La desconocida

Mi primera experiencia lésbica en presencia de mi novio.

La desconocida

Llegado el día viernes en la noche decidimos armar una reunión de amigos para despedir el año, Algunos vinieron en pareja, y otros solos, estuvimos hasta altas horas de la madrugada entre charlas, música, juegos y alcohol.

En algún momento de la madrugada me empezó a vencer el sueño, por lo cual decidí ir a mi habitación a retozar un rato. Pero cuando abrí la puerta vi a una chica tendida sobre mi cama, no tenía idea de quien era, supuse que habría venido con alguno de los amigos que habíamos invitado con mi novio.

Me acerqué a ella sigilosamente, tratando de no hacer demasiado ruido, corrí su larga cabellera castaña que le tapaba su rostro, y contemplé por unos segundos sus delicadas facciones mientras dormía de espaldas a la cama, con su cabeza inclinada hacia un lado. Cuando reaccioné y me di cuenta de la forma en que la miraba me sentí un poco extraña, pero aún así continué mirándola, pero esta vez en toda la extensión de su cuerpo. A medida que iba observando el panorama que me brindaba la "chica desconocida en mi cama" me invadía una sensación un tanto desconocida para mi, ya que nunca antes había sentido tanta excitación al mirar a otra mujer .

Su cuerpo era casi perfecto para mi, tenia un vestido corto que para mi suerte se le había subido al punto de permitirme una vista mas detallada de su zona genital, y su escote me brindaba una visión placentera de sus pechos redondos y de pezones duritos que se le marcaban en el vestido.

A pesar de mi confusión, porque no entendía que me pasaba con esta chica, que me hacia calentar tanto, decidí ir más allá y tratar de averiguarlo. Entonces me subí a la cama, me posé al lado de ella, y comencé a acariciarla suavemente, pasando mis manos por sus pechos que me moría por chuparselos , y llegando a su conchita, que al verla me produjo unas terribles ganas de lamerla. Ella comenzó a estremecerse a medida que mis caricias aumentaban, con los ojos cerrados todavía, empecé a oir su respiración agitarse, y unos gemiditos apenas perceptibles, que empezaron a aumentar cuando comencé a tocar su clítoris con mis dedos, y empecé a frotarla con toda mi mano en su concha. Ella abrió los ojos y sin decirme nada, agarro mi rostro con sus manos y me tiro sobre ella clavándome su lengua hasta la garganta, después de ese beso profundo me pidió que no parara con lo que estaba haciéndole, y que quería que me la cogiera y que hiciera todas las cosas que alguna vez había imaginado hacerle a otra mujer.

Accediendo a su pedido continué por quitarle el vestido, y su bombachita, y empecé por chupar su jugosa conchita, lamiéndola con ganas, pasando mi lengua por su clítoris, y metiéndola en toda su conchita, ella estaba cada vez mas excitada, y sus juguitos ya comenzaban a saborearse en mi boca. Mientras continuaba dándole placer oral, alguien abrió la puerta de la habitación y apareció mi novio, que no podía disimular su cara de satisfacción al encontrarse con semejante escena, capté la señal de mi novio que al parecer no estaba nada disgustado al verme con otra mujer a punto de tener sexo, y comencé mi show privado para él. Mi novio se sentó en una silla frente a la cama, para observar mientras yo me cogia a la chica desconocida, abrio el cierre de su pantalón y saco su pija rosadita que la tenia bien parada, y comenzó a pajearse mientras se deleitaba mirando mi show.

A mi amante desconocida no pareció importarle en absoluto el hecho de que estuviera mi novio con su pija parada observándonos, por el contrario eso pareció excitarla aún más, por lo que continuamos nuestro espectáculo.

Seguí recorriendo todo su cuerpo con mi lengua, besando, mordiendo y chupando sus tetas, mientras ella me rodeaba mis caderas con sus piernas, sentía tanta excitación que lo único que quería era cogérmela en ese mismo momento. Abrí sus piernas y me subí encima de ella apoyando mi concha en la suya, y empecé a moverme arriba de ella, frotando nuestros clítoris y mojando nuestras conchas cada vez más, apoye mis tetas en su cara y ella comenzó a lamerlas y a chuparlas, eso me calentaba cada vez más, me encantaba sentir su lengua en mis tetas, y sentir como se rozaban nuestras conchas, a ella también le gustaba porque su cara no lo disimulaba, continué montándomela, mientras le preguntaba si le gustaba que me la cogiera así, y ella me respondía que no parara de cogermela, que quería sentir mi concha toda mojadita sobre su concha, y seguí moviéndome cada vez mas fuerte, haciendo que nuestros clítoris latieran hasta mas no poder, y con mis tetas en su boca y mi clítoris a punto de estallar empecé a sentir todos mis fluidos saliendo de mi vagina, y mojando la concha de mi chica desconocida, mientras me mojaba voltee a ver a mi novio que parecía estar a punto de largar su leche, y lo invite a que me la metiera por el culo mientras yo le daba una ultima lamida a la conchita de nuestra amiga desconocida, mi novio no dudo ni un intante y antes de que me diera cuenta ya estaba en mi culo dándome cada vez mas fuerte, haciéndome gritar y gemir de placer mientras yo le proporcionaba el mismo placer a la concha de mi nueva amiga, siguió clavándome su pija en mi culo y mientras mas gritaba yo, mas excitaba a mi compañera la cual estaba a punto de estallar de placer en mi boca, y al tiempo que sentí los jugos de esa conchita en mi boca, sentí la leche de mi novio en todo mi culo, fue placer por partida doble, dos acabadas, dos personas que me regalaban sus jugos. Fue una experiencia exquisita y muy placentera.

Nunca supimos quien era la chica desconocida, pero tampoco quisimos saber, para no perder lo mágico del misterio, me alcanza con saber que fue mi amante desconocida, la primer y única mujer a la que me cogí.