La Depresión de Mamá ( 13 de 14)

Marta acompaña a Estefanía de compras. fotos eróticas,deseo, pasión, acoso, fiesta y sexo, el desenlace está a la vuelta de la esquina...

LA DEPRESIÓN DE MAMÁ

Episodio 13

EL lunes quedé por la tarde con Marta. Ella quería ir de compras y yo tenía claro que iba a ir con mi novio el jueves como habíamos quedado, pero ¿qué chica le dice que no a una amiga para ir de compras? Yo no conozco a ninguna.

Estuvimos en el C&A, en Zara, en Stradivarius... Nos probamos todo tipo de modelos y nos hicimos alguna foto en los probadores. Marta salió con un vestido azul de falda ancha pero con un bonito escote y además se compró un par de pasminas y unas gafas ray-ban. Yo compré otra pasmina y un pantalón vaquero apretado que me marcaba mi bonito culo.

Ya nos íbamos del centro comercial cuando vimos la tienda women secret y nos quedamos rendidas ante un camison rojo precioso tan fino que parecía transparente(y es que prácticamente lo era). Tenía unos dibujos en su propia seda, o lo que fuera, con forma de flores, pero dejaba ver de sobra lo que había debajo. El maniquí llevaba un sujetador a juego sin tirantes(los tirantes eran los del camisón) y unas braguitas rojas también con transparencias a juego tapando únicamente lo que venía siendo el chochito, pero tan apretado que seguro que se marcaría, y si estaba mojado más.

Marta: Oye Estefi. ¿Ya le mandaste a Diego las fotos sexys?

Estefanía: No, no le he mandado nada.

Marta: Pues vamos adentro que lo vas a dejar loco.

Entramos y le pedimos el modelo ese de muestra a una empleada. Nos dijo que las braguitas no se podían probar. Que lo demás sí.

Marta: ¿Y si nos las quedamos no nos las podemos llevar puestas?

Dependienta : Claro que sí. Pero primero se compra y luego si queréis os la ponéis. No es que no me fíe de vosotras, pero son las normas de la tienda.

Estefanía: Tranquila, está claro, no te preocupes. Me gustan las del maniquí ¿Cuanto vale todo?

La dependienta me dijo que las braguitas valían 10 Euros, el sujetador 15 y el camisón apretado 25, pero que si me llevaba las tres cosas eran 40 Euros. Yo quería reservar mi dinero para el día con mi novio, pero Marta me convenció. Cuando entré al probador, Marta vino detrás y entró conmigo. Traía tres culottes con muchas transparencias,dos negros y uno blanco, y dos pares de sujetadores a juego.

Marta se probó los sujetadores, con esas enormes tetas cualquier cosa se las hacía lucir espectacular. La piropeé un poco y me probé todo el conjunto rojo que tanto nos había atraído.

Marta: ¡¡Joder tía, no veas como te queda!!

Tú crees que le gustará - le dije mientras posaba sexy frente al espejo.

Marta: ¿Que si le gustará? Mira niña si tuviese polla te follaba aquí mismo y me daría igual que nos oyesen.

jajajaja - reímos las dos.

Le dejé mi móvil y me hizo un par de fotos sexys. La primera cogiéndome el pelo con ambas manos y sacando algo de culo en una posición lateral mientras me mordía el labio inferior y ponía cara de viciosa, otra de rodillas poniendo cara de pena, otra de frente a cuatro patas con los morros juntitos mientras el espejo dejaba ver las braguitas y mi culo en pompa, otra de espaldas dejando ver mi espalda con la transparencia y la curva de mi culo y alguna que otra más.

Estefanía : oye... ¿Este culotte se ve un poco pequeño para ti no?

Marta: Es para ti. Te lo regalo yo. Esta vez ponte sin sujetador y te tapas las tetas con las manos.

Le hice caso y así lo hice. Le saqué morritos mientras el pelo me caía por la parte delantera de los hombros y mis pechos desnudos estaban tapados por mis manos, luego me puse de espaldas en la posición de sentadillas apoyada en el espejo, mientras el culotte transparente me hacía un culo de escándalo y en el espejo se veían mis pezones liberados de mis manos; en esta posición tenía la cabeza de lado.

Marta: Mueve el culo que te estoy grabando un corto.

Uuhmm ¿tienes ganas de comerte esto cariño?. ssss Yo tengo ganas de ti ¿Vas a darme cariñitos? - le dije de manera super sexy mientras movia el culo a un lado y a otro.

Hice un gesto con las caderas como si le estuviera cabalgando.

uuhmm.. no veo el momento de follarte -le dije para finalizar.

Marta dejó de grabar mientras yo seguía moviendo el culo a un lado y a otro.

Marta: Joder Estefi, para, que me estoy poniendo hasta cachonda jajaja.

