La Depresión de Mamá (6 de 14)

Estefanía se siente confusa y avergonzada por su reacción de excitación ante la follada de Diego a su madre y queda con su mejor amiga Marta para desahogarse y sentir su apoyo. Una tercera persona aparece en escena, y la situación no podía ser más embarazosa...

LA DEPRESIÓN DE MAMÁ

Episodio 6

Llegué al aeropuerto algo más tarde de lo planeado. Había mucho tráfico.

Marta estaba fumando un pitillo junto a una pequeña maleta de color rosa. Llevaba un abrigo de lana negro que era enorme y ancho y también llevaba un gorro a juego. Su larga melena negra como el carbón y lisa como la seda no se apreciaba ente tanto color negro.

Marta -muac muac- te acompaño en el sentimiento - le dije dándole dos besos.

Marta: Gracias, guapísima, no veas que tres días.

Estefanía: Vaya color para un entierro, la maleta digo...

Marta: Ya ves. Pero en este tamaño no tengo otra, y para tres días que iba...

Le pedí un pitillo y me lo fumé con ella, que se encendió otro. Se extrañó mucho. Yo no fumo, pero a veces cuando estoy muy nerviosa o en alguna cena o momento puntual he fumado alguno.

Sus claros ojos marrones se me clavaban como si todo a nuestro alrededor importase una mierda y quisiera una confesión profunda y detallada de todo lo que me pasaba por la cabeza.

Le llevé la maleta y fuimos al coche antes de acabar los pitillos. Le comenté que lo que le iba a contar superaba todo lo contado hasta ahora y eso no hizo más que avivar sus ojos como la leña seca aviva el fuego de una chimenea.

Decidimos ir a un McAuto y comernos las hamburguesas en el parque en el que había estado el otro día con Diego y mi hermana. Me sentí mal al comprar las hamburguesas. Hace días que no entreno igual y no es comida sana, pero el caso era encontrar un sitio apartado y contar lo sucedido estos días.

Una vez en el parque nos sentamos en un banco. A esa hora no hacía tanto frío y mucho menos el frío que debía hacer en el pueblo de Marta, así que ella dejó el abrigo en mi coche y se quedó con lo que llevaba debajo; un suéter apretado de color gris que realzaba su figura y sobretodo esos enormes pechos, más cercanos a los de mi madre que a los míos. Una 100 tenía la cabrona y unos pezones chiquititos y oscuros que ahora no se veían. Mi culo era mejor o eso decian. El suyo era más ancho al igual que sus piernas, pero era sexy a rabiar y chicos que se la quisieran ligar no le faltaban.

Retomé la historia desde la escena de la ducha y seguí con todo lo demás. Comencé sorprendiéndola con la noche de sexo y desenfreno que pretendía tener con mi novio. Ella me conocía perfectamente y sabía que yo a la hora de la verdad era cortadita y no esperaba que tomase la iniciativa de esa manera. Le transmití mi frustración y le conté lo que ví al llegar a casa.

Se quedó muda cuando le conté lo de Diego y mi madre borracha, pero ya su cara era de incredulidad cuando le conté la rasurada de pelo en el baño y lo sucedido esta misma mañana. No le dije que me toqué pero sí que no podía dejar de mirar y que me excité.

Estefanía: Pues bien... eso es todo. Estoy hecha un lío. Me siento sucia y desorientada, y no sé como hacer o actuar como si nada, o ya no eso, sino si realmente debo actuar como si nada...

Marta: Lo primero. No te sientas sucia. A ver yo cuando he escuchado a mis padres follar a veces he puesto interés y alguna vez que acerqué a la puerta a escuchar los gemidos de mi madre, aunque claro la idea de verlos no me agrada nada.

Estefanía: Ves...

Marta: Se te ha juntado el hambre con las ganas de comer. Vaya que la falta de mambo te ha hecho estar más... como diría... cachonda como una mona.

Estefanía: Joder tía que hablo en serio...

Marta: Y yo. Lo importante son dos cosas. En primer lugar a tu madre dices que se la ve mejor. Que ya sale y que parece que se recupera. En ese aspecto que le quiten lo bailado, y aunque el chico ese tenga tu edad es un hombre y por lo que dices está muy bien dotado así que es normal que ella disfrute con él si encima tiene experiencia.

