La despedida de Karla, orgia trans

Karla y cuatro chicas trans me hacen su puta, me dominan y cogen por horas mientras me alimentan con su leche trans. Me cabalgan una tras otra mientras mi colita se dilata y termina en doble penetración mientras mamo la vergas de las demás.

La despedida de Karla mi ama trans. Cinco chicas trans me hacen su perrita

Después de quitarme la virginidad (lean mis relatos anteriores), Karla me cogía cada vez que podía. A Karla le encantaba dominarme, hacerme su putita esclava sexual y llenarme de leche, yo toda sumisa me encantaba ser su perrita así que nunca me queje.

En uno de nuestros encuentros ella me dijo que se mudaría muy pronto pero no sin antes darme una cogida de despedida. Ese día antes de irse, me cito en nuestro hotel de siempre y me regalo un plug anal enorme, de unos 10 cm de diámetro y 15 de largo, me dijo que practicara para nuestra despedida pues iba a ser inolvidable. Así lo hice, practicaba diario dilatando mi colita, pero era enorme y me llevo varios días y mucho lubricante lograr meterme tremenda cosa en mi colita, pero cuando lo logre sin siquiera tocar mi clítoris sissy, me sentí tan llena que me orgasmee fuertemente.

El día de nuestro último encuentro llegó y me prepare bien, me depile bien toda, escogí el atuendo que me hiciera ver más putita, me metí el plug anal en mi culito y así me fui rumbo al hotel. Ya para este entonces no me importaba salir a la calle vestida de mujer y además disfrutaba ver las miradas pervertidas de hombres y mujeres al verme vestida como toda una putita.

Llegué al hotel y toqué la puerta, Karla abrió y lo que vi me lleno de lujuria. Cuatro chicas más estaban en la habitación, iba a ser la putita de 5 chicas trans y solo con verlo ya estaba mojadísima. Karla me ordeno ponerme en cuatro patas y me puso un collar en el cuello, me levanto la faldita, me quito el buttplug que llevaba puesto y lo sustituyo por uno que tenía una cola de perrita. Me dijo “esta noche vas a ser nuestra perrita, nuestra mascota, te vamos a alimentar con nuestra leche y meterte nuestras pollas sin parar”, me dio una nalgada y camine por la habitación mientras las otras chicas, todas con atuendos de latex ya masturbaban sus pollas. Todas eran más altas que yo y sus vergas eran igual de enormes que la de Karla, una de ellas se acercó a mí y me arranco la faldita y el top que llevaba violentamente.

Todas dejaron de masturbarse y Karla me dijo “empieza por lamernos las pollas a cada una” y así lo hice, me acerque a cada una, lamia y degustaba esas vergas desde la cabeza hasta las bolas, cuando estaban a punto de correrse me daban una nalgada y pasaba a la siguiente, cuando termine con todas me ordenaron acostarme boca arriba y las cinco acercaron sus pollas a mi cara y se masturbaron hasta llenarme de leche la boca y la cara. Con sus vergas limpiaban mi cara de su semen y me hacían limpiarlas con mi lengua.

Una vez limpia mi cara, Karla me quito el buttplug de mi colita y me metió toda su colosal polla de un solo empujón mientras mi clítoris sissy se movía al ritmo de sus embestidas. Mi clítoris comenzó a chorrear y una de las chicas me dio una cacheta y me dijo “ni se te ocurra venirte”, dos chicas pusieron sus vergas en mis manos y las otras dos en mi boca, yo estaba loca de lujuria y de tanta verga que tenía para mi sola. Karla termino dentro de mi llenándome la colita de su rica leche, me volteo y paro mi colita y así una por una me cogió hasta llenarme de su deliciosa y caliente leche, mientras con mis manos y boca seguía estimulando todas esas enormes vergas. Cuando la última chica empezó a cogerme la leche empezó a escurrir de mi colita por mis piernas, Karla la recogía con sus manos y me hacía limpiarlas con mi lengua como la perrita ninfómana que soy.

Cuando la última chica termino, Karla me ordeno sentarme en un tazón y toda la leche caliente con la que me habían llenado comenzó a fluir de mi colita mientras yo lamía todas las pollas que me ponían enfrente. Cuando ya no salía más leche de mi colita, la chica con la polla más grande y gruesa de todas se acostó en el piso y Karla me ordeno montarla, así lo hice con facilidad ya que mi cola estaba super dilatada en esos momentos. Karla se puso detrás de mí y empezó a empujar su polla dentro de mí junto con la otra polla que ya tenía dentro. Sentí que mi colita se partía en dos y le dije a Karla que parara, pero me dijo “eres nuestra perrita, haremos lo que queramos contigo, te dije que practicaras si te duele no es mi problema, hoy vas a sentir dos vergas en tu cola de putita”.  Siguió empujando y mi cola no podía más, pero poco a poco fue entrando hasta que las dos enormes vergas estaban dentro de mí. Las dos vergas comenzaron a bombear dentro de mí con mucho dolor, yo gemía y lloraba de dolor por lo que las otras 3 chicas me silenciaron con sus vergas.

