La curiosidad no mató al gato, sino la satisfació

Observé como entre la multitud de canales, me di cuenta la variedad de sexo que hay, de todo tipo de razas, con animales, con objetos, con violencia extrema, con eses e incluso observé la cantidad de canales que había de homosexuales.

La curiosidad no mató al gato, sino la satisfació a la gata

Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatárosla.

Ante todo me debo disculpar, pues no siempre puedo responder a todos los que me habéis mandado vuestro email, pero os aseguro que los leo con el mayor de las satisfacciones y os contestare, en la manera de lo posible. También me debo disculpar, por todos aquellos que me quieren poner en contacto conmigo, sobre todo cuanto enciendo el Messenger, pero os comento que me es imposible contestar a todos, aun más cuando aumentan el número de pestañas elevándose. Os recordaré que soy una ardiente chica del sur de Andalucía, de 23 años, morena, de ojos castaños, de 1.75m de altura, 90/59/88 aprox., y bisexual. Me considero una chica simpática, abierta (a veces muy abierta), extrovertida, atractiva, inteligente, en otras palabras una sin vergüenza integral, muy buena gente, simpática y bastante loca... vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato (joder, pido algo más de 15 minutos…). Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico de una chica de mi edad (tengo una manera especial de ver la vida). Me gusta salir, hacer locuras, aunque me sea difícil de reconocer que me gusta beber demasiado (joder, no soy alcohólica… pero debería controlarme). Si queréis saber más sobre mí, me lo pedís por email.

Lo que hoy os voy a confesar, me ocurrió hace aproximadamente tres o quizás ya haga cuatro años. Os debo mentar que por aquel tiempo, estaba acabando mi carrera y no tenía ninguna asignatura pendiente, pues los que me conocen opinaban que soy un "cerebrito", sin querer ofender (dicen que era una buena estudiante, de las que apenas necesitaban estudiar, por el mero echo de que con solo ponerme la noche anterior ya tenía suficiente). Aunque la cierta verdad, muchos de vosotros pensáis que las chicas guapas no tenemos cerebro, que eso lo dejamos para la casa, pero bueno eso no viene al caso. Aunque mis padres opinaban que por mi condición y mi clase no debía de trabajar, o al menos de algo que no fuera referente a mi carrera o condición, pues era denigrante y humillante. Haciendo reseña en mas de una ocasión a la herencia que me dejo mi abuelo, de la que opinan que siempre que me la administrara como es debido sin derroche alguno, podría vivir bastante bien sin apenas esforzarme en la vida. Pero no quería depender ni de ellos ni de la herencia, por lo que estuve en una serie de empleos que como os he comentado a pesar de estudiar, aprovechaba mi tiempo libre en buscar un empleo a modo de ganar dinero, por ese tiempo recuerdo que iba a muchas entrevistas de trabajo que incluso mi agenda estaba repleta de visitas, junto a algunas a notaciones y al final de está algunas de mi experiencias.

Pero en verdad todo surge a raíz de una petición que hice a mi padrino, referente a la posibilidad que me encontrará un piso (eso sí tuve que recordarle una serie de favores que me hizo en su día, pero no quisiera entretenerme más de lo necesario), le comenté entre otras cosa que era por poder tener mi ansiada independencia. Aunque todavía no era definitiva mi estancia allí, pues hasta que no tuviera acabada mi carrera y un trabajo estable o al menos que pudiera pagar mis futuras facturas (ya sabéis comunidad, agua, luz, etc.). Mis pensamientos era que aún debía de vivir con mis padres al menos hasta final de año, obviamente choca con la idea de independizarme pero aun me convenía que fueran ellos quien de momento pagara mis facturas, ya sabéis quien aún me dieran de comer, que pudiera lavar mi ropa y por que no plancharla, y sobre todo y lo más importante la factura del móvil. Aunque eso significará, que continuaran sobre todo en las noches, que se colarán a optadillas en mi habitación, de manera que pudiera satisfacer sus más bajos instintos. Bueno voy a lo que realmente nos importa, todo surgió a través de esas iniciales noches solitarias, en la cual me quedaba algunas noches a pasarlas en mi piso, como ya os he comentado. Aunque si es cierto que prácticamente lo tenía vacío, a pesar de tener cuatro cosillas lo justo para poder sentarme y poder hacer algo.

