La dependienta
Trabajo en una tienda de ropa y un cliente me convence para que me pruebe la ropa que quiere comprar
Tengo 26 años y acabo de terminar la carrera de sicologia, aunque me lo habian mas que avisado pense que seria un mito, pero no... Era cierto... No hay trabajo de sicologa o por lo menos yo no lo encontre despues de recorrerme la ciudad de cabo a rabo en su busca.
El resultado es que tube que terminar aceptando un empleo de dependienta en una tienda de ropa...eso o volver a casa con mis padres.
Mejor esto que nada pense.
Y asi fue, en la tienda me trataron muy bien desde el principio, en seguida encaje con mis compañeras y hasta la encargada que segun todas era una borde, conmigo se portaba de maravilla, creo que en todo esto me ayudo bastante los estudios realizados, eso o... que yo era la reina de las relaciones publicas.
La cuestion es que ya casi llevaba un año y empezaba a ser considerada como una veterena, de echo muchas de mis antiguas compañeras ya no estaban, pero yo por supuesto, no podia perder ese empleo que me permitia poder vivir en libertad lejos de mi hogar familiar.
Segun iban pasando los meses la confianza sobre mi se autentifico y ya incluso algunas veces hasta me dejaban al cargo de la tienda.
Fue una tarde calurosa de agosto a la hora de cerrar cuando me ocurrio un echo que marco un hito en mi vida.
Como e comentado antes la encargada delegaba bastante en mi y esa tarde decidio dejarme sola en la tienda para que cerrara, no era la primera vez que me dejaba al cargo de cerrar la tienda asi es que faltando media hora escasa para el cierre yo ya tenia todo recogido y solo esperaba que se fueran las ultimas clientas para cerrar.
A poco menos de diez minutos entro en la tienda un hombre de unos cuarenta años mas o menos, era un tipo bien vestido y bastante atractivo aunque la verdad es que no me fije mucho en el, en ese momento, pero si en la hora pues ese dia en particular era viernes y habia quedado con unas amigas para tomar algo y asi arrancar el fin de semana en condiciones y al parecer iba a llegar tarde.
Entre muchos otros defectos segun muchas de mis amigas el mayor era que no sabia decir que no y eso muchas veces me complicaba la vida... Eso habia que reconocerlo.
Asi es que ahi estaba yo, detras del mostrador observando como el hombre paseaba por los pasillos mirando ropa.
De repente una idea cruzo mi mente y sin dudarlo me acerque al cliente dispuesta a ayudarlo en lo que fuera para que de esta manera acabara lo antes posible.
Antes de acercarme a el eche el cierre a la puerta para evitar que entraran mas espontaneos..solo faltaria que se me llenara la tienda.
Y con paso decidido me acerque hasta donde se encontraba mientras le preguntaba si podia echarle una mano.
El tipo se me quedo mirando unos segundos, y no se porque esa mirada hizo que un escalofrio recorriera mi espalda.
Senti como sus ojos recorrieron mi cuerpo desde la cabeza hasta los pies lentamente.
No es que yo fuera la mas bella entre las bellas, pero siempre me e sentido orgullosa de mi cuerpo, soy alta, no soy delgada pero tampoco gorda, tengo mis curvas, unos pechos grandes sin llegar a ser exagerados pero firmes, una cadera bien marcada rematada por un culo respingon y para terminar lo que mas me gustaba de mi que eran las piernas, largas y bien torneadas.
Ellas eran las culpables de que normalmente fuera en falda , aunque esa tarde llevara unos leggins y una camiseta corta de tirantes con el ombligo al aire que hacia que mi cuerpo se marcara perfectamente.
Aunque despues del repaso que me hizo lo que de verdad se marcaron fueron mis pezones en la camiseta ya que no llevaba sujetador pues odio que se vea por debajo de la ropa.
El hombre despues de observarme me dijo que estaba buscando algo para su hija ya que era su cumpleaños, tras pensar unos segundos le pregunte como le gustaba vestir, si era para una fiesta, para diario, si buscaba vestido o conjunto ... Etc etc..
Mientras iba preguntando le enseñaba la ropa de la que le hablaba hasta que me dijo que era su cumpleaños y la queria sorprender, tras esta respuesta le lleve hasta una zona donde estaba la ropa mas de fiesta y comence a mostrarle lo que habia expuesto.
Llevaba cerca de media docena de prendas mostradas cuando el eligio unos vestidos y un par de conjuntos entre pantalones, faldas ,blusas y camisetas.