Después de varios minutos de doble penetración por mi colita, el dolor se convirtió en lujuria y placer sin límites, ser penetrada por dos enormes vergas me hizo sentir la más puta sissy del mundo. Cada embestida de Karla se sentía duro en mis nalguitas abiertas y me llenada de excitación. Esas dos pollas me llenaron de leche al mismo tiempo y sin darme tiempo de recuperarme, las chicas a las que les estaba mamado las vergas cambiaron de lugar y nuevamente me penetraron dos pollas mi cola, esta vez sin dolor pues ya estaba más dilatada que nada. Me cogían dos pollas mientras yo limpiaba las vergas de Karla y la otra chica con mi lengua, saboreaba tanto su leche como los jugos de mi colita.

Siguieron penetrando mi colita Karla y sus cuatro amigas hasta que mis piernas temblaban de cansancio, cada vez que su leche comenzaba a chorrear de mi colita me ordenaban recolectarla en el tazón, después de ser cogida y penetrada tantas veces que perdí la cuenta, el tazón ya contenía una gran cantidad de leche trans recolectada de mi colita. La penetración se detuvo y así empinada en cuatro patas con el culito completamente dilatado, mis piernas temblando y mi cara contra el suelo Karla me ordeno tragarme toda la leche recolectada. Yo como perrita obediente me la tragué toda y lamí el tazón hasta dejarlo limpio.

Mis cinco amas trans me rodeaban mientras masajeaban sus pollas duras y gordas, no me explico cómo después de penetrarme tantas veces. Me amarraron de manos y piernas, me subieron a la cama y encadenaron el collar a la cabecera de la cama. Yo estaba cansada y llena de lujuria aún, cuando sentí varios dedos inspeccionando mi cola, intentaban abrirla aún más, metían y sacaban sus dedos e intentaban dilatar mi colita estirándola. De pronto, de un empujón muy fuerte que sentí que me desgarraba mi colita, Karla metió su puño en mi culo totalmente dilatado y comenzó a penetrarme con su puño sin misericordia hasta que me desmayé.

Recuerdo que recuperaba la conciencia por breves momentos en los cuales sentía vergas penetrando mi colita o chorros de semen en mi cuerpo y cara, me hacían suya aún desmayada. Al recuperar la conciencia pude ver que las chicas se divertían sin mí en una orgia trans de todas contra todas, aún con la cola destrozada y cansada a mas no poder, mi clítoris se puso duro, Karla se dio cuenta que había despertado y que estaba excitada, me desencadeno, desamarro y así con el culo destrozado y mi cuerpo aun bañado en semen, me guio hasta una chica sentada en una silla con la polla dura y venosa y me ordeno sentarme en ella, su polla se deslizo dentro de mi colita sin problemas, pero con dolor después de tanta cogida. Empecé a cabalgarla mientras me nalgueaba y las otras chicas se masturbaban nuevamente viéndome cabalgar esa enorme verga con mi cuerpo y cara bañados en semen.

Las cabalgue a todas varias veces hasta que mi cola ya no oponía ninguna resistencia, chorreaba leche de entre mis nalguitas y mis piernas ya no aguantaban más. Mi penecito chorreaba y chorreaba jugos de placer, por lo que me pusieron en cuatro patas nuevamente y me encadenaron a la cama, Karla empezó a lamer mi colita y recolecto con su boca la leche que tenía dentro, se acercó a mí y me beso apasionadamente mientras las dos bebíamos la leche de todas recolectada de mi culito. Eso me volvió loca y mi clítoris estallo llenando de leche el suelo, una de las chicas lo recogió con su boca y me beso, las dos bebimos mi leche.

Mis piernas cedieron nuevamente y me colocaron al borde de la cama con el culo al aire para penetrarme mientras yo mamaba vergas y culos de las chicas que se acostaban frente de mí. Después de varios orgasmos de las chicas me quedé dormida de cansancio. Desperté un tiempo después acostada sobre la cama boca abajo, estaba sola, mis amas trans se habían ido. Lo primero que sentí fue algo en mi colita, me toqué con los dedos y era el plug anal enorme que me había regalado Karla, aun tenía restos de lechita trans frescos en todo mi cuerpo, estaba pegajosa. Me dejaron vestida en un atuendo muy atrevido, tanguita y bra de encaje color negro, una mini faldita rosa pegada que dejaba ver el inicio de mis nalguitas, un top negro que decía Sissy en letras rosas y unos zapatos de tacón transparentes como los que usan las putas.

Me levanté como pude, cerré la puerta de la habitación y me dirigí a mi casa caminando con mucha dificultad pues al caminar con esos tacones y esa faldita sentía que el plug anal se me salía de mi colita y me dolía al apretar mis nalguitas para que no se saliera. Cuando llegue a mi casa me metí a bañar y me saque el plug anal con poco esfuerzo y descubrí que Karla y las chicas me habían dejado un regalo de despedida, leche fluía de mi colita y como buena putita la lamí del piso hasta que no quedo nada.