Aprovechaba el tiempo, en medir las habitaciones, la cocina o el baño, bueno en general el piso al completo, volcando tal información en el autocad (un programa de diseño con el cual planifico su decoración). Me había llevado como era costumbre el portátil de padre, obviamente me lo hacia dejado, pero la cierta verdad es que ya estaba aburrida de tanto dibujar, por lo que comencé a bichear por la red, entrando en foros de todo tipo cayendo al final en los que se referían a sexo. Comencé a buscar cualquier cosa relacionada directamente o indirectamente con el sexo, entraba en portales de Cam disfrutando de unos y otras, o incluso en páginas de relatos eróticos (

www.todorelatos.com

por ejemplo), todo por pura curiosidad. Recuerdo que comencé poniendo en el buscador google, nombres u objetos relacionados o proporcionen placer, encontrando algunas páginas con artículos de lo más explícitos los cuales su lectura no sólo me pusieron a 100 sino que aumento aún más mi curiosidad. Os admito que no se como me surge la idea de ir a uno de estos establecimientos, sobre todo con la idea inicial de comprar un juguete de esos, pues la verdad aunque observando chico objeto por la pantalla, se veía de lo mas satisfactorio por no decir otra cosa.

Aunque si os debo ser sincera, yo misma me ingenie mi propio amante, uno que me satisficiera sin que pudiera decir palabra alguna, sin que se cansara antes que yo y sobre todo que no me humillara. En cuestión me compre primero un desastascador de color negro, cuyo mango lo formaba en su parte superior mas ancha continuando esta con una serie de protuberancias, que con solo verlo y sentirla en la mano casi me viene, la verdad me costo semanas encontrar uno como el que tenia en mente (más tarde me compre un segundo). Luego en una farmacia me compre una vaselina para facilitar la penetración sin dolor alguno, la primera idea fue comprar la vaselina de agua pero por su alto precio, me compre una más normal y de esta manera, me sirvió para ser utilizada para ambos orificios. Continuo, una vez en mi piso me desnude y sabiendo que estaba sola, me duche más por estar más fresca, y sentándome sobre el bidet me unte aquel líquido frió y viscoso por mis orificios. Nada más levantarme, pegué mi desatascador en el suelo de manera que estuviera en un lugar limpio y amplio, al tiempo que me coloque sobre este acabando por arrodillarme lentamente, pues temía que me pudiera producir daño (joder, es muy frió meterte algo sin vida).

Nada mas estar sobre este objeto, pues sentía ese extraño material duro sobre la entrada de mi orificio vaginal, para después de varias intentonas (os debo admitir, mas por miedo), me lo fui introduciendo al tiempo que soltaba gritos de placer alternándolos con jadeos de satisfacción, ya ni me acordaba cuando fue la ultima vez que sentí algo parecido. Pero a medida que fui sintiendo como eso me entraba, me detenía para volver a repetir la misma operación pero ahora hacia arriba… hasta notar como casi me salía. Comenzando a marcar mi propia penetración, cabalgando sobre ese objeto mientras me acariciaba, sentía la dulzura de mis manos en mis pechos, magreándolos e incluso pellizcando mis pezones para luego llevármelos a la boca, no solo para besármelos sino hasta mordérmelos notando lo duro que estos estaban.

Después de varias horas de embestidas vaginales y alcanzando varios orgasmo, me lo saque para repetir lo mismos pero ahora por mi orificio anal, hasta quedarme de lo mas satisfecha de mi silencioso y servicial "amigo". Pero pasado varias semanas, me compre otro repitiendo mi orgía pero esta vez siendo dos los objetos que me proporcionaban placer, repitiendo lo inicial, baño, vaselina y colocación de juguetes, continuando por colocarme a cuatro patas, colocándome como una perrita… y no mejor dicho, ser mi propia perrita.