Sobre lo que habia eleguido le pregunte la talla y en ese momento me sonrio, y volviendome a mirar me dijo que no la sabia pero que fisicamente era mas o menos como yo.
Sin poder evitarlo me mire a mi misma... como si no supiera mi talla, y buscandolas entre las prendas colgadas encontre todas mostrandoselas.
El hombre comenzo a mirar una tras otra cogiendo, tocando conbinando entre ellas hasta que al final me pregunto si podria hacerle un favor, a lo que mi defecto respondio que si, y esto era si me podia probar las prendas para asi el poder decidir cual le gustaba mas,pues en la percha se veian de una manera pero asi no veia bien el concepto.
Mi defecto volvio a responder por mi diciendo que si.
La frase... Tia tu eres tonta .... Resono por mi cabeza, pero ya estaba dicho y ahora no era plan de decir que no y que el decidiera despues de todo el rato irse sin comprar nada, a parte no pasaria nada, la tienda estaba cerrada y el parecia un tipo tranquilo, buena gente.
Asi es que sonriendole de la manera mas profesional que sabia le dije que por donde queria empezar.
Sin decir nada cogio los vestidos y me los dio y con ellos en la mano me dirigi al probador.
Una vez dentro, colgue la ropa en las perchas y me quede observandome un segundo al espejo, estaba cansada, y tenia unas ganas locas de tomarme algo fresco y desconectar, asi es que respire hondo pase mi mano por mi melena negra y comence a desnudarme.
Cuando corri la cortina llevaba puesto un vestido azul de tirantes con flores pequeñitas de colores, en la parte delantera tenia unos botones que habrian o cerraban el escote, era suelto hasta la mitad del muslo y entallado en la parte superior por lo cual mis pechos estaban apretujados sobre si mismos, dandome la vuelta le mostre el vuelo y para poder respirar mejor me desabroche dos botones con lo cual mi canalillo se mostro en todo su esplendor, detalle que el , no se perdio.
Me hizo dar unos pasos, girarme, volver a caminar hasta que por fin me indico que podia cambiarme.
Asi es que volvi de nuevo al probador, eche la cortina e inclinandome comence a sacarme el vestido, cuando volvi a mirar al espejo pude observar que la cortina se habia movido lo suficiente como para que el cliente pudiera observarme a traves del espejo.
Mi primera intencion fue cerrarla bien, pero pense que si el se daba cuenta que lo habia visto igual se sentia incomodo y decidia no comprar nada, asi es que decidi disimular como si no me hubiera dado cuenta y cogi el siguiente vestido de la percha.
Estaba siendo consciente que el hombre estaba viendo mi cuerpo simplemente cubierto por un ligero tanga de hilo.
Al tiempo que cogia el siguiente vestido eche de reojo una mirada al espejo y este a parte de mostrarme al cliente me mostro mi total desnudez ante un extraño, porque ir con un tanga no se puede considerar ir vestida.
Me senti como una striper delante de un cliente, y no se porque el pensar eso hizo que mi corazon se acelerara y un calor comenzara a fraguarse en mi estomago.nunca antes habia echo algo asi, quitando alguna vez que otra que con las amigas hubieramos calentado a algun chico para reirnos, no me importaba que me miraran, la chica que diga eso miente, incluso e de reconocer que alguna vez e disfrutado de las miradas que se han perdido por mi escote, debajo de mi falda o mis piernas, pero esto era distinto.
Agarre el siguiente vestido, este era negro elastico con escote palabra de honor, la prenda se ceñia a mi cuerpo como un guante, el escote dejaba al aire mis hombros y apretandose contra mis pechos hacia que mis pezones se marcaran en la tela como dos remaches de barco, el vestido me llagaba justo por debajo del culo, apretandose contra el de manera que quedaba bien definido, a partir de ahi mis largas piernas se contenplaban en toda su extension, respirando hondo sali del probador.
La mirada que me echo desde luego que no es la que se echaria a una hija al verla vestida asi, en sus ojos lo que vi hizo que mis nervios crecieran al tiempo que mis pezones, volvi a moverme de aqui para alli para que me contemplara bien, a cada vuelta comence a sentir como si ya no fuera yo misma y naciera otra persona que hubiera estado oculta, cuando regrese al probador mi corazon estaba muy acelerado, me gire cogiendo la cortina y mis ojos se cruzaron un segundo con los del hombre, de un tiron eche la cortina, me estaba metiendo en una verbena que no sabia como iba a salir, me dije a mi misma que no pasaba nada y desnudandome de nuevo coji otra prenda
Pero si que pasaba si... Dentro de mi senti algo que era nuevo, siempre habia dicho que me conocia bien, por ese motivo la sensacion era bien clara, lo que estaba sintiendo me ponia nerviosa pero al tiempo me gustaba.
