La Dama del Agua

mitad humana, mitad pez dentro del agua, mitad ángel al verla... y solo mujer al poseerla...

La Dama del Agua

Una noche tan hermosa…, como son todas en este paraíso terrenal, un lugar cerca al mar, donde caminar por el acantilado o por la arena es sumamente glorioso, la arena tibia en los pies o en el día en el islote donde encuentras toda clase de criaturas de mar, mis tesoros, que a veces parecieran cargadas de magia; son en gran parte las piezas fundamentales para mis pinturas…. No logre conciliar el sueño, con las manos en el bolsillo, sin zapatos, rozando el agua de mar, la brisa perdió su fuerza y extrañamente el oleaje nocturno disminuyó, dejando descubierto casi totalmente el islote, que usualmente en las noches no es posible ver ya que luce solamente como una sombra

En ese mágico momento una melodía impecable en su composición, con la intensidad de un ángel, con la fuerza del mar… y la hermosa luna al ocultarse parcialmente ha jugado a mi vista una visión… mi cuerpo petrificado… no da crédito a la imagen indescriptible en el islote… una… dos no eran tres figuras de inigualable belleza, sus cabellos dorados resaltaron, al devolverme la luna un rayo de luz, su piel solo comparable con la perfección de la porcelana… sus formas y… mi estupefacción me jugo una mala pasada caí estrepitosamente, produciendo que esos maravillosos seres salieran directo hacia las olas… la noche volvió a ser la misma, sin más melodía que las olas de mar… si mas compañía que la luna y la brisa nocturna

Con esta bella imagen regrese a dormir, tratando de darle sentido a mi visión… no podía creer en estos seres mágicos… mitad mujer, mitad ángel, mitad pez… algo en mi repetía una sirena… eso respondería perfectamente el color azul plateado de sus colas que logre ver antes de caer, suena imposible…, a la mañana siguiente apenas salio el primer rayo de sol pude hacer los primeros esbozos de esos seres de excepcional belleza… pero era casi imposible no estaba seguro de haber visto la mitad pez, y ese resplandor ¿serían alas?... lo único que tenía imborrable era su dorada cabellera

Pasaron varias noches sin saber exactamente que fue lo que mis ojos vieron… escuche versiones de la gente del lugar y mencionaban historias sobre las Ondinas , de características similares a mi visión… quería volver a verlas… hasta que una de tantas noches, una de las figuras, apareció en el islote… sin pesarlo mucho me acerque sigilosamente… pero dirigiste tu mirada, tu melodiosa voz, me hacía perder la realidad… alucinando fantasías… intensas, inexplicables

El tiempo en el islote parecía haberse detenido, sus ojos azules como el mar, su mirada enigmática, sus voluptuosas formas hicieron nacer en mi interior una llama ardiente de deseo, y como si su melodía me lo pidiera me acerque lo suficiente… tan cerca rose sus labios, la bese, sus besos eran profundos, embriagantes, podía tocar la suavidad de su piel, olvidando su misteriosa aparición y como de una mujer se tratará, pero el momento estaba lleno de energía, su brillo angelical, sus ojos de cielo… sus labios suaves y deliciosos ahí en medio del islote

Mi instinto seductor, sin pensar con quien estaba, solo trataba de poseerla… era demasiado bella para ser mujer, me producía demasiadas sensaciones para ser real… era mágico el momento… me hechizaba… me perdía en sus besos, mis manos recorrían su piel delicadamente… explorando su belleza interminable

No se quien eres, de donde eres ni nada de ti, pero quiero enredarme en tu piel, con pinceles dibujar el contorno de tu cuerpo y resaltar con besos tu figura, envenenándome con el dulce sabor de tu piel, con tu sabor a mar… hipnotizado por tu figura

Dispuesto a todo, te tomé en mis brazos y ahí mismo en ese maravilloso lugar… en mi pequeño paraíso terrenal… pensaba en poseerte… pero mis instintos por momentos salvajes, por momentos perdidos en tu belleza apasionante eran controlados por tu música la cual estaba en todo el ambiente… porque tus labios permanecían sellados o llenando de besos mi rostro

