La despedida de soltera de mi prima Ana - 1
1.El Encuentro. Relato de las folladas y orgías que protagonizan Ana, su novio, su prima, su exnovio y sus amigas y amigos.
La despedida de soltera de mi prima Ana:
- El encuentro.
Ana y yo además de primas hemos sido siempre muy buenas amigas y desde pequeñas hemos salido juntas, compartido amistades y confidencias íntimas.
Ana es rubia, alta, esbelta, simpática, muy atractiva y algo introvertida. Yo, Cata, soy un poquito más baja y rellenita, pero sin llegar a gorda, bien proporcionada, de pelo castaño y también tengo mi atractivo, pero soy un pelín más cortante y abierta que ella. Las dos acaparamos la atención cuando llegamos a cualquier sitio juntas y cierto que Ana impresiona más a primera vista, pero una vez hecho el contacto la que avasalla soy yo.
Ana no tiene muchas amigas y yo ejerzo de mejor amiga, por eso como a mi no me gusta mucho ese rollo de las despedidas de solteras no había hecho ningún preparativo, pero sus dos compañeras de trabajo se empeñaron y en el último momento tuve que organizarla. Nos reunimos seis chicas porque no me dio tiempo a avisar a más y algunas de las que llamé ya tenían compromiso para ese día.
En resumen, que a parte de mi prima, sus dos compañeras de trabajo (Elena y Laura) y yo, vinieron también nuestras dos amigas, Caridad y Miriam, que sí, son dos buenas amigas, pero alguna que otra vez nos la han jugado.
Por ejemplo, aquel día que había quedado en casa de Ana, con ella y su novio Luis, y al llegar Ana no estaba, pero sí que encontré a esas dos (Caridad y Miriam), en el sofá del cuarto de estar sin bragas y con las piernas bien abiertas, mostrándole a Luis sus dos coños, que claro no solo los miraba, sino que se los comía, ahora uno y después el otro, mientras con la mano masturbaba el que no chupaba. Cuando ellas estaban bien calientes se lo montaron primero una y después la otra hasta que se corrieron varias veces antes que lo hiciera Luis. Esto nunca se lo conté a Ana, aunque después me enteré de que lo supo y no le importó demasiado.
Claro, porque ella tampoco era inocente del todo. Ana estudia marketing y trabaja en una agencia de publicidad, comparte oficina con un jefe y estas dos compañeras Elena y Laura. El jefe se tiraba a estas dos, y su máxima ambición era tirarse a las tres y a ser posible, juntas. Ana había resistido el acoso durante algún tiempo, hasta que el jefe ya desesperado la propuso un gran aumento de sueldo y nuevas condiciones de trabajo, el trato incluía que también participaran Elena y Laura y así fue. Una tarde después de cerrar la oficina se quedaron los cuatro y comenzó el espectáculo. Elena y Laura desnudaron a Ana, la lamieron un poco por todos lados, labios, tetas y coño y se la ofrecieron al jefe después de haberle chupado la polla al unísono. Poco duró el jefe pues Ana se sentó sobre él se introdujo su polla en la vagina y al instante el jefe derramó toda la leche en el interior de esta.
Bueno pues estas eran nuestras compañeras de fiesta, y la fiesta fue como todas, fuimos al consabido sitio de boys, bebimos, chillamos, nos divertimos y salimos del antro más bien pronto para irnos a tomar una copa, pero al salir, en la calle, fue cuando nos encontramos con mi exnovio, seis meses sin verle y aparece de repente ese mismo día. Y lo bueno es que también estaba de despedida de soltero, se casaba uno de sus mejores amigos. Yo le conocía bien, habíamos salido muchas veces. Ana también conocía a los dos.
La verdad es que con los dos habíamos tenido tema. Una vez salimos Ana, su novio Luis, mi ex Jorge y yo, bebimos tanto y nos pusimos tan cachondos que terminamos en un parque a altas horas de la madrugada y mientras Ana cabalgaba a Luis debajo de un árbol, al lado yo solo se la chupaba a Jorge porque tenía la regla. Pero bien que sentí como Luis me manoseaba el culo y vi como Jorge le tocaba las tetas a Ana. La cosa terminó con Luis vaciando en el chocho de Ana, ella dando alaridos de placer, Jorge corriéndose en mi boca y yo mordiéndole la polla cuando me llegó el orgasmo producido por la paja que me estaba haciendo.
¡Ah! el amigo de Jorge, Carlos. Estaba Ana un tiempo peleada con Luis y quedamos las dos con este Carlos y mi ex, que se fue pronto porque tenía que jugar al fútbol el día siguiente. Pues las dos despechadas y este Carlos, que ahora se va a casar, tan insistente, que primero le enseñamos las tetas, luego le dejamos nos lamiera los pezones y al final se la chupamos en un rincón de un pub, casi debajo de la mesa, hasta que se corrió y nos echó la leche en las tetas.
A Jorge y Carlos los acompañaban un grupo de chicos. En ese grupo encontré a dos que conocía, amigos tanto de Jorge como de Carlos. Eran Esteban y Enrique. Una vez coincidimos en casa de Jorge y bebiendo y hablando de sexo se excitaron tanto que se podían ver sus braguetas abultadas por sus pollas en aumento. Bastante cachondos todos, accedí a que Jorge me follara delante de ellos. Sentada en el centro del sofá, encima de su polla, de espaldas a él y con las tetas al aire, mientras me la metía yo brincaba y ellos miraban y se masturbaban, uno a cada lado. Para ayudarles a terminar les agarré las pollas, una con cada mano, ellos echaron mano a mis tetas y así saltando sobre la polla de Jorge me corrí descargando buena cantidad de fluido. No tardó Jorge en llenar mi coño de esperma, y a esos dos les di los últimos toques hasta que derramaron toda su leche dejándome pringadas las manos.
