La decisión de Enma (4/6)

La continuación del aprendizaje de la esclava va parejo con la visita que su Ama recibe, el incremento de palizas y el viaje a una casa de campo.

La decisión de Enma (4/6)

(Para poder seguir el hilo del relato, se aconseja leer los capitulos anteriores)

Capitulo 4.- Unos entrenamientos muy diferentes.

La Sra. Brown se sentó en el sofá y abrió algunos archivos de su ordenador portátil y comenzó a revisar su trabajo... A decir verdad, le resultaba difícil para ella concentrarse, teniendo una esclava desnuda y disponible a su lado... Y también lo era para Enma... Sin embargo, como esclava que era, necesitaba aprender a permanecer inmóvil y disponible y la Sra. Brown la miraba de vez en cuando, disfrutando de la vista de este cuerpo joven y bonito.

Enma pasó más de una hora parada allí... Los músculos de sus piernas y brazos comenzaron a tensarse por el cansancio y dolor de mantener una posición quieta durante tanto tiempo... Y también le dolían los pezones por la presión constante de las pinzas que se los apretaba.

Entonces se escuchó el sonido de un automóvil entrando en el camino de entrada... Enma miró hacia el frente con nerviosismo... No debería estar desnuda en la sala de estar cuando su Ama tenía invitados... ¿Y si fuera una entrega?... Miró a su Ama para saber qué debería hacer pero no se atrevió a moverse sin su autorización, a pesar de cuánto le dolían los músculos por liberarse de esta posición.

No esperaba la orden que le dio la Sra. Brown:

  • “Por favor, abre la puerta, querida.”

Ella la miró con incredulidad... Estaba a punto de interrogar a su Ama y recordarle que estaba desnuda como si eso lo pudiera olvidar... Sin embargo, por la mirada en los ojos de su Ama, supo que era inútil.

Caminó hacia la puerta... Justo antes de llegar al vestíbulo, llamaron a la puerta... Nerviosa ocultandose detrás de la puerta tanto como pudo, la abrió y vio a un hombre bien vestido... Ella calculó que debería tener unos 40 años, pero aún tenía un buen físico... Y con su altura de poco más de 185 como mínimo, su figura era sorprendente.

No parecía estar nada sorprendido de que una joven desnuda le hubiera abierto la puerta.

  • “Tú debes ser Enma... Soy amigo de Emily, ¿puedo entrar”, le preguntó sonriéndole.

  • “Sí, claro.”

Enma se apresuró a cerrar la puerta para que nadie pudiera mirar dentro y verla desnuda... Eso sí, ella quedó completamente expuesta ante este completo extraño.

Por un momento se quedaron en el vestíbulo... Enma no supo qué decir y el hombre estuvo mirando su cuerpo y evaluándola.

  • “No seas grosera, Enma... Invita a pasar al señor Johnson a la sala de estar”, le gritó la Sra. Brown desde allí.

Enma, roto su momento de incómodo silencio, guió al Sr. Johnson a la sala de estar...La Sra. Brown todavía estaba sentada en el sofá.

  • “Harry, gracias por venir... ¿Te gustaría tomar una copa o un café?

  • “Un café.”

La Sra. Brown simplemente miró a su mascota y Enma fue a la cocina a preparar el café.

Unos minutos más tarde, cuando regresó, encontró al Sr. Johnson sentado en el sofá con su Ama... El hombre continuó mirando su cuerpo y disfrutando de sus encantos... Enma encontró esto increíblemente desconcertante, porque no sabía qué debía hacer al respecto... Dejó el café en la mesita junto a él.

  • “Vamos, siéntate, Enma”, le ordenó la Sra. Brown.

Enma dio un par de pasos hacia un lado y se sentó en el sillón frente a ellos.

  • “No seas tan descortés, querida... ¿No ves que hay un Amo y una Ama sentados en este sofá?... ¡¿Cómo podemos tocarte, si estás sentada ahí?!”

