La decisión de Enma (5/6)

La Ama considera que su esclava está preparada para ser subastada por lo que hace una fiesta para presentarla y así encontrar potenciales compradores que pujen por ella.

La decisión de Enma (5/6)

Capitulo 5.- La fiesta de su presentación como esclava

Habían pasado cerca de dos semanas desde que Enma había entrado en casa de Emily Brown como invitada... Pronto su sumisión y entrenamiento por parte de la Sra. Brown fue como un reloj y por encima de las expectativas... El pasado de Enma, su vida antes de que llegara a la ciudad, quedó borrada definitivamente.

Enma disfrutaba de la atención que le prestaba su Ama... Agradeció cada instrucción y cada corrección... Ella estaba aprendiendo mucho y logrando mucho... La Sra. Brown sabía lo que era mejor para ella.

Por lo tanto, fue un motivo de orgullo para ella cuando su Ama le anunció que tenían que comenzar a prepararse para la fiesta de su ‘ presentación ’... La Sra. Brown conocía a muchas personas en la ‘ Comunidad ’ y consideró apropiado presentar a su nueva esclava... Entre los invitados también habría algunos compradores potenciales.

La Sra. Brown dejó claro a Enma que tenía que dejar una buena impresión para que todos supieran que era una buena esclava y Enma respondió:

  • “Sí, Ama... Quedará contenta y orgullosa de presentar a su esclava y mostrar la excelente preparación que le ha dado.”

La fiesta estaba programada para la noche siguiente... Al parecer, su Ama ya había confirmado la asistencia de los invitados por teléfono o correo electrónico.

Para un extraño, parecería cualquier otra fiesta privada... Sin embargo, para aquellos en la lista de invitados, una invitación de Emily Brown a una fiesta suya, sólo podía significar una cosa: mostrarles la belleza de su esclava, su entrenamiento y su próxima subasta.

Como en cualquier fiesta, lo primero que había que hacer era cuidar todos los detalles comenzando por comprar comida y bebida suficiente y variada... Y en ello invirtieron gran parte del día... No tuvieron mucho tiempo para relajarse hasta después de la cena.

La Ama le dio algunos consejos sobre cómo presentarse en la fiesta, y revisaron algunas posiciones que la expondrían mejor a los invitados... Claramente, ella debía animar a los invitados a palpar su cuerpo y también darles la bienvenida al llegar.

Ese día no la azotó... Su Ama le dijo que su cuerpo debería quedar libre de marcas, pero que sin duda recibiría un amplio castigo por parte de los invitados.

Esa noche, Enma apenas podía dormir... La emoción de estar expuesta desnuda ante tanta gente, dejaron su coño empapado todo el tiempo... Su Ama apenas la tocó, prefiriendo dejar crecer la frustración sexual de la esclava para que estuviera más caliente para sus invitados.

A la mañana siguiente, Enma estaba muy nerviosa mientras preparaba el desayuno y hacía su rutina de ejercicios... Su Ama le recomendó que no se duchara, ya que todavía tenía mucha limpieza y preparación de la casa por hacer y no debería perder el tiempo... A media tarde, cuando todo estuvo terminado le permitió comer algo.

Cuando termino, con las instrucciones de la Sra. Brown, Enma hizo los preparativos finales en la cocina... Preparó una variedad de platos principales, así como una variedad de golosinas y bocadillos... El vino estaba listo y las copas ya estaban colocadas en el salón.

Y mientras tanto su Ama colocaba una colección de paletas, látigos, abrazaderas y otros juguetes sexuales distribuidos por el salón... Los invitados debían tener todas las oportunidades para explorar a esta nueva chica... Enma miró como su Ama los colocaba, sabiendo muy bien el uso previsto de estos juguetes.

Eran cerca de las 20 h.  cuando la Sra. Brown le ordenó a Enma que se duchara, se frotara todo el cuerpo con un aceite y se pusiera el collar y las abrazaderas en muñecas y tobillos... Cuando terminó, Enma se miró al espejo y no pudo evitar emocionarse... Ella se veía genial.

‘¿Cómo podían los invitados no querer follársela, azotarle el culo o, lo mejor de todo, comprarla? ’, pensó.

Su Ama vestía un precioso vestido de cóctel... Las dos bajaron las escaleras juntas y esperaron en el salón a que llegaran los invitados.

Los primeros invitados llegaron alrededor de las 21 h... Eran una pareja de casi 50 años, que llevaban su propio esclavo desnudo con una correa.

