La despedida de mi maestra

Ella me enseña como es una mujer...

La despedida de mi maestra.

Hola, les recuerdo que este relato tiene como antecedentes "Mi primera vez" y Mi maestra me enseña más" no se preocupen si no los han leído, pero sería una buena introducción.

Como les había dicho, ya estábamos a punto de salir de sexto grado y mi relación con mi maestra era muy candente, ella se insinuaba más conmigo, a veces me tocaba la mano muy tiernamente y a veces se inclinaba bastante cuando me calificaba para dejarme ver sus pechos. Ella siempre usaba vestidos y en muchas ocasiones me quedaba hasta el último en el recreo para quedarme con ella un poco más, aprovechábamos entonces para acariciarnos por encima de la ropa o sobarnos.

Además de la tristeza por dejar a mis amigos y amigas de la escuela e ir a un mundo totalmente diferente, también me ponía triste pensar que dejaría de ver a mi maestra consentida, amada. Parecía que ya no habría otro momento para poder estar con ella pues cada vez se juntaban más las tareas, ensayos y juntas de maestros hasta que a ella se le ocurrió algo muy especial

Un día, el presidente municipal iba a entregar libros varios alumnos de las escuelas del municipio y mi maestra me había seleccionado para ser el alumno que recogiera los libros en un evento de esos que hacen los políticos para ganar votos. Mi maestra no les dijo nada a mis padres, y a mí me dijo el mismo día del evento.

Ese día mi maestra y yo partimos como a las 9 de la mañana hacía allá. Ella tenía carro y solo íbamos los dos pues en la escuela había mucho trabajo y otro maestro se quedo cuidando mi grupo.

En el camino ella se mostró seria, fría y casi no hablamos, es más, pensé que me tocaría como en la escuela o algo pero ella no hacía más que conducir. Yo sabía donde estaba la plaza municipal, en realidad no estaba sino a 10 minutos de la escuela, y cuando vi que mi maestra había tomado otra calle voltee a verla, ella no dijo nada hasta más adelante, cuando la plaza ya estaba un poco más lejos.

  • ¿Sabes? El evento de los libros no es sino hasta las 10 y se me olvidaron unas cosas en mi casa, así que vamos a pasar rápido por ellas.-

Yo no sabía si eso era bueno o malo pues mi maestra seguía sin hablar, por momentos pensaba que algo bueno pasaría pero por otro lado pensé que solo iríamos a recoger lo que se le olvido.

Llegamos a su casa, no muy grande pero casa sola, se estacionó afuera y me dijo:

  • Ven, acompáñame. No vamos a tardar mucho.-

Su casa era muy bonita, todo en su lugar a pesar de que ella ya era mamá de dos pequeños de kinder.

  • Espérame aquí, ahorita regreso.- Me ordeno invitándome a sentar en su sillón.

Yo veía todo, parecía que su esposo trabajaba en una fábrica o algo así pues había una foto de mucha gente afuera de una fábrica. Pero mientras los minutos que tardó se me hicieron eternos. Las manos me sudaban y sentía mi corazón latir muy fuerte. Me asuste cuando ella me grito desde su recamará

  • Podrías venir por favor.-

  • ¿En donde está? – Pregunte cuando estaba en el pasillo de las habitaciones

Ella me volvió a gritar indicándome la puerta donde estaba y cuando llegue ahí mi sorpresa fue excitante, ella estaba acostada en su cama, con solo sus bragas, sus medias y sus zapatillas, todo del mismo color, un azul marino muy lindo. Yo me quede con la boca abierta e inmóvil hasta que ella me llamo

  • Ven, no tenemos tiempo que perder.-

Me acerque y ella se sentó en la cama, me beso y me empezó a quitar la ropa.

  • Hoy te voy a enseñar como es una mujer, discúlpame si no podemos llegar muy lejos, eso le toca a otra mujer pero yo te voy a enseñar para que no tengas miedos ni dudas cuando te toque hacerlo.- Me decía mientras me dejaba en calzoncillos y con una erección que ya se notaba. Parece que a ella le daba gracia verme así

  • Ven, acércate, no tengas miedo, esto va a ser muy rápido, así que pon atención.-

Ella me quito toda la ropa y me dijo que no me tocara el pene para nada. Se acostó y me llamo de nuevo

  • Ya conoces mis pechos, no todos son así, hay unos más grandes y otros más chicos y todos son diferentes.-

Me empezó a explicar que a las mujeres les gusta que las toquen suavemente y poco a poco, ella llevaba mis manos por toda su piel hasta que llegamos a sus bragas.