Enma se levantó y fue hacia el sofá, sentándose entre ellos.

La Sra. Brown extendió la mano para abrir las piernas de su mascota y luego la puso en la parte interna del muslo de Enma y le acarició su coño expuesto.

  • “Mis disculpas, Harry, ella todavía es un poco tímida.”

Con un gesto de la mano, le indicó que se uniera a ella y él alargó la mano para apretar uno de sus pechos.

La esclava entre ellos estaba atrapada y completamente expuesta... Lo único que podía hacer era poner los brazos a los costados y permitir que la disfrutaran.

  • “Muy bonito... Y dices que sólo lleva contigo unos días”, comentó Harry hablando con la Sra. Brown.

  • “Sí... Este es su cuarto día... Ella está yendo bastante bien... Creo que estará lista para la próxima subasta'' , le respondió la Sra. Brown levantando la barbilla de Enma para poder mirarla directamente a los ojos, mientras hablaba con el Sr. Johnson.

  • “Ella ya sabe que la venderás como esclava”, le preguntó Harry sorprendido.

  • “Sí que lo sabe... Se le dije la segunda noche”, respondió la Sra. Brown sonriendo.

Enma estaba extremadamente excitada por las caricias que le hacían a su cuerpo... Le apretaban los pechos y le insertaban dedos en el coño... Al Sr. Johnson también le gustaba lamerle los pezones continuamente, o meterle la lengua en la oreja o darle una larga lamida en el cuello... Toda esta atención, y la conversación sobre su esclavitud, la estaba conduciendo al orgasmo.

  • “Lo mejor es que nunca tuve que atarla o encerrarla, a menos que estuviéramos jugando... Ha tenido muchas ocasiones de escapar, pero ha decidido quedarse aquí y continuar su entrenamiento”, le dijo la Sra. Brown con una sonrisa malvada que decía todo sobre los juegos  que habían jugado estos días pasados.

  • “Enma sabe que ella es de mi propiedad y que estoy haciendo lo mejor para ella... ¿No es así, esclava?”, le dijo una vez más la Sra. Brown mirándola directamente a los ojos de Enma.

  • “Sí, Ama”, respondió Enma.

El Sr. Johnson casi se corrió cuando escuchó a Enma responder tan convencida de su esclavitud.

La Sra. Brown notó la tensión en los pantalones de Harry.

  • “Enma, creo que es hora de que nos muestres tus habilidades para chupar pollas... Arrodíllate y atiende al señor Johnson.”

Enma miró al señor Johnson, que la miraba con lujuria... Ella se arrodilló y comenzó a desabrocharle el cinturón con suavidad y luego el pantalón... Harry se levantó y se bajó los pantalones por debajo de las nalgas... Enma se lo quitó, lo dobló correctamente y lo dejó a un lado... Luego inclinó la cabeza hacia adelante para tomar su polla en su boca.

‘¿Habilidades para chupar pollas?... ¿Qué sabía la Sra. Brown de sus habilidades para chupar pollas? ’, pensó Enma... Sin embargo, la verdad es que no había dudado en chupar la polla a sus jóvenes novios aunque nunca había estado con un hombre con una polla de este tamaño... La idea la humedeció aún más, cuando sintió la polla empujando en la parte posterior de su garganta.

El hombre ya estaba excitado y con la polla muy tiesa y dura.

Ella alternaba entre una garganta profunda y lamerle su tronco y sus pelotas... Aparentemente, tenía algo de habilidad, ya que el Sr. Johnson pronto la agarró por la cabeza y la sostuvo con su polla profundamente dentro de su boca y le disparó una carga de semen dentro de ella.

Enma se lo tragó todo y el Sr. Johnson miró a la Sra. Brown, asintió con la cabeza y sonrió.

  • “He visto que tienes habilidad en mamar pollas... Eso está muy bien, querida, porque hará que tu entrenamiento sea mucho más fácil”, le dijo la Sra. Brown.

