La dama de blanco

Un joven, intrigado por las anécdotas de su pueblo comienza a investigar algo llamado la dama de blanco sin saber lo que era

Todo comienza con un joven en la biblioteca pública de su cuidas, estaba buscando información sobre una historia llamada la dama de blanco, en su pueblo siempre había existido y tenía confirmaciones de varias personas de habían estado con ella era una mujer alta, con un lindo cabello, ojos claros, y un cuerpo entre lo cotidiano, lo que más le interesaba a José está la otra parte decían que brillaba con una luz tenue y cuando la miran se encontraban hipnotizados por ella

  • otro día perdido, no encuentro, nada

  • está investigación, no lleva a nada

  • debería desistir

Al mismo tiempo que José decía eso una joven se acerca a el preguntando...

  • Que te pasa chico

  • nada no encuentro una información y llevo días buscándola

  • Es sobre la dama de blanco

  • si como lo supiste

  • La mayoría de los hombres, busca información sobre ella

  • y alguno a tenido éxito

  • Jiji, no para nada

José ya estaba algo cansado

  • muchas gracias señorita, voy a retirarme

José se levantó de la silla, antes de que pudiera retirarse, la joven hablo

  • Un consejo ella sale en las noches, por los bosques cerca del pueblo, jijijiji

José se quedó sorprendido como ella sabía eso, en ningún libro aparece esa información pero antes de decirle algo, sonó un ruido, José volteo la cabeza a ver qué había pasado, pero no era nada grave, solo un montón de libros que se cayeron, volvió a girar la cabeza hacia donde estaba la joven y no había andien se había esfumando pero en la mesa había una tarjeta a las 2am en el lago fuera de la cuidad

José penso que diablos había pasado, tal cual como dijo la tarjeta Jose salido de la cuidad, esperando la hora indicada frente a ese lago espero por hora y horas y nada ocurria

  • esta chica me engaño, paga pasar frío en el medio de la nada

  • mejor me retiroPero antes de salir del bosque, en todo el señor del lago empezó a brillas una luz completamente blanca caminando sobre el lago, se iba a acercando a dónde estaba José

Eran tal cual las historias, del pueblo, sin ni siquiera mirar los ojos de aquella joven ya estaba hipnotizado por ella, José no podía hacer nada más si no mirarla con ternura y devoción, poco a poco, hasta que estuvo de frente a el, la chica levanta una de sus manos, tocando la cara de José, su piel era indescriptible, era suave, era lo único que podía describir, los ojos de ella se quedaron impactados en José, sin poder hacer nada se perdió en ellos, daban una gran tranquilidad

La chica, le toma la mano, y comenzó a caminar hacia el lago nuevamente, José no podía resistirse, y la siguió sin pensarlo, ambos comenzaron a caminar sobre la superficie del agua, con una si una tela los mantuviera flotando, caminaron durante unos minutos hasta llegar a una pequeña cascada, la cuál atravesaron ambos.

Se alejo un poco de el al terminar ese último beso, a su vez le dió una tímida sonrisa a José, levantándose en el.proceso

José sabía cómo no podía emitir no una palabra, sus labios no respondían a sus órdenes, solo a las órdenes de ella, solo con un pequeño gesto le pidió que se levantará y la siguiera, el cuerpo de él hizo exactamente lo que ella ordenó, ambos salieron de la casita, hasta un especie de altar de piedra, le pidió que se sentará ahí José sin poder hacer mucho lo hizo, nuevamente paso lo mismo que en la casita, esos besos eran cada vez más apasionados, más sensuales, en un momento José recupero un poco la sensación de los músculos, pero no huyo, solo empezó a tocarla, deseo de saber cómo era toda su piel, y eso hizo, pasando sus manos por su espalda, su cadera, hasta sus nalgas, al llegar ahí la.levanto un poco para acomodarse mejor

Ella respondió de la misma manera acercándose más al cuerpo de José

El, papadeo unos instantes, y al volver abrilos ambos estaba desnudos, pero como eso era posible, ella, sin mediar ninguna palabra, empezó a manosear el cuerpo de José por cada rincón y él hizo exactamente lo mismo

Dándose cuenta que empezaron a caer pequeñas gotas del lubricante de ella, encima de su bulto ya completamente exitado, esas gotas eran cálidas, como si nunca antes hubiese sentido eso

Ella, al darse cuenta de eso, agarró el bulto de José colocándoselo entre ambos labios, con la punta hacia afuera, y empiezo a moverse a la vez que se besaban apasionadamente, el movimiento que ella hacia era, desde la base hasta toda la punta, José podía sentir cuando llegaba hasta su entrada, pasando por su clítoris, el seguía tocandole le cuerpo, no podía para de hacerlo su cuerpo se lo exigía, era algo que por más quisiera evitarlo, ella se detuvo un momento, se.levamto un poco viendo con el bulto de José estaba a todo lo que daba, eh inclusive ya la cabezita estaba rozada del roze, ella apoyo uno de sus brazos en Jose y con el otro fue rozando toda la punta del bulto por todos los rincones, al terminar de hacer eso, solo lo puso en su entrada y haciendo un pequeño empujón hacia abajo, entro completamente

Su cuerpo se arqueo un poco hacia atrás mientras con sus gestos le dió a entender soltaba un gemido, el cuál no se pudo oír nada apesar de eso, José se detuvo unos instantes esperando que ella se, al recomponerse.le.toco un poco la cara, sonriendo, a los pocos instantes se movió de arriba a bajo, con una intensidad, mediana, José la agarro por la cadera, con cada golpeteo, de ambos, José podía verla disfrutar, sus ojos brillaban más, su piel se volvía más suave, de un momento a otro se apoyo en el cuerpo de José, solo moviendo la cadera de hacia ambos lados, haciendo pequeños círculos, José sentían como el lubricante de ella corría por sus huevos, estaba sumamente calenté, sabía que no aguantaría mucho más si ella seguía así, pero se di cuenta que ella tampoco las paredes se iban cerrando, cada vez más y cada vez el calor era mayor, se separó un poco.

Apoyando ambas manos en el pecho de José, empezó a moverse a todo lo su cuerpo le permitió, las piernas temblaban ya sabía que estaba corriendose, Jose tampoco aguanto mucho más, afincó la cadera de joven hacia sus piernas, a medida que sentía el calor subir por todo su bulto, hacia la punta, corriendose dentro, ambos cayeron desmayados.

Luego de unos instantes,se levantó un poco sonrió, tímidamente, y ae acerco a su oido

  • Volvernos a vernos

Antes de que José pudiera decir algo, ya se encontraba nuevamente en el lago.....