La despedida de mi prima
Sin pensarlo conseguí una amante.
Mi prima dos años menor que yo decide cazarse, como los dos vivíamos lejos de nuestra ciudad de origen por motivos de estudio, fui uno de los primeros en enterarme de la novedad.
Antes de seguir les describiré a mi adorable primita, ella la llamaremos Fabiana, es alta como 1.75 cm y tiene todas las curvas que se pueden imaginar, unos pechos grandes, firmes y redonditos, una cintura que apenas supera los 60 cm, una cola que haría que un muerto se pusiera a silbar y unas piernas bien torneadas que parecen hechas por un escultor.
Ella es rubia y tiene ojos celestes una verdadera preciosidad. Yo soy flaco de 1.80 pelo castaño ojos verdes, cuerpo mas o menos trabajado.
La historia se centra en el día que mi prima me dice que han decidido cazarse con su novio de toda la vida, y que querían que yo fuera el padrino de boda.
Después de las felicitaciones del caso, invito a cenar a mi prima al restaurante de unos amigos míos que era un tugurio oscuro y apartado del centro de la ciudad donde vivíamos.
Llegamos al lugar saludamos a los dueños y nos fuimos a una mesa que estaba escondida detrás de una columna para que nadie nos molestara.
Empezamos a cenar y tomar unos tragos en el festejo cuando comienza a sonar una música muy agradable y mi prima me dice: ¿Bailamos? Y salimos los dos a la improvisada pista.
Luego de varios temas y varias copas salimos de nuevo de ese lugar para irnos a su casa, llegamos, la acompañe hasta la puerta y cuando nos estábamos despidiendo casi sin pensarlo nos besamos, el primero fue un beso tierno pero la cosa fue aumentando en pasión, entramos a la casa y por lo que quedaba de la noche nos olvidamos que éramos primos, que los dos teníamos parejas.
Nos fuimos besando y desvistiendo por toda la casa hasta llegar al dormitorio donde caímos en la cama ya sin ropas y devorándonos mutuamente.
Empecé a bajar por sus pechos, su abdomen, su vagina, sus muslos, la bese por todos lados, luego hicimos un 69 donde los dos terminamos en la boca del otro.
Me pidió por favor que la penetrara y para mi fue un orden estuvimos en un mete y saca frenético durante más de 20 minutos hasta que nos fundimos en un increíble orgasmo simultaneo.
Después de recuperar fuerzas por unos instantes comenzamos de nuevo a besarnos y yo jugaba metiendole un dedo en el ano, después de lograr una buena dilatación comencé a penetrarla por la puerta de atrás así estuvimos un buen rato hasta que los dos volvimos a tener unos duraderos orgasmos.
Después nos quedamos dormidos pero más que satisfechos, cuando me levante ella estaba preparando el desayuno nos saludamos con un gran beso y el desayuno se transformo en la mejor mamada que me han dado en la vida.
Mi prima se cazo, yo fui el padrino, me la volví a coger muchas veces, todavía lo hago, incluida su fiesta de casamiento pero esa será otra historia.