenta de que el dolor había desaparecido, mi recto estaba tan amplio que las dos grandes vergas salían y entraban juntas. Imaginaba el hueco que dejaban cuando lentamente cada quien sacó su falo de mí.

Mis nalgas temblaban, los tres bañados en sudor nos quedamos en la cama. Yo no me levanté, Iván preparó unas bebidas para los tres, y pasamos un buen rato charlando de lo sucedido. Luego de un rato sentí que el semen de mis amantes se quería salir, y mi esfínter no lo podía detener, rápido me dirigí al baño tratando de detener el líquido seminal, me di un buen baño, cuando regresé seguimos en la plática, los tres desnudos, me sentía una perversa al dejar que los dos jugaran con mis nalgas y panocha, abrían mi culo exageradamente. Oscar miraba su reloj, tenía que irse pero otra vez la tenía parada, me echó un sabroso rapidín colocando mis piernas en sus hombros y con fuerza penetraba su verga en mi panocha, estaba apunto de venirse y puso su verga en mi cara, la metió a mi boca y empezó a masturbarse, tragaba la mitad de su verga y la otra la frotaba su mano hasta que un chorro caliente lleno mi cavidad bucal, me tomó de la nuca e hice lo que le gusta, succionar su palo y tragarme hasta la última gota de leche. Me recosté, él tomó su vaso de vino, y como un triunfados se lo bebió todo, me excitó ver su cuerpo desnudo y sudoroso, con su verga todavía erguida. Se vistió saludó a Iván como si fuera su mejor amigo, lo despedí en la puerta, me dio un beso largo y una nalgada para irse. Al regresar a la cama Iván estaba dormido, me acosté a su lado agradecida, satisfecha y como me gusta estar; "bien cogida".

Al siguiente día no podía ni sentarme, pero pasó rápido la molestia, luego me acostumbre a tener dos enormes vergas, confieso que padecía de estreñimiento antes de ser infiel, pues con mi marido no lo hacía, pero le agarré un gustazo al sexo anal, tanto que me es más fácil tener un orgasmo de esa manera, así que el estreñimiento desapareció. Me gusta que me llenen de semen el recto aunque ahora ya casi no puedo sostenerlo, y es por lo abierto de mi ano. Por cierto este año me hice un examen papa-nicolao, el doctor me observó y tocó ahí y me preguntó que si acostumbraba a tener sexo anal, sorprendida y apenada le respondí que sí. Y me recomendó moderarme o no meterme objetos grandes. No he hecho mucho caso de eso.

La experiencia doble anal con mis amores la repetimos varias veces, hasta que sucedió lo de Iván, mi vecinito, Me entristeció su muerte porque me hizo feliz, además de que mi bebé el más pequeño es su hijo, lo sé porque saqué cuentas de mi embarazo, y su parecido es impresionante, hasta en lo dotado, y sé que mi esposo se hace pendejo pero no dice nada ni me echa en cara que haya tenido sexo con Iván.

Oscar se fue de la ciudad, pero antes de irse pasé toda una noche con él en un hotel, pero esa es otra historia. Así que nunca volveré a disfrutar a mis dos amantes favoritos, las dos vergas más ricas y grandes que me han cogido, mi concuño Oscar y mi vecinito Iván.

MARLEN YADO URBINA