En segundo lugar ahora él se centra en ella y a ti te deja en paz, así no tienes que aguantar a ese baboso. Aquí el único peligro es que lo sepa tu hermana, que con 16 años no le sentaría nada bien seguramente, o que se entere la Merche. Y por último si ese calentón te sirve para coger a tu novio y pasarlo bien... como se suele decir, no importa donde se caliente el agua mientras sea en casa donde hierva.

Estefanía: El caso es que no sé si me siento fiel a mi novio después de lo de esta mañana, y excusarse en el calentón me parece demasiado fácil.

Marta: Hombre por pensar y tocarte no creo que seas infiel, él se hará sus pajotes mirando porno y no por ello te pone los cuernos... pero vamos que eso ya lo sabes tú, otra cosa es que tengas dudas... ¿las tienes?

Estefanía: ¿Dudas de qué?

Marta: Dudas de que al mirar a tu madre tengas envidia y realmente no sepas si lo que quieres es ser tu la empalada.

Marta hablaba así, siempre lo había hecho y lo mismo daba que hablara conmigo que con el resto de amigas. Con los chicos más cercanos ya se aguantaba más, pero no mucho.

Me sonó el móvil. Lo saqué del bolso y vi que era mi novio. Hablé un rato con él. Me dijo que se sentía mal y que temía que lo nuestro se estuviera apagando. Traté de calmarle diciéndole que le quería pero sin obviar que era evidente que teníamos un problema. Me contó que había pedido cita con un doctor y que iba a poner lo que estuviera de su parte para solucionar lo suyo. Le pregunté si quería que le acompañase y me dijo que tenía la cita el jueves y que si bien no era algo que le fuera fácil de asimilar el que yo fuese, el médico dijo que así debía ser.

Al colgar me sentí de golpe mucho mejor. Sentí que quería a ese chico y que si era capaz de poner ese empeño en arreglar lo nuestro con lo que le debe costar a un hombre aceptar que tiene problemas de eyaculación precoz, ese chico merecía todo mi apoyo y comprensión y yo iba a estar ahí para ayudarle en todo lo que estuviese en mi mano.

Estuvimos hablando un rato más y cuando ya casi íbamos a irnos apareció Jesús el hermano mayor de mi novio Ángel, el de los problemas de drogas y que estaba perturbando el ambiente familiar de mi chico. Casi sentía que era parte culpable de las frustraciones sexuales que venía sufriendo últimamente.

Jesús es un chico de 27 años, camarero que trabajaba en el mundo de la noche. Ganó mucho dinero mientras aún siendo un chaval tan joven fue socio junto a otros dos amigos en un pub de éxito de una de las zonas de copas de nuestra isla mediterránea. Su cara es de esas que además de guapo, sin llegar a ser superguapo como mi novio tampoco, resulta atractivo porque tiene una mirada penetrante que llama mucho la atención, con ojos marrones oscuros. Tiene el pelo corto negro y es alto, fuerte y musculado; unos 90 kilos y 1,85 de altura. En eso no se parecía a mi novio(el cual medía como yo, practicamente). Tuvo un problema con las drogas y acabó perdiendo el trabajo teniendo que realizar trabajos en beneficio de la comunidad y pagar una multa para no acabar en prisión. Era consumidor y ya había tenido peleas en discotecas y por lo tanto problemas con la policía.

Jesús venía con su pose de echado "p´ alante" que tanto le gustaba llevar. Una camisa blanca y una chaqueta levis vaquera de color marrón por encima, así como un pantalón negro apretado marcando paquete.

Jesús: Hombre Estefanía, ¿Cómo tú por aquí?

Estefanía: Estaba con mi amiga Marta que ha venido hoy de viaje, no sé si la conoces.

Jesús: No, no tengo el placer de haberla conocido.

Le dí dos besos y le presenté a Marta. Entonces apareció un chico por detrás que tenía toda la pinta de que era el tipo de chico que causa problemas por donde va.

Jesús: Éste es Ben Amar. Ben Amar, te presento a Marta y a mi amiga Estefanía.

Bueno, más que amiga soy su cuñada - le dije cuando se acercó a darme dos besos.

Su aliento olía a alcohol y llevaba una litrona en la mano derecha por menos de la mitad de su contenido inicial. Vestía con pantalón vaquero y camisa negra y nada más. Algo fresco para la temperatura.