Enma y la Sra. Brown les dieron la bienvenida en la puerta... La Sra. Brown los besó en la mejilla y les mostró a su esclava... Mientras se relajaban en el salón, Enma giró lentamente su cuerpo hacia ellos, permitiéndoles evaluarla completamente.

Los siguientes invitados llegaron poco después... Y continuaron llegando en estrecha sucesión hasta que la sala estuvo casi llena a las 22,30 h... Era una gran variedad de personas: parejas, caballeros solteros y alguna que otra dama soltera, con edades que iban desde mediados de los 30 hasta finales de los 60.

Todos eran ricos, la mayoría estaban en forma y todos iban elegantemente vestidos... Había algunos otros esclavos, incluido un esclavo desnudo -que sorprendió a Enma- porque pertenecía a un Amo y era claramente deseado para los placeres anales y bucales.

Sin embargo, a pesar de haber otros esclavos, Enma fue el centro de atracción de la fiesta... Todos la miraron y la tocaron muchísimo... La forma con la que estos extraños se acercaron y tocaron su coño la habría sorprendido hace sólo dos semanas.

La cara de Enma estaba enrojecida por el rubor... Nunca antes había estado desnuda ante un grupo de personas, a menos que fuera el vestuario de chicas de la escuela... En esos vestuarios, todas estaban desnudas pero ninguna miraba... Ahora, aquí, todo era muy diferente... Los hombres y mujeres vestidos la rodeaban y examinaban su cuerpo con gran detalle.

Con el tiempo, la ansiedad de Enma disminuyó y las manos que la exploraban la excitaron aún más... Ella sonrió y dio las gracias a su valoración, especialmente a aquellos invitados sin esclavos que eran compradores potenciales.

Le llamó la atención una mujer joven que tenía más o menos su edad... Entró a la fiesta con una pareja que parecía ser sus padres y una guapa esclava que se arrodilló a los pies de los padres.

La joven pasó mucho tiempo examinando a Enma y haciendo comentarios a sus padres... Usó la paleta en las nalgas de Enma y luego las pinzas para los pezones... Parecía particularmente complacida con los pechos de Enma.

Era evidente que a esta joven, sus padres, la estaban introduciendo en los placeres de la esclavitud femenina, y la estaban preparando para tener su propia esclava... Enma se esforzó por causar una buena impresión y se alegró de escuchar las respuestas favorables que estaba recibiendo... Claramente, esta familia estaría haciendo una oferta por ella.

La señora Brown paseaba por el gran salón, conversando con sus invitados... Ella miró a su esclava y le sonrió, confirmando que se estaba comportando muy bien... Su mascota nunca tuvo un respiro de las manos que palparon su cuerpo.

Uno de los Amos pidió permiso para azotarla, y por los murmullos en la habitación, era algo que todos estaban ansiosos por presenciar... La Sra. Brown dio su consentimiento... Pronto las manos de Enma estuvieron atadas y enganchadas a una cadena que colgaba del techo y ella, estirada y vulnerable.

El látigo golpeó su espalda con un fuerte crujido... Enma jadeó y se movió... Una franja roja brillante apareció ahora en su espalda... El siguiente golpe fue en sus nalgas y todo su cuerpo saltó.

Ese Amo se paseó a su alrededor, permitiendo que el dolor se sintiera y recorriera todo su cuerpo... La multitud murmuró su aprobación.

La azotó sin piedad y después de varios latigazos, Enma perdió el control y comenzó a llorar y gritar de dolor... Al final, el brazo del Amo estaba dolorido de darle tantos latigazos... Sin embargo, eso no era nada comparado con el dolor que estaba sufriendo la esclava... Rayas rojas rodeaban su cuerpo, por delante y por detrás cuando el Amo termino de azotarla.

No se dijo una palabra cuando Enma fue liberada y cayó al suelo... Todos los Amos y Amas observaban la cruda muestra de dolor y subyugación de la esclava y lo aprobaban.

El Amo se paró ante la esclava que yacía a sus pies... Enma se inclinó hacia delante y besó sus botas... Y de nuevo la audiencia murmuró su aprobación, r todo cuando el Amo bajó el látigo ante la boca de Enma y ella lo besó.

La Sra. Brown estaba muy complacida... Enma nunca había sido azotada tan severamente antes, pero lo había soportado bien, sin resistencia y con pleno respeto a su superior.