Enma se sonrojó por el cumplido y se sintió algo avergonzada por todo esto... Permaneció arrodillada ante ellos y observó una sonrisa en ambos rostros que le indicaban que estaban complacidos con ella, lo que la hizo muy feliz.

Los dos reanudaron las caricias de su cuerpo, evaluándola y juzgando sus reacciones... Enma sacudió su cuerpo, resistiendo el toque de su cuerpo, pero no se atrevió a moverse para escapar.

  • “Creo que deberías organizar una fiesta... Ella necesita sentirse más cómoda, hasta que se acostumbre, si muchas personas la miran y la tocan”, le dijo su amigo Harry.

La Sra. Brown había notado claramente su malestar al palparla el hombre.

Enma se estremeció ante la idea de estar desnuda en una fiesta, llena de gente, todos con derecho a tocarla incluso de la manera más íntima... Y sin duda, la utilizarían para tener placer sexual delante de todos.

- “ No sé por qué está tan nerviosa... Tiene un cuerpo muy bonito y es una esclava muy natural... Debería estar orgullosa de mostrarse ante un grupo de Amos y Amas y ya ves como su cuerpo ha reaccionado cuando hemos hablado de esto”, observó la Sra. Brown.

“He estado esta mañana trabajando posiciones y sus límites al dolor... Quizás deba trabajar aún más sus habilidades para el placer... Me ha demostrado que utiliza bastante bien las manos y la lengua para dar placer... Por las noches, en la cama, ha demostrado que aprende rápida todas las técnicas... Contigo aquí, ha reaccionado muy bien para complacerte y como habrás visto se ha tragado todo el semen que le has tirado en su boca.”

El Sr. Johnson asintió... Siempre fue un placer acudir a la llamada de su amiga Emily Brown cuando entrena a sus nuevas esclavas... Estas hermosas mujeres jóvenes podrían ser explotadas de muchas maneras y siempre estaba con ganas de disfrutar con ellas... Sin embargo, esta era muy especial porque no lo hacía por temor a un castigo duro, sino por puro placer y amor a su Ama y al mundo al que la estaban introduciendo

  • “¿Te gustaría continuar ahora, Harry, o prefieres dejar pasar algo de tiempo para recuperarte?... Tal vez deberíamos comer, y luego puedes seguir disfrutando con la esclava”, le dijo la Sra Brown.

  • “Creo que será mejor dejar pasar un tiempo para coger más fuerza y poder follar duro a esta esclava”, le respondió.

Él y la Sra. Brown continuaron hablando mientras Enma preparaba la comida... Y una vez puesto en la mesa, Enma se arrodilló en su lugar habitual junto a su Ama... Esta expresión natural de servidumbre impresionó al Sr. Johnson.

  • “Sé que Enma no es virgen, pero no creo que se la hayan follado mucho y tenga demasiada experiencia... ¿No es verdad, mascota?”, le preguntó su Ama.

  • “Sí, Ama... No me han follado mucho.”

  • “¿Cuántas veces te han penetrado?”

  • No estoy segura, Ama”, le respondió Enma sorprendida por la pregunta.

  • “Contesta... ¿Cuántos chicos te han penetrado?'', le volvió a preguntar la Sra. Brown levantándole la barbilla y mirándola a los ojos.

  • “Tres, Ama”, le respondió un tanto avergonzada por revelarle cosas tan íntimas.

  • “¿Te follaron varias veces cada vez?

  • “Mi primer novio sólo me penetró una vez... El segundo varias veces

y el tercero era un amigo de mi novio, al que me prestó.”

  • “¡Qué maravilla!... Ya te estaban utilizando para disfrutar con tu cuerpo”, dijo la Sra. Brown sonriendo de alegría... Una vez más, su comportamiento de chica caliente era un motivo de orgullo ante su Ama.