Marta: ¿Vas un poco fresquito para el tiempo que hace no?

Ben Amar: Tengo la sangre caliente, te lo juro. Yo siempre tengo la sangre calienteeeeeeeee jajajaja.

Estefanía: Tu amigo va un poco pasadito ¿no?

Jesús: Tranquila, está contento jajaja. Si lo ves enfadado entonces ya hay que correr jajaja.

Ben amar: No hagas caso a este cabrón, el es un cabrón, yo ssssoooyy un buen amante y si queréis os lo demuestro jajaja... en un rato. Pero primero lo primero.

Miré a Marta y le pregunté si no tenía que llevarla a algún sitio. Ella dijo que no había nadie en su casa y que no tenía prisa. Pensé en que no se enteraba de nada. Entonces Jesús se sentó entre las dos que permanecíamos de pie y al sentarse Marta, yo hice lo mismo.

Ben Amar buscaba en un pequeño bolso tipo mariconera (o parecido) que llevaba colgado al hombro mientras decía insultos varios y que donde coño estaba lo que fuera que estaba buscando.

Tenía un piercing en la ceja. No lo he dicho pero era marroquí. Aún con su acento hablaba muy bien el castellano, pero su estado era de borracho metepatas y como he dicho tenía el aspecto de causar problemas allá donde fuera.

Jesús nos contó que le había salido algo y que pronto volvería a tener dinero. Estaba entablando conversación con Marta, y le piropeaba a saco, cosa que no era para menos pues era guapísima y pese a tener más carnes de lo que está de moda de estilo modelo-tipo-palo, no estaba gorda y como ya adelanté, tenía unos fuertes muslos y un culo más ancho que el mío pero firme. Yo envidiaba sus tetas que iba igual de servida que mi querida hermana. Ella era una chica lista y no le seguía el rollo. Aunque fuera un chico guapo y ella estuviera soltera, como ya he dicho era mi amiga del alma y por lo tanto sabía lo mismo de este chico que yo y por lo tanto sabía que no era de fiar.

Ben Amar se tocó los huevos por fuera del pantalón de manera descarada.

¡¡AQUÍ ESTÁAAAAAA JAJAJAJA!! - gritó

Se sentó a mi lado y se echó la mano a los huevos por dentro del pantalón. Yo sorprendida me separé un poco apoyándome en Jesús.

Jesús: Jajaja no te saques la polla tan temprano Ben amar, habrá que conocerlas primero.

Ben Amar: ¡¡¡JAJAJAJAJAJA NOOOOOOO!!! Ssshhhhh. Tengo algo bueno para fumar.

El marroquí sacó una pequeña bolsita que contenía marihuana y comenzó a liarse un porro. Nos ofreció. Yo no quería pero Marta dijo que sí. Nos fuimos a un sitio del parque algo más apartado entre unos árboles. El moro pareció calmarse, pero estaba un poco sobón y tuve que apartarle varias veces.

No sé el rato que pasó ni cuando empecé a fumar yo también pero el caso es que ya estaba oscureciendo y al mirar el reloj eran las 17:50. Tenía el pensamiento nublado y una sensación de mareo bestial. Había probado la marihuana ya antes, pero alguna calada esporádica y aquí, entre el humo y las caladas a los porros que hizo Ben Amar ya no sabía cuanto podía haber fumado.

Marta y Jesús se estaban enrollando, no me lo podía creer y además mi cuñado le metía mano a saco. Ben Amar me hablaba al oído y su mano que un rato antes separaba de mi cintura, estaba ya sobre mi culo. No sé cuanto tardé en reaccionar, solo sé que cuando noté que me besuqueaba el cuello le empujé y le dí un bofetón. Su reaccíon fue desproporcionada...

Ben Amar: ¡¡ME CAGO EN LA PUTA JODER, SERÁS PUTA!! ¡¡TE FUMAS MI MARÍA Y ME DEJAS TOCARTE EL CULO Y AHORA NO QUIERES NADA JODIDA PUTA!!

Jesús: Ben Amar hostia ¿Qué pasa? tranquilo hombre que son amigas.