A Enma se le permitió descansar un momento en el suelo y el Amo desapareció entre la multitud.

Otro Amo que estaba sentado cerca de ella, admirando su ahora cálido cuerpo rojo, comentó:

  • “Sufre maravillosamente... Veamos cómo está en el servicio oral... Ven aquí esclava.”

Enma se arrastró, se arrodilló ante él y le bajó la cremallera de los pantalones... No necesitando más instrucciones... Se inclinó hacia delante, cogió su polla en su boca y comenzó a chuparla con entusiasmo, relajando su garganta para absorberlo por completo.

Con consoladores y otras experiencias recientes, se había adaptado bastante a realizar grandes mamadas... Ahora, en estado real, lamió y tragó polla, procurando darle el máximo placer.

El hombre tenía una gran resistencia y una gran longitud de polla... Sin embargo, con su técnica, despertó su enorme miembro y lo trago profundamente en su garganta hasta que disparó su semen directamente a la garganta, no dejando perder ni una gota.

A la vista de esto, otro Amo dio un paso adelante y dejo:

  • “Quiero follarla.”

Enma se arrodilló sobre manos y rodillas en medio de la habitación... Este nuevo Amo se arrodilló detrás de ella y sin ceremonias le metió su enorme polla dentro de su coño mojado.

Enma jadeó, mientras él la penetraba con furiosa energía... Llegado  a este punto, el nuevo Amo no pudo aguantar mucho... En cuestión de minutos, disparó su carga de semen profundamente dentro de ella.

Otro Amo dio también un paso adelante y dijo:

  • “Quiero probar su culo.”

Enma permaneció arrodillada mientras el siguiente Amo se arrodillaba detrás de ella... Le puso un poco de lubricante en el ano y lo frotó con sus rudos dedos... Cuando retiró los dedos, le insertó su gran polla dentro del culo de Enma.

Con un doloroso empujón, su gran polla quedó profundamente dentro de ella... Enma jadeó pero logró permanecer quieta... El Amo que la estaba usando, metía su gran polla dentro de ella con empujes largos y lentos, provocando más gemidos de la esclava que empalaba... Y, de cuando en cuando, le daba una palmada fuerte a cada nalga.

La excitación sexual en el gran salón era evidente... Amos y Amas se deleitaron con el espectáculo, acariciándose y besándose mientras miraban... Los otras esclavas y esclavos quedaron rápidamente atrapados entre las piernas de sus dueños para darles alivio oral.

El Amo disparó su carga de semen en el culo de Enma y se retiró.

Ahora se le acercaron dos Amos que sonrieron a la esclava que estaba sudorosa y dolorida arrodillada ante ellos y le dijeron:

  • “Ahora que te has calentado es hora de una doble penetración.”

Un Amo se acostó de espaldas y a Enma se le ordenó que lo montara... Ella miró brevemente a la señora Brown, quien asintió afirmativamente... Ella pasó una pierna por encima del hombre y abrió las rodillas... Sostuvo su polla tiesa  y luego se bajó sobre ella... Su coño mojado lo acogió con facilidad.

Ese Amo le sujetó el culo y le abrió las nalgas... Esto permitió que el otro Amo se arrodillara detrás de ella y, en unos instantes, estaba insertando lentamente su polla en su ano.

Los dos Amos empujaron sus pollas dentro de ella causándole una sensación intensa muy placentera y novedosa de dos pollas frotando sus entrañas... Atrapada entre ellos, todo lo que Enma pudo hacer fue permanecer quieta mientras las sensaciones se apoderaban de su cuerpo.

Sus gemidos y jadeos se intensificaron con cada embestida de los Amos dentro de ella... Sabía que se suponía que no debía tener un orgasmo sin permiso, pero ahora estaba teniendo dificultades para contenerse... Su respiración se acortó, y luego gritó en un gran orgasmo... Su cuerpo se tensó y comenzó a temblar por el placer alcanzado al correrse.

Los Amos sintieron esa tensión y tembleque en sus pollas, siendo apretadas agradablemente, y ellos respondieron, corriéndose.... Las descargas de chorros de semen dentro de su culo y su coño sirvieron para extender el orgasmo de Enma.

La multitud aplaudió y vitoreó en aprobación por esta doble follada.

A Enma se le permitió un descanso cuando los dos Amos se retiraron.

Se estaba haciendo tarde y algunos de los invitados comenzaron a partir.