Os cuento como jugué con ellos o mejor dicho como ellos lo hicieron conmigo, pegue uno de estos desatascadores al suelo mientras el segundo lo pegué a la pared, colocándome entre ambos sintiéndolos en la entrada de mis orificios, para ser yo misma quien los voy introduciendo, primero el de mi orificio vaginal y continuo con el de mi orificio anal (joder, casi pierdo el conocimiento al penetrarme ambos). Lo que si os juro, que al principio cuando tuve los dos introducido al mismo tiempo casi me desmayo, comencé muy despacio marcando yo misma el ritmo y las pautas (aunque os debo de confesar, que echaba de menos que no fuera mas humano), acelerando a medida que mi cuerpo lo pedía alcanzado con ellos satisfactorios orgasmos, continuando hasta quedar totalmente exhausta, tendida en el suelo e incluso con ambos desatascadores, aun introducidos en mis orificios. Recuerdo como por error, en un momento llevada por el éxtasis, me introduje de forma accidentada y de forma involuntaria, los dos desatascadores al mismo tiempo en el mismo orificio (Dios, que dolor), al principio no os lo recomiendo sino tenéis una buena dilatación, pero quizás podría ser por lo malita que estuve ese día, que después de varios minutos comencé a cabalgar sobre mis juguetes, hasta la extenuación total. Bueno pero después de navegar, entrando en diversas páginas y portales eróticos, observando la cantidad de juguetes eróticos, que me podrían proporcionar no solo noches de placer sino, yo misma proporcionar placer alguna que otra amiga.

La idea de comprarme uno de estos artilugios, rondaba por mi cabeza cada vez con más fuerza. La cuestión era si seria capaz de poderlo comprar una vez llegara la ocasión, por haceros a la idea, en una ocasión me acerque a un kiosco comenzando a bichear entre revistas, cogi una revista porno entre otras mas normales y usuales con la intención de comprarla, la vergüenza se apodero de mi en ese momento, tanto que me fue imposible llegar a comprarla. Lo cierto que llevaba varias semanas de sequía (pues no tenia novio y nadie más me tocaba por extraño que parezca), como decía mi amiga Andrea, la cierta verdad es que llevaba semanas a pan y agua… me explico para los durillos de memoria, que no había follado. Y tenía esa ansiedad de tener a un macho cerca (ojo, panda de cabrones, que se lo que estáis pensando…). Pero la causante en ese momento fueron mis hormonas, las cuales me estaban jugando una mala pasada. La primera vez que entre en un sex show estaba de lo más nerviosa, recuerdo que mediante Internet buscaba las que hubiera en Sevilla, observando que más de alguna tenía página Web la cual entraba con satisfacción, pues me servían como referencia a mi interés por ellas, la cual no se por que motivo aumentaba mi curiosidad.

Recuerdo que muchas de ellas era por la zona del centro, una de ellas aproveché mi estancia por el centro, en una de mis entrevista deseaba entrar en esa empresa de momento entraría de becaria y una vez allá acabado la carrera entraría con un contrato. Por mi forma de vestir os aseguro que era para haber salido contratada (os aseguro que en ese momento me hubieran contratado, pues iba seguro de vuestro agrado). Como salí temprano de está, mi intención no era regresar a casa tan temprano más por no encontrarme a mi padre, por lo que tras haber entrado en algunas tiendas pase por el pasaje llamando mi atención aquel letrero el cual hacia referencia a dicho establecimiento. La verdad aunque temerosa no me lo pensé dos veces entre en dicho pasaje, observando como había dos, uno de una presentación impecable e incluso con cristalera y el otro demasiado modosito por no deciros tenebre, me decidid por el primero. Tras pasar por la puerta que mi primera intención era no dar demasiado la nota, mirad como fue la cosa que la dichosa puerta tenía colocada una de esas campanillas que suenan nada más entrar, quedándose el personal presente mirándome.

Mi primer pensamiento fue que coño hacia yo allí, mientras notaba las miradas de todos aquellos hombres en mí. Para no dar aún más la nota camine hacia el fondo de la tienda donde había cientos de revistas de todo tipo, por lo que comencé a recorrer los pasillos de está que estaban con estantes con dvd, y dirigiéndome hacia un lado donde las paredes había estanterías y vitrinas ocupadas con objetos para el placer. Observé como al fondo de está entraban algunos hombres por una puerta en la cual en su parte alta se podía leer cabinas de visionado. Me sentía muy nerviosa, e incluso una extraña sensación que jamás la había sentido, hasta notaba mis braguitas húmedas pero ignoro sí era motivo de placer o de orina causada por los nervios. Acercándome a uno de estos estantes pude admirar la cantidad y variedad de miembros, de diferentes tamaños, formas y colores. Recuerdo que dirigí una de mis manos temblorosa y sudorosa hacia uno de ellos, al tiempo que por el rabillo del ojo me di cuenta que un hombre se dirigía hacia donde yo estaba.

