La dentista
Del sufrimiento al placer extremo.
Me llamo Gustavo y esta historia que les voy a contar es real y me sucedió hace poco tiempo.
Por problemas en mi dentadura y ante la insistencia de mi mujer a que asistiera a un odontólogo para solucionar los problemas que me afectaban y sabiendo de antemano que no esta entre los placeres de mi vida asistir al dentista, me recomendó a la suya que yo conocía de acompañarla a realizar un tratamiento rutinario y en la cual no había prestado mucha atención, por lo tanto mi mujer se encargo de solicitar un turno para que comience mi tratamiento.
Llego el día de asistir a hacerme atender en su consultorio eran las 16.00 hs. Y yo ya estaba esperando ser atendido en un consultorio donde había tres personas antes que yo, por lo tanto la espera se prolongo matizada con la lectura de esas revistas aburridas y muy técnicas para mi gusto.
Por fin llego el momento se abrió la puerta y la Doctora me hizo pasar a su consultorio, me dijo que me ponga cómodo por lo tanto deje mi suéter en un perchero, me acomodo en esos sillones de dentistas que hasta ese momento yo les tenia tanta aprensión, ella tiene unos 40 año de 1.70 mts de altura morocha de ojos claros estaba con un delantal blanco que dejaba ver una remera roja la cual marcaba unas tetas no muy voluminosas pero si parecían bastante duras como para la edad que tenia, una pollera negra no muy corta, y un culo bastante apetecible, ya instalado en el sillón comenzó su trabajo anotando en una ficha, todo el tratamiento que debía realizar, mientras realizaba la inspección bucal y no se si por torpeza o por cuestiones de ubicación para realizar su trabajo apoyo sus duras tetas ahora si lo puede confirmar sobre mis hombros lo que en un primer momento me incomodo pero pense que había sido algo accidental se volvió a repetir la escena pero esta vez como se imaginan con mi boca abierta y con una mueca de aprobación me quede mirándola a los ojos, para tantear su reacción, dio por concluido su trabajo y nos despedimos hasta la semana próxima que era mi próximo turno.
Les puedo asegurar que cuando iba rumbo a mi casa nunca me había imaginado que iba a desear que pasara la semana lo más rápida posible para volver a visitar a la Dentista.
Llego el día que habíamos convenido y llega mi turno pase al consultorio y me recibió con una sonrisa esta ves su delantal blanco dejaba traslucir una pollera mucho mas corta que dejaban ver sus estupendos muslos sin medias, y la caída redonda de su culo la remera con escote en v dejaba ver la unión de sus tetas, con este panorama y cuando me senté en el sillón ya estaba haciendo volar mis pensamientos y esperando la hora de sufrir con el tratamiento, comenzó su trabajo y volvió a poner sus hermosas tetas firmes sobre mi hombro y refregarlas un poco sobre el mismo, yo empece a sentir que mi polla comenzaba a endurecerse como un garrote y me preocupe por la reacción que pudiera tener la dentista pero debo confesar que ella con su franeleo y yo con mi imaginación habíamos llegado a ese clima, cuando ella advirtió la situación lejos de alejarse se apretó mas pero esta vez contra mi brazo que con mucha mas sensibilidad pudo apreciar ladureza de sus pezones a partir de este momento sé desencadenaron los hechos que les pasos a detallar y que superaban mi imaginación.
Yo estaba con la polla como un garrote y no podía disimular entre mis pantalones su hinchazon, ella lo advirtió, comenzando a refregar sus tetas contra mi brazo tomo el torno lo apoyo en una repisa y lo comenzó a hacer funcionar, llevo sus manos asía mi polla y la agarro entre sus manos atraves de mi pantalón yo estaba un poco molesto porque todavía tenían un aparatejo que subciona agua colgado de mi labios, se dio cuenta se dio vuelta y me lo saco, apoyando sus tetas sobre mi boca, se dio vuelta bajo la cremallera saco mi polla y comenzó a lamerla como quien toma un helado, en la posición que se había puesto permitía que con mis manos comenzara a levantarle su falda y acariciara sus muslos hasta llegar a su braguita, muy sutilmente y mientras seguía entretenida deleitándose con mi polla me hice lugar y comencé a separarles sus labios vaginales que ya estaban húmedos le pase los dedos con mucha suavidad hasta que una vez lubricados los lleve a su clítoris que estaba hinchado mientras tanto ella seguía concentrada en chuparme la polla lo cual yo gozaba, con los dedos húmedos introduje uno de ellos en su vagina mientras otro en el movimiento de entrar y salir del dedo acariciaba su clítoris, como me chupaba la polla me estaba dando cuenta que estaba encontrando el placer que yo quería que tuviera, dos de mis dedos los introduje en su vagina y el dedo gordo lo comencé a introducir en su hermoso culo, con la otra mano le rodee sus muslos y acariciaba su clítoris los dedos en la vagina que entraban y salían el dedo gordo en el culo ahora si entrando y saliendo la otra mano acariciando su clítoris hizo que llegara la Doctora a lograr una corrida tras la otra, ante este panorama baje sus braguitas y con los dedos empece hacer el mismo movimiento pero esta ves con mi lengua comencé a lamer sus nalgas ya que no podía por la posición chupar su coño cosa que con gusto hubiera hecho, con dos dedos en su coño uno en el culo y lamiéndole las nalgas logro otra corrida mientras ya la forma de chupar la polla era desesperada haciendo que yo también me corriera y llenara su boca de leche que comenzó a tragar, ella apago su torno que había permitido disimular ante los oídos de los pacientes que esperaban su turno lo que sucedía en el consultorio, se incorporo enjuago su boca, yo me incorpore del sillón de la dentista nos dimos un beso abrió la puerta y me despidió hasta el próximo turno que ya había ajendado.