La joven Ama que había examinado a Enma con detalle, le dijo:

  • “Te veo bastante adaptada a complacer a los hombres... Me gustaría sentir esa lengua en mi coño... Veamos qué puede hacer ella por una mujer.”

La Sra. Brown sonrió... Sabía más que nadie que Enma podía dar horas de placer lamiendo a su Ama.

Tras recibir esa orden, Enma se arrastró hasta la joven no mayor que ella, que ahora se sentó en el sillón y abrió las piernas... La joven pasó los dedos por el pelo de Enma y luego la miró mientras bajaba la cabeza y comenzaba a lamerle el coño.

La joven Ama se quedó sin aliento ante el placer que Enma le daba... Nunca antes le había lamido tan bien el coño... Ni siquiera la esclava de sus padres... Esta lamida que le estaba dando Enma le tocaba todos los sitios correctos... Quizá porque era el placer que anhelaba Enma... Arrodillarse ante una Ama y complacerla en todo.

La gente se puso a su alrededor disfrutando del placer sensual proporcionado por una esclava a una joven Ama... Los profundos gemidos de la joven fueron los que atrajeron a la gente.

El hecho de que la gente se acumulase alrededor de ellas, a Enma le excitó aún más, y ella intensificó sus lamidas... La joven Ama gritó cuando le llegó el inevitable orgasmo... Su cuerpo se tensó y sus piernas sujetaron a la esclava boca entre sus muslos.

Enma sonrió de orgullo por la corrida que le había provocado... La joven respiraba pesadamente y se quedó mirando a Enma arrodillada ante ella.

Más invitados comenzaron a irse de la fiesta y la Sra. Brown les deseó lo mejor en la puerta... Los padres de la joven amante recogieron sus abrigos e hicieron un gesto a su hija, que se inclinó hacia delante para besar a la esclava arrodillada entre sus piernas y le dio un beso como premio.

  • “Voy a ser tu dueña”, le dijo.

Enma le sonrió... Iba a ser propiedad de ella y tendría una hermosa y joven Ama a la que servir... Y lo más importante, había logrado lo que la Sra. Brown se había propuesto esta noche: que su esclava causara una buena impresión a todos los invitados.

Después de la fiesta, quedó claro que la subasta de esclavas no estaba lejos de realizarse... La Sra. Brown y varios invitados lo habían hablado en la fiesta... Su Ama habría estado realizando el papel de vendedora.

Ninguno sabría el resultado de la venta de la Sra. Brown y a quién sería vendida Enma, hasta tener lugar la subasta... Sin embargo, Enma se sentía cómoda... Ahora sabía que podía soportar estar desnuda y ser usada como un juguete, un animal o un objeto por un gran grupo de personas... En resumen, ella creía que era una esclava bien entrenada gracias a la Sra. Brown que la instruye muy bien.

Su Ama se lo comentó mientras yacían juntas a la mañana siguiente... Ella también estaba complacida, ya que su mascota había impresionado en la reunión en la que habrían buenos postores para comprarla.

La subasta estaba programada para el próximo sábado por la noche... La Sra. Brown se sintió muy cómoda con el adoctrinamiento de su esclava y le dijo a Enma la fecha de la subasta.

A pesar de lo que parecería ser un período de tiempo corto para prepararse, las dos durmieron el domingo hasta tarde... Se ducharon juntas y se relajaron allí, palpándose.

Enma limpió todo y su Ama le permitió renunciar a su rutina habitual de ejercicios... Ella le dijo que hizo bastante ejercicio anoche y su cuerpo necesitaba algo de tiempo para recuperarse.

Enma, que estaba realmente dolorida, lo agradeció... Las dos incluso nadaron juntas en la piscina y el agua calmó los músculos doloridos.

Era un bonito día y las dos mujeres jugaron juntas y se abrazaron y besaron mucho.

Al día siguiente volvieron a su rutina. Enma preparó el desayuno, limpió, hizo ejercicio y luego se duchó.

Cuando bajo, encontró a su Ama sentada en el salón... Ell le hizo una señal, palmeando el cojín a su lado y Enma se sentó rápidamente a su lado con las rodillas bien separadas.

  • “Estoy muy orgullosa de ti, Enma... Eres quizás la esclava más natural que jamás haya entrenado... Sé que serás feliz sin importar quién te compre.”

La señora rara vez la llamaba por su nombre... Luego pasó su mano por el pelo de su mascota y la deslizó sobre el cuerpo joven y firme.

