La decisión de Enma (6/6)
El proceso de enseñanza de la esclava esta terminado, sólo resta al Ama entregarla para ser subastada al mejor postor y recoger el beneficio obtenido... Pronto empezar de nuevo
La decisión de Enma (6/6)
(Se aconseja leer los capitulos anteriores para poder seguir el hilo del relato)
Capitulo 6 .- Subasta y venta de la esclava
A la mañana siguiente se despertaron tarde... Enma estaba a punto de levantarse y comenzar su rutina, pero su Ama la empujó hacia la cama para seguir haciendo el amor con ella.
Pasó más de una hora de mucho sexo entre ambas mujeres llegando al orgasmo en repetidas ocasiones... Luego, la Sra. Brown, agotada, soltó a Enma y le permitió comenzar su rutina.
Después del desayuno, el ejercicio y la ducha, Enma entró en el dormitorio y miró la cama vacía... Con una mezcla de tristeza y pena, se dio cuenta de que nunca volvería a dormir con ella.
La señora Brown estaba allí recogiendo el limitado guardarropa de Enma y metiéndolo en una bolsa... Bajaron las escaleras y mientras Enma se quedaba en el salón, su Ama colocaba sus cosas en el coche
Cuando la Sra. Brown reapareció, le hizo una seña a su mascota y se sentaron juntas en el sofá... La Sra. Brown apoyó la mano en el muslo de Enma y permanecieron en silencio durante unos instantes.
Su Ama miró el reloj y comentó:
- “Tal vez recuerdes que todo comenzó con un baño y un chapuzón desnuda en la piscina... Todavía hay tiempo si desea repetir lo que sucedió.”
Enma no sabía qué hacer y, desde luego, no quería decepcionarla.
En ausencia de otros pensamientos, siguió a su Ama hasta la terraza cubierta... Su Ama se tumbó en un sillón y señaló la piscina... Enma caminó hacia adelante aturdida y luego se sumergió.
El agua la despertó y comenzó a nadar... Cuando salió de la piscina, la señora Brown la estaba esperando con una toalla... Se sentó y se dejó secar.
No tenía idea de los placeres que le esperaban cuando su anfitriona la secó con una toalla ese primer día... Ahora, era todo en lo que podía pensar, y su partida inminente, la entristeció.
- “Sube arriba y dúchate, pequeña.”
Cuando Enma bajó las escaleras, su Ama le había preparando una comida... Dejó un plato en el suelo a su lado y le dijo:
- “Come, cariño, tenemos un largo viaje por delante.”
Comieron en silencio y luego hicieron los preparativos para irse... Le dio un vestido Enma para el viaje.
Al salir, Enma se paró frente a la puerta principal y comenzó a llorar:
- “No quiero dejarla, Ama.”
La Sra. Brown la abrazó.
“Lo sé, cariño, yo también te voy a extrañar... Has sido una esclava muy buena... Sé que estás nerviosa, pero hay otra aventura esperándote... Esto es para lo que estás destinada”, le respondió mientras le secaba las lágrimas.
“Lo sé, Ama”, asintió Enma.
Ella supo desde el principio que esto era inevitable, así que se recompuso y caminaron hacia el coche... Se sentó correctamente con las piernas abiertas y la Sra. Brown le frotó la parte interna del muslo... Los dos apenas hablaron mientras salían de la ciudad.
Al atardecer llegaron a un gran rancho en medio de la nada, después de varias horas de conducción... Una puerta de hierro bloqueaba el camino y la Sra. Brown se anunció a través del intercomunicador.
Toda la propiedad estaba rodeada por un muro alto... Al abrirse la puerta, una casa grande, un tanto alejada, estaba en el centro de todo.
Condujo por el largo camino... Cuando pasaron por los setos que cerraban el campo de miradas indiscretas, Enma notó varias mujeres desnudas y algún que otro hombre también desnudo... Todos estaban trabajando en alguna forma de servidumbre, entrenamiento de ponis o de otro tipo.