Nos vestimos y después de pagar nos fuimos a cenar una ensaladita ligera.

Envié las primeras fotos a mi novio, quien dijo que no veía la hora de que llegase el jueves. Yo le envié un par de fotos más pero no le contesté a los mensajes directamente. Al rato nos fuimos cada una para su casa.

Al llegar a mi querido hogar eran las 10 de la noche. Estaban todas las luces apagadas. Una nota en la cocina escrita por mi madre decía que se habían ido a cenar fuera y que volverían sobre las 11, que me hiciera lo que quisiera.

Subí a mi cuarto y entré en mi habitación. Me volví a probar el camisón con todo el conjunto. Empecé a hacerme fotos sexys, frente a mi espejo y pensé en mandárselas a mi novio, pero le mandé el vídeo del women secret.

Lo tiré sobre la cama y continué posando frente al espejo.

Hablaba sola.

Que buena estás cacho guarra, como te gustaría que te rompiesen al coño a polvos - dije en voz alta.

¿Te gusta lo que ves Diego? ¿Quieres follarme a mí o prefieres a mi madre? - dije mientras movía mi culo arriba y abajo.

Diego: Pues ahora mismo te prefiero a ti, aunque no sé quien es más guarra de las dos jajaja.

Di un sobresalto y un pequeño grito.

Estefanía: ¡¡Serás cabrón!! ¿¡¡Cuánto tiempo llevas ahí cerdo!!??

Diego: El suficiente para ver que eres tan puta como siempre. Me falta ver si eres tan guarra como tu madre, por aquello de : "De tal palo tal astilla"

Entre la rabia y la vergüenza por haberme pillado diciendo esas palabras y gesticulando de esa manera, ganó la rabia.

Estefanía: Sabes, siempre hablas de lo guarra que es mi madre, pero igual si te cuento algo de la tuya te sorprenderías.

Diego: Que sabrás tú de mi madre cacho guarra.

Estefanía: Pues tengo pruebas, tengo aquí una conversación grabada, no es muy larga pero creo que sería suficiente ¿Te atreves a escucharla?

Diego me miró con recelo. Yo me senté en la cama y le hice un gesto golpeando la cama para que viniese y se sentase a mi lado. Sabía que lo que iba a escuchar le iba a soprender. Yo ya lo había escuchado anoche y otra vez esta mañana. Cogí la grabación y le di al play.

Se escuchaba algo de ruido de fondo de la televisión, pero se podían distinguir perfectamente ambas voces.

Mamá: ¿Crees que nos ha escuchado al llegar?

Merche: No. Me ha preguntado. Por lo visto solo ha escuchado las risas.

Mamá: Buf... menos mal. De todos modos está muy distante conmigo últimamente. Creo que el otro día se avergonzó de verme ahí con tantos chicos jóvenes.

Merche: Bueno, piensa que más vergüenza tendría si supiera que no solo bailamos con ellos aquel día jijiji.

Mamá: Jajaja buf... si supiera que hoy he acabado follando otra vez como perra en celo y a pelo con un chico joven que no me acuerdo de su nombre madre mía. Eso sí, de su cuerpazo me acuerdo perfectamente. Buf ¡Qué bueno estaba!

Merche: Anda que yo, que se la chupé a Gabi camino de su casa mientras conducía su coche... si tuvimos que parar antes de llegar a la casa y todo.

Mamá: Jaja por eso tardaste tanto cabrona.

Merche: Ya te digo. Buf que rica polla isabel, es que sabía hasta rica. Yo me empleaba a fondo chupando y dándole lengüetazos como si fuese un helado, pero era mejor porque era un helado que no se desgastaba.

jijiji - reían de nuevo las dos.

Merche: Me agarraba el pelo y me apretaba la cabeza. Yo trataba de tragármela entera, pero esa polla es intragable, vaya si lo es. Las arcadas y la saliva le daban mucho placer al cabronazo, y al ver su cara y su respiración acelerada, me empleaba más y más.

Mamá: Buf, sigue sigue.

Merche: Paramos en un camino y me dijo que me iba a follar que no aguantaba a llegar a casa. Me puse en el asiento trasera a cuatro patas sacando mi culo para fuera y el de pie follándome con furia. Joder Isa, ¡¡menudas embestidas del animal!! No tardé ni 3 minutos en correrme.

Mamá: Joder quien lo diría viendo como llegaste a la casa.