La verdad no le di mayor importancia pues pensé que este pasaría de largo, por lo que cogi ese objeto y sentí tal el estremecimiento en ese momento, que tuve que cerrar mis piernas más por pura inercia. Al tiempo que se me erizaba los vellos, sentí ansiedad una falta de aire inexplicable, un dolor en el pecho, una sudorización excesiva (joder, en segundos pase de tener mucha calor a sentir un frió helado… en nada de tiempo), e incluso me sentí ruborizada fue la consecuencia de tener un inmenso orgasmo, tan grande que tuve que presionar fuertemente mis dientes, a modo de evitar gemir allí mismo. No os podría ni acercarme a explicaros lo que sentí en ese momento, por mucho que quisiera, pues ese preludio fue tan grande y tan profundo, que hasta me hizo perder el equilibrio, llegando a marearme dando un par de pasos hacia atrás. Como una bala por un presentimiento, dirigir una de mis manos con disimulo hacia mi pubis, tocándome inicialmente por encima de mi falda, pues era tal el flujo que sentía en ese momento que ignoraba sí era flujo o sí me había orinado encima. Era la primera vez en mi vida hasta ese momento, que había tenido un orgasmo tan intenso, como explicaros que fue como un subidon de adrenalina, que no tuve momentos premenilares sino directamente el orgasmo.

Al tiempo que presionaba ese objeto entre mis dedos, mantuve mis ojos cerrado mis ojos (joder, no me preguntéis que sentí, pero lo que sí os juro que fue inexplicablemente). En ese preciso momento caí en ese hombre el cual caminaba hacia mi, dándome cuenta que se encontraba detrás mía, en esos momentos de trance se había aprovechado, colocándose primero junto a mi pasando minutos después, a ponerse por detrás. Me comentó que por la expresión de mi cara, por como el color de mis mejillas hubiera jurado, que había tenido un orgasmo. Su voz me sobresalto inicialmente, sintiendo como un pellizco en mi corazón, pero me dejó totalmente avergonzada, por lo que si os digo que solté rápidamente ese objeto… aun mas os afirmo, que más rápida abandone aquella tienda. Llegué a casa a tan calorada, sudorosa y excitada, que sin llegar a cerrar la puerta con pestillo me metí en la ducha, con la esperanza que entrara mi padre a restregarme con su "manopla". Lo que sí os afirmo, que me lleve semanas recordando gustosamente aquellos momentos, pasando por mi cabeza aquel hombre y que hubiera pasado sí yo no hubiera huido, llegando e intruso a trajinar como sería mi próxima visita.

Pensamientos aún lo eran más, llevaba bastante tiempo que en mis noches ya no había sexo al menos de forma inesperada, brusca y en contra de mi voluntad, aunque eso sí esto sólo ocurría al principio hasta que me iba acomodando a este extraño aunque conocido familiar. Poco a poco mis intromisiones en dichas páginas eran más continuas, me introducía en páginas como enfemenino.com,

www.jugutes.es

, www.eltocador.com o incluso en www.exther.com donde me sugerían que artilugio me recomienda, y como debía de usarlo para una mayor satisfacción e higiene. Donde al final acababa masturbándome con la funda del escalímetro, e incluso el tubo de las fundas de las agujas de cloche de mi abuela, a la cual se la cogí sin que esta se diera cuenta, introduciéndome una de estas como una loca o incluso ambas al mismo tiempo.