Mis labios iniciaron el recorrido de tu rostro, tus labios rojos y sensuales… tus mejillas sonrosadas, tu cuello espigado… el delicioso perfume de tu piel… hice a un lado tus cabellos dorados y deslizándome suavemente desde tus hombros pude dar el primer paso a la irremediable perdición de poseerte…, rozando con mi lengua la sombra oscura de tus senos, y con mi otra mano despojaba la sedas de tus vestiduras, como que de un ángel se tratará, tus ropas caían sin ataduras recorriendo las hermosas curvas de tu cuerpo… tu canto me pedía gritos poseerte.

Tu cuerpo grácil lo levante en mis brazos con ternura, para posarte sobre tus ropas, me quedé ha observar tu belleza sin igual, en ese momento deseaba tanto tener mis pinceles en las manos para grabar en lienzo la porcelana de tu piel… pero no creo encontrar pintura que dibuje tu belleza… que pueda plasmar tu imagen incorpórea… como los hombres de mar, me vi perdido en tu belleza… pero en un segundo todo cambio… la música se hizo estruendosa mis oídos no lo soportaban, comencé a enrollarme en mi cuerpo, sintiendo un dolor insoportable como si me atacarán, desde muy dentro… tus dulces ojos se dirigieron a los míos y sin mediar una sola palabra pude entender lo que decías, el amor humano esta prohibido para seres mágicos como tu… me gritabas en el interior -huye de aquí-, podía ser muy peligroso en esos momentos... salí del islote… la mar se puso brava… los oleajes rompían con toda la ira posible en el islote… poco a poco te deslizaste entre las olas como si volarás… como si de un pez se tratará… siempre como si fueras parte de esa singular belleza de las olas… ya lejos desde mi ventana… te perdiste entre las olas… un sentimiento profundo de vació… una desolación infinita… mi piel impregnada de tu aroma, mi corazón deseando tu presencia… deseaba ir al mar y perderme entre sus olas hasta encontrarte de nuevo… pero el oleaje incesante, los vientos incrementaron su fuerza… parecía haberse iniciado una tormenta… extrañamente por esos lugares no suele verse tan enfurecida a la mar… recordé tus palabras -ahora es peligroso

Al, día siguiente muy temprano, recorrí el acantilado, el islote dos días de extrañas visiones, toda la playa en busca de una seña de algo que pudiera haber alimentado mi visión… un señor entrado en años noto mi desesperación… se acerco a mi y pregunto- no busques a las bellas señoras del mar, ellas te encontrarán. Casi sin habla, y con palabras entrecortadas le dije- ¿de que habla? ¡¿Sirenas? no existen!... él soltó una risa cómplice- ayer lo vi por el islote, en las noches solo las sirenas con alas cantan esa melodía hechizante… me aleje, pensé que tenía que estar bromeando o tal vez su edad? Todo esto me estaba haciendo centrar mi atención en esos seres mágicos mis pinceles no dejaban de bosquejar su bella imagen

Una vez más… la espera interminable… noches y días sin verlas hasta que después de un largo tiempo al llegar la noche, me acerque y como si su música me lo pidiera estabas ahí, sin esperar te bese, tus besos eran profundos, embriagantes, podía tocar la suavidad de tu piel. Como que de una mujer se tratará, pero el momento estaba lleno de energía, su brillo angelical, sus ojos de cielo… sus labios suaves y deliciosos ahí en medio del islote… tan cerca de ella, y de pronto una vez más sorprendido su cuerpo de sirena, no era más que la suave tela de un vestido y su resplandor eran unas alas… que desaparecían al contacto, se acerco a mi… me rodeaba… su forma de actuar ahora denotaba mucha curiosidad, se acerco me tocaba con sus manos era tal ágil y ligera que sentía como si sus manos pudieran cubrir todo mi cuerpo… sin palabras… todo era mágico… y sin previo aviso… esta vez pidió más… sus manos me desnudaron, su cuerpo se entrego por completo… perfecto, con líneas que solo un pincel puede dibujar… sus pechos redondos… pezones turgentes… me atrajeron… pude besarlos… el sabor saldo del mar impregnado en la piel… delicioso hechizante… esta vez no dejaría que te vallas… mi deseo era incontenible tenía que poseerte