Merche: Es la coca que me pone a cien. En cuanto me puse la raya de nuevo en la casa me metí en el cuarto con él y con Fernando, ese chico no es gran cosa, y las comparaciones de tamaño y cuerpo de uno y otro eran escandalosas,pero dos mejor que uno ¿no? jijiji

Mamá: Yo ni os escuché, solo escuchaba mis gritos y el PLAS PLAS PLAS de los huevos del chico éste chocando contra mi coño. Me folló en el sofá de lado, él de rodillas en el suelo y yo con las piernas bien abiertas mientras me agarraba los tobillos en el sofá. Aquí se sorprendió de mi flexibilidad jijiji, la gimnasia y eso.

Merche: Joder te puso fina jajaja.

Mamá: Sí sí, y ahí no quedó todo, me folló en brazos apoyada contra la pared que me golpeaba la cabeza y todo, pero no veas que placer. Ahí me corrí y me besó profundo. Me tiró sobre la mesa y me comió el coño a lo bestia y yo que lo tenía super sensible no tardé en correrme otra vez. Me volvió a follar sobre la mesa y se corrió encima mía pringándome desde la tripita hasta las tetas y parte de la cara.

Merche: Pues yo tenía a Fernando metiéndomela por el culo mientras tenía la polla enorme de Gabi hasta las entrañas de mi coño.Creía que me lo iba a romper, de verdad te lo digo.

Mamá: Joder y a mí que me da miedo por el culo y tú ahi con dos jijiji.

Merche: Tienes que probarlo. La primera vez te dolerá, y desde luego no te busques a un tío con un pollón enorme. Podríamos ir a un sex-shop el miércoles y así lo intentas en la casa rural.

Mamá: Ni de coña... ¿Pero al final cuantos vienen?

Merche: Gabi, Fernando, Alberto, Chema, Miguel y el chico este tan tremendo que estuvo contigo que es el que trae el material pero viene el viernes. También viene una chica que me han dicho que es bisexual jijiji.

Mamá: Muchos chicos para tanta poca chica. Yo me pido a mi chico y con él tengo bastante, que ya hay confianza ¿Te he dicho que me grabó mientras se la chupaba el muy cerdo? Yo no quería pero con dos orgasmos no me pude negar, espero que eso no llegue a internet.

Merche: Buf se te fue la olla ahí, jijiji.Por el número de chicos tranquila. Yo tengo para todos y para la chica, pero lo suyo es que acabemos todos juntos porque...

Ahí se paró la grabación.

Estefanía: ¿Y bien? Mi madre es una guarra vale, pero la tuya folla con varios a la vez y por el culo. Además parece que también le van las almejas.

Diego me miró a los ojos intensamente. Yo miré su pantalón de chandal y el muy cerdo estaba empalmado y no llevaba calzoncillos.

Estefanía: ¡Cabrón te has empalmado! Hasta con la historia de tu madre... tu también eres un pedazo de cerdo que no veas.

Diego se la frotaba por encima del pantalón. Yo me quedé atónita porque esperaba una reacción violenta o de incredulidad por su parte. Nada más lejos de la realidad.

Se acercó a mi oído como otras tantas veces.

Ya sé que mi madre es una guarra. La profesora de repaso que me follé, se acostaba con mi madre, y el amenazarla con decírselo a mi padre y que perdiese el trabajo fue lo que la inició a acostarse conmigo. Luego ya le gustó y me lo pedía ella - me susurró al oído.

No podía creer lo que oía, este tío era un auténtico enfermo del sexo.

Estefanía: P-pero tú.. tú.. estás enfermo.

Diego: Enfermo no. Me gusta el sexo. Casi tanto como a ti.

Estefanía: Diego, no empieces.

Diego posó sus manos en mi cintura y me tumbó sobre la cama sin soltarme.

Estefanía: Para Diego joder.

Intenté zafarme, pero él me agarró con fuerza el camisón.

¡Me lo vas a romper cabrón! - le grité.

Tranquila que no. Tú déjame a mí que te va a gustar .-dijo con chulería.

Me lo levantó y comenzó a lamerme las tetas, almenos la parte que le permitía el sujetador. Me sujetó las manos y entonces comencé a sollozar pidiéndole que parase. Se levantó de golpe y me dejó tumbada tan repentinamente que me pilló de improvisto. Me puse de lado sin mirarle y justo cuando creía que se había ido noté que tiraban de mis piernas con fuerza dejándome al borde de la cama tumbada boca abajo. Me las agarró con fuerza y empezó a darme lametones sobre las propias bragas de chocho a culo. Tal cual la primera vez en la ducha pero esta vez con las bragas puestas. Yo hacía fuerza con las piernas, pero me tenía bien sujeta quedando mis piernas sobre sus hombros mientras me rodeaba la cintura con sus enormes brazos. Me bajó las bragas y repitió los lametones una y otra vez esta vez a pelo.

Estefanía: mmmmmh aahm para.. para jooder.. Diego.

Diego: Ya está bien de juegos niña. Desde el día de la ducha quería comerme este coño que sabe a gloria joder.