Ben Amar: NO AMIGO MIO, ESTA ES UNA PUTA. YO HE SALIDO HOY DEL CALABOZO Y QUIERO FOLLAR, QUIERO FOLLAAAAAAAAAAR. ESTA PUTA SE HA FUMADO MI MARÍA Y ME LA TENGO QUE FOLLAR.

Jesús: Tío que es la novia de mi hermano joder, y la maría la hemos fumado todos.

Ben Amar se quitó la camiseta y comenzó a gritar. En ese momento aparecieron tres chicos que se identificaron como policías y le pidieron que se calmase. Él estaba cabreado y no se estaba quieto y aunque no arremetía contra ellos, si decía insultos sobretodo hacia mí.

Un Policía se acercó a mí y me preguntó por el cigarro de la mano. Yo en mi asombro por la escena no me fijé que tenía el porro. Tontamente le dije que era un cigarro de tabaco de liar pero que no era marihuana. La verdad, no sé porque dije semejante chorrada, supongo que fruto de los nervios. Jesús dijo que era suyo, aunque Ben Amar seguía diciendo que yo me había fumado toda su maría.

El policía me preguntó si llevaba más en el bolso y me lo pidió para revisarlo. Lo cogió,sacó una linterna y comenzó a mirar y sacar objetos. Cuando sacó mis bragas yo me quería morir.

Policía: El cigarro no era un porro de marihuana... y estas bragas mojadas no son tuyas ¿no?

Me quedé muda, pero roja como un tomate, no lograba levantar la mirada del suelo, no se me ocurría una situación más embarazosa que estar ahí con mis braguitas de Hello Kitty a la vista del policía y tras su comentario al interés del resto de presentes.

El moro me gritó puta varias veces y dijo que llevaba droga dentro del coño. Le dijeron que le iban a cachear y él dijo que tampoco llevaba calzoncillos y aunque los policías le pidieron que se estuviese quieto, se bajó los pantalones dejando ver un pene moreno, muy peludo y flácido, pero muy largo aún en ese estado. Le tiraron al suelo y le esposaron.

En mi silencio e indefensión entró en escena de nuevo Jesús que me abrazó. Le dijo al Policía que era su novia y que habíamos tenido relaciones y se había quedado él las bragas pero me las puso en el bolso sin avisarme. Acto seguido me levantó la barbilla y me dió un pico.

Yo me limité a asentir y cuando llegó una chica policía vi que mi situación si podía ser más embarazosa. Me dijo que me debía de mirar la zona íntima y que debería agacharme para asegurarse que no llevaba nada. Que era algo que yo tenía derecho a hacer en una comisaría pero que si la acompañaba a una zona más apartada y aprovechando ya la oscuridad no haría falta y sería más rápido. Acepté avergonzada por no acabar en una comisaría a la vista de aún más gente, así que tratando de pasar el mal trago cuanto antes fui con ella.

Cuando volví, Ben Amar ya no estaba. Jesús tenía mi bolso y los policías le entregaron una multa. Me dijeron que le diera las gracias por llevarse él la multa y la chica policía me dijo que con el chichi tan depilado y sin bragas iba a pasar frío; mi cara era un poema.

Marta estaba hablando con la chica policía y Jesús me entregó el bolso, pero me susurró al oído.

Jesús: Las bragas me las quedo por librarte de la multa del porro. No sabía que fueses tan guarra a este paso voy a hacer colección.

Me abrazó de la cintura aprovechando que los policías miraban y llamó a Marta para irnos. Yo seguí el paripé un rato más hasta que nos apartamos del lugar, pero no dejaba de darle vueltas a por qué decía que a este paso haría colección.

No quise comentar lo de las bragas delante de Marta y él se ofreció a llevarla a casa en su coche. Marta me preguntó si me molestaba y le contesté que no, que yo lo que quería era irme.

Llegué a casa a eso de las 19:30. No había nadie y me tumbé sobre mi cama. Después de un rato de pensar mirando al techo me dirigí a darme una ducha, para quitarme la sensación sucia de las manos del moro y de la chica policía.

No tuve mucho tiempo de pensar en todo lo sucedido. En cuanto el calor relajante del agua cayó sobre mi pelo,bajó por mis pechos y siguió por mi ombligo hasta llegar a mi vagina, pude notar el calor recobrar fuerza en mi interior. Un calor comenzó en mi zona lumbar y los pelos trataban de erizarse luchando contra el peso del agua.