Cuando llegaron a la casa y salieron, la Sra. Brown le ordenó de inmediato que se quitara el vestido.
Un hombre alto, con traje, se acercó a ellas.
“¡Emily, qué gusto verte!”, le dijo abriendo los brazos para darle un educado abrazo.
“Hola, James”, respondió la Sra. Brown aceptando el abrazo.
Luego el hombre dirigió su atención a Enma y le dijo:
“Tu debes ser la última esclava de Emily, no?”
“Se llama Enma”, intervino la Sra. Brown.
“Enma...”... James dejó que el nombre saliera de su boca... Le sostuvo la barbilla y la miró a la cara... Luego le sostuvo sus pechos, haciéndolos rebotar en sus manos... Finalmente la palpó por todas partes mientras Enma se quedó quieta dejándose examinar como la preciada mercancía que era.
“No sé cómo lo haces, Emily... Siempre encuentras las bellezas más exquisitas... ¿Supongo que su entrenamiento habrá sido el estándar habitual, no?
“Sí, pero respondió muy bien.”
“Excelente... Entra y ponte cómoda... Mientras yo haré los arreglos necesarios para hacerle la ficha completa.”
“Perfecto pero no completes el registro, eh?... Quiero estar con ella cuando le digas los detalles finales... No le he contado lo de la marca”, le susurro al oído inclinándose hacia delante.
Este secreto puso a Enma más nerviosa, pero no se atrevió a hacer ninguna pregunta.
Caminaron hasta la mansión... Una vez dentro, James llamó a uno de sus ayudantes:
“Llevar a Enma a la mazmorra y átala... Será vendida mañana, así que ponla con los otros esclavos listos para la subasta.”
“Sí, señor”, le respondió.
El ayudante le puso un collar y una correa, y comenzó a llevarla a un gran almacén adyacente a la mansión... Enma miró hacia atrás para ver a su Ama, pero ya había entrado en la casa.
Al llegar a la puerta del almacén, el hombre pasó una tarjeta por la pantalla de la puerta y esta se abrió... Entraron en el almacén.
Enma había oído hablar sobre el comercio de esclavos y había estado con otra esclava, pero no estaba preparada para esta instalación... Docenas de esclavos desnudos estaban sujetos por cadenas que colgaban del techo... Habían mujeres y hombres de todas las razas, con edades desde finales de la adolescencia hasta finales de los 30... Algunos de ellos estaban siendo azotados y la mayoría amordazados.
- “Esto que ves son esclavos en la etapa de entrenamiento inicial... Están siendo forzados a obedecer... Algunos de ellos nunca llegarán más allá de ser esclavos para trabajos y cosas por el estilo”, le dijo el hombre que la llevaba por la cadena.
Continuaron caminando y entraron en lo que podría llamarse la sala de entrenamiento... Los esclavos estaban atados de muy diversas formas... Unos, acostados mientras sus cuerpos eran azotados... Otros, arrodillados ante un Amo o Ama y dándoles un servicio oral, con o sin su cooperación... Enma notó que muchos de ellos tenían insertados tapones anales.
Pero lo que más le sorprendió fue ver una bicicleta estática con paletas que golpeaba el culo de una esclava con cada pedaleo que daba la desdichada... En otro lado, una pequeña esclava remaba furiosamente, con otra esclava a su lado dándole palmadas fuertes en su espalda con una paleta mientras un entrenador la miraba.
Uno de los esclavas apenas era reconocible como humana... Estaba completamente envuelta en goma, con sólo un tubo de oxígeno en la nariz... Sus brazos estaban pegados al corpiño de modo que eran prácticamente indistinguibles, y las piernas estaban estiradas y revestidas con la misma goma... El cuerpo colgaba de cadenas dejando a la esclava completamente aislada e indefensa.
Los entrenadores daban vueltas por la sala o estaban monitoreando todo... Daban órdenes y se apresuraban a reprender cualquier fallo.