Estefanía: mmm Joder Diego, snif, por favor, snif, que tengo novio...

Estaba en una mezcla entre el sollozo, el placer y la impotencia. Mi coño estaba empapado y no solo de su saliva. Tenía una lengua experta dándome el placer que pedía mi coño. La figura de mi novio estaba cada vez más borrosa, mis piernas apenas luchaban y mi cuerpo pedía rendirse al placer.

Justo cuando su lengua me empapaba el ano de saliva y ya solamente podía gemir, escuchamos la puerta principal abrirse.

¡Ya estamos en casa! - gritó mi querida hermana.

¡Joder! esto ya parece premeditado hostia, nos ha mirado un tuerto - dijo diego al tiempo que me soltaba y se ponía de pie.

¡Ya te puedes largar cerdo!, y da gracias que no haya gritado cabrón - le contesté sin mucha convicción.

Diego: No seas hipócrita joder.

Diego se salió de mi cuarto y se fue al baño. Yo me quedé ahí y mi hermana se sorprendió al verme con eso puesto. Le dije que era para ponérmelo cuando llegase mi novio y me dijo que le iba a encantar. Le enseñé el culotte y me pidió probárselo, le quedaba incluso más sexy que a mí.

Esa noche me acosté temprano, pero justo antes de hacerlo miré el móvil de nuevo. Tenía varios mensajes seguidos de Jesús en el WhatsApp:

- Joder claro !

- Buf como me has puesto claro que tengo ganas

- Ese culo me lo voy a comer de arriba abajo madre mía.

- Me lo comeré hasta que me quede sin saliva.

- Pero primero te desgastaré las tetas a lametones. Te voy a dar cariño del bueno.

- Podrás follarme después, pero primero te follaré yo cacho zorra.

- ¿Esto es lo que me ofreces por las bragas de hello kitty? ¿Que será lo que me ofrezcas por las transparentes? :p

¡¡No me lo podia creer!! ¡¡Me había equivocado al mandar el vídeo!! Por el amor de dios que gran cagada. Empecé a gritar ahogando los gritos en la almohada y hasta me tiré de los pelos.

Le escribí que me había equivocado, que ese vídeo era para mi novio pero me contestó que Jesús empieza por jota y Ángel por A. Le expliqué que tenía una conversación debajo de la otra pero se rió y me dijo que mi subconsciente ya había elegido, que faltaba que me decidiese yo mísma y que si no, asumiera las consecuencias.

Yo debía planear algo para arreglar este estropicio. En primer lugar debía hacerme con su móvil y borrar todo rastro de conversaciones y fotos además del vídeo y después, tendría que conseguir recuperar las bragas que seguramente escondería en su cuarto.

Los días se hicieron largos pero evité quedarme a solas con Diego y llegó el jueves. Después de comer me despedí de mamá y Merche que se iban a la casa rural, a ser folladas durante un par de días como auténticas putas supongo. Me quedé a cargo de la casa pero le dije a mamá que me iba toda la tarde y noche con mi novio. Mi hermana dijo que no pasaba nada, que casi seguro se iba a dormir a casa de una amiga al ser fiesta al día siguiente y que si no, ya estaba Diego.

Diego: Yo tenía pensado salir un rato también, no es por negarme.

Mi madre me miró, miró a mi hermana y tras dudar un momento, dijo que bueno. Que estaba bien, pero que si se quedaba sola mientras no llegábamos ni Diego ni yo, que conectase la alarma y dejase todo bien cerrado. Me despedí y cogí mi querido Audi y me fui a ver a mi novio.

Le di un largo beso nada más verlo. Él estaba más fogoso que de costumbre y me agarró y apretó el culo con fuerza.

Estefanía: Ey deja un poco para luego.

Ángel: ¿Llevas puestas esas braguitas rojas?

Estefanía: No. Las llevo en el coche, al igual que el camisón y vestido de esta noche. No quiero llevarlas todo el día, son para un momento especial.

Ángel: A mí me gustas de todas formas, y estos vaqueros te están de lujo.

Estefanía: Me hacen un buen culo ¿verdad?

Di la vuelta ante él con mis vaqueros nuevos y nos volvimos a besar apasionadamente.

Por un momento el mundo se detuvo y solo estábamos nosotros dos. Le dije que era momento de pasar un gran día y nos dispusimos a ello.

Estuvimos toda la tarde en el centro comercial de tienda en tienda y él se portó muy bien. No se quejaba, sonreía... Le compré una bufanda y un jersey de lana. Nos besamos una y otra vez. Reíamos, nos abrazábamos... estaba muy contenta y me lo estaba pasando muy bien.