Me enjaboné más sensualmente que de manera natural. Frotaba mi pelo con su champú, estirando y entrelazando el mísmo entre mis dedos y masajeando la zona más cercana a la raíz. Imaginaba a mi novio haciéndome un masaje. Enjaboné mis pechos desde la zona más ancha hacia los pezones, estirando éstos con fuerza en varias ocasiones. Masajeé mis muslos y contorneaba mi cuerpo como si me estuviese exhibiendo ante mi novio en un striptease sensual y en busca de satisfacer sus más oscuros deseos.

Me senté como pude y dirigí la alcachofa de la ducha a mi pelo mientras seguía masajeándome con la otra mano a la vez que el propio agua enjuagaba mi cuerpo del jabón que lo envolvía. Cuando estuve bien limpia dirigí el chorro caliente hacia mi coñito que estaba también muy caliente y a pesar de las horas pasadas desde esta mañana y de lo sucedido en el parque estaba muy sensible, mucho más que de costumbre. Como diría mi querida Marta, mi cuerpo quería mambo. Mi querida marta que quizas se estaba follando a mi cuñado. Mi cuñado... que se había quedado mis bragas el muy cerdo.

Cuando comenzaba a jadear, mientras el chorro envolvía y ahogaba mis labios y no precisamente los situados en la cabeza, y tres de los dedos de mi mano derecha masajeaban mi clitoris en un movimiento giratorio intenso, sentí miuchas ganas de ver una polla. No me bastaba la imaginación, pero no era plan de llamar a Ángel; no hasta nuestra primera visita al médico.

Me sequé, y me cercioré de que no había nadie en casa yendo estancia por estancia. Volví a mi cuarto y enciendí mi ordenador.

Busqué enseguida vídeos porno y trataba de encontrar algún vídeo de una chica que se pareciera a mí, pero las chicas de pelo castaño largo y ondulado no abundan en esos videos.

Me centré en buscar a una chica joven pero sobretodo a un chico bien formado; por guapo que fuera, el porno se centraba en la chica y rara vez veías la cara del chico. Podía imaginar a mi novio, pero me apetecía ver algo, así que estuve mirando hasta que seleccioné uno en concreto.

Era un supuesto casting porno y digo supuesto porque las chicas esas saben más que quien las entrevista y se las ve super sueltas y no creo que ninguna chica estuviera así en su primera vez frente a la cámara. Aún así, si piensas que es cierto le da un plus de morbo. Ir a un sitio, ser entrevistada sobre temas sexuales e ir excitándote poco a poco para posteriormente desnudarte, tocarte y ver como entra un chico guapo y que apenas te ha dicho su nombre y ya te está haciendo disfrutar como si fuera un novio de toda la vida.

La chica era alta con grandes tetas y unos ojos azules algo más oscuros que los míos(los míos son los más claros que he visto nunca y así me lo dicen) y con el pelo negro carbón, largo y liso. Llevaba unos leggins de color negro que le marcaban todo el conejo, una camiseta de tirantes de color blanco, marcando escote, y unos tacones también negros. No iba pintada(o eso parecía) porque no le hacía falta.Debía tener unos 22 años aunque hacía ver que tenía 18 recién cumplidos.

La cámara estaba fija. El entrevistador salía sentado tras una mesa con la cara difuminada y ella estaba justo enfrente en un sofá grande de piel de color negro. Tras varias preguntas banales, el entrevistador le decía que era muy guapa y le decía que le iba a encontrar trabajo de modelo.

Comenzó a hacerle muchas fotos y le adulaba mientras le hacía fotos cada vez en posturas más sexys y le iba preguntando por su vida sexual y si tenía novio. La chica se mostraba reticente al principio pero pronto contestaba todo tipo de cosas y daba información abundante sobre su vida sexual; que tenía novio que le había puesto los cuernos una vez con un amigo, que le gustaban todo tipo de posturas pero su favorita era la del perrito y que se habían corrido en su cara en alguna ocasión puntual pero nunca en su boca y que la idea no le gustaba nada.

El vídeo avanzaba y la chica se quedó en ropa interior de encaje blanco muy muy sexy, la lencería que llevarías en una ocasión especial.

Entonces el entrevistador le preguntaba por el dinero que ganaba y tras convencerla de hacerse fotos en top-less le hablaba de que conocía gente en el mundo del porno y que ella podría ganar mucho dinero.