El Sr. Johnson escuchó este interrogatorio y vio a la esclava responder a su Ama... Esto hizo que su polla se pusiera tiesa y lista para bombear una segunda carga a esta joven zorra.

  • “¿Alguna vez te han metido una polla por el culo, querida?”

  • “No, Ama.”

  • “Hoy, el Amo te va a dar por el culo”, le dijo la Sra Brown mirando sonriendo a Harry, quien también sonrió y asintió.

  • “Vamos arriba, al dormitorio, ¿de acuerdo?”

Subieron las escaleras juntas, con Enma a la cabeza, principalmente para que su Ama y su invitado pudieran disfrutar de su culo exhibido ante ellos... La Sra. Brown incluso comentó sobre la firmeza que tenía su culo.

Enma siguió caminando en silencio... Empezaba a comprender que era un objeto de belleza y sus Amos tenían derecho a valorarla, y ella debía aceptarlo sin decir palabra... Estaba aprendiendo a enorgullecerse del placer que los demás obtenían al mirar su cuerpo y disfrutar de él.

Al llegar al dormitorio, Enma fue empujada hacia atrás sobre la cama... Se estiró y esperó a que el señor Johnson se desnudara... Su Ama se sentó en el borde de la cama y acarició el pelo de su mascota

El Sr. Johnson se subió encima de ella y empujó sin ceremonias su polla dentro de ella... Enma jadeó por la repentina penetración... El tamaño y el grosor de su pene la sorprendieron... Nunca antes había sentido algo así... Las pollas de sus novios y sus folladas eran superados por el tamaño de esta polla y la intensidad de la follada que le estaba dando el Sr. Johnson... Los ritmos de sus embestidas eran duros y constantes, y todo su cuerpo se movía con cada embestida de su gran polla dentro de ella.

Su Ama simplemente miraba a los ojos de su mascota y continuba acariciando su pelo... La mirada de Enma se movió entre la Sra. Brown y el Sr. Johnson... Ambos se deleitaron con sus gemidos mientras el Amo aceleraba con sus embestidas... Todo el cuerpo de Enma temblaba y sus pechos rebotaban con el balanceo de su cuerpo.

Enma vio la mirada de placer sexual de su Ama, que disfrutaba como ella estaba siendo follada y respondía caliente a las embestidas de polla dentro de su coño.

El Sr. Johnson estaba a punto de correrse... Su respiración se estaba haciendo más corta y sus embestidas eran más largas y profundas... Su cuerpo se tensó y ella levantó el culo para recibirlo... Él empujó todo lo que pudo y disparó su carga de semen profundamente dentro de ella.

Con toda su polla dentro de su coño y presionando su clítoris, Enma se corrió también.

El Sr. Johnson se derrumbó encima de ella, y se quedaron juntos un momento recuperando el aliento, con su polla descansando dentro del coño de Enma.

La Ama continuó acariciando a su ahora sudorosa mascota... Luego se inclinó hacia adelante y besó a su esclava diciéndole:

  • “Muy bien, mascota... El Sr. Johnson estaba en completo control jodiéndote... Te has comportado muy bien.”

Harry sacó la polla de dentro del coño de la esclava y se relajó en la cama junto a la Sra. Brown, mientras Enma permaneció de espaldas, con las piernas abiertas... Ella sabía que no habían terminado con ella.

La Ama metió la mano en su coño abierto por la follada, empujando sus dedos hacia adentro y hacia fuera... Luego sacó los dedos y los llevó a la boca de Enma, que los lamió con la mezcla del semen del Sr. Johnson y los flujos de su coño.

El Sr. Johnson acarició sus pechos y pellizcó sus pezones... Como había indicado su Ama, era muy excitante ser compartida por una Ama y un Amo.

Por todo lo acontecido, la Sra. Brown necesitaba desfogarse... Se quitó las bragas, se levantó el vestido y luego se arrodilló junto a su mascota, inmovilizándola contra la cama... Luego bajó, su coño a la cara de Enma... La expectativa estaba clara... Enma comenzó a lamer el sexo de su Ama como una gatita hambrienta devorando leche tibia.

