La despedida de soltera de mi prima Ana - 5

5. Los Primos. Miriam cuenta su relato de como se folló a sus tres primos a la vez.

La despedida de soltera de mi prima Ana:

  1. Los primos.

Seguimos en los coches de camino al chalé de la sierra de los padres de Emilio y una vez finalizado el relato de Ana es Miriam la que se decide a ser ella la segunda en contarnos una aventura.

Miriam solo tenía tres primos, hermanos entre sí e hijos del único hermano de su padre. Su madre era hija única. De pequeños se veían en contadas ocasiones porque la madre de Miriam tuvo un destino en Francia durante casi 10 años. Cuando Miriam cumplió 15 años volvió a Madrid y como no tenía muchas amigas empezó a frecuentar a sus primos y a trabar buena amistad con ellos. Como sus padres seguían viajando mucho a Francia, los tíos encantados con su única sobrina la invitaban siempre que quisiese y especialmente cuando no estaban sus padres, le dieron una llave y ella entraba y salía como si fuese su casa, para los tíos era como una hija más, pero para los primos no era precisamente una hermana.

Los chicos también estaban encantados con su prima “francesa”, presumían con ella y la sacaban de marcha y los dos mayores se enamoraron rápidamente y competían a ver quién de ellos la conquistaba. Miriam enseguida se dio cuenta y les seguía el juego, pero eran sus primos y a parte de algún que otro beso en los labios la cosa no pasó a mayores. Aun así, siempre había un ambiente cargado cuando se encontraban y los chicos aprovechaban para besarla, alzarla y abrazarla y cuando salían a bailar Miriam notaba como se le apretaban y sentía como sus miembros se erguían. La verdad que ella disfrutaba con el jueguecito y también le ardía el chichi. Más de una noche se quedaban hablando de todo un poco y el tema del sexo era uno de los preferidos, así cuando se iban a dormir, tanto ella como ellos se masturbaban a solas en la cama.

Pasaron un par de años de esta guisa y como de costumbre, un fin de semana Miriam ya con 18 años, se fue a pasarlo a casa de sus primos, que entonces tenían 19, 18 y 16 años, se llamaban Pepe, Lucho y Jaime.

Miriam apareció en la casa una noche que sus padres se habían ido de finde y no quería quedarse sola. El caso es que tampoco estaban sus tíos y si sus tres primos que la esperaban para salir a tomar una copa con otros amigos. Pero era viernes, Miriam había estado estudiando en la biblioteca toda la tarde para los exámenes finales y Pepe y Lucho venían de jugar al baloncesto, Jaime sin embargo había ido al gimnasio en la tarde y después estuvo jugando con la consola y viendo tele. Por eso Miriam encontró a los tres recién bañados y con ropa deportiva, que dejaba ver sus fuertes piernas y brazos. Miriam, después de saludarles con besos en las mejillas a todos, les comentó lo bien que olían y dijo que ella también quería bañarse. Salió del baño con una falda corta y una blusa de tirantes, sin sujetador y con braguitas, y con el pelo mojado y despeinado. Los tres primos se quedaron boquiabiertos y alabaron lo guapa y lo bien que olía su prima.

Pepe, enseguida le sirvió un cubata que sabía que le gustaba, Lucho le acerco algo que picar y Jaime el más pequeño, agarrándola de las manos le hizo dar una vuelta sobre si misma, diciéndole que cada vez estaba mejor, que cuerpazo Miriam dijo Jaime, a lo que Pepe añadió si que culo, y Lucho si que tetas. Ella ya estaba acostumbrada a los piropos subidos de tono de sus primos y le excitaba, pero sí que le sorprendió la actitud de Jaime que cada vez estaba más atrevido y aparentaba más años de los que tenía, se le veía más hombre, más fuerte y corpulento, por un instante le envolvió una ráfaga de calor. Ella también les hizo saber que estaban muy bien y que más de una vez había presumido de primos con sus amigas, y que a más de una les gustaría salir con ellos.

El ambiente estaba pues propicio, y fue Jaime el que después de un instante comenzó a preguntar a Miriam si actualmente salía con alguien, a lo que ella respondió, que fijo no. Entonces Jaime le dijo: pero si te acostaras con alguien, ¿no? Miriam no se podía creer que su primo el pequeño le hiciera esa pregunta, porque con él es con el que menos intimidad había tenido. Las conversaciones de sexo habían tenido lugar sobre todo con Pepe y Lucho. Esto hizo que se fijara nuevamente en Jaime y confirmara el cambio que había dado, era tan alto como Lucho y estaba bien cachas, consecuencia de las horas de gimnasio y pesas.

Miriam contestó que ahora no, que lo había dejado con el chico que salía. ¡Ah, aquel pringadillo! Contestó Jaime. No te pases peque, protestó Miriam.

Entonces te lo follabas, insistía Jaime.

Pues claro eso es lo que haces cuando tienes novio.

¿Y follabais mucho?

¿Y cuánto es mucho para ti?