Ella decía que tenía novio y que además eso era demasiado, pero cuando le hablaba de ganar 1.000 euros por escena solo por follar con un chico y hasta 2.000 o 3.000 euros si hacía sexo anal, que se corran en su cara, tragar o tríos, ella tardó poco en mostrar algo de interés y preguntar.

En apenas dos minutos de insistencia ella aceptó conocer a esas personas y él le dijo que debía desnudarse completamente y ser grabada mientras se masturbaba.

Sus tetas tenía unos pezones pequeños, marrón claro y ya puntiagudos. Las tenía más o menos del mismo tamaño que las mías, una 85 como yo o ligeramente más grandes. Su coño estaba depilado y lo tenía bonito, con unas labios menores chiquitos y unos labios mayores carnosos y tiernos. Separó los labios y dejó ver un coño rosadito rosadito. Se chupó los dedos y comenzó a masturbarse. El entrevistador le pidió que hiciera tal cual hacía ella normalmente mientras le seguía preguntando por su vida sexual.

Su mano derecha estaba sobre su clítoris. sus dedos frotaban su botoncito y la zona exterior de la vagina mientras con la otra mano se acariciaba los pechos y apretaba sus pezones. Subió los pies al sofá quedando sentada con las piernas abiertas para deleite del entrevistador y los espectadores. Se iba calentando más y más; su chocho se veía mojado y brillante y el entrevistador le pidió tocarle las tetas sin dejar de adular su cuerpo, a lo que ella accedió.

La cabeza del chico estaba siempre difuminada y la acercó a su pecho izquierdo lamiéndolo con dulzura mientras tocaba el otro. La chica no pudo evitar echar la cabeza hacia atrás mientras con su mano derecha aceleraba sus movimientos sobre su clitoris. se chupó dos dedos y los introdujo despacio en su coñito mojado, Los sacó y los metió despacio en varias ocasiones mientras a la vez con elpulgar masajeaba su clitoris.

El chico le dijo que si ella quería él podía hacerlo; que el video quedaría mejor y que no se preocupara. Ella se rió y sin llegar a decir nada le pasó la pierna izquierda por encima del hombro quedando su coño a la entera disposición del varón, entonces rieron los dos. Sin dilación y entendiendo el acuerdo tácito el chico introdujo dos dedos en su vagina, mientras sin preguntar acercó la lengua y le dio un lento lametón de abajo a arriba. Ella solo pudo echar su cuello hacia atrás y tensar su cuerpo por un instante por el placer que le estaba causando.

Yo estaba ya realmente cachonda. Sentía el flujo no solo en mi coñito, sino un pequeño cosquilleo que recorría mi pierna derecha desde allí hacia abajo. Era una gotita, pero era suficiente para ver que no podía estar más cachonda. De hecho era la primera vez que me mojaba tanto.

Acerqué mis dedos a mi coño y comencé a masturbarme. Me quité de la silla y me puse sobre la cama, imitando la postura de la chica apoyándome en el respaldo del cabecero. Comencé a gemir. Los ruidos líquidos de los dedos penetrando ese coño sonaban como los míos haciendo lo propio. Sus gemidos se unían a los míos aunque evidentemente ella estaba disfrutando más. Tenía a un hombre que acababa de conocer comiéndole el coño y llevaba ya un buen rato sin separar la boca a menos de 20cm de allí.

Se podía intuir por la forma de vestir y su cuerpo que debía tener treinte y tantos años, y aún con la cabeza difuminada se veía el pelo corto. Su cuerpo era cercano al de Diego aunque mucho más bajo, pero yo me imaginaba que esa era yo y que ese era mi novio. Estaba la cámara principal del principio y otra que tenía él y manejaba profesionalmente mostrando con todo detalle la comida de coños. Ambas cámaras alternaban.

Cuando la chica comenzó a contornear sus caderas sobre la cabeza de ese chico, y él no separaba a cabeza ni un ápice mientras ella le restregaba literalmente su coño empapado sobre la cara, el calor de mi bajo vientre ardía como el fuego. Quemaba. Sentía que ese calor se extendía por mi cuerpo y pensaba que si en ese momento fuera penetrada por mi novio me correría en mucho menos de un minuto.