Enma se sonrojó ante el cumplido y la Sra. Brown la miró a los ojos y le dijo:

  • “Quiero que sepas que te amo y quiero lo mejor para ti... Te encontré, te entrené y ahora te venderé... Así es como muestro mi amor... Te mereces la oportunidad de ser la posesión más preciada de alguien, ahora no se de quien.”

Las lágrimas asomaron a los ojos de Enma, que respondió:

  • “Gracias, Ama.”

  • “Voy a extrañarte, mascota”, le dijo.

  • “Yo también te echaré de menos, Ama.”

Enma no había esperado este nivel de intimidad de su Ama... Todas sus emociones y preocupaciones salieron a la superficie y fueron liberadas junto con sus lágrimas... Abrumada, se inclinó hacia delante y abrazó a su Ama, apoyando la cabeza en su hombro.

Los dos se abrazaron en silencio durante un rato, deleitándose con el abrazo... Al separarse de su mascota, la Sra. Brown comentó:

  • “No tendré muchas oportunidades de disfrutarte más, así que aprovechémoslo.”

Cogió una pala de ping pong  de la mesa auxiliar y le dijo:

  • “No quiero marcar tu cuerpo con latigazos antes de la subasta, así que no voy a azotarte más... Sin embargo, si te voy a dar una buena nalgada para enrojecer tu culo pero sin dejar marcas permanentes... Inclínate sobre mis rodillas, perra.”

Enma solía temer las nalgadas, el castigo para las chicas problemáticas... Había recibido muchas en su juventud con poco éxito por parte de su madre adoptiva... Sin embargo, ahora con su Ama, disfrutaba del calor que irradiaba su culo... Y lo que es más importante, su Ama también disfrutaba dándole fuertes golpes cuando le pegaba con la mano o con una paleta.

Todo esto pasó por la mente de Enma mientras yacía boca abajo en el regazo de su Ama... Su culo estaba muy bien levantado y vulnerable, y sus piernas ligeramente separadas por si quería tocarle el coño.

La paliza fue lenta y larga... Enma jadeó y luchó por mantener su posición... Su Ama intensificó la fuerza y ​​la velocidad a medida que avanzaba la paliza... Cuando terminó, Enma se deslizó de rodillas y cayó al suelo... Se arrodilló y besó los pies de su Ama.

  • “Gracias, Ama”, le dijo.

La Sra. Brown tenía otros planes para su esclava, pero en ese momento la excitación la superó... Se bajó y se quitó las bragas.

Con su esclava arrodillada frente a ella, separó las piernas... Luego, un simple empujón en la parte de atrás de la cabeza de su mascota y una orden, fue suficiente:

  • “Sírveme.”

Y Enma no vaciló... Lamer y saborear el coño de su Ama era una de sus mayores recompensas.

Su Ama le indicó que lo hiciera de forma lenta, sin prisas... Ella utilizó toda su experiencia durante las últimas dos semanas para asegurarse de que sus habilidades con el cunnilingus no las había olvidado... Se las arregló para provocarle dos orgasmos a su Ama antes de que ella le ordenara que se detuviera... El resultado fue que su Ama estaba jadeando y sudando y la cara de su mascota estaba cubierta por los jugos del coño de su Ama.

El resto de la tarde la pasó en el sótano... Enma fue atada con cuerdas y colgada del techo... Su Ama la dejó bien abierta, lo cual facilitó el último paso en su entrenamiento anal... Le lubricó el ano y le insertó el más grande de los tapones anales que tenía... Incluso con el estiramiento que había soportado durante las últimas semanas, sin mencionar que se la follaron en la fiesta, el tamaño de este plug anal la hizo gritar de dolor.

La señora la dejó en el sótano, atada y colgando del techo, y el tapón anal hizo que su culo fuera extremadamente sensible... Se quedó así expuesta durante unas horas, sola con sus pensamientos.

Enma pensó que así sería el resto de su vida... La usarían y luego la colgarían como un trozo de carne... Sin embargo, incluso sufriendo como estaba, no pudo evitar sentirse excitada.

Todas esas vacilaciones y dudas desaparecieron cuando su Ama bajó las escaleras para inspeccionar a su mascota... Ella era tan bella... La Sra. Brown la besó y la acarició, mientras su cuerpo se balanceaba con el toque de su Ama.

Su Ama le dio de comer algunas frutas y continuó acariciándola.

  • “¿Quieres complacerme, esclava?”

  • “Claro, Ama.”