Enma fue llevada a lo que parecía una perrera, una serie de jaulas alineadas en filas y se paró ante una jaula vacía... Se quedó esperando mientras su asistente cogía unas muñequeras y tobilleras.. Ella permaneció quieta mientras se las colocaban... Era evidente que muchos de los esclavos enjaulados la miraban con curiosidad.
Cuando terminó, Enma le preguntó:
- “Señor, ¿puedo usar el baño... Me estoy orinando.”
Aunque su asistente estuvo tentado de hacerla esperar y sufrir, decidió que no había tiempo suficiente para este juego y la condujo a una fila de urinarios que había en la pared del fondo... Enma, viendo que no había otra opción, se sentó avergonzada por su exposición, meó, se limpió y se le permitió lavarse las manos.
El asistente la llevó de regreso a la jaula y le ordenó que entrara a gatas... En la jaula podía acurrucarse para dormir o arrodillarse sobre sus manos y rodillas, pero no mucho más... Luego, el asistente cerró la jaula y se alejó.
Enma quedó rodeada por sus compañeros esclavos en sus jaulas.. Una hermosa mujer de unos 30 años estaba a su izquierda, un hombre negro a su derecha, y una joven asiática estaba en la jaula detrás de ella... Enma no tenía idea de quiénes eran estos otros esclavos, o incluso si eran de la zona, ya que había escuchado que el transporte de esclavos de otros países era bastante intenso y frecuente.
Como varios entrenadores estaban cerca, no dijo una palabra, ya que todos los esclavos enjaulados estaban completamente callados... Enma miró a su alrededor, observando a los esclavos enjaulados... Aunque todos estaban tumbados había una sensación de nervios por lo que sucedería dentro de poco.
Desde su jaula se oían los gritos y gemidos de los esclavos iniciados, pidiendo clemencia, y el ruido de los latigazos.
Cuando Enma estaba comenzando a acomodarse en su jaula vio a su Ama con dos Amos más caminando hacia ella... Se puso de rodillas, emocionada de verla.
Sacaron a Enma de su jaula y juntos salieron del almacén y se dirigieron a la mansión... Se dirigieron a un salón donde algunos Amos y Amas estaban sentados en una conversación ociosa... Al llegar, la observaron con leve curiosidad.
Enma vió un fuego encendido en la chimenea que le resultó bastante extraño dada la temporada.
Se le ordenó que se arrodillara sobre sus manos y rodillas junto a la chimenea... Su Ama se sentó en una silla frente a ella.
- “Enma, hay dos cosas más que debemos hacer para prepararte para la venta... Primero que nada, te vamos a instalar un rastreador... Es un pequeño chip que nos permitirá rastrearte en cualquier parte del mundo... Es para evitar que escapes si alguna vez quieres hacerlo o para evitar que alguien te robe.”
Enma consideró que esto debía ser sólo una formalidad... Todos los esclavos son etiquetados, la mayoría de ellos cuando son capturados por primera vez... Ahora le tocaba a ella ser etiquetada.
Uno de los Amos la agarró por detrás y tiró de su cabeza hacia atrás por el cabello... En su otra mano llevaba lo que parecía ser una pistola tranquilizante, que presionó contra ella... Le disparó justo detrás de la oreja... Enma ahogó su grito.
“Ya está, querida... Eso no estuvo tan mal, ¿verdad?... Te picará y te dará dolor de cabeza, pero ahora el chip está incrustado en tu cráneo... Es imposible quitarlo o dañarlo sin lesionarse”, le explicó su Ama y ella tardó unos momentos en asimilar lo que le dijo y remitir el dolor causado.
“El segundo elemento es quizás más simbólico... Sin embargo, yo lo encuentro más atractivo... Es la marca de un verdadero esclavo... Te vamos a marcar.”
Enma saltó alarmada... Sin embargo, su Ama rápidamente la abrazó y la miró a los ojos.
“Querida, sé que estás nerviosa... Sin embargo, todos los esclavos son bienes muebles y todos los bienes muebles están marcados... Es una marca de calidad... Indica que ha sido aprobado para la venta en esta casa de subastas... Quieres mostrarle a la gente que eres una buena esclava, ¿no?”, le dijo.