Dos, tres veces al día.

¡Hala animal! Eso no lo aguanta nadie.

Pues yo a Anastasia me la follaba todos los días.

¿Y qué pasó con Anastasia?

Qué se fue a Alicante con sus padres.

¿Y ya no follas?

No, solo me hago pajas.

¿Y tu te masturbas? Preguntó Lucho a Miriam.

Pero menuda conversación que tenéis hoy.

Eso es un sí o un no.

Pues claro, cuando no tengo a nadie con quien acostarme y me entran las ganas, pues me masturbo, como cualquiera.

Además, las chicas tenéis más alternativas porque podéis frotaros y también meteros el dedo en la vagina. ¿Tu como lo haces?

Joder menudo interrogatorio, pues de las dos formas, depende del día.

Y tu novio, el pringadillo lo hacía bien, volvió Jaime a la carga.

Que no es un pringadillo, joder.

Es que le tiene envidia, terció Pepe.

¿Se la chupabas? Inquirió Lucho.

Pues claro se la chupaba y el me lamía el coño también.

¿Y te la metía por el culo?

Eso no, por ahí soy virgen todavía.

Pues ya es hora de remediar eso, intervino Pepe.

Ahora no tengo con quien.

Pues aquí tienes para elegir.

Pero qué dices, si somos primos.

Si, pero es que estás muy buena, le adulaba Pepe, mientras se sentaba a su lado y le agarraba una mano que posaba sobre su pierna.

Bueno chicos ya sabéis de mí, ahora vosotros, Jaime ya no folla porque Anastasia se fue y vosotros dos.

Me va bastante bien, se jactó Pepe, tengo varias amiguitas y meto bastante seguido, casi no me hago pajas.

¡Qué suerte! ¿Y tú Lucho?

Pues ya sabes que yo no tengo tanta suerte con las chicas, la verdad es que follar, no follo mucho, ya conoces a Lola, con la que salgo, mucho magreo, más o menos fuerte, eso si una vez conseguí que me la chupara por un ratito, pero después no quiso meter. Lo más que hago es ponerme loco con sus tetas, eso si que par de tetas, me las he comido en más de una ocasión y después vengo a casa y me pajeo.

Jaime se acercó y se sentó en el sofá al otro lado de Miriam y puso su mano sobre la pierna de ella y la acarició a la vez que preguntaba a Miriam si se tragaba la leche.

Qué salido que estás Jaime. Para que te quedes tranquilo, si me trago la leche, lo he hecho alguna vez, al principio sabe raro, pero tiene su morbo, me gusta ver como sale el semen y la cara que pone el chico cuando se corre.

O sea que menos que te den por el culo lo has hecho todo.

Eso.

¿Y con dos lo has hecho? Preguntaba Pepe.

No, eso tampoco.

Pues podemos solucionarlo, se atrevía a proponer Lucho.

Miriam no dijo nada.

La cosa subía de tono. Miriam se estaba calentando, puso su mano encima de la de Jaime, pero no se la quitó del muslo y la otra la tenía Pepe en el suyo. Jaime siguió acariciándole la pierna y ahora le besaba el óvulo de la oreja y le decía, pues yo también hice de todo con Anastasia menos meterle por el culo, lo intenté, pero le dolía y no me dejaba.

¿Y tú Pepe?

Si yo si he enculado a alguna que otra.

¿Y no les duele?

Al principio, pero después les gusta y me piden más. Una cosa que les gusta mucho es intercambiar coño y culo, eso les pone mucho y se corren a lo bestia.

Cuánto sabes tío.

Miriam cada vez estaba más caliente y no sabía bien que hacer, pero la situación la excitaba.

Entonces Lucho también se acercó a Miriam y se colocó detrás del sofá.

La verdad es que nos gustas mucho primita, dijo Pepe, y creo que los tres hemos tenido fantasías contigo.

¿Fantasías? ¿De qué tipo?

Pues de cuál va a ser, sexuales, replicó Lucho.

Pepe ya tenía la mano de Miriam sobre su entrepierna y se acariciaba por encima del pantalón, mientras que Jaime seguía chupando la oreja, pero ahora acariciaba la parte interior del muslo de Miriam y avanzaba hacia la vulva. Miriam se estremecía. Pepe, comenzó a besarla y darle lengua. Y Lucho desde detrás del sofá introducía sus manos por el escote de la camiseta de Miriam hasta llegar a las tetas.

En cuanto Pepe dejó los labios de Miriam, fue Jaime quien la besó y también introdujo su lengua en su boca y ahora era él quien le subía la blusa y dejaba al aire las tetas que masajeaba Lucho.

Las tetas de Miriam eran pequeñas, pero bien redondas y duras, con pezones puntiagudos.

Fue Pepe el que ahora le acariciaba el otro muslo y le metía mano hasta dentro para tocar la braguita y acariciarle por encima de ella. Miriam empezaba a mojarse y a los chicos a empinársela.