Bueno como os iba contando, recuerdo que tenía la agenda llena de entrevistas de empleo, una de estas semanas en cuestión, tenía varias de estas entrevistas por la zona del centro en especial en la calle Cuna cerca de la calle Sierpes. No era por ser de mal agüero, pero el haber salido demasiado temprano de esta no pintaba nada bien, por lo que camine en dirección a la Campana más por poder hacer tiempo, llamando mi atención de nuevo un cartel indicador, el cual indicaba el sex show del pasaje, mi primer pensamiento fue continuar caminando más por idea de acercarme a una tienda de lencería, ya sea la que esta en la Plaza del Salvador o la de calle Franco (Lencería Domínguez, es donde suelo ir e incluso a día de hoy día). Pero nuevamente llevada por la curiosidad pues es más fuerte que mi voluntad, entre en el pasaje hacia la tienda, donde una vez en la puerta entre en su interior, observando está vez que había tanto chicos como algunas chicas algo que me asombro, me fije bien en la tienda donde mi imaginación con dichos juguetes, podría hacer mis noches más placidas.

Observé a un chico el cual nada más mirarme me sonrió, caminando este hacia el fondo de la tienda, pasando a través de un arco y girando hacia la derecha, mi curiosidad me hizo seguirlo observando que tras ese arco, solo había un largo pasillo franqueado por puertas, desapareciendo este por alguna. Mi ignoraría mezclada con mi curiosidad, me hizo tomar la decisión de averiguar que había tras estas puertas, pero mi curiosidad aumento aún más cuando en lo alto del pasillo se podía leer zona de visionado solo para hombres (machismo total). Recuerdo que eché la vista hacia atrás, observando que nadie se había percatado de mi, con cautela me fui adentrando por dicho pasillo donde las puertas estaban cerradas y de estas salían extraños ruidos, mi curiosidad por saber que coño había detrás aumentaba al tiempo que los latidos de mi corazón. Casi al fondo observé una puerta abierta más por la luz reflejada de esta, por lo que camine a pasó ligero, llegué hasta el marco de está, la cual estaba vacía para alivio mío. Los latidos de mi corazón iban a mil, creo que sí hubiera echado una carrera mi corazón, este hubiera llegado antes que yo.

Bueno continuo, entre dentro por saber como son por dentro y por averiguar de donde provenían semejante ruido, observé que frente a la puerta casi pegado a un lado, había un gran sillón de cuero negro con una serie de botones en los reposa manos, los cuales ignoraba su utilidad, pero no os miento si os digo que me extrañaron. Continuo, camine hacia este y girándome hacia la puerta, observé que por delante en la parte alta había colocado un monitor, bajé la vista observando que debajo había un letrero, en el cual se podía leer "instrucciones para su uso", para finalizar os comentó que también había una papelera, eso sí llena de climex y una especie de maquina de rollo de papel. Recuerdo que cuando me dirigía hacia la puerta con intención de marcharme, escuché no solo unas voces sino pasos hacía donde yo estaba, seguramente era algún chico con la intención de satisfacerse, y más al ver una puerta abierta habría creído que nadie había en su interior. Como alma llena el diablo, corrí hacia la puerta cerrando está a toda prisa y como sí supiera donde estuviera el pestillo lo eché, quizás por pura casualidad.

Me eché sobre la puerta aterrorizada e incluso asustadiza, mientras escuchaba casi en susurros una voz exclamando si había vida, al mismo tiempo que unos golpes sobre la misma madera, seguramente con sus nudillos mientras observaba como se giraba varias veces el pomo. Mi respiración se aceleró aún más, como sí estuviera a punto de tener un paro cardiaco, mientras aún continuaba echada sobre la puerta como sí mi vida dependiera de ella, más por ser descubierta pues me era difícil explicar mi situación (joder, por una parte me sentía excitada por estar en un lugar exclusivo de tíos y por el otro lado avergonzada precisamente por estar en dicho lugar). Después de varios minutos de espera, mientras escuchaba pasos de arriba y abajo, como sí estuviera buscando una cabina libre donde meterse, una vez que estos cesaron me retiré de la puerta dirigiéndome hacia el sillón, donde me senté a modo de poder calmarme y coger aire ya más tranquila. Recuerdo que alce la vista, fijándome en el letrero de enfrente donde pude leer las instrucciones, este entre otras cosas recalcaba el buen uso de las instalaciones e higiene por el bien de todos.