  • Quítamelas.- Me ordeno mientras arqueaba su cuerpo para permitir que se las quitara.

Sus vellos eran cortos, sus labios eran grandes y su clítoris también. Me explico como se llamaba cada cosa y me pidió que me sentara frente a ella en una silla. Se comenzó a tocar y me dio permiso para masturbarme pero me dijo que lo hiciera muy lento.

  • Mira, así se toca a una mujer. No te vayas sobre la vagina, puedes besar y tocar los labios y el clítoris, principalmente el clítoris pero debe ser suave.-

El espectáculo que me estaba brindando mi maestra era inigualable, yo tenía mi pija en mi mano y ella se sobaba, se veía húmeda y mientras me explicaba, ella se metía un dedo primero y luego dos.

Mi masturbación era muy lenta, tenía miedo de ensuciar sus muebles o algo. Ella me veía como me hacía la paja y luego se puso de perrita, me seguía explicando cada cosa que hacía, ella se masajeaba su clítoris con una mano mientras que un dedo de la otra buscaba su ano. Yo no podía más y creo que ella lo noto

  • Déjate el pene, acércate a mí.-

Ella estaba de culo y me acerque lo más que pude, ella me jalo con una mano hacía su trasero bien abierto, olía rico, creo que se había lavado antes o no sé que habrá puesto pero olía bien.

  • Lame.-

Pasé mi lengua por su vagina y su ano dos o tres veces, creo que el morbo era mucho y por eso llego a un orgasmo

  • Eso se llama orgasmo y siempre debes de preocuparte por que la mujer tenga uno.- Me dijo aun temblando.

Luego me ordeno que lamiera otra vez para saborear sus líquidos, lo hice ahora más veces, más lento y pegando más mi lengua y volvió a estremecerse, sacó el dedo de su ano y se lo llevo a la boca mientras se sentaba al borde de la cama.

  • ¿Quieres probar?- Me dijo mientras se llevaba de nuevo los dedos a la vagina.

Asentí con la cabeza ella se metió frenéticamente dos dedos en su vagina y me dio primero su sabor para después meterse otro dedo en el ano y convidarme ahora de sus entrañas anales. Recordar ese sabor me hace agua la boca. No sabía feo, ni siquiera olía. Ella me explico que se había lavado bien antes y que luego me explicaría muchas cosas mas

  • pero ahora ya se nos hace tarde.- Me sentó en la cama y se arrodillo frente a mí.

Me la empezó a mamar como desesperada, me la jalaba y luego me la mamaba otra vez, no tardé en correrme y en cuanto ella sintió mis espasmos se lo metió a la boca y empezó a succionar. Toda mi carga llego a su boca y cuando ella se separó de mí me enseño su boca con mi semen dentro para después tragárselo, me besó y nos comenzamos a vestir.

Antes de salir de su reamara me dijo

  • ¿Recuerdas que se me olvido algo? Bien pues toma.- Me arrojo unas bragas suyas, las azul marino. – Es para que me recuerdes siempre.

Salimos de su casa y llegamos un poco tarde a la entrega de los libros. De regreso a la escuela, con dos cajas de libros en el asiento de atrás y sus bragas en mi bolsillo del pantalón, habló conmigo

  • Tal vez ya no podamos seguir con nuestras "clases" pero te voy a dar algo que te ayude a conseguir chicas y hacerlas feliz.-

Dos semanas más tarde, en el salón, después de que todos salieran al final del día ella me llamo y me dio un libro de sexualidad, adentro venía una nota en la que me agradecía y me dejaba su dirección.

Tenía razón, ya no hubo otra oportunidad pero si hablamos un par de veces más, ella me enseño lo básico sobre el sexo, las mujeres y los hombres pero algo que me ayudo muchísimo es que me dijo que siempre practicara lo que me decía. Eso me ayudo a conseguir novias y a complacerlas.

Comentarios y sugerencias bien venidos, lo que sucedió con mi maestra fue real y a ella le debo mucho, por eso esto se lo dedico a ella.