Fuimos a su casa donde estaba su hermano viendo la televisión. Le saludé secamente y fui al baño a darme una ducha para ponerme el vestido y maquillarme. Al salir vi que mi novio ya se había duchado en el otro baño y estaba vestido con unos vaqueros apretados y una camisa de manga larga azul. Me miró de arriba abajo y yo cuando me cercioré de que su hermano no estaba a la vista di una vuelta sobre mí misma.

Ángel: Madre mía. Me llamo Ángel, pero aquí el ángel eres tú.

Le di un beso apasionado y le pregunté qué tal me quedaba.

Yo sabía que bien. Llevaba un vestido blanco muy muy ceñido cuya minifalda dejaba ver mis tersas y bonitas piernas,además, el culo se marcaba una barbaridad. Llevaba unos tacones negros que me hacían ganar varios centímetros y eso me hacía ser bastante más alta que mi novio. Los labios color rojo y la sombra de ojos, que resaltaban su azul cielo, eran el colofón a una visión superior, aunque esté mal que yo lo diga.

Llevaba un bolso muy pequeño de mi madre de gucci de color también negro. Debía tener cuidado con él toda la noche pues mi madre me mataría si lo perdiese.

Salimos y fuimos a cenar al Foster´s Hollywood. Todos los chicos, desde los que pasaban por la acera en el camino al restaurante, los que estaban entrando, los camareros, los que estaban en grupo y hasta los que iban en pareja se quedaron mirándome fíjamente cuando pasaba. Mi novio me dijo que me había pasado, que estaba todo el mundo mirándome.

Estefanía: Conténtate pensando que ellos ven, pero el que toca eres tú.

Ahí bebíamos refrescos, pero antes de ir a la discoteca como era temprano quedamos con unos amigos de botellón.

Mi novio ya empezó a beber demasiado desde el comienzo de la noche. Había venido un muy buen amigo suyo que hacía mucho que no veía y los cubatas caían uno detrás de otro entre las risas. En cuanto a las chicas, estaban las que me conocían y se llevaban bien conmigo con las que hablaba también entre risas y las que estaban un poco más al margen y en las que veía la cara de envidia por estar el resto de chicos fijándose en mí.

El hecho de que tantos chicos se fijasen en mí, de que hasta hombres bien adultos lo hicieran al pasar frente a nosotros, el pensar en lo que vendría esa noche después de la fiesta y llevar un par de cubatas para pillar el puntillo hizo que comenzase a acalorarme y a excitarme un poquito, asi que me acerqué a mi novio y le besé buscando cariño. Nos separamos un poco del grupo y nos fuimos al coche a unos 200 metros de donde estaban todos. Nos enrollamos intensamente. Ángel me metía mano por todos lados y yo a él. Su mano derecha bajó por mi cintura y se introdujo bajo mi vestido masajeando mi muslo derecho y rozando la parte frontal de mi tanga. Me frotaba con sus dedos por encima del mismo, mientras nuestras lenguas seguían en su enredo y lucha por ver quien ganaba. Justo cuando sus dedos comenzaban a tocar piel con piel con mi coñito una voz a gritos que se acercaba le llamaba.

¡¡¡Ángeeeeeel!!¡¡Vamos joder que la noche es joven ya habrá tiempo para eso que es tu novia!! jajaja - decía la voz de Francis, el amigo de mi novio.

Ángel: Perdónale, va muy borracho.¿Si quieres vamos a casa ya?

Estefanía: No te preocupes, hay tiempo y yo no me voy a ir.

Le di un último beso y salimos con el resto quedando para ir a la disco donde trabajaba Marta.

Estuve bailando con mi novio cada vez más sensual, cada vez más excitada. Entonces el tal Francis preguntó que si cojíamos un reservado y pagábamos entre todos una botella de champagne. Éramos varios, pero yo le comenté a mi novio que habíamos gastado mucho ese día entre ropa, cena y la entrada. Les dije que me dejaran hablar con Marta y eso hice. Como era jueves y era amiga suya, y además éramos 13(7 chicos y 6 chicas)nos dejaron un reservado en la zona vip por solo 50 EUROS y las copas a un 50% la verdad es que se portaron una barbaridad.

Al ir al baño me crucé con mi cuñado y se me quedó mirando fíjamente y me dijo que no había visto una chica tan guapa nunca. A pesar de toda la tensión que tenía desde nuestra última conversación, no pude evitar ruborizarme. Me dijo que le había encantado el vídeo, que se lo había enseñado a todos sus amigos. Ante mi cara de disgusto y de pánico me dijo que era mentira.

Estefanía: Joder mira que eres cabrón, fue un fallo.

Jesús: Di lo que quieras, pero a mí me supo a gloria. Muy bien para ser un primer paso.

Estefanía: No va a haber más pasos.

Jesús: Ya veremos.

Apareció mi novio ya un poco pasadito de alcohol.