La parte inferior del cuerpo de Enma estaba completamente expuesta... Esto le sugirió al Sr. Johnson coger un consolador de encima de la mesita de noche y sumergirlo en el coño de Enma... La sensación de tener su coño otra vez lleno, mientras su boca se llenaba con el coño de su Ama, la excitaba.

Todo lo que necesitaba era llenar su otro agujero... Eso pronto sucedió porque sintió que el tapón anal era empujado contra su estrecho agujero y ella facilitó la inserción... Enma habría gritado de placer si no tuviera la boca llena.

Harry continuó metiendo y sacando el consolador, rápido y lento y la Ama no dejaba que la lengua de la esclava saliera de su coño mojado.

La Ama tuvo un orgasmo y sostuvo firmemente la cabeza de la joven en su lugar para chupara todos sus jugos... Sabía que Enma podía lamer durante horas y provocarle orgasmos múltiples... Y eso era  exactamente lo que quería.

Cuando el temblor de su tercer orgasmo disminuyó, soltó a su mascota y se bajó de su cara.

Para entonces, la gran polla del Sr. Johnson estaba nuevamente tiesa... Su resistencia para un hombre mayor de 40 años nunca dejó de impresionar a Emily... De hecho, tenía la combinación perfecta de energía sexual y experiencia, que es lo que a ella le atraía y lo buscaba para para que follara a sus nuevas esclavas.

Para sorpresa de Enma, le quitaron el tapón anal... Sin embargo, pronto comprendió por qué se lo quitaron.

Se le ordenó que se volviera... La Sra. Brown se sentó contra la cabecera frente a ella y separó las piernas... Como era de esperar, la cabeza de Enma fue empujada hacia la entrepierna que esperaba para reanudar la lamida de su coño.

Mientras tanto, Harry le levantó el culo para que ahora estuviera arrodillada con las rodillas separadas y el culo levantado... Su orificio anal, que había sido dilatado por el plug anal, era todo una invitación a ser penetrado... Y Harry le metió su gran polla dentro de su culo con un sólo empujón.

El dolor fue intenso y Enma no pudo evitar gritar... En el transcurso de los últimos días, su ano se había abierto, pero no estaba preparada para tener una gran polla y menos aún, metida de esa manera.

Sin embargo, no se le dio la oportunidad de protestar... La Sra. Brown rápidamente presionó la cabeza de su mascota contra su coño, que la esperaba ansiosa de nuevo... Mientras, el Sr. Johnson comenzó a empujar su virilidad en su recto de manera lenta, pero constante.

Lentamente, la presión de la gran polla en sus paredes internas tuvo un efecto que no habría imaginado hace una semana... A Enma le empezó a gustar y movió su culo al unísono de las embestidas... Y también le excitaba las palmadas que recibía en sus nalgas.

Por encima de ella, Harry se inclinó hacia adelante y besó a Emily... Sus lenguas se entrelazaron y disfrutaron del momento.. Sus respiraciones eran irregulares, mientras sus cuerpos disfrutaban de las sensaciones provocadas por esta joven esclava atrapada entre ellos.

Como ambos se habían corrido antes, pudieron aguantar mas tiempo... Harry fue el primero en correrse, disparando una carga de semen dentro del culo de Enma... Y al ver la tensión en su rostro, mientras su esclava gemía en su coño, la Sra. Brown inmediatamente le siguió con otra corrida que sacudió su cuerpo.

Los tres se derrumbaron exhaustos en la cama y se quedaron allí un rato para recuperar fuerzas.

A Enma se le ordenó que se duchara primero, mientras su Amo y su Ama continuaban descansando... Luego, Harry se dio una ducha y cuando salió, Enma lo secó... La suavidad de sus manos deslizándose sobre su cuerpo le habría provocado inmediatamente una reacción si él no hubiera estado ya muy agotado.

