La despedida de soltera de mi prima Ana - 6
6. La colombiana. Caridad cuenta su historia de como en la secundaria su amiga colombiana se folló a dos chicos y le comió el coño a ella.
La despedida de soltera de mi prima Ana:
- La colombiana.
Cuando terminó Miriam su relato la situación en los coches era la siguiente. Ana a mi lado detrás del asiento del conductor de pie, pero inclinada hacia adelante y enseñando el culo a los de atrás, pajeando la polla de Carlos, el conductor, que se la había sacado de los pantalones y Lucas y Martín tocándole las nalgas y metiendo sus dedos en concha y culo. Yo sentada en mi asiento con las piernas abiertas enseñando el coño a Jorge que iba de copiloto quien con una mano intentaba sobarme el clítoris y con la otra se la meneaba. Martín que era el que tenía detrás, aunque no dejaba el culo de Ana también me sobaba las tetas con la otra mano.
Miriam iba conduciendo, pero eso no impedía a Emilio subirle la blusa y tocarle las tetas además de mantener una mano acariciando clítoris y labios. Por su parte Héctor y Esteban le habían sacado el sujetador a Caridad y chupaban cada uno una teta, lamiéndole los pezones y estirando de ellos a veces.
Y en el tercer coche que conducía Enrique, Laura medio arrodillada en el asiento de atrás asomaba su cabeza por entre los dos asientos de delante para chupar la polla de Antonio y con la mano izquierda pajear la de Enrique. Elena se había colocado tumbada en el asiento de atrás con culo y piernas encima de Fran y la cabeza debajo de la abertura de Laura que lamía ensimismada mientras Fran le abría la concha, le masajeaba el clítoris, tironeaba de los labios y metía los dedos en la vagina.
Así las cosas, Caridad decidió ser ella la siguiente en contar una historia y se largó con una aventura también sucedida al final de la secundaria en el propio Instituto donde estudiaba, un día que la castigaron a quedarse después de la hora, a ella, a su amiga Lorena y a otros dos compañeros. El profesor les dijo que no se movieran de allí, que se pusieran a estudiar y que él volvería en una hora.
Lorena era una morenita colombiana un par de años mayor que ella y los chicos, pues había repetido un año y otro lo había perdido al cambiar de país. Tenía unas grandes tetas que impresionaban a los chicos y que todos ansiaban tocar y por su edad había ya experimentado mucho más que sus compañeros de clase.
Lorena se dio cuenta enseguida de cómo la miraban y deseaban los chicos y de repente les preguntó.
- ¿Qué mijitos, les gustan mis puchecas?
Nadie entendió.
- ¡Mis tetas!,
Los dos se quedaron con la boca abierta sin saber que decir, pero en la cara se les notaba que sí.
Bueno les enseño si ustedes me enseñan sus pijas o pollas como ustedes les llaman.
Bueno, bueno yo les ayudo,
Y comenzó a desabrochar el cinturón de uno y bajarle la cremallera del pantalón, después hizo lo mismo con el otro. A todo esto, Caridad allí de espectadora.
- Venga ya nada más que tienen que sacarla del calzoncillo.
Los dos dudaban.
- ¿Quieren que le bese a Caridad y así se animan?
Los dos asintieron con la cabeza y Caridad se quedó más estupefacta de lo que estaba, pero no se movió ni un ápice de donde estaba. Lorena se le acercó y beso sus labios, los acarició con los suyos los chupó y buscó la lengua de Caridad, que respondió con entusiasmo. Las dos estuvieron como un minuto lengüeteándose lo que provocó que las pollas de los dos chicos crecieran viendo el espectáculo.
- Venga ya está bien, si quieren más tienen que enseñar la pija.
Esto terminó por convencer a los chicos que sacaron sus pollas medio erectas del calzoncillo.
- ¡Ah! muy bien, pues no están nada mal. Lo prometido es deuda.
Y Lorena se alzó la blusa y lentamente desabrochó el sostén y lo dejó caer al suelo, mientras aparecían sus dos hermosas y orondas tetas que ella sujetaba con las manos y se las frotaba.
- ¿Les gustan?
Las masajeaba y las hacía brincar y se agarró de los pezones, también enormes, los frotó y se estiró de los mismos. Las pollas de los chicos se enderezaron más y los dos se las meneaban viendo la actuación de Lorena. Caridad también se excitaba.
- Bien Cari ¿no quieres enseñarnos tus lolas?
Caridad no tardó en desabrochar camisa y sujetador y dejar al aire un buen par de tetas también. Lorena las alabó y se acercó para tocarlas y lamerlas.
- ¡Qué lindas! ¡Cómo me gustan!
Cuando Lorena terminó de manosearle las tetas a Caridad condujo la boca de esta hacia las suyas para que le hiciera lo mismo y Caridad no la decepcionó succionando, lamiendo y mordisqueando los pezones y metiendo la cara entre ambas tetas. Lorena le sacó la cabeza de entre sus tetas y la volvió a besar apasionadamente, mientras se apretaban una contra la otra restregándose las tetas. Después se acercó a los dos chicos les agarró las pollas y empezó a menearlas rápidamente. Cuando vio que las dos pollas estaban bien tiesas les ordenó que siguieran ellos pajeándose y que se arrodillaran. Ella se puso de pie se quitó la falda, se puso en medio de los dos y les dijo que le quitaran las bragas con la boca. Obedecieron de inmediato, cada uno por su sitio agarraron las braguitas con los dientes y tiraron hacia abajo. Los dejó allí arrodillados y se sentó en la mesa del profesor donde con las piernas bien abiertas empezó a masturbarse, se tocaba los labios, se los estiraba, se frotaba y después se abría la vagina, la enseñaba y se metía los dedos dentro de la misma, así durante un rato. Los chicos ya de pie se pajeaban frenéticamente y Caridad se deshacía de la faldita y se metía los dedos en las bragas para masturbarse también.
Encima de la mesa Lorena seguía disfrutando, pajeándose y enseñando a sus compañeros el coño bien abierto y los dedos entrando y saliendo de él. Se dio la vuelta se puso de rodillas en la mesa y les enseñó el culo y las nalgas, llamó a Caridad y le dijo que la abriera bien. Caridad agarró ambos cachetes y los separó fuertemente, dejando ver claramente el agujero del culo. Lorena se ensalivó un dedo y se lo metió por ahí, y le dijo a Caridad que también ella lo metiera. Así las dos enterraban sus dedos en el ano de Lorena. Las dos estiraban de las paredes hacia afuera para abrir y dilatar el ano. Los chicos se acercaron y viendo la concha abierta de Lorena no tardaron en meter un dedo cada uno en la misma. Con los cuatro dedos entrando y saliendo de coño y culo Lorena pegó un alarido lo que hizo entender que había llegado al orgasmo. Pero no estaba totalmente satisfecha, así que se tumbó de espaldas en la mesa y mandó a Caridad a chuparle la raja y a los chicos las tetas. Los tres se pusieron a la labor, Caridad se deleitaba lamiéndole el clítoris y chupando y estirando los labios vaginales y los chicos se concentraban en lamer y chupar los pezones de Lorena mientras esta les agarraba las pollas, una con cada mano y se las meneaba.
Por fin Lorena se incorporó e hizo que uno de los chicos se tumbara boca arriba en la mesa del profesor, rápidamente se encaramó sobre él y se introdujo su polla hasta el fondo de su coño. Al otro le dijo algo así como ¡venga tú! acompañado de un movimiento de cabeza, lo que entendió el chico como que quería que se la metiera por detrás y así lo hizo. Se subió también con cierto cuidado a la mesa y sin necesidad de lubricación de un solo golpe introdujo su polla en el culo de Lorena. Caridad se masturbaba viendo la escena, pero Lorena le dijo: ven que te chupo.
Caridad se sentó en la cara del chico que estaba abajo y abrió su concha para que Lorena le chupara el clítoris y le metiera la lengua en la vulva, mientras que los chicos no paraban de bombear en concha y culo de Lorena. Así estuvieron un buen rato hasta que Caridad se corrió y Lorena se deshizo de los chicos porque no quería que se corrieran dentro de ella. Se bajaron todos de la mesa y Lorena se arrodilló entre las pollas de los dos chicos, las agarró con las manos, las meneó y las chupó, primera una, después la otra y después de un rato intercambiándolas, se la metió las dos a la vez en la boca.
- No os corráis todavía cabrones, les espetó.
Agarró una polla y se la colocó entre las tetas, comenzó a restregarla y llamó a Caridad, - Ven Cari ven, aquí detrás.
Caridad se abrazó por detrás a Lorena para sujetarle las tetas y frotarlas alrededor de la polla del chico, mientras Lorena masturbaba con la mano o con la boca la otra polla. Después cambió, el otro chico recibió el mismo tratamiento de tetas, con Caridad ayudando a hacerle la cubana y Lorena chupando la otra polla. Lorena se dio cuenta que los chicos no podían aguantar más y nuevamente se situó de rodillas entre las dos pollas y las meneó con fuerza con las manos hasta que empezaron a expulsar profusamente semen que ella misma dirigía para que le cayera en la cara y en la boca abierta. Lorena de tanta leche que habían arrojado los chicos, quedó con la cara embarrada y la boca llena, mientras sobre sus tetas iba chorreando el líquido. Se volvió hacia Caridad y agarrándole la cabeza con las manos le hizo chupar ese líquido que se escapaba por sus tetas y pezones, hasta alzarla a su altura y derramarle en la boca el esperma que tenía almacenado en la suya. Después le pidió que se lo devolviera y mientras Caridad obedecía, Lorena la masturbaba con su mano y se tragaba toda la leche, Caridad también empezó a masturbarla y las dos se besaron, se lamieron y se tragaron los últimos rescoldos de esperma hasta que se corrieron finalmente.
El profesor no tardó mucho en llegar y aunque les había dado tiempo a vestirse el panorama que se encontró le hizo sospechar que el tiempo no lo habían aprovechado en estudiar, pero no quiso preguntar nada más.