Cuando volvi a mirarme al espejo este mostro mi cuerpo cubierto por un vestido en color blanco, era sin mangas cogido por el cuello, la tela de gasa con vuelo, este llevaba una parte elastica en el borde de la falda que como el otro resaltaba mi culo y descubria mis piernas, pero el kit del vestido era el escote, tenia una obertura desde el cuello hasta por debajo del nacimiento de los pechos en forma de diamante que mostraba perfectamente la separacion de los dos senos.
Estaba claro que debias tener cuidado al moverte si tenias mucho pecho para que este no saliera a saludar.
Creo que eso mismo deseo el hombre cuando me vio salir, y no se porque yo tambien, asi es que en uno de los giros mi teta derecha se asomo quedando al descubierto, la sensacion fue como una descarga electrica que recorrio mi columna y descargo en mi sexo, una cosa era que te miraran disimuladamente y otra muy distinta el mostrarte adrede como habia echo, rapidamente volvi a colocarlo en su sitio y como pude disimule, pero estaba claro lo que habia pasado, por lo menos para mi
El hombre me miro con los ojos como platos y la boca abierta, estaba claro que no se lo esperaba.
Bromeando, saco hierro al asunto y yo le segui el juego pues la verdad es que no sabia como actuar, asi es que entre risas volvi al probador.
Una vez dentro, me asegure que el no me pudiera ver, cerrando bien la cortina, entonces me apoye en la paret un momento, necesitaba pensar, analizar, y sobre todo decidir.
Lo que habia experimentado hacia un momento habia puesto toda mi estabilidad patas arriba, ahora mismo me encontraba totalmente, excitada, nerviosa, empapada y sentia la humedad recorrer el interior de mis muslos, mi cabeza estaba enbotada, de todo esto solo tenia claro una cosa y esta era que deseaba sentir mas, no sabia porque pero lo necesitaba, pero al mismo tiempo sabia que no queria sexo con ese hombre, sino sentir de nuevo esa mirada sobre mi cuerpo, deseaba sentir ese deseo, y eso para mi que jamas habia echo nada que pudiese llamar la atencion era muy fuerte, pero mas fuerte era lo que deseaba.
Asi es que me incorpore de nuevo y mirando el resto de prendas decidi seguir con el juego.
Agarre una minifalda y un top y al tiempo que los descolgaba, con el codo, como quien no quiere la cosa, movi la cortina lo suficiente como para que se me pudiera ver.
Como si el lo estuviera esperando, observe como se colocaba para contemplarme disimuladamente, o...ya no tan disimuladamente.
Mis pechos subian y bajaban rapidamente debido a mi respiracion agitada y a mi nerviosismo, casi no lo podia controlar, a traves del espejo le veia a el ... y a mi, y lentamente comenze a desnudarme.
Esta vez consciente de cada movimiento, de cada parte de mi cuerpo que iba mostrando, primero me solte el vestido dejando al aire mis pechos, que como siempre hacia cuando me vestia en casa, me acaricie un segundo, estaban duros, hinchados y mis pezones como piedras, en el espejo podia ver mi aureola completamente negra llena de bultitos producidos por la excitacion, colocando los pulgares en la cintura agarre la prenda y al tiempo que movia la cadera me fui bajando la ropa para terminar inclinandome levemente hacia delante para quitarme el vestido.
Mi propia imagen desnuda a excepcion del tanga me saludo, sin dudarlo dos veces me quite esto ultimo mostrando asi, mi secreto a los ojos del desconocido.
Casi no me reconocia a mi misma, los pechos estaban enormes coronados por los pezones rojos y entre mis piernas asomaban los labios de mi coño totalmente hinchados , como si de un par de lenguas burlonas se trataran, los muslos me brillaban por la humedad y toda yo emitia sensualidad por todos los poros, me tuve que contener para no acariciarme segun me miraba al espejo.
Pase las manos suavemente por mi piel desde los pechos hacia mi barriga para pasar por la cadera y terminar deslizandolas por mi culo, senti la electricidad ponerme el vello de punta de lo sensible que la tenia.
Cogi la falda inclinandome lo suficiente como para asegurarme de que pudiera ver mi sexo enmarcado entre mis muslos, por ultimo, levante los brazos para colocarme la camiseta de tirantes, en esa posicion sabia que mis pechos se mostrarian en su maxima extension.