“Sí, Ama.”
“Bien, entonces vuelve a arrodillarte.”
Enma volvió lentamente a su posición sobre sus manos y rodillas... Para entonces, todos los ojos estaban sobre ella y toda conversación se había detenido... La señora insertó un bocado de cuero en su boca.
- “Esto te puede ayudar, querida.”
Enma se mantuvo quieta mientras el Amo sacaba del fuego lo que ella había pensado que era el atizador... Ella miró a los ojos de su Ama mientras él presionaba el hierro para marcar en su nalga... Trató de mantenerse quieta mientras gritaba y mordía la boquilla.
El dolor la recorrió todo su cuerpo y luego, poco a poco, disminuyó, excepto el intenso ardor de la nueva marca en su culo, sobre la cual le pusieron un ungüento curativo para evitar infecciones.
Su Ama acarició su cabello y la calmó, diciéndole:
- “Buena chica, buena chica.”
Luego se puso de pie e inspeccionó la marca... A continuación, mirando a su esclava, le dijo de nuevo:
- “Duerme bien esta noche, mascota, mañana tienes un día importante por delante.”
Otro asistente le indicó a Enma que se pusiera de pie y le volvió a colocar la correa en el cuello para llevarla de regreso al almacén y a su jaula... La conversación general en la sala se reanudó cuando el espectáculo hubo terminado y ella salía de allí.
Las actividades de la noche estaban llegando a su fin dentro del almacén... Las luces estaban atenuadas, y excepto por el incesante lloriqueo de algunos de los nuevos esclavos y el ocasional golpe de látigo para silenciarlos, todo estaba en silencio.
Enma tardó algo de tiempo, dado el dolor y el entorno desconocido, pero finalmente se quedó dormida.
Se despertó en medio de la noche mientras una mano le acariciaba el coño... Estaba a punto de mirar hacia abajo para ver de quien era la mano que la acariciaba, pero justo en ese momento, la hermosa mujer de treinta años, de la jaula que estaba junto a ella, estiró una mano a través de los barrotes para acariciar sus hombros y brazos y le susurró:
- “Ssssh... Calla o los asistentes nos oirán.”
Enma entonces se dio cuenta de que la mano que acariciaba su coño era del hombre negro que estaba en la jaula, al otro lado de ella.
La mujer le sonrió mientras comenzó a acariciarle los pechos... Enma continuó mirándola, sin saber si debía hacer algo... Ella asumió que esto era completamente incorrecto, pero no podía decir que no a este placer que le estaban dando.
Estaba a punto de cogerle la polla a través de los barrotes para devolverle la caricia, pero la mujer la advirtió que no lo hiciera, susurrándole:
- “No lo acaricies... Necesita tener la polla tiesa y lista para el sexo en la subasta de mañana.”
Así que Enma mantuvo sus manos quietas y permitió que estos dos extraños la acariciaran de la manera más íntima imaginable... La habilidad de sus manos dificultaba su silencio y tuvo que hacer un gran esfuerzo de concentración para no jadear o gemir cuando se corrió.
Y luego, como en un sueño, las manos se retiraron de su cuerpo y sus vecinos esclavos volvieron a dormirse.
Cuando Enma se despertó a la mañana siguiente, ni siquiera estaba segura de si había sido un sueño húmedo... No hubo absolutamente ninguna reacción por parte de ninguno de sus compañeros esclavos.
Un plato de comida se deslizó en su jaula... Se veía y olía de forma desagradable... Sin embargo, al igual que sus compañeros esclavos, comió su comida designada.
Luego, Enma y los otros esclavos fueron sacados de sus jaulas... Ella notó que todos se ponían firmes con los brazos detrás de la espalda, y rápidamente siguió su ejemplo.
Cuando la sacaban del edificio, pudo ver que el entrenamiento de los nuevos esclavos estaba nuevamente en pleno apogeo... Los latigazos, los gritos y la súplica de misericordia llenaron una vez más el salón.