Bajo el claro de luna, el mar recogido… la melodía envolvente… que sin mover tus labios emitías… tu calidez a pesar que salías del agua… tan vulnerable, tan suave, tal dulce como un ángel, una niña tan mujer… pero a la vez intensa… tan sensual… despertabas en mí, instintos tan intensos que el hombre no conocerá jamás con el amor humano… recorriendo tu cuerpo con mis besos pude sentir el latido incesante de tu corazón, podías ingresar en mi cabeza y acrecentar mis deseos… más.. y más… tus senos me enloquecían, me deslizaba por tu vientre… tu hermosa piel bronceada, de exuberante belleza de mujer… podía tocar tus formas hasta llegar…a lo mas profundo de tu ser… sentía como tu cuerpo respondía no con gemidos, si no con jadeos que los podía escuchar en mi cabeza… abriendo tus piernas, como una flor abre sus pétalos, su perfume de mujer… mi lengua húmeda recorrió tu entrepierna sorbiendo el delicioso néctar que derramabas de tu interior, disfrutabas de los placeres humanos, aunque para tu naturaleza mágica era prohibido, urge con mi lengua, recorriendo cada rincón… con mis dedos suavemente, recorrí el camino hacia lo más intimo de una mujer… mi diosa mágica te llame, la humedad de la noche y la calentura de sentirte solo mía… me estaban causando una erección indescriptible… te deseaba intensamente, poseerte una y otra vez… tu cuerpo no se resistía… una vez que tu entrepierna estaba delirante, me erguí, con una mano en tu pecho, y la otra, ayude a mi miembro, a introducirse en tu ser… suavemente… despacio… disfrutando cada segundo… deslizándome hasta tocar el fondo… al sentir tu interior caliente, húmedo, glorioso… arqueabas tu espalda… tu placer aumentaba con mis movimientos… suaves, rítmicos… aumentando su intensidad, terminando en pequeñas estocadas, cada vez más y más, tus senos duros danzando al vaivén de mis caderas, tu cuerpo exigía más, delirante, podía verte humedecer tus labios, que se secaban por los jadeos… deslizándome suavemente hasta llegar a tus labios, nos besamos, entrelazando nuestros cuerpos como lo hacían nuestras lenguas… rodamos en la arena, momentos soportando todo el peso de tu cuerpo grácil… tus formas enloquecían mi cuerpo, que respondía con el incesante vaivén de mis caderas… no podía resistir más había deseado tu cuerpo… poseerte durante todos este tiempo… pero con envites más intensos… logre arrancar de tus labios no palabras pero si gemidos reales de mujer… sin magia… solo tu placer… eso aceleró el final… y derramando en tu interior el producto de mi placer… me besaste… mordisqueando mis labios, mi cuello hasta lograr arrancar un gemido hilarante… extasiado caí vertiginosamente a un lado tuyo….

Mis latidos parecían sacar de mi pecho al corazón… tu a mi lado jadeante… te levantaste… besándome los labios pude entender tu pedido… pero mi cuerpo no respondería instantáneamente una nueva faena entre tus piernas… como si supieras exactamente lo que pensaba… repetías de eso me encargo yo… dejaste que recuperará el aliento solo por un instante… te posaste de mi como abeja en la flor… de solo sentir tu piel cerca deseaba poseerte nuevamente… pero hacia falta mas que instintos… hacía falta… el mágico poder de una ondina… seres mitológicos