Cuando sali ya no era la misma, sino una mujer con ganas de sentirse deseada y asi se lo demostre segun me movia, al tener el culo respingon la tela se subia mas de atras que de delante haciendo que al andar esta se meciera insinuando la vision de la parte baja de mis nalgas, para aumentar esto decidi andar marcando bien las caderas, notaba su mirada quemandome la piel, siguiendo cada movimiento, y eso me gustaba.
Para darle mas morbo me dirigi hacia la estanteria donde se encontraban los zapatos de tacon, elegi unos y con ellos en la mano me acerque hasta donde el se encontraba, le indique que con zapatos quiza quedaria mejor la ropa que sin ellos a lo que el me respondio que tenia razon.
Me sente en un pequeño banco de madera y girandome hacia donde estaba el, coloque mi tobillo derecho sobre la rodilla izquierda, en esta posicion mi sexo estaba totalmente expuesto, pero aun asi queria mas, asi es que le pedi si podia abrocharmelos a lo que el dijo que si.
El hombre se inclino medio de rodillas y yo levante el pie para facilitarle la operacion.
Estando sentada con un pie entre sus manos y la otra pierna ligeramente abierta, mi sexo a menos de un metro de su cara se ofrecia con toda claridad, incluso podria ver la humedad mojar mis muslos, sentia como mis labios se movian debido a la excitacion abriendose y cerrandose levemente y las pulsaciones de mi corazon me golpeaban en la cabeza, cuando termino con el segundo me incorpore, los tacones eran de vertigo, jamas habia usado unos tan altos, al contemplarme en el espejo parecio que a quien estaba viendo era a una puta de esas que se ponen en la carretera con su microminifalda y el top marcando pezon.
Me gire y le pregunte si le gustaba a lo que me respondio tragando saliba que si, estaba claro que estaba excitado pues su bulto en la entrepierna era evidente.
Dando un par de paseos mas volvi al probador, pero esta vez no corri la cortina del todo y directamente me desnude por primera vez ante un hombre.
El ultimo conjunto que tenia en la percha era una minifalda negra con varias capas superpuestas de gasa, esta me llegaba un poco mas arriba de medio muslo y para convinarla el cliente habia elejido un corse que era de blonda menos la parte delantera de los pechos que era de piel, se abrochaba por delante con una especie de clips y para eso habia que apretar bien la tela, y mas si te venia justa como a mi, para poder juntarlos lo suficiente y de esta manera poder abrocharlo, para esta operacion le llame.
El hombre vino medio dudando y tras comentarle lo que debia hacer se coloco delante mio, yo aprete con mis manos la tela sobre mi cintura para juntarla, al tiempo que el iba metiendo los dedos entre mi piel y la prenda para abrocharlo.
La sensacion de sentir sus dedos rozando mi cuerpo me estaba volviendo loca y cada vez se intensificaba segun se acercaba a mis pechos, el hombre estaba prestando toda su atencion a lo que hacia pero era imposible no sentir y ver mi cuerpo ya que para hacer mas fuerza este se habia casi pegado a mi y yo sentia en mis muslos de tanto en tanto el roce de su ereccion imposible de controlar debido al pantalon ligero que llebaba.
Ya solo quedaban los pocos que ocultaba mis pechos dentro del corse y cuando comenzo con el primero la descarga que recibi hizo que mis piernas me fallaran como si se fueran a plegar, asi es que tube que apoyar mi cadera contra la suya.
Sentir eso duro apoyado en mi muslo me fascino, era por mi y no se por que eso me hizo sentirme especial.
Con el ultimo abrochado se separo observabdome, tenia la respiracion agitada y la cara ligeramente colorada, yo por mi parte me sentia casi mareada, me plante delante del espejo y con las manos termine de recolocarme bien los pechos que como si de una bandeja de flanes se tratara se mostraban expuestos.
Sali del probador y realice el consabido desfile, cuando termine me lo quede mirando,... y bien le pregunte, su respuesta fue entrecortada...me los llevo todos.
Paso cierto tiempo desde aquella tarde, desde entonces habia buscado de muchas maneras volver a sentir esa locura pero no lo consegui aunque si algo parecido.
Del hombre no volvi a saber nada hasta que un dia una compañera me dio una carta que me habian mandado, era de el. en ella contaba que no le dio la ropa a su hija pero que si que la guardo para recordar aquella tarde, un gracias por todo era el final de la nota.