Por último, Emily entró a la ducha y su mascota también la secó.

Ya eran cerca de las 20 h. y ambos Amos decidieron relajarse con una cena... Enma, la preparó.

Durante la cena, la Sra. Brown y el Sr. Johnson reanudaron su conversación sobre la preparación de Enma y otros asuntos... Ella no dijo nada mientras estaba arrodillaba al lado de su Ama.

Después de la cena, Harry tuvo que irse... Él y la Sra. Brown se besaron y luego se fue.

La Sra. Brown decidió que quería relajarse en la terraza trasera... Ella le dijo a Enma que le vendría bien un baño para relajarse y estirar los músculos... Ella asintió y pronto se sumergió en la piscina... Su Ama se acostó en una tumbona del jardín para mirar a su mascota nadar.

Se acostaron temprano esa noche... La Sra. Brown ya no tenía energía para mucho más... Enma tampoco, pero tenía poco que decir al respecto... Las dos mujeres se abrazaron y se palparon.

Antes de que se quedaran dormidas, la Sra. Brown besó a su esclava con mucha pasión y le susurró al oído:

  • “Hoy lo hiciste muy bien, esclava... Estoy muy orgullosa de ti... Lo único que quiero es que no se repita el incidente de los azotes de esta mañana... Así que mañana, después de tu ejercicio y ducha, quiero que me pidas que te azote.

Por más aterrador que sonara, las únicas palabras que resonaron con Enma fueron: ‘ Estoy muy orgullosa de ti’ ... No quiso que nada más interfiriera con eso y le respondió también con un susurró:

  • “Sí, señora... Se lo pediré si es lo que desea.”

Luego ambas se quedaron profundamente dormidas.

El día siguiente comenzó con la rutina establecida: desayuno, limpieza, ejercicios y ducha.

Sin embargo, a medida que avanzaba la mañana, Enma se puso cada vez más nerviosa... No había olvidado las instrucciones que anoche le dio su Ama... Cuando salió del baño, estaba visiblemente temblando.

Suspiró aliviada cuando vio que su Ama no estaba en el dormitorio... Sin embargo, sabía que este no sería el final... Claramente, su Ama quería que el acto fuera más deliberado y prolongado.

Enma cogió el látigo con las palmas abiertas y bajó las escaleras... Encontró a su Ama en la sala de estar... Se paró ante ella un momento, reuniendo el coraje para completar la instrucción que le habían dado... Se arrodillo y le ofreció el látigo a la Sra. Brown, diciéndole:

  • “Por favor, Ama, azóteme... Por favor.”

La Sra. Brown cogió el látigo y sonrió respondiéndole:

  • “Sí, querida... Es importante que una esclava sea azotada con regularidad... Inclínate sobre esta silla, por favor.

Enma obedeció y se preparó para recibir los latigazos.

Después de la paliza, la Ama simplemente le ordenó a Enma que lo dejara donde estaba para el próximo azote.

El día continuó con una variedad de instrucciones... Enma se insertó el tapón anal y la Ama aprovechó al máximo a su mascota desnuda... Sin embargo, la mayoría de estas instrucciones eran de carácter doméstico: cocinar, limpiar, cómo dirigirse a los invitados, etc.

En todo momento, la Sra. Brown le recordaba a Enma sus deberes principales y cómo presentarse... Ella se puso de pie, se arrodilló, se sentó y se inclinó como su ella le indicaba... Y mientras aprendía todo esto, la Sra. Brown le apretaba los pechos, le insertaba dedos en el coño y todo tipo de degradación sexual se convirtió en la norma.

Los días siguientes transcurrieron de la misma manera... Ella servía a su Ama de forma sexual y también domésticamente... Y su Ama la azotaba cada vez con más dureza... Se familiarizó con todo tipo de torturas y restricciones... Aprendió a aceptar cualquier cosa y no se atrevió a resistirse a nada.