Tras observar bien dichos botones, seguí dichas instrucciones alzando el brazo de manera que mi mano llegara a la ranura donde debía de insertar las monedas, donde mi evidente nerviosismo era visible pues o mi pulso era malísimo (ya sea por los nervios que me temblaba la mano), o acaso tenía el parkinson. Bueno sigo, nada más echar la moneda salió tal estruendo que me asustó muchísimo, hasta yo misma me sobresalte del sillón, pues aquel ruido que salían de aquellos altavoces era una serie de gemidos y jadeos que me hicieron e incluso a mi misma avergonzarme, aunque nadie me veía y aún menos sabía de mi presencia allí. Como una posesa comencé presionar todos los botones que veía, creía que estos no funcionaban pues observaba que sólo cambiaban de canales (o mejor dicho de posturas y de parejas follando), pero a medida que estos canales cambiaban me pude dar cuenta que el volumen iba también disminuyendo. Hasta que por fin los gritos, jadeos e insultos fueron convirtiéndose en simples susurros. Os digo más sí lo tenía bajo, que incluso el volumen de mi vecino de cabina, ponía diálogo al canal que tenía yo puesto aunque la verdad para lo que había que oír, pues entre que era de otro idioma o por que más larga que pude entender era "dios que bueno, no pares", evidentemente tampoco me perdía tanto.

Por lo que una vez más tranquila, me fui acomodando en el sillón, poniéndome lo más cómoda posible, pues eran de esos que te chupan nada más sentarte, por lo que me recosté hacia atrás de manera que pudiera visualizar mejor aquellas escenas de placer. Observé como entre la multitud de canales, me di cuenta la variedad de sexo que hay, de todo tipo de razas, con animales, con objetos, con violencia extrema, con eses e incluso observé la cantidad de canales que había de homosexuales (joder, no tengo nada en contra de ellos, pero coño que desperdicio chicos buenísimos y encima con aquellas usan). Recuerdo que pasado varios minutos, no sólo notaba mis braguitas húmedas, sino incluso pensaba que podría ser motivo de alguna pérdida de pis por los nervios del momento o la excitación ya sea el morbo o incluso las mismas escenas, las cuales eran de lo más explícitas y esas sí que me tenían caliente. Hacia varios minutos que obviamente había introducido uno de mis manos entre mis muslos sintiéndolos húmedos del mismo sudor, de manera que varios de mis dedos frotaban mi pubis sobre mis braguitas, presionando alternativamente mi vulva.

Mientras mi otra mano que había abandonado el reposa brazos para posarse inicialmente sobre mi muslo, acariciándome ascendiendo hasta mi cuello sintiendo las yemas de mis dedos finalizando en mis labios, y descender hacia mis pechos. Teniendo que saltar sobrecogida al apagarse la pantalla, pidiendo está que insertará otra moneda sí quería continuar, obviamente eché rápidamente varias monedas más, continuando disfrutando haciéndome un dedo. Recuerdo que tras conseguir mi primer orgasmo de forma involuntaria por mis jadeos, grite al final (reconozco que demasiado alto), cuando unos golpes de nudillos no sólo me sobresalto sino llamó mi atención, al principio no supe de donde provenían pero una voz proveniente del otro lado del tabique vecino, me comentó que había una puertecilla a la altura de mi cintura en la pared, la cual podíamos entablar una discreta amistad, continuo comentando que levantará el pasador. Os juro que de mi boca no salió palabra alguna, pero mi curiosidad pudo conmigo mientras mis dedos continuaban entre mis piernas, ya no sobre mis húmedas braguitas sino por debajo de está, dentro de mi encharcada vagina moviéndose al compás de las escenas.

Haciéndome alcanzar un nuevo orgasmo, pero dejándome con semejante calentón. No me lo pensé más, por lo que retiré mi mano del interior de mis braguitas dirigiéndola hacia la puertecilla. Por pura inercia, quizás llevada por la excitación o por que no quería dejar de masturbarme, deje de acariciarme con mi otra mano, llevando esta hacia mi pubis. No hacia falta jurarlo como me sentía nerviosa, excitada… era un cóctel, como he comentado antes había dirigido mi mano hacia la puertecilla para abrirla, no sin antes haber levantado previamente el pasador. Nada más abrirse está, fue apareciendo ante mi cara de asombro un miembro visiblemente excitado, pues estaba humedecido, enrojecido y hasta endurecido por las venas marcadas sobre su tallo (os aseguro que no media más de 15cm). Continuo, volví a escuchar esa voz la cual continuaba comentando que no me asustará y gritará, sino todo lo contrario que sí lo deseaba disfrutará con ella, o por el contrario con un simple gesto a modo de cerrar la puertecilla lo comprendería. Dio por hecho que deseaba continuar (joder y acepto, pues era obviamente que estaba claro), pues en silencio continúe escuchándolo sin hacer gesto alguno por mi parte, este continuo comentándome que continuará con lo visto en las escenas, que emulará lo que veía.