mitad humana,

mitad pez dentro del agua,

mitad ángel al verla

y solo mujer al poseerla

deslizabas tus labios, de besos calientes, hacían estremecer mi cuerpo, y a su vez tu melodía como ingresándome en la piel, tus besos devolvían a mi cuerpo la virilidad, la potencia… como si pudiera poseerte mil veces mas… sin sentir mi cuerpo cansado… estos sentimientos recorrían en mi interior… mi señora del mar estaba dándome parte de la magia de su ser… sus besos húmedos lograban hacerme delirar… y ahora me harían delirar por un placer mortal… sus labios rojo intenso se posaron… jugueteando con su lengua… como ingenuamente lo hiciera… hasta deslizarlo en su boca… pude sentir claramente la presión de sus labios… levantando enérgicamente mi miembro, duro listo para que sus labios le dieran el mas puro placer… como inyectando mágicamente mas y más… mi cuerpo deseaba esos labios… me perdía entre la humedad de su boca… ni en el sueño más osado habría logrado obtener una nueva erección tan rápidamente… solo en los años cuando era todavía un adolescente, pero a la vez, el solo disfrutar de una mocita tan joven, en una noche de plenilunio… era perfecto… un placer tan mortal

Esos momentos entre sus labios, hicieron volar mi imaginación, logrando imaginar el paraíso de donde podía venir mi hermosa doncella… en las profundidades del mar… no se si eran sueños o ella dibujaba en mi cabeza su paraíso, mientras me daba placer con sus labios… un lugar con maravillosas doncellas… todas como bellas princesas deseosas de placer humano… pero algo en mi interior me sobresalto deseaba ese placer mágico pero solo de ella, una vez más deseaba poseerla, así que desperté del éxtasis provocado por sus besos, la tome entre mis brazos, la bese apasionadamente, nuevamente mortal.... nuevamente mía, con caricias humanas, la tome levantando en el aire, sus piernas en mis hombros, cogido de sus caderas, mientras sus manos rodeaban mi cuello… una sola estocada… y luego el vaivén arqueaba su cuerpo, deseoso de placer… gimiendo una y otra vez… podía sentir discurrir entre mis piernas, los néctares emanados de la lujuriosa unión… sus gemidos mas que eso alaridos de placer… mis piernas fuertes… mis brazos apretaban su cuerpo… haciéndolo gozar… hasta sentir doblegada su fuerza… hasta hacerla gemir… viendo rodar por sus mejillas unas lagrimas tan mortales como el placer provocado… las pulsaciones de su interior, hicieron que mi miembro no soportará tanto placer haciéndolo derramar todo su contenido nuevamente en su interior

Suavemente la deslice, posándola en la arena… me recosté a su lado… como de una doncella se tratará… la bese dulcemente… sus labios me devolvieron muchos besos… y sin un adiós… sin una palabra, el oleaje nuevamente incesante y desapareció entre las olas… sin dejar un rastro….

Regrese a mi casa… y durante noches enteras espere por ella… no regreso jamás… podía escuchar su música a lo lejos… pero a veces parecían lamentos y no la melodía que había conocido, que me hizo enloquecer… conversando con pescadores y gente lugareña… contaban historias de las ondinas… que raptaban a humanos para poseerlos… porque las jóvenes ondinas eran ardientes y deseosas de placer humano, los llevaban a las profundidades y mientras eran jóvenes, los retenían en su mundo… no eran inmortales pero vivían muchísimos años más que los humanos… y manteniendo su belleza juvenil… aunque para cautivar a los humanos siempre envían a la mas joven y bella ondina… que poseía a su amante hasta adormilarlo y llevarlo a su mundo… los hombres embelezados por su belleza… olvidaban su mundo y se dejaban arrastrar por lo deseos carnales que ellas les ofrecían, pero pasados los años lo regresaban a su mundo… donde después de mantenerse joven los años lo abrumaban en un solo día… y muchas veces morían solos, ya que no había nadie vivo que lo conociera… las ondinas a veces buscaban hombres jóvenes… pero también llevaban hombres experimentados… y de apariencia fuerte… porque les gustaba ser poseídas por amantes incansables… nunca supe porque la ondina no me llevo a su mundo mágico… o si había alguna historia no conocida… no la imaginada por lo hombres

Espero os guste es relato

mujer_mar226@hotmail.com