La decisión del rey III

Espero les guste este.

Al despertar, Noelia se sentía mareada, ¿qué había pasado? Abrió los ojos lentamente, temiéndose lo peor, estaba recostada sobre algo muy suave y lograba ver parte de un riachuelo. se levantó despacio, llevándose una mano a su cabeza, le dolía. Miró a su izquierda y había una especie de abismo, lleno de árboles y… - Sangre - sus ojos se abrieron como platos. Había un camino de sangre hasta donde estaba ella y seguía hacia su lado derecho. Siguió con la mirada el rastro de sangre y allí estaba ella, sentada al borde del riachuelo, con sus piernas recogidas, abrazadas por ella y su cabeza reposaba sobre sus rodillas. Noelia no lo pensó dos veces y se levantó y se dirigió a paso rápido hacia ella, se sentó a su lado fijando su vista al riachuelo.

  • ¿Qué ha pasado Leah? ¿Por qué hay un rastro de sangre hacia dónde estás?- preguntó esto último mientras fijaba su mirada en los ojos perdidos de Leah.

  • Jamás había visto algo parecido a lo que se apareció anoche – susurró como si estuviese hablando sola – tenía la forma de un gargonk, más grande, con esa oscuridad rodeándolo y sus ojos brillosos – prosiguió sin quitar la vista del riachuelo.

  • ¿Te hizo algo? – preguntó preocupada por no ver a simple vista alguna herida en Leah.

  • Leah volteó a mirarla por primera vez ese día – El gargonk o lo que sea, producía niebla y remolinos de viento. Un árbol voló hacia mí y por la niebla no pude hacer nada – dijo esto mientras  subía parte de su camisa y le mostraba a Noelia un enorme moretón sobre su costilla derecha y una gran línea sobre la curvatura de su costado.

  • ¡Leah!- exclamó mientras acercaba sus manos sin tocar, asustada.

  • Mi deber es llevarte a tu reino con vida, princesa – dijo como si no importara aquella enorme herida.

  • Se cómo hacer que cicatrice rápido eso - dijo sin tomarle importancia al comentario de Leah, muy bien sabía que no quería volver a Trinidad, pero no quería discutir eso ahora, solo importaba Leah en ese momento.

Leah, confundida, siguió con la mirada a Noelia mientras se perdía entre los árboles, intentó ponerse de pie para seguirla y un dolor punzante en su costado la hizo desistir de la idea. Debía sanar rápido, de lo contrario no podría proteger a la princesa. Miró perdida los árboles, preocupada, hasta que vislumbró la cabellera color miel de Noelia, una sonrisa se dibujó en sus labios, seguida de una mueca de confusión, no indagó en aquello que sintió. Notó las plantas que traía Noelia en sus manos, su rostro de triunfadora le hizo gracia.

  • Lo he encontrado, ven aquí - dijo rápidamente Noelia sentándose a su derecha, donde tenía la herida. Levantó su camisa, y al tocar la piel de Leah, un escalofrío invadió su mano, su brazo, directo a su pecho. Sintió su rostro caliente y tratando de ignorar las reacciones en su cuerpo se dispuso a sanar aquella horrible herida.

Leah por su parte, sintió una corriente directo a su corazón que lo puso a latir como nunca, sobresaltada, miró a Noelia, estaba sonrojada ¿Por qué? ¿Acaso sintió lo mismo? volvió a bajar la mirada a su herida, mientras se quejaba del dolor.

  • Ash Noelia, con cuidado - decía adolorida.

  • Aguanta, eres una guerrera ¿o no? - preguntó mirandola sonriendo.

  • Que sea una guerrera no quiere decir que sea de hierro, así que ten cuidado - exclamó Leah.

  • Ya ya, deja de quejarte como una niña, es todo por hoy, guardaré el resto para mañana - Dijo un poco divertida.