Su voz era como las de los documentales, como sí pusieran su papel y no mostraban duda alguna, era seca y sosegada. Está continuaba comentando que se la cogiera inicialmente y sí estaba dispuesto más tarde, me agachará de modo que pudiera introducírmela en la boca, para que ambos pudiéramos disfrutar, el de recibirla tal mamada, y yo de dársela, para luego cambiar siempre que yo quisiera y pudiera ser yo quién disfrutará de la chupada, a no ser que quisiera recibirla en todo caso en mi culo, en ese modo debía de pegar mi culo a la ventanilla, para que la satisfacción fuera aún mayor. Recuerdo que al principio dude no os voy a mentir en eso, pues imaginaros la situación pero no se como mi mano se poso sobre ese caliente miembro, prosiguiendo por presionar sobre su dura carne, continuando por mover la mano a lo largo de esa barra que al retroceder me lleve varias veces su prepucio, proporcionándole placer llegando este a soltar hasta exclamaciones, continuando por comentar lo bien que lo hacia, y sí esa misma práctica la tenía también con la boca. No sabía que era lo que me ocurría, sí era el calor el momento, o las ganas de ser penetrada, quizás el morbazo de ser una chica quién le este proporcionando tal placer, mientras el espera que sea un chico.

Sentía como algo húmedo impregnaba mis dedos, dándome cuenta que de la cabeza salía un líquido transparenté y viscoso. Pero de nuevo esa voz volvía a insistir a que me la introdujera en la boca, por lo que observando en ese momentos la imágenes que había en la pantalla me anime, tenía una de mis manos aún entre mis piernas, introducida dentro de mis braguitas con dos de mis dedos introducidos en mi orificio vaginal, penetrándome al mismo compás que yo le marcaba mientras le masturbaba. No me preguntéis por que motivo lo hice… por que acabe cediendo, pues ni yo misma lo se, pero fui agachándome como pude, hasta tener ese miembro a la altura de mi barbilla. Con la dificultad añadida de las reducidas dimensiones del hueco en sí, pues el poco espacio libre estaba franqueado entre el asiento y las paredes laterales. Encima para más inrí el asiento estaba fijo al suelo, pero este en sí no era el único problema sino lo que más dificultaba mi posición, era una palanca que sobresalía del mismo sillón (la cual servía para ajustar la inclinación). Está inoportuna palanca como he dicho antes, era la que imposibilitaba mi posición, pues nada más agacharme me tope con la dichosa palanquita, en mis nalgas… presionándolas.

Esa voz volvió a insistir, pidiéndome que no dudara… que comenzará de una vez, decidiéndome me fui arrodillando al tiempo que me levante la falda, agachándome con cuidado pues no sabía en que momento me toparía con la palanca, al tiempo que me fui introduciendo ese miembro en mi boca. Os aseguro que sabía diferente a otros, quizás se lo habría limpiado con un climex humedecido, pero aún así estaba muy sabroso, comencé a pasarle la lengua a todo lo largo y alrededor de su tronco, recorriendo sus venas, saboreando los jugos que aún salía de este y que yo misma le ayudaba a impregnarlo, pasándomelo por la boca como sí fuera mi barra de labios. Mientras una de mis manos, masajeaba como podía sus testículos (más por las pequeñas dimensiones de la puertecilla). Obviamente pensé que este ya sabría que yo era una chica, en vez de un chico como el hubiera preferido, pero supongo que en ese momento de satisfacción poco le hubiera importado, mientras no me detuviera. Comencé a chupársela moviendo mi cuerpo muy despacio, de delante hacia atrás al tiempo que sentía como esa palanca presionaba mi orificio anal, al tiempo que aceleraba esta en vez de presionar… golpeaba directamente.