Ángel: ¡¡Eeeeyyyy!! ¿¡¡Hermanito que pasa!!?

Jesús: ¡Eyy tronco! Pues nada que le decía a tu novia que está guapísima.

Ángel: ¿Verdad que sí? Ya se lo he dicho yo

Jesús: También le he dicho que bailásemos un rato, pero me ha dicho que te pondrías muy celoso, que si no,un baile sí se echaba conmigo.

Ángel: ¡Qué va coño! si eres mi hermano joder jajaja. Además tú bailas mejor que yo. Sssácala a bailar y que dissfrute un poco.

Yo me quedé muda, pues me vi en una encerrona sin escapatoria. Jesús cogió mi mano, le dio un beso en el dorso y me dijo que le acompañase a la pista.

Estabamos a la vista de mi novio bailando y él me sonreía y parecía darme su aprobación mientras su hermano meneaba el esqueleto conmigo. No lo hacía nada mal, y su mano estaba en mi cintura de manera más natural de lo que esperaba después de sus mensajes.

Me dijo que esperase un momento y me trajo un cubata. Yo le di un par de sorbos y continuaba bailando con él. Pese a todo lo que había pasado entre nosotros, no sé si fue el alcohol o su calidad como bailarín pero yo cada vez estaba más suelta. Miraba de vez en cuando a mi novio que reía con sus amigos sentado en el reservado. Miré a Marta pero estaba muy ocupada porque había venido mucha más gente. Tardé un rato en darme cuenta de que las manos de Jesús ya no estaban fijas en mi cintura, sino que alternaban rozando mi culo.

Estefanía: Oye que está ahí tu hermano no te pases.

Tampoco te he hecho esto - dijo mi cuñado a la par que me apretaba ambas nalgas con sus fuertes manos. Antes de que pudiera quejarme me hizo dar una vuelta y continuó como si tal cosa, supongo que por eso no hice mucho caso. Volví a mirar a mi novio medio alelado y medio tumbado. Parecía que se hubiese olvidado de mí.

Me solté un poco, casi más por ligero enfado con mi novio que por otra cosa. El cubata ya me lo estaba terminando y ya tenía otro por cortesía de mi cuñado.

Estefanía: Uy. Cuatro cubatas ya van a ser muchos ¿eh? Mira que hoy es un día especial. Hace mucho que lo estaba esperando.

Jesús: Tranquila. Te metes una raya y listo.

Estefanía: ¿Una raya? Yo no me meto drogas. Eso es malo.

Jesús: Oye cuñada. La coca es mala cuando te engancha. Yo lo estuve , pero ahora solo tomo de vez en cuando de fiesta.

Estefanía: No sé. Me da un poco de palo.

Jesús: Ven anda hazme caso.

Jesús me llevó casi sin yo quererlo de la mano a los baños.

Estefanía: ¿Qué haces tío? Que no quiero.

Jesús sin escucharme preparó dos rayas una más gruesa y otra más fina. Cogió un billete de diez euros y lo dobló en forma de tubo, se lo llevó a la nariz e inspiró la raya más gruesa. Echó su cabeza hacia atrás y después de apretarse la nariz me dió el billete.

Estefanía: Buf no sé tío. Me da cosa.

Jesús: Es muy chiquitita, te dará un puntillo que te espabilará.

Tenía algo de dudas aún pero Jesús insistió y ya tocaban a la puerta del váter con rabia gritando que para meterse una raya no hacía falta tanto tiempo. Me metí la raya y tuve una sensación rarísima como si me temblase el cerebro por dentro, pero más allá del susto me sentí muy bien a la vez que era como si se me hubiera espabilado de golpe.

Salimos y un chico algo pasado me miró fijamente y me dijo que si la chupaba por otra raya. Jesús le cogió del pescuezo y lo estampó contra la pared. El chaval se asustó, y no me extraña porque el golpé contra la pared sonó muy fuerte. Jesús le dijo que se disculpase conmigo o que le reventaba la cara y el chico me pidió disculpas. Mi cuñado hizo el gesto de agredirle pero yo le agarré el brazo y le dije que no lo hiciese.

Salimos y seguimos bailando. En un par de minutos me sentí flotar. Sentí que tenía una energía desorbitada y comencé a bailar con más ganas. Jesús me rodeaba con sus brazos. Mirar a mi novio y verle allí alelado me ponía y mucho. Sentía que Jesús cada vez me sobaba más entre baile y baile, sentía que se apretaba a mí, pero seguía teniendo ganas de bailar y pensaba que poniéndome caliente disfrutaría más con mi novio. Entonces me dio por mirar el móvil y ví que eran ya casi las 4, llevaba como 50 minutos con Jesús. Me medio espabilé o entré en razón podríamos decir. No sé que estaba haciendo pero era el momento de cortar por lo sano. Entonces Jesús se puso a mi espalda restregando su paquete con mi culo.