Si alguna vez dudaba de sí misma, sólo tenía que mirar a los ojos de su Ama y ver su sonrisa... La Sra. Brown estaba claramente complacida con su mascota y la animaba a cada paso.

Y el amor y las caricias constantes la atrajeron más... Amaba a su Ama y añoraba cada oportunidad para saborearla y complacerla... Ver, una noche, a su Ama con un gran consolador con correa para follarla, hizo que se entregara a todo lo que ella quisiera hacerle.

La atención constante tuvo el efecto deseado... Con el tiempo, Enma se volvió insensible a su tratamiento... Ahora ella encontraba completamente natural que la usara de cualquier manera.

Un día Enma estaba emocionada cuando la Sra. Brown le dijo que iban a hacer un viaje de un día al campo... Al parecer, ella tenía unos amigos a los que quería mostrarles su nueva mascota.

Enma se puso uno de sus vestidos... Éste era lo suficientemente corto como para permitirle a su Ama acceder a sus pechos y sexo muy fácilmente... Ahora se sintió extraña llevar ropa... Recordó cómo debía sentarse y estuvo en un estado de excitación constante mientras viajaban.

Llegaron a una gran casa de campo en medio de la nada... La Sra. Brown inmediatamente le quitó el vestido a su mascota y lo arrojó al interior del coche... Quería que su esclava fuera presentada correctamente: desnuda y con las manos a la espalda.

Una pareja de unos 50 años, los señores Moore, las recibió en el porche... Dieron una cálida bienvenida a la Sra. Brown y luego volvieron su atención a la esclava desnuda.

  • “Entonces, esta es Enma, de la que tanto nos has hablado”, dijeron.

El Sr. y la Sra. Moore continuaron evaluándola, pasando sus manos por su cuerpo y rodeándola... Hicieron varios comentarios a la Sra. Brown, todos positivos... Enma estaba orgullosa de causar tan buena impresión para satisfacer a su Ama.

Entraron en la casa y la conversación continuó sobre el estado de su entrenamiento... Nunca se dirigieron directamente a Enma, aunque se la mencionaba constantemente en tercera persona... No hace falta decir que Enma no se atrevió a decir una palabra.

Enma se arrodilló en la sala de estar entre el sofá y la silla, en la que estaban sentados su Ama y sus anfitriones... La pareja continuó acariciándola y Enma se dejó hacer todo lo que quisieron.

Sólo se sobresaltó cuando una mujer desnuda entró en la habitación y tomó pedidos de bebidas... Estaba desnuda a excepción de tacones altos, ataduras y un collar.

Enma no pudo evitar mirar a esta hermosa mujer de veintitantos años, estatura alta, constitución atlética, pechos en forma de copa y cabello largo y rubio... Ella sabía que debía mantener los ojos bajos en señal de sumisión, pero la emoción y curiosidad de ver a otra esclava, era mayor que esa voluntad y deseo de sumisión.

El tema que hablaron fue de una carrera de algún tipo... Y dadas las miradas a Enma y a la otra esclava, era evidente sobre quiénes iban a ser las participantes.

El grupo caminó hacia la parte trasera de la casa... La Sra. Moore le dio algunas instrucciones a su esclava, a quien finalmente se dirigió como Megan... Siguiendo las instrucciones de su ama, Megan cogió de la mano a su compañera esclava y ambas fueron conducidas a un gran cobertizo.

Caminaron hacia una colección de carros rickshaws, o sea carros de dos ruedas con tracción humana, como Enma había visto en algunas zonas turísticas de la ciudad... Fueran lo que fueran, la Sra. Moore selecciono dos carros... Megan sacó uno del cobertizo y Enma, el otro.

Sus dueñas las esperaban, cada una de ellas con una fusta en la mano... Igual de inquietantes eran las colas de caballo con tapones anales en las manos del Sr. Moore.