Y pues si, su tortura, aunque no sabía si llamarla asi, se extendería hasta que su herida sanara. La verdad, después de los cuidados de Noelia, Leah se sentía mucho mejor.

Ya podía caminar mejor y no le dolía respirar.

  • Oye, gracias - dijo la chica de ojos oscuros.

  • ¿Eh? - Preguntó confundida Noelia mientras encendía la fogata.

  • Por ayudarme.

  • No quiero que te pase algo Leah.

  • Yo no quiero que te pase algo a ti.

Ambas se miraron y sonrieron al mismo tiempo.

  • Debo ser sincera contigo - dijo Noelia bajando su mirada - El mago no me secuestró, yo accedí irme con él.

No podía ser cierto, había ido a rescatar a una princesa que no quería ser rescatada. Leah no se inmutó, la miró esperando una explicación.

  • Cuando lo conocí, dijo que necesitaba mi ayuda para una misión - respiró hondo - él busca a su hijo, yo no tenía idea para que me necesitaba hasta que una noche él se encontraba en una especie de trance y lo escuché - dijo mirando fijamente a Leah - mi destino esta enlazado al destino de su hijo, por eso me buscó, la única manera de encontrarlo es a través de mi - finalizó esperando la reacción de Leah.

  • Entonces no volverás a Trinidad - no podía creerlo, sintió ira, enojo, ¿celos? tenía que ser una broma de mal gusto.

  • No volveré, no planeo hacerlo.

  • Debemos encontrar a Mhino, luego puedes irte a buscar tu adorado destino - dijo claramente enojada, poniendose de pie y adentrandose al bosque.

Noelia pensó por un momento que Leah se encontraba celosa, pero fue una idea que descartó, pues...

Leah caminaba sin rumbo entre los árboles ¿qué le ocurría? había actuado como una niña y sin una razón para ello. Debía averiguar que le pasaba. ¿Quería a la princesa? Claro, sentía cariño por ella, pero ¿Por qué le atormentaba la idea de que estaba destinada a enamorarse del hijo de un mago? ¿Por qué no de ella?

Metida en sus pensamientos cayó al suelo, algo la había golpeado. Mientras giraba para ver que la había tumbado, un golpe directo a su mentón la hizo caer de nuevo.

Se levantó muy rápido y sacó su cuchillo y lo incrustó en la piel de aquel extraño animal.

  • Pero, ¿qué? - la piel parecía corteza de árbol. Se dió cuenta que debía luchar cuerpo a cuerpo con aquella cosa extraña. Esta vez si esquivó el golpe directo a la cara que venía, agachandose y contraatacando rápidamente, un codazo justo en la "cabeza" del animal, iba cayendo y topandose directamente con la rodilla de Leah. La cabeza se desprendió del cuerpo y cayó.

  • ¿Qué rayos es esta cosa? - palpó y definitivamente parecía corteza de árbol, tenía extremidades como un humano - ¿Hombre árbol? - al decir esto, levanto la vista asegurandose de que no hubieran mas "hombres árboles" pero lo que vio no la tranquilizó.

Leah regresó corriendo, mientras que detrás de ella venían docenas de esos "hombres árboles", corrió como nunca antes.

-¡Noelia! - Noelia seguía sentada donde la había visto por última vez antes de su ataque de celos, la tomó bruscamente del brazo - ¡Corre! - inmediatamente lo hizo, al escuchar lo que pensaba eran animales, monstruos, ya no sabía que esperarse.

Se subieron como pudieron a un gran árbol que se encontraron en el camino.

  • Súbete a mi espalda - ordenó Leah mientras vislumbraba las ramas agitandose de los hombres árboles. Noelia se aferró a la espalda de la chica y Leah comenzó a subir.

  • ¡Ahhh! - gritó Noelia al sentir como casi caen de aquel árbol.

  • Noelia, silencio y cálmate por favor, haces más dificil esto - dijo exasperada Leah.

  • Lo siento, lo siento - se disculpó apenada.