La chica se estremeció, pegó un grito y agarró el pelo de ese hombre mientras sus piernas apretaban su cabeza en una tensión que adelantaba a un silencio seguido de otro grito. Se había corrido la muy puta y el chico siguió lamiendo un poco más con un ruido evidente de que sorbía los flujos de esa chica.

El hombre se puso de pie y marcaba un enorme paquete bajo el pantalón. Le preguntó a la chica si le había gustado; ella río y luego él. La morena le dijo que sí, que había disfrutado mucho. Él le dijo a la chica que esto era un trabajo satisfactorio y que aún lo podía ser más quería dar un paso más adelante. Ella se quedó en silencio.

¿Sabes de que te hablo? - le preguntó el chico.

¿Más sexo? - dijo ella, y rió nuevamente.

El chico cogió un pie de ella y lo acercó a su paquete ella no lo apartó y reía mientras se tapaba la boca en un gesto de vergüenza. Un gesto fuera de lugar después de todo lo sucedido en esa habitación.

Ella comenzó a moverlo sobre el paquete del chico mientras él sujetaba el pie para que no cayera. insitió en el dinero. Ella se hacía "la estrecha" y recurría a tener novio y que no le gustaría a aquél. Él le decía que era trabajo nada más y que podía ganar mucho dinero, que no tenía porque decírselo a su novio. Ella reía y simulaba o mostraba inseguridad en seguir adelante. El entrevistador se separó dando un paso atrás.

¿Me dejas que me la saque aunque sea, no te molesta? - le preguntó.

No no. Hazlo si quieres .- le contestó ella.

Se bajó la bragueta y sacó su polla a medio armar. Era bastante grande. No era la típica polla de gigante de algunas pelis porno, pero debía medir almenos 16 cm y aún no estaba dura del todo. Además era muy gorda y tenía el capullo rosado. Se veía muy apetitosa; más aun cuando se comenzó a masturbar lentamente y aumentaba en tamaño. Ya la tenía casi erecta del todo cuando le preguntó si quería hacer como él, almenos el gesto de masturbarse, una paja. Ella dudó al principio pero luego se acercó y hizo ademán de cogerla, pero como no se decidía el mismo chico cogió su mano y la dirigió acompañándola al principio para dejar que fuera ella la que le pajeara.

Yo había dejado de masturbarme a saco por el rato que habían estado hablando, pero ahora volvía a excitarme. La inocencia que mostraba la chica y como él, de pie, en posición de superioridad le habia hecho cogerle la polla. Esa sumision a nosotras nos encanta aunque no lo digamos o lo evitemos; lleguemos a hacerlo o no, en nuestras fantasias siempre aparece.

El actor o entrevistador, o lo que fuese ,le acaricio el pelo y con la otra mano uno de los pechos. Ella no apartaba los ojos de la polla. El plano era un primer plano total. La polla tenía el capullo rosado mojado por el líquido preseminal y la chica la miraba con lujuria.

Noté como se inclinaba. Era apenas apreciable, pero distinguí tres momentos previos de acercamiento. Podia ver su pensamiento, su deseo de satisfacer a ese chico; si era profesional era una gran actriz. Eos tres inapreciables movimientos a la vista,eran enormes movimientos de acercamiento de la boca a ese pene por parte de la chica. Cuando ya se decidió y lo hizo sin que se lo pidiera el chico y le miró a los ojos sonriendo con la polla en su boca, esos ojos azules me hicieron pensar que era yo y que mi chico estaba disfrutando de lo lindo. Se la mamaba con dulzura y delicadeza, pajeándolo al mismo tiempo muy lentamente y girando su boca sorbiendo su capullo y dando lametones a lo largo de todo el tronco.

El chico levantó su polla y ella se dirigió a los huevos metiéndolos en su boca alternativamente haciendo estremecer a su amante para luego seguir con la mamada. El chico se tuvo que sentar. Ella rió y se arrodilló entre sus piernas quedando el plano general su posición de cuatro patas con vista a su precioso culo, coño depilado y largas piernas y el plano principal de la camara que sostenía el chico viéndose como le chupaba la polla a saco.