No os miento sí os digo que aquello me estaba gustando, pero aunque estuviera disfrutando también os afirmo que estaba cansada de la posición. Levante levemente mi cuerpo, mientras continuaba con su miembro dentro de mi boca, al inclinarme perdí por un descuido tonto el equilibrio, cayendo hacia delante con la consecuencia no solo de golpearme contra la pared, sino que le di una atraganta a ese miembro que lo sentí golpear mis amigadlas, dándome e incluso arcadas. Pero lo peor y según se mire, aquella barra por este brusco movimiento, recorrió mi ingle sintiéndola presionar mis dos orificios. Pero joder, llevada por semejante momento acelere mis movimientos y como consecuencia no sólo logré un inmenso orgasmo sino sin poderlo evitar (sí lo hubiera sabido antes, ya lo estaría haciendo). Solté un grito mudo, pues apenas pude decir palabra alguna, mas por tener semejante trozo de carne en mi boca, silenciando quejido alguno, entre sus mascullaciónes pues le importaría poco.

No se que tiempo me lleve, pero aunque fuera poco en ese momento me pareció eterno. Sin previo aviso una descarga caliente y abundante, no sólo lleno mi boca, sino mi garganta llegándome a la fuerza por mis instentinos, pero no me retiré sino todo lo contrario continúe succinondo, pues lo que pretendía en verdad es que yo misma me viniera, algo no muy difícil con semejante artilugio dentro de mi cuerpo. Tras alcanzar un fantástico e intenso orgasmo, llegando marearme e incluso, y casi con consecuencia perder el equilibrio. Pero después de unos minutos de reponerme, tras coger aire me fui incorporándome, cogiendo fuerza no solo para continuar sino para atreverme a mirar por la puertecilla, observando que está cabina estaba vacía. Os debo admitir que salí de la cabina, no solo con mucho cuidado sino con cautela, pues temía que alguna puerta se abriera y me descubrieran (joder, que hubieran pensado o aún peor que me hubieran echo, creo que me quedé con la duda). Caminaba hacia la salida, aún con las piernas temblorosas e incluso apoyándome a la pared, una vez salí del pasillo y me adentré en la tienda, me di cuenta que las pocas personas que había, ninguna le importaba de donde había aparecido.

Camine hacia los stan donde se encontraban los vibradores entre otras cosas, tras coger uno me dirigí al mostrador, el cual tras pagar me dio mi juguete con una gran sonrisa en su cara. Salí de la tienda a toda prisa, como sí hubiera hecho algo malo y aún peor con la prueba en una bolsa de haber estado allí, sentía de nuevo esa mezcla de culpabilidad y excitación, por aquella situación tan morbosa que aún así del todo placida. E ignoro la persona que estaba tras aquella puertecilla, pero era tan enigmática como yo para el… quizás eso fuera lo mejor. Nada más llegar a casa, me dirigí directamente a mi cuarto, con la intención de ducharme para tranquilizarme. Pero evidentemente me fui inútil pues aún estaba excitada por lo que me senté delante de mi PC y escribí mi nueva confesión.

Mientras lo escribía comencé de nuevo a excitarme, por lo que de nuevo me fui masturbándome, hasta quedar tan sofocada, que me dirigí a mi cama quedándome dormida. Lo cierto es que los días sucesivos, por mi cabeza rondaba la idea de volver a visitar este establecimiento, como sí no hubiera salido más que satisfecha. Pero el sólo pensar que sería mi tercera visita en un mes, me hacia pensar en que no quería tampoco volverme en una adicta a estos lugares, aunque el morbo y la excitación estaban asegurados. También os digo que no me considero ninfomana, sino más bien adicta al sexo y la cierta verdad es que no tengo la culpa de está adicción sino la culpa es quién desde pequeña me hizo aprender a disfrutar. Bueno os dejo de momento, quisiera que mi próxima confesión no tardara tanto, pero la verdad últimamente estoy muy liada.

Ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil. Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. A aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email susanabix@hotmail.com.

O si queréis pasaros por mi blogs, aunque se que no esta actualizado, si os muestro con varias fotos susanabix-misconfidencias.blogspot.com, aunque también me encontrareis en www.Netlog.com y en www.Tuenti.com