Leah como pudo, hizo que Noelia se sentara en una de las ramas gruesas del árbol, seguida por ella, quien se sentó a su lado. Habían subido unos cuantos metros y veían a los hombres árboles pasar corriendo debajo de ellas.

  • ¿Qué son esas cosas? - susurró acercandose a Leah.

  • Parecen humanos, pero su piel es tan dura como este árbol - respondió algo nerviosa por la cercanía de la princesa.

Noelia se aferró al brazo de Leah y allí estaba otra vez, con el corazón a punto de estallar, algo le pasaba con ella y tenía que averiguarlo.

Leah la rodeó con sus brazos y acercándose a su oído le dijo - como pesas.

  • ¡Leah! - exclamó algo enojada. Leah no pudo evitar carcajearse.

  • Es hora de bajar - dijo aun riendose, al notar que Noelia se cruzó de brazos y hacía pucheros - venga, no pensarás quedarte todo el día allí, además sola no podrás bajar - Leah tenía razón, no pudo oponerse, se aferró a ella de nuevo y bajaron.

Siguieron caminando buscando un sitio donde pasar la noche, extrañamente Noelia no se despego del brazo de Leah ni por un segundo, con la excusa de que tenía miedo.

  • Aouch! - Exclamó Leah.

  • ¿Qué pasa? - Preguntó preocupada Noelia viendo como Leah colocaba sus manos en su costilla derecha - déjame ver - dijo mientras subía la camisa de la chica.

  • Leah, tu herida volvió a abrirse - sacó rápido de su bolsa las plantas medicinales y se sentó junto con Leah a curarle - ¿Qué es esto? - dijo viendo salir sangre del labio de Leah - ¿Cómo te lo has hecho?.

  • Debió ser mientras peleaba con ese hombre árbol - respondió tranquilamente.

  • ¿Peleaste con unas de esas cosas?

  • Sí - dijo sonriendo - y gané - conluyó divertida.

Una vez que terminó con la herida en su costado, se dispuso a curar el labio de Leah.

El nerviosismo se apoderó de ambas, Noelia mordía sus labios sin darse cuenta y Leah la miraba fijamente.

  • ¿Qué pasa? - Preguntó Noelia.

  • ¿Por qué muerdes tu labios? - soltó Leah sin temor alguno. Noelia se sonrojó al instante, no lo había notado, se separó bruscamente.

  • Noelia, vuelve aquí, esto duele.

Noelia rompió un poco de su ropa y mojó el pedazo de tela con agua para limpiar la sangre. Leah cerró los ojos por la molestia, de repente sintió suavidad, una suavidad indescriptible, abrió los ojos y ahí estaba la princesa con los ojos cerrados, sus labios sobre los suyos. Se veía hermosa, sus mejillas coloreadas en un tono rojizo y lentamente abrió los ojos. Sus miradas se encontraron y se separaron para su desgracia, pero no dejaban de mirarse.

La reacción de Leah sorprendió a Noelia, ésta se abalanzó sobre ella y la besó, lentamentamente la recostó sobre el pasto y...

  • Aouch - de nuevo, Noelia había comenzado a mover sus labios, sin recordar la herida de Leah.

  • Lo siento, ¿estás bien? - dijo mientras colocaba sus manos alrededor del cuello de Leah.

  • Creo que no podría estar mejor - sonrojada y haciendo sonrojar a Noelia, mientras reían tímidamente.

Esa noche no pudieron besarse más, luego de curar la herida de Leah, improvisó donde dormirían, pero esta vez hizo solo una cama de hojas, en lugar de dos.

Disfrutaron de la compañia y cercanía de la otra sin saber lo que les esperaba al día siguiente.

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Muchas gracias por sus comentarios - eso me anima a seguir publicando porque ya la historia esta terminada xD

Espero que les haya gustado este capítulo. A los que no puedan pasar por el blog no importa, igual seguiré subiendo mis historias aquí :D

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