Igualmente conocía a Martín y Antonio, también de mi época de noviazgo con Jorge. Una vez me quedé a solas con ellos y me empezaron a magrear, como estaba un poco caliente les dejé hacer, pero no quería que me la metieran, así que me bajaron el sujetador y cada uno se agarró a una teta y me chuparon los pezones, después sus manos bajaron a mi entrepierna y mientras uno me masturbaba el clítoris, el otro me tocaba el culo y con la otra mano se pajeaban. Bueno yo me corrí y les dejé con la polla en la mano. Cuando me iba, observé como chorreaban la leche y se pringaban todo.
Ana saludó efusivamente a Lucas y Emilio, que yo no conocía, me sorprendió que ella los conociese y yo no, pero también los saludaron Elena y Laura como si fuesen muy amigos, después me contó Ana que una vez habían coincidido con Jorge y estos dos, estando ella con sus dos zorrones de compañeras de trabajo y que se fueron a tomar algo y terminaron en la casa de esos dos que compartían piso y se pusieron a jugar a las prendas. Esto pasó cuando yo estaba separándome de Jorge por eso, me dice Ana, que no me lo contó en su momento, para que no me enfadase. El caso es que Elena y Laura perdieron rápidamente en ese jueguito y se quedaron en bolas, así que como no tenían más que quitarse, tenían que pagar prenda. Elena decidió que se la chupaba a Jorge y con eso pagaba la prenda, Lucas rápidamente pidió follarse a Laura con lo que esta saldaba su deuda, Emilio quedó callado, pero en cuanto Elena se puso a cuatro y engulló la polla de Jorge, se colocó en su grupa, la subió la falda, la retiro las bragas y se la metió. Ana se abrió de piernas y comenzó a masturbarse, atrajo a Laura, también a cuatro, hasta su entrepierna y aplastó el rostro de su colega de trabajo, contra su sexo, mientras Lucas se la metía por detrás. El juego terminó cuando todos se corrieron.
Otros dos chicos estaban en el grupo, eran Fran y Héctor, tampoco los conocía. Pues sorpresa, éstos se besuquearon con nuestras amigas Caridad y Miriam. Resulta que estas eran compañeras de facultad de Fran y Héctor y en una fiesta de la primavera se juntaron los cuatro y Fran invitó también a Carlos y su novia Marta, con la que se va a casar ahora. La fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada y una vez finalizada la continuaron en otra parte más escondida del campus. Revolcados todos en la hierba y sumidos en el sopor de la bebida, el calor y la euforia, el ambiente se teñía de una incontenible sensualidad y era Marta, con una bien ganada fama de calentorra, la que más excitada estaba del grupo y la que propuso iniciar algún tipo juego sexual. Fran y Héctor se sumaron de inmediato a la iniciativa, pero Carlos se sintió ofendido y abroncó a Marta diciéndole que si quería follar para eso estaba él y que delante de él no se la follaba nadie. Marta le contestó gritando que ella hacía lo que le daba la gana, que él no era nadie para prohibirle nada y que estaba que se salía de ganas de meter. Caridad y Miriam, que habían estado cuchicheando, terciaron y explicaron que ellas tenían la solución para complacer a todos, ofreciéndose a solucionar el conflicto. Los demás se sorprendieron, pero asintieron. Entonces Caridad y Miriam se acercaron a Marta y la metieron mano, la acariciaron, la toquetearon por todo el cuerpo. Otra vez sorpresa, incluida la propia Marta, pero no le desagradó, al contrario, las tres juntaron sus labios y se empezaron a dar lengüetazos, con lo que los chicos enardecidos sacaron la polla de sus pantalones y se empezaron a pajear. Entre Caridad y Miriam desnudaron a Marta, le chuparon las tetas, le bajaron las bragas y mientras una le metía la lengua en la vagina la otra le chupaba el clítoris, Marta excitada como estaba, no pudo más y se corrió, pero los chicos tenían las pollas tiesas en sus manos, ante este espectáculo. Miriam llevo a Carlos a un banco, le sentó e hizo que su novia se sentara encima de él, dándole la espalda, con lo que quedó ensartada por detrás mostrando las tetas a Fran y Héctor, en esto que Caridad agarró de la polla a Fran y lo mismo hizo Miriam con Héctor, Caridad situó la polla de Fran entre las tetas de Marta y Miriam llevó la de Héctor hasta la boca de esta. Caridad y Miriam apretaban cada una, una teta de Marta contra la polla de Fran y ella saltaba sobre la de su novio Carlos y Héctor sacudía la suya en la boca de Marta. Marta se corrió dos o tres veces seguidas antes de que los chicos la inundaran de leche tanto en su coño, como en su boca como entre sus tetas.
Bueno estos son los antecedentes y los personajes de esta historia, con lo que ya podéis imaginaros lo que sucedió una vez que decidimos irnos todos juntos a tomar algo, pero esto os lo contaré la próxima vez.