Su Ama acarició el rostro de Enma, la miró a los ojos y le dijo:

  • “Esta es la última noche que pasarás en esta casa... Piensa en las formas en que puedes complacerme en esta noche especial.”

La Sra. Brown la besó y luego subió las escaleras... Enma se quedó colgando, atónita... le dolía todo el cuerpo... Pensaba que faltaban dos noches para la subasta, pero ahora se enteró que era su última noche con su Ama.

Estaba cerca del anochecer, aunque Enma no lo supiera, cuando su Ama la soltó... Le costó un tiempo estirar los músculos y recuperar la coordinación de movimientos.

La Sra. Brown la cogió de la mano y la llevó al salón... Mientras iban, sólo había una cosa en su mente: ¿Cómo puede complacer a su Ama en esta su última noche juntas?... Ella había pensado algunas ideas mientras estaba colgada en el sótano.

Pero su Ama había pensado en algo que no se le había ocurrido... Ella puso música lenta, se sentó en su óny miró a Enma, que estaba frente a ella en el centro de la habitación.

  • “Baila para mí, mi cielo.”

Enma se quedó atónita.. Ella no sabía bailar... Miró a su Ama, queriendo hacer algo para complacerla y temiendo su disgusto, le preguntó temblando:

  • “¿Qué quieres que haga?

Seguramente sería castigada por ser desobediente, pero no estaba tratando de ser desobediente... Ella quería complacer a su Ama pero no sabía como hacerlo y casi se echó a llorar.

Su Ama se dio cuenta y la tranquilizó diciendo:

  • “Quiero que muevas tu cuerpo al ritmo de la música para seducirme y calentarme.

Enma respiró hondo y comenzó a balancear sus caderas... Sus movimientos comenzaron de forma irregular y torpe, pero poco a poco encontró el ritmo.

  • “Muévete lentamente, cariño... Siente la música... Y mírame a los ojos... Sedúceme.”

Enma se perdió en esos penetrantes ojos azules, como le había pasado en otras muchas ocasiones... Su pecho se agitó y los pezones se pusieron tiesos... Su danza se redujo a movimientos sutiles de sus caderas y el arco de su cuerpo.

  • “Usa tus manos, querida... Siéntete a ti misma... Muéstrame y ofréceme el cuerpo que quieres que tenga para disfrutarlo.

Enma sostuvo sus pechos, apretándolos, y luego deslizó sus manos por su cuerpo... Inclinándose hacia adelante, empujó sus pechos hacia afuera mientras se frotaba las manos a lo largo de la parte interna de los muslos... Se puso de lado y arqueó la espalda... y se dio una palmada y otra en el culo, que le ofrecía.

Sus ojos nunca dejaron de mirar a los de su ama... Se miraron la una a la otra, con lujuria... La Sra. Brown estaba tranquila, sentada con las piernas cruzadas, observándola... Solo sus ojos contaban la verdadera historia.

Su esclava se estaba embriagando... Una mano fue a su sexo y comenzó a tocarse a sí misma... Su otra mano frotó y apretó su cuerpo... El baile ahora era simplemente masturbación con música.

Su Ama nunca se movió ni un centímetro... Sólo la miró fijamente mientras su mascota llegaba al orgasmo.

La música terminó y la bailarina cayó de rodillas... Sacudida por su corrida, se quedó sin aliento... Miró a su Ama, quien sólo le sonrió... Enma se arrastró hacia ella y le besó los pies.

Los besos se convirtieron en lamidas y alternaba entre los pies... Luego, besó la parte inferior de la pierna y se movió hacia arriba... No hubo una reacción aparente de su Ama, pero el calor de su piel contó otra historia... Enma besó hacia arriba y ahora movió suavemente su lengua a lo largo de la parte interna de los muslos.

La Sra. Brown señora se levantó, se quitó el vestido y también se quitó las bragas y abrió las piernas... Sin decirle una palabra, guió suavemente la cabeza de Enma entre sus muslos.

Enma había despertado con éxito la excitación de su Ama y esta era su recompensa... Le lamió su coño con lamidas largas y profundas que saboreó y provocó un gran placer en su Ama, que se resistía a correrse... Sin embargo, finalmente se rindió y su cuerpo se tensó al provocarle una gran corrida.

Luego, su Ama llevó a su mascota al dormitorio y allí hicieron el amor hasta bien entrada la noche... Dos cuerpos calientes entrelazados y empujándose juntos entre un mar de besos.

Continuará...