A las esclavas se les proporcionaron zapatillas para correr, lo que confirmó que sería una carrera real en lugar de un simple juego de ponis.

Cuando las chicas terminaron de atarse los zapatos, se les ordenó que permanecieran inclinadas... Sin sorpresa para ninguna, les lubricaron el culo a ambas y les insertaron los tapones anales... Las colas de caballo se agitaron entre sus piernas cuando las chicas se pusieron de pie.

Luego fueron amarradas a sus respectivos carros... La facilidad con la que Megan se dejó atar reveló lo acostumbrada que estaba a estos juegos de ponis... Esto puso nerviosa a Enma... Ella iba a competir con un pura sangre.

El toque final fue una pieza decorativa para la cabeza y además les colocaron bocados de goma en la boca presionando la lengua y las encías... Luego, las dos Amas se sentaron en sus respectivos carruajes.

Para beneficio de Enma, se permitió que las chicas ponis calentaran... Enma aprendió a girar y a controlar su ritmo basándose en el tirón o la tensión de las riendas.

Una vez que las ponis estuvieron listas, fueron llevados a una pista que serpenteaba a través del campo... Se alinearon una al lado de la otra... El corazón de Enma ya latía rápido por la emoción y los nervios... Quería hacerlo bien por el orgullo de su Ama.

El Sr. Moore izó una bandera de carrera y gritó:

  • “Preparados... YA.”

Con un latigazo en sus espaldas, Enma se puso a correr... Luchó al principio, ajustándose al peso y su propio esfuerzo para correr lo más rápido posible... Megan llevó a su Ama a una ventaja temprana, pero Enma se esforzaba por alcanzarla... Los continuos latigazos a lo largo de su espalda que le daba la Sra. Brown le recordaban que rendirse no era una opción.

Megan corría relajada sabedora que Enma no era rival para ella... Corriendo al máximo, Enma recuperó terreno en línea recta pero cuando entraron en la recta final, las Amas, conociendo la fatiga de sus esclavas, las incitaron más y los azotaron generosamente... A 100 metros para el final, Megan aceleró al máximo y dejó atrás a su rival, entrando en la meta...  Con esta oleada final, Megan arrastró a su Ama a través de la línea de meta a un largo de carro por delante de su joven rival.

Ambos esclavas se quedaron sin aliento cuando pasaron la línea de meta... Las Amas los recompensaban con caricias... Emily calmó a su mascota con ánimo por ser su primera carrera y hacerlo con mucha entrega... Luego, las soltaron de sus arneses, les quitaron el tocado y las colas de caballo.

Antes de que se la llevarán para lavarla, la Sra. Brown le susurró al oído a su mascota:

  • Esta era la primera vez que corres y lo has hecho contra un pony campeón... Sin embargo, la próxima vez que pierdas una carrera, serás castigada con severidad”... Enma asintió con la cabeza en señal de reconocimiento.

Con una palmada en el culo, las esclavas fueron dirigidas a la parte trasera de la casa... Luego se les ordenó que permanecieran de pie con las piernas abiertas y las manos detrás de la cabeza.

El Sr. Moore recogió una manguera de jardín y luego las lavó sin más ceremonias... El agua estaba fría y sus cuerpos se tensaron en respuesta a ello... Les ordenó que se girasen poco a poco para asegurarse que el agua llegara a todo el cuerpo.

Una vez que quedaron limpias las mascotas, el grupo caminó hacia el patio.

La Sra. Brown y sus anfitriones se sentaron a la mesa con una cena ligera mientras sus esclavas se arrodillaban a sus lados... Después de la cena, los propietarios continuaron su conversación durante un rato en el salón, y luego Emily decidió que necesitaba emprender el camino a casa.

Enma recibió instrucciones de besar los pies de sus anfitriones, lo que hizo con humildad, y luego se fueron... Ella se vistió en el coche cuando salieron del camino para coger la carretera que les llevaría hasta la casa de su Ama, la Sra. Brown.

Continuará....