La culpa, del doctor Ramos

Un relato que gustará a los de siempre ... y decepcionará ... pues a los de siempre. Para que cambiar ...

Una buena manzanilla me haría bien y me calmaría los nervios. Soy un blando y cada vez que salgo de la consulta del psicólogo tengo unas ganas irremediables de echarme a llorar. Lloro muy frecuentemente, vale, pero cuando hablo con alguien de lo que me hace sentirme mal, que no es muy a menudo, no puedo remediarlo. La verdad es que no tengo claro si me hace bien o mal pero siempre es bueno escuchar opiniones distintas a la tuya, aunque al final sea a la única a la que vas a hacer caso, y como me da apuro contárselo a alguien conocido, la opción más sencilla es buscar a alguien que no lo sea. Ese era mi solución, el doctor Ramos, uno de los más reconocidos y caros de la capital.

En una máquina me cobraron 50 ctmos y me sirvieron una bien caliente en un vaso de plástico. Además la luz del sol hace milagros con lo que pensé en salir a la calle, pasearía un poco y buscaría un hueco entre los humos y contaminación de la metrópoli para detenerme y pensar en que lo mío es solo un mal momento y de que de este bache es posible salir.

Abrí la puerta con cuidado y con la punta de los dedos sujetando el caliente plástico evitando quemarme. Fue un error el no mirar si alguien iba a entrar a la sala de espera. Pero alcé la vista y continué dando dos pasos sin presentir como un chico se interpuso en mi camino. Chocamos y la manzanilla acabó bañando mi cuerpo lamentablemente por la parte externa.

Era lo que me faltaba y el empujoncito que necesitaba para sentirme completamente desgraciado.

  • Joder - grité antes de derrumbarme y que las lágrimas comenzaran a brotar de mis ojos.

  • Yo

Cogí y me encaminé a los aseos con una mala leche palpable y que quedó patente con el sonido del portazo.

Limpie lo poco que pude y me consolé con el hecho de que seria una de las pocas cosas que no dejaría una bonita mancha en mi ropa, solo un pequeño cerco. Me mojé la cara con un poco de agua y salí con ganas de irme a casa y encerrarme acostado en mi cama.

Cuando por fin abandoné el baño el chico con el que me había chocado aún no se había marchado y me pregunté si era tonto o qué, ni que decir que no quería volver a verle, y menos escucharle.

  • Lo siento.

  • Yo más. - dije bastante borde.

  • No era mi intención

  • Solo faltaba

  • Si puedo hacer algo

  • Largarte … - y cogí y me dirigí hacia la puerta.

  • Eres imbecil y un arrogante. Prepotente, piérdete, si lo llego a saber no me hubiera preocupado

No se que fue lo que me hizo fijarme en aquel tipo que hace un momento ni me importaba, quizás sus palabras aun no siendo de esas que recuerdas toda la vida tocaron mi ya maltrecha conciencia.

  • Pues sí soy todo eso … y espero que alguien así te pueda invitar a un café. - toma, eso no se lo esperaba, ja.

Se quedó en estado de shock y por fin viendo que no reaccionaba, supongo que esperando a ver si lo que dije era una coña o era verdad, me acerqué y dándole un pequeño golpe en el hombro exclamé un vamos que en vez de invitación sonó a orden.

La situación era un poco tensa pero en peores me había visto y era fácil comenzar una conversación con cualquier tontería.

  • Café, ¿solo o con leche?

  • Solo

  • ¿Azúcar?

  • No

  • Mejor, son solo calorías y ahora que llega el verano … no nos podemos pasar

  • La verdad es que nunca me ha preocupado eso … he comido lo que me ha dado la gana … sano pero lo que me ha dado la gana

Ves ya he conseguido comenzar una conversación, este tema siempre lo consigue. Levanta pasiones o a favor o completamente en contra pero no deja indiferente.

  • No me he presentado, soy el impresentable Fran. Encantado.

  • Yo soy el encantador Lorenzo. Y de momento no estoy encantado de haberte conocido

Era eso lo que me gustaba de él, esa sinceridad del que no tiene nada que perder.

  • Ya lo harás. No esperaba encontrarme en esta situación, pensaba irme a casa a reflexionar acerca de lo que me ha dicho el Doctor pero creo que no me va a servir de mucho

  • Yo tengo que estar con gente … lo contrario … salir y vivir … como si no hubiera vivido antes

Me armé de valor y pregunté lo que quizás no debía:

  • Antes de

Me miró fijamente y en ese momento empecé a pensar que no debería haberme metido en ese charco que no era el mío pero soy un cotilla y no lo pude resistir.

  • Mis padres murieron en un accidente hace un mes

No sabía que decir.

  • Lo siento - falso, solo sentí empatía hacia una persona que lo pasaba mal ¿Soy mala persona?, esta pregunta me sigue a donde quiera que vaya.

  • Ya

Sentí la necesidad de mostrar una parte de mí para compensar ese descubrimiento que me ponía con una ventaja de conocimiento que nunca acaba siendo buena.

  • Y yo creí que mi problema era grande

  • mmm - esbozó una ligera sonrisa, quizás un poco forzada.

  • Todo mi gran problema es … me da vergüenza contarlo … que no encuentro pareja

  • Ahh

Ahora el que se sentía indefenso y desnudo, era yo.

  • ¿Y eso?

  • Pues … según el doctor, tengo un concepto muy alto del amor y no encuentro a nadie que me llene … encima soy una persona … un poco difícil

  • No creo que sea un problema … te timan

  • Muchas gracias … ya me siento mejor

  • Lo único que necesitas es conocer a gente y hasta que encuentres a la correcta

  • ¿Y si no la encuentro?

  • Pues vuelves con el doctor … esta es la última solución

  • ¿Y cuando salgo? No tengo tiempo …

  • me estaba empezando a arrancar una sonrisa.

  • Un día de estos … si quieres podemos hacer un pacto de interés

  • ¿De qué trata eso?

  • Bueno, yo salgo contigo, así cumplo mi tratamiento y tú tienes posibilidad de buscar pareja.

  • Buf, no sé, lo mismo acabamos mal tú y yo, además es demasiado pronto, ni siquiera nos conocemos

  • Para eso