¿Ves ahí al tonto de mi hermanito? No sabe la suerte que tiene de disfrutar de una tía como tú. Pero tú y yo sabemos que una chica como tú debería ser disfrutada por alguien como yo y que a ti no te desagrada la idea. - me susurró al oído a la par que me sobó una teta mientras su otra mano me sobaba la cintura.

Estefanía: ¡Quita joder! Que nos va a ver tu hermano.

¿Ves? Solo te preocupa que nos vean, pero estas deseando que te la meta. Aunque no tanto como yo. Joder he visto tu video en bragas como 30 veces ya y no me canso. Me tienes obsesionado, hasta he puesto tu nombre como contraseña zorrita... que lástima habérmelo dejado en casa si no ... - me siguió susurrando mi cuñado justo antes de que me separase.

Estefanía: Ya está bien tío, te has pasado.

Le di un guantazo y le dejé con la palabra en la boca.

Jesús: Oye Estefanía... yo...

Fui a buscar a mi novio y pese al cabreo estaba terriblemente excitada. Le di tal morreo que casi espabiló de golpe y le dije que era el momento.

Ni se despidió oportunamente, tan solo dijo un "hasta luego nos vamos" y salimos pitando. Nos besamos antes de entrar en el coche como si estuviesemos solos, y llevé mi mano derecha a su paquete que ya iba cogiendo forma.

Eh tío mira que guarra, ¡Qué buena está la tía! - dijo un chaval a lo lejos.

Ángel: ¡Eeh! ¡¡Qué es mi novia capullo!!

¡¡Sin problemas tío solo digo que está my buena!! - dijo el chico ese.

Ángel: ¡¡Pues no la vas a ver más porque vamos a mi casa a follaaar!!

No pude hacer otra cosa que reirme. Le pregunté si quería que condujese yo o si pedíamos un taxi mejor. me dijo que estábamos a 5 minutos, que era su coche y que lo llevaba él sin problemas.

Mi coche estaba aparcado junto a su piso y habíamos venido en el suyo. Nada más entrar le costó meter la llave, estaba bastante perjudicado. No pude esperar a llegar a casa y le bajé la cremallera.

Ángel: ¿¡Qué haces!?

Sin darle tiempo a decir nada más me lancé a su polla con mi boca. Estaba a medio armar, pero una vez la ensalivé, separé su prepucio y comencé con la boca arriba y abajo. Se puso dura a la velocidad del rayo.

Ángel jadeaba y me pedía que no parase, Yo estaba cachondísima y con la mano derecha me tocaba sobre las braguitas. Notaba el calor traspasarlas y notaba la humedad creciente en mi interior. La carne caliente de la verga cde mi novio me excitaba mientras notaba como la sangre palpitaba en su interior, le estaba cogiendo el gusto a esto de chupar.

Tuve miedo de que se corriese, y paré para masturbarle lentamente. LLegamos enseguida a su casa y me pidió que aparcase yo el coche que no se veía capaz. Lo hice y abrimos la puerta del portal.

Ángel no dejaba de meterme mano mientras esperábamos el ascensor. Se agachó y metió su cabeza en mi culo levantando el vestido, me besó las nalgas y cuando llegó el ascensor y entramos, tardamos un poco en darle al piso de destino, pues él ya me había separado las bragas y había acercado su lengua tratando de penetrarme con ella. Era la primera vez que le veía tan desatado, no sé si fue fruto del alcohol, del tiempo sin vernos o de que ese chico se estaba quitando la timidez, pero yo estaba excitadísima ya que nunca le había visto igual.

Me agaché y le comí la polla de nuevo. Estaba dura como una roca y gracias a que tenía un tamaño normal me la metí casi entera.

Subimos a su casa. Me levantó, me besó y entramos dentro. Le dije que esperase en la cama y me fui a cambiar.

Me miré al espejo y volví a maquillar un poco. Me puse las braguitas y el sujetador rojo y el camison estrecho y transparente del women secret. Salí y me asomé a la puerta mostrando una pierna de manera sensual, dejando el tabique de la pared entre mis piernas mientras le miraba con deseo.

Estefanía: Veo que estás preparado nene.

Ángel: Ya te digo. Te voy a meter de todo menos miedo.

Mi novio ya estaba en calzoncillos pero con los pantalones por los tobillos enrollados sobre los zapatos. Con las prisas, la borrachera o ambas a la vez no le había dado tiempo a quitarse los zapatos. Me puse a cuatro patas y repetí mi acercamiento como una leona en celo.

Estefanía: ¿Estás preparado nene?

Ángel: Preparado.