Yo ya estaba cachondísima, y cuando el chico se levantó y sin preguntar le dijo que se la iba a follar, que deseaba follarla, mi calor ya era de nuevo el calor ardiente precedente que no podía estar lejos del orgasmo; no obstante yo controlaba la masturbación, cuando veía que la sensibilidad era enorme relajaba mi ritmo llegando incluso a dejar de tocarme. Quería alargar ese disfrute, esa sensación placentera que tanto se me resistía y para un dia que estaba sola en casa lo iba a aprovechar.

La follaba en la postura del misionero, no se puso preservativo ni nada. Le preguntó si se tomaba la píldora y ella dijo que sí pero que por favor no se corriera dentro. Comenzó entonces a follarla despacio para aumentar su ritmo a medida que el coño dilataba.

El tio la follaba en diferentes posturas de lado, misionero , ella cabalgando etc. La zorra gemía y gemía, yo envidiaba su disfrute y ansiaba ayudar a mi novio para poder pegar semejante polvazo.

La puso a cuatro patas y la embistió bien fuerte. Sus huevos chocaban con su culo haciendo fuerte ruido de "plas plas" que solo los gemidos de ella podían contrarrestar. A la vez que le penetraba, con una mano le masajeaba el clítoris mientras llevaba un ritmo mas lento. Cuando ella anunció que se iba a correr, el aceleró sus embestidas . Tras una nueva corrida de ella él llevo sus manos a las caderas de ésta y aceleró aún más sus embestidas anunciando que tambien se iba a correr. Le pidió si podía correrse en su cara y ella dijo que sí, se puso de rodillas y cerró los labios y ojos mientras él acercaba la camara principal a su cara y su polla para pajearse a gusto sobre su preciosa cara.

Descargó, entre fuertes jadeos, 4 o 5 chorros de blanco y espeso esperma que le inpregnaron y pintaron la cara. Tenía mucho en la cuenca del ojo derecho y al reir no pudo evitar que parte del esperma se pegase a la cara interna de sus dulces labios. Se llevó el dedo allí para sacarlo mientras el chico le quitaba el esperma de alrededor del ojo con un dedo. Le pidió que le mirase con esos preciosos ojos mientras le grababa.

Le dijo que habia estado muy bien y que iba a ganar mucho dinero. Le dió una toalla y mientras se limpiaba le dijo que no era suficiente, que iban a hacer otra escena en la habitación, que le diera 10 minutos para reponerse. Ella reía y decía que de acuerdo mientras se limpiaba la cara con la toalla.

Ahí acababa el video y yo, que había mojado ya la colcha de la cama puse la toalla encima y busqué otro video. En ese momento abrieron la puerta principal de casa y escuché barullo.

Miré el reloj y eran ya las 21.45. Madre mía; entre la ducha y mirar vídeos habían pasado dos horas y pico. Escuché a mi hermana subir las escaleras mientras gritaba mi nombre y me decía que me tenía que enseñar todo lo que habia comprado.

Entró y me vió en bolas sin tiempo a vestirme y me preguntó que qué estaba haciendo.

¿Tú que crees? - le dije con toda sinceridad.

Cristina: Jajaja, te hemos chafado el dedillo.

Estefanía: SHHHH. Calla que te van a oir.

La puerta no estaba cerrada y se abrió de golpe.

Diego: ¿Que decis de haceros dedillos cochinas?

Me puse de espaldas y le chillé que saliese de mi cuarto. Diego me pidió disculpas y salió pero cuando me volví a dar la vuelta aún con el susto encima, se volvió a asomar.

Por cierto vaya cuerpazo, que envidia de tu novio - dijo el desgraciado.

Mi hermana le cerró la puerta y cerró con llave. Se rió y le pedí que no se riera.

Cristina: Jajaja, es que como se te ocurre no cerrar con llave. ¿Desde cuando llevas aquí? ¿Qué has hecho toda la tarde?

Deja que me ponga el pijama y te cuento - le contesté.

Le conté que estuve con Marta y el tema de los porros, pero mintiendo y diciendo que solo había dado un par de caladas. También le conté lo sucedido con mi cuñado y su amigo con la policía,obviando lo de las bragas. No me gusta mentir a mi hermana pero hay cosas que no debe saber de su hermana mayor. Me tiene como referencia y no quiero que sepa el calvario por el que estoy pasando.

Al rato mamá me dijo que bajáramos a poner la mesa y eso hicimos.

CONTINUARA...