Enma y sus compañeros caminaron en fila india hasta el patio... No había nada que los atara y sólo unos pocos asistentes observaban al grupo... Todos los esclavos actuaron de manera ordenada y se notaba que estaban muy bien entrenados.
Luego fueron puestos a prueba... Fue una intensa rutina de ejercicios que los dejó a todos exhaustos... Sin embargo, gracias a los entrenamientos de las últimas dos semanas, Enma estaba en plena forma... El ejercicio incluso la ayudó a dejar de pensar en su inminente venta.
Al finalizar, el grupo se puso de pie con las manos detrás de la cabeza mientras eran rociados con la manguera... El asistente principal se paseó delante de la fila de esclavos, examinándolos.
- “Hoy es el gran día para todos vosotros... Vuestro entrenamiento ha terminado... Por lo tanto, hoy no se os administrarán latigazos porque tenéis que estar preparados para exhibiros... Cualquier resistencia o mala conducta, puede hacer que no seáis comprados... Y volveréis aquí, a recibir más entrenamiento y castigo... Pensar en esto.
Los llevaron al interior de la casa y subieron unas escaleras... Uno por uno, fueron duchados y llevados luego a un dormitorio... Cada esclavo se acostó en la cama y recibió un masaje con un tipo de aceite para que su piel brillara, resaltando cada curva y músculo de su cuerpo.
A continuación, los peinaron y maquillaron.. Lenta y meticulosamente los dejaron lo mas bellos posibles, mientras cada esclavo disfrutaba en silencio de las atenciones que estaban recibiendo.
Para la cena tuvieron el honor de sentarse en una larga mesa de comedor... Hacía algún tiempo que ninguno de ellos se sentaba a la mesa para cenar... Y la mayoría de ellos, provenientes de entornos pobres, nunca habían estado en un comedor tan elegante.
Cuando terminó la cena, muchos de los Amos y Amas habían comenzado a llegar... Había una gran variedad de razas y edades... Todos iban elegantemente vestidos con trajes o vestidos de cóctel.
Se reunieron en la gran sala de fiestas, en una animada conversación en la que se servían bebidas y entremeses... Camareros y camareras, con vestidos reveladores iban por la sala, sirviéndolos.
Un silencio repentino envolvió el salón cuando los esclavos desnudos entraron al unísono... Iban todos desnudos excepto por el delgado collar de esclavo con una etiqueta numerada alrededor de cada uno de sus cuellos... En total eran 30, 23 esclavas y 7 esclavos.
Fueron conducidos entre la gente al escenario que había al final de la sala... Esperaron en la parte de abajo del escenario mientras el Amo James, el que había inspeccionado a Enma a su llegada la noche anterior, subía al escenario... Con un micrófono en la mano y el foco ahora sobre él, comenzó hablar:
- “Bienvenidos damas y caballeros a la Lonja esclavista... Tenemos una excelente variedad de esclavos disponibles para ustedes esta noche... Por favor, consulte al Amo Connor para conocer cada detalle del esclavo o esclava que le interese... Los instructores también están disponibles para consultas”, dijo señalando a un hombre que estaba de pie en una cabina al lado del escenario.
“Todos los esclavos y esclavas están disponibles sin reserva... Todos han sido debidamente entrenados y carecen de identidad para poder transportarlos fácilmente... Se los presentaré ahora... Las ofertas se presentarán por escrito al Amo Connor... Una vez que los esclavos hayan sido presentados, circularán por la habitación, dándole la oportunidad de examinarlos... Nos volveremos a reunir a las 20 h. para comenzar la subasta.”
“Nuestro lote número 1, es Mei Suy, una chica asiática de unos 20 años, que sube ahora al escenario para que la vean... Fue comprada a un traficante que la iba a vender a un burdel de la costa... Procede del medio rural y ha mostrado un gran potencial y respondido bien al entrenamiento... Ella está emocionada por la posibilidad de ser una esclava de la clase alta.