Le quite los zapatos y el pantalón, él estaba sentado. Le pasé la lengua desde los tobillos a las rodillas. primero la pierna derecha luego la izquierda. Luego le di besitos en los muslos y al llegar a su tiesa verga me la acerqué a los labios y di un fuerte bocado al aire muy cerca de su glande. Después lo apreté suavemente mostrando mis dientes y le di un lametón desde los huevos al glande para introducírmelo en la boca e iniciar una mamada sin manos y sin dejar de mirarle a los ojos.

Ángel: ¡¡AAAhh joder!! Como me estás poniendo.

Se la chupé un buen rato, recreándome en las sensaciones mientras él me besaba de vez en cuando. Entonces me separó y me tumbó sobre la cama. Me levantó el camisón y me quitó el sujetador. Su boca fue a mis tetas y las lamía y succionaba una y otra vez, como si quisiera sacar la leche que allí no había. Me frotó el coño con los dedos por dentró de las braguitas pero sin quitarlas de su camino.

Yo estaba húmeda, mojada, empapada y cualquier adjetivo que pudiera existir que indicase que mi coño estaba pidiendo polla pero ya. Me lo empezó a comer con mucho cariño, pero yo estaba hasta sufriendo de gusto y le dije que no hacía falta, que no podía más. Le empujé y me puse encima. Su polla entró de golpe hasta el fondo en mi coñito y comencé primero con tres botes metiéndomela toda y luego me puse a botar sobre él. Con la fuerza que botaba se le salió varias veces, y es que no era el enorme pollón de Diego y con esos botes me pasaba de alto.

Estaba ensismismada en mi satisfacción cuando noté que aquello no estaba tan duro. Miré a mi novio y lo vi medio adormilado.

Estefanía: ¿Estás bien cariño?

Ángel: No me encuentro muy bien... Estoy muy mareado.

Me bajé al pilón y la puse tiesa de nuevo. Para una vez que dura mucho sin correrse no podía dejar pasar la oportunidad de disfrutarlo en condiciones.

Cuando estuvo tiesa de nuevo me puse a 4 patas mostrándole aquello que tanto los gusta, un coñito estrecho, cálido y húmedo dispuesto a ser penetrado. Esa postura se ve que le animó porque me la metió con fuerza. Yo disfrutaba mucho de las embestidas de mi novio, pero le costaba llevar un ritmo constante y me pidió que me volviese a poner encima. Comencé a mover mi culo arriba y abajo, y cuando comencé a dar circulos sobre su polla me anunció que se iba a correr en breve.

Me quité de encima. Me puse de rodillas frente a la cama quedando él sentado y le pajeé para que descargó 8 chorros sobre mis tetas y cara. Los primeros tres fueron espesos y abundantes y fueron seguidos por otros 5 que iban siendo menores y más liquidos. Le apreté para que saliese la última gota de su glande frotándolo con uno de mis pezones impregnandolo del último rastro de leche.

Me sentí empapada en esperma y cuando fui al baño y me vi era brutal. Parecía que se me hubieran corrido varios tíos encima. Yo diría que la corrida enorme de la otra vez se quedó hasta pequeña.

Tardé un poco en limpiarme. Saqué unas toallitas húmedas de mi bolso, pero primero me limpié a conciencia con papel normal. Al salir y volver a la habitación, Ángel estaba roncando. No me había corrido, y casi todo el trabajo lo hice yo pero habíamos follado bastante, bastante bien.

Me puse el vestido de nuevo sin las bragas. Guardé toda la lencería en la bolsa que tenía en el baño, la llevé al salón y la dejé bajo la mesa.Me senté un momento en el sofá y puse el satélite. Había porno y yo como seguía caliente comencé a tocarme; el no llevar bragas ayudó a que no perdiese el tiempo pensándomelo. Antes de ponerme a fondo con mis tocamientos vi un móvil sobre la mesa. No era el de mi novio así que debía ser el de su hermano. Enseguida pensé en que era mi oportunidad de salir airosa de todo lo sucedido con mi cuñado.

Aún tenía batería, no mucho pero tenía. Tenía el típico código de bloqueo de 9 círculos de los smartphones. Probé varias posibilidades y nada. Recordé que jesús dijo que estaba obsesionado conmigo y probe a dibujar la E al derecho y al revés. Entonces me apareció un mensaje que decía que me quedaban 2 intentos Pensé en lo que me dijo exactamente:

"Me tienes obsesionado. Hasta he puesto tú nombre como contraseña putita"

Dibujé la P de putita y no valió. Ya solo quedaba una oportunidad. No, no era eso lo que dijo. No dijo putita, dijo zorrita. Dibuje la Z con lo poco que me quedaba de esperanza y el teléfono se desbloqueó

CONTINUARÁ...