La debilidad de la carne (2)

La debilidad de la carne II

La mañana siguiente desperté ansioso, después de despedir a mi esposa con un beso en la entrada, cerré la puerta. Espere hasta escuchar el sonido de su auto arrancar y desplazarse.

Entonces camine a las escaleras y empecé a subir, había escuchado la ducha en el cuarto de baño cuando mi esposa y yo bajábamos, ahora estaba apagado, estaría la puerta de la habitación de mi suegra abierta?, estaba muy ansioso. Había visto muy arrepentida a mi suegra la noche anterior, acaso su sentimiento de culpabilidad le había ganado a su deseo, esperaba que no fuera así.

Subí las escaleras, Allí estaba mi madura suegra parada, su bata estaba abierta mostrando sus grandes senos y sus exuberantes caderas, su cabello se encontraba mojado peinado sobre su espalda, ella untaba lentamente polvo para bebe en su piel húmeda. Ella levanto la cabeza y me miro.

"Si mi hija llegase a sospechar algo, todo se acabara" dijo simplemente

"Por supuesto, puedo entrar?" respondí

Ella cabeceo afirmativa y tímidamente.

Entonces camine hacia ella, tome su hermosa cara entre mis manos y la bese en los labios., recorriendo su cabello mojado con mis dedos.

Entonces tome el polvo para bebe de sus manos y le dije "Permítame que yo haga esto"

Lo rocié levemente, primero uno de sus senos luego el otro con el polvo, luego tome uno de sus sabrosos senos en mi mano y lo acaricie, sus pezones se pusieron duros rápidamente ante mi caricia, incline mi cabeza y deslice mi lengua sobre este.

Mi suegra gimió.

Hice lo mismo con su otro seno, luego le quite la bata de sus hombros, esta cayo perezosamente al piso, entonces girándola la puse de espaldas a mi, contemple su espalda y sus redondas nalgas, acerque mi dura verga contra estas, frotándola suavemente, estaba utilizando un pequeño pantaloncillo corto que contenía dentro mi durísima verga.

Con una de mis manos baje mi prenda, mi verga salto libre completamente dura en toda su extensión. Mi verga gimió de nuevo al sentir mi dura carne contra sus nalgas.

"Vaya a la cama y acuéstese de espaldas" le indique

Mi suegra se giro y me miro insegura, sin embargo hizo lo que le indique, cuando su redondo y maduro trasero quedo expuesto ante mi, me incline y metí mi lengua entre sus piernas, justo en la entrada de su vagina, estaba muy mojada, chupe suavemente su clítoris hasta que estuviera cerca de regarse, entonces me detuve, levantándome acerque mi dura verga colocando la cabeza de esta en la entrada de la raja de mi suegra.

"Oh yerno, yo nunca lo he hecho así" gimió mi suegra

Acaricie su espalda mientras le decía que se relajara, empecé a frotar la cabeza de mi verga contra la entrada de su madura raja, ella gimió de excitación, entonces empujándola fuertemente la hundí en su interior, mi suegra gimió aun mas fuerte al sentir como la llenaba completamente con mi erección, me incline adelante mientras la penetraba frenéticamente, "Esto se llama la posición trasera o el estilo del perrito" le susurre al oído, mientras ella continuaba gimiendo de placer.

"Ahora quiero que usted se toque mientras me la cojo" le indique

"Como, que quiere me toque?" pregunto inexperta

"Su clítoris, cerca de donde esta mi verga, acaricie su clítoris con su dedo" le indique de nuevo

"Oh yerno, yo nunca he hecho eso" respondio entre gemidos

"Suegra recuerda usted va a hacer muchas cosas que nunca ha hecho" le dije

Lleve una de mis manos a su raja y estimule su clítoris, mostrándole la manera en que debía hacerlo. Mi suegra gimió aun más intensamente al sentir mi caricia.

"Cuando quite mi mano, usted hará lo mismo con la suya" le hable

MI suegra obedeció, podía sentirla tocarse mientras le metía toda mi verga, la sujete por las caderas y empecé a bombearla aun mas fuerte, sacaba y metía mi verga de su raja acoplándome aun delicioso ritmo que la llenaba de placer.

Ella inclino su cara y la enterró en la cama, mientras gemía fuertemente, sus gemidos eran cada vez mas fuertes, parecían gritos de placer, mientras me la cogia y ella estimulaba su clítoris con el dedo. Finalmente cuando sentí que ella estaba en la cúspide del placer, moje mi dedo índice con mi saliva y lo metió en su trasero. Mi suegra gimió aun mas alcanzando un intenso e inconfundible orgasmo.

Mi suegra se dejo caer en la cama, yo me deje caer sobre ella, con mi verga aun enterrada en lo profundo de su caliente raja,

"Es lo máximo" gimió "Nunca había sentido algo tan intenso ni tan placentero"

"ME hace muy feliz que disfrute tanto señora" le dije y la bese en el cuello.

"Si pero ahora quiero que usted también termine yerno, mire como tiene su pene de duro" me dijo

Girándome me di vuelta quedando boca arriba, mi suegra se movió sentándose sobre mi, lentamente metió mi verga en su apretada raja. Esta llego a ser una de las posiciones favoritas de mi suegra. Entonces lentamente empezó a cabalgarme subiendo y bajando con su raja apretando deliciosamente mi verga, no sabia porque pero encontraba su envejecido cuerpo tan atractivo, las arrugas en este me excitaban mucho, sus senos se columpiaban al ritmo que subía y bajaba sobre mi verga.

Levante mi cara y empecé a chupar sus deliciosos y grandes senos mientras me cabalgaba, mi suegra gimió, mientras me decía "OH si yernito chupelos, me encanta"

Sentí como su vagina empezó a apretar aun mas mi verga provocándome las mayores sensaciones que jamás hubiera imaginado, mi suegra gemía alcanzando un nuevo orgasmo entonces gemí

"OH si suegra estoy por acabar"

"Oh si yernito acabe, acabe, lléneme con su leche caliente, lléneme con su juventud" suplico entre gemidos.

Dispare toda mi caliente y espesa leche en el interior de su vieja raja, cerré mis ojos gozando de placer, continué metiendo y sacando mi verga dentro de esta hasta que mis huevos quedaran completamente secos.

Al terminar de gozar, abrí mis ojos para encontrarme de nuevo con la mirada de mi suegra, su rostro mostraba toda la satisfacción y el placer que había recibido entonces me dijo:

"Me encanta cuando hace eso"

Yo la abrace contra mí, sus enormes senos chocaron contra mi pecho, mi verga aun se mantenía completamente dura dentro de su mojada raja.

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