La chica asiática fue bajada del escenario y se trajo el siguiente lote... Era una chica blanca del medio oeste que probablemente se fue a alguna gran ciudad en busca de fortuna y la cazaron.
Enma era el lote 17 y caminó hacia la luz del reflector cuando una belleza pelirroja bajó del escenario.
- “Esta esclava se llama Enma... Ha sido entrenada por una de nuestras entrenadoras locales, Emily Brown... Ella consintió en convertirse en esclava, tras ir de un hogar a otro cuando era niña... Tiene 18 años y está ansiosa por complacer a su Amo o Ama... Es muy hábil en el servicio oral... Y con esa breve explicación, la bajaron del escenario.
Con el foco sobre ella, no pudo identificar a nadie entre la gente... Ahora esperaba en la parte de abajo del escenario con sus compañeras esclavas mientras continuaban las presentaciones.
Una vez que terminaron las presentaciones, los entrenadores comenzaron a guiar a los esclavos individualmente hacia la multitud.
De entre el gentío, salió la Sra. Brown y cogió la mano de Enma... Ella estaba tan emocionada de ver una vez más a su Ama que casi la abrazó... Su Ama sonrió y besó, tranquilizándola... Luego la llevó hacia el gentío.
Una vez que comenzaron a mezclarse, Enma reconoció algunas de las caras, entre ellas a la joven que la había acariciado y azotado en la fiesta... Esta joven la miraba con intención de comprarla... La Sra. Brown notó que su mascota miraba a la joven y le susurró al oído a Enma:
- “Ella hará una oferta por ti y quien sabe si te comprará.”
Enma se volvió hacia su Ama y sonrió... Sería un placer servir a esa bella joven Ama, como lo había hecho el sábado anterior.
Luego, su atención se centró en los muchos Amos y Amas que se reunieron a su alrededor... Palparon mucho su cuerpo y hablaron abiertamente de sus atributos físicos... La Sra. Brown estaba cerca, respondiendo preguntas:
- “¿Cómo responde a ser azotada?”... ¿Tiene experiencia con el juego eléctrico?... ¿En qué escenarios de juego de roles ha participado?
Todas las preguntas y comentarios fueron respondidos por la Sra. Brown... Enma debía permanecer en silencio y asumiendo una variedad de posiciones que le pedían e intentó mantener la calma mientras le insertaban dedos en el coño o en el ano... Le apretaban los pechos, le estiraban los pezones y le metían la lengua en su boca... Los comentarios íntimos que hicieron sobre ella fueron desconcertantes.
Enma se mantuvo tranquila con su Ama cerca de ella... Escuchó los comentarios que su Ama y otros hicieron sobre ella y se llenó de orgullo... Parecía que su venta iba bien y que ella sería comprada por un precio alto... Su Ama había dicho desde el principio que este era el mejor sitio para venderla... Ahora, entre la cantidad de hombres y mujeres que deseaban poseerla, Enma estuvo de acuerdo en que este era, sin duda, el mejor sitio.
Las horas pasaron lentamente... A las 20 h., el Amo James subió de nuevo al escenario y dijo:
- “Como han podido ver y comprobar, esta noche hay una excelente selección de esclavos disponibles para la venta... Hemos recibido varias ofertas por escrito para todos nuestros esclavos... Ahora vamos hacerlos subir al escenario para llevar a cabo la puja final.
La Sra. Brown palmeó el culo de Enma, y está caminó desnuda como estaba hacia el escenario entre un mar de ojos... Sus compañeros esclavos hicieron lo mismo.
El Amo James continuó una vez que todos los esclavos se hubieron reunido en la parte inferior del escenario.
- “Permítanme mostrarles a todos los esclavos y esclavas una vez más, comenzando con el lote n.° 1.”
Mei Suy subió al escenario, bastante asustada por ser la primera.
“Hemos recibido 6 ofertas para esta belleza asiática... La subasta ahora es de 80,000 dólares... Si no hay ninguna otra oferta en treinta segundos se adjudicara al mayor postor.