Terminó de besarla Jaime y Lucho tomó su lugar en la boca de Miriam sin dejar de estrujarle las tetas. Pepe y Jaime aprovecharon para bajarle la falda y dejar al aire su culo en braguitas. Le alzaron la blusa por encima de la cabeza, haciendo que cesara el morreo con Lucho por unos momentos. Miriam quedó solo con las braguitas en pie entre sus tres primos. Lucho le agarraba ahora solo una teta mientras seguía morreándola, Jaime también se apuntó a la otra teta y a sobarle el soberbio culo prieto y duro que tenía Miriam, todavía con las bragas y Pepe se contentaba con el otro cachete del culo, pero pronto consiguió quitar de en medio a Lucho para también darle él lengua a su prima.

Miriam paró un momento y les dijo, bueno y vosotros no os desnudáis. Como si les hubieran dado una orden Jaime se comenzó a despelotar, Pepe con más sosiego también y como parecía que a Lucho le costaba fue Miriam la que le agarró el cinturón y comenzó a desabrocharlo. En un momento Jaime y Pepe estaban en calzoncillos, por los que se podía notar sus pollas erectas. Miriam no tardó mucho tiempo en bajarle los pantalones a Lucho, pero no se conformó con esto, sino que también le bajo los calzoncillos dejando su polla erecta al descubierto y comenzó a menearla. Y vosotros les dijo a los otros dos. Lo entendieron rápidamente y también se bajaron los calzoncillos. Entonces Miriam agarró otra polla con su mano y comenzó a menear las dos, así se iba intercambiando pollas, mientras los chicos la metían mano, sobándole las tetas, el culo, morreándola.

Por fin Jaime le bajó las bragas y se arrodilló para chuparle la raja que ya estaba bien mojada. La misma Miriam guío las cabezas de los otros dos para que le chuparan los pezones. En aquel momento Miriam se dio cuenta de lo que estaba haciendo con sus primos, pero era tal la excitación que ya no pudo parar.

Todavía de pie se inclinó y comenzó a chuparle a Lucho.

¿Así es como te hacía Lola?

¡Qué va, ni punto de comparación, mucho mejor es esto!

Jaime dejó de chuparla el coño y fue a juntar su polla con la de Lucho para que Miriam las chupara al unísono. Entretanto Pepe metía los dedos en el coño y chupaba el culo de Miriam que se fue al sofá a tumbarse y se abrió de piernas para que ahora fuera Lucho el que le chupara el coño.

Pepe le ponía la polla en la boca para recibir también él una buena mamada y Jaime le chupaba las tetas. Miriam le dijo a Lucho, venga métemela. Él con un poco de ansiedad se acomodó y comenzó a introducírsela. Al cabo de un rato Jaime pedía su turno y Miriam se puso de rodillas para que él se la introdujera por detrás mientras ella chupaba a Pepe y pajeaba a Lucho.

Ahora yo, dijo Pepe. Miriam quiso que se tumbara en el suelo boca arriba, ella le cabalgó y meneaba y chupaba las otras dos pollas que le colocaban en la cara. Lucho quería meterla otra vez, pero Miriam no se bajaba de encima de Pepe. Jaime halló la solución, métesela por detrás le dijo. Miriam se estremeció un poco, pero después le gustó la idea. - Pero despacito que eso si va a ser la primera vez.

Lucho se situó por detrás y comenzó a avanzar. Con saliva y con los jugos de la vulva lubricó la entrada, al principio dolió un poco pero enseguida Miriam comenzó a gozar del sándwich que le estaban haciendo y claro Jaime se la ponía en la boca y apretaba hacia la garganta. Los cuatro estuvieron un rato bombeando en esa posición hasta que Miriam se corrió, dando alaridos, pero parece que le había gustado porque en cuanto Lucho se salió un poco ella se dio la vuelta y comenzó a meterse la polla de Pepe por detrás dejando ver su bien abierto coño a las miradas de sus dos primos. Enseguida Jaime se entregó a chupárselo hasta que Miriam le dijo que se la metiera, otra vez la doble penetración y Lucho en la boca. Miriam se corrió otra vez.

Jaime también quería probar el culo de Miriam y esta tampoco quería que pasara la ocasión por lo que le pareció bien. Se puso a cuatro patas y dejó abierto se agujero de atrás para que Jaime le insertara la polla y no tardó mucho en correrse en él provocándole a Miriam otro orgasmo. Lucho también estaba a punto, pero quería meter otra vez. Ahora Miriam se tumbo boca arriba en el suelo y dejó que Lucho se la metiera por delante hasta que también se corrió. Pepe le preguntó si le gustaría recibir su leche en la boca a lo que ella dijo que ese día estaba dispuesta a todo. Así que Pepe se la meneó y descargó en la boca de Miriam una cantidad de leche tremenda. Miriam tuvo otro orgasmo.

Bueno después de aquello se bañó otra vez, se despidió de sus primos con un beso en los labios y se fue a dormir en una de las camas hasta la mañana siguiente.