“Lote n.º 2, Christine... Hemos recibido 10 ofertas para esta belleza que está cumpliendo su sueño de ser una estrella en el escenario... La atlética morena se sonrojó, mientras la gente se rió entre dientes por el comentario que hizo de ella viendo en qué ha terminado.
“La oferta ahora es de 95,000 dólares y si no hay ninguna otra oferta en treinta segundos se adjudicara al mayor postor.''
Pasado un tiempo se escuchó por el micrófono:
- “En el lote 17 tenemos a Enma, la esclava entrenada por Emily Brown, que tienen una reputación de excelente, y esta joven belleza está demostrando no ser la excepción... Hemos recibido 12 ofertas y la oferta ahora es de 120,000 dólares... Sólo otra esclava recibió una oferta más alta... Una belleza latina del sur de California que tuvo una oferta de 125,000 dólares.
Mientras Enma estaba de pie en el escenario, su cuerpo brillaba bajo la luz del foco... Ahora podía distinguir a algunos de sus admiradores.
Por la expresión de su rostro, Enma supo que la joven Ama había hecho la oferta de 120.000 dólares... Sin embargo, un Amo de unos 40 años, que la había examinado con detalle esta noche, competía contra la joven Ama para hacerse con ella... Se llamaba Robert.
Enma se quedó inmóvil, con los ojos bajos... Aunque daba una imagen de calma, en su interior había una tormenta de emociones... Más que nada, había excitación, mucha excitación.
Desde el principio la Sra. Brown tuvo razón sobre el carácter sumiso y entregado de Enma,.. y no se equivocó... Escuchar la guerra de ofertas para poseerla la llenó de orgullo y su coño se mojó de emoción.
Hubo un revuelo en la sala cuando la subasta alcanzó los 185.000 dólares... El hombre estaba de pie con una mirada de suficiencia en su rostro... La joven Ama consultó rápidamente con su madre.
Pasado un minuto, el Amo James, habló:
- “185,000 dólares a la una... 185,000 dólares a las dos... 185,000 dólares a las tres... Vendida por 185,000 dólares.
La joven Ama se quedó claramente decepcionada.
Enma fue conducida fuera del escenario a una habitación lateral... La subasta seguía... Esperó en silencio con sólo un asistente de pie con ella en la habitación... Su respiración se relajó después de tanta emoción en el escenario... Sin embargo, la experiencia de la subasta la había dejado increíblemente excitada y anhelaba la oportunidad de masturbarse hasta el orgasmo.
Después de unos 20-30 minutos, su nuevo Amo entró en la habitación junto con la Sra. Brown y otro Amo... Enma se puso firme, con los brazos detrás de la espalda... La señora Brown se acercó a ella y la acarició.
- “Mascota, hemos completado el papeleo y ahora eres propiedad del Amo Robert.”
El Amo Robert dio un paso adelante, miró a su nueva esclava y le dijo:
- “Bésame las botas ,esclava.”
Enma se arrodilló ante su Amo y besó sus botas... Siguiendo sus órdenes, ella se puso de pie de nuevo y volvió a su posición anterior.
La Sra. Brown la abrazó, sorprendiendo a Enma por esta muestra de afecto.
- “Te amo mascota, hazme sentir orgullosa de ti.”
Enma se puso a llorar al tener que despedirse y le respondió:
- “Gracias, Ama, lo haré.”
Miró al Amo Robert y se dio cuenta de que era guapo, fuerte y tenía una expresión dura en su rostro... Ella lo amaría y se entregaría en todos los sentidos.
La Sra. Brown la besó en la mejilla y luego salió de la habitación... El otro Amo y el asistente la siguieron.
El Amo Robert continuó mirándola y sonrió... Colocó una correa en el cuello de Enma.
“Ven, esclava, vamos a casa... Te he de anillar los pezones, el clítoris y ponerte un aro en la nariz.”
“Si, Amo... Lo que usted decida”, respondió.
Y salieron juntos de la mansión para comenzar lo que a partir de este momento será la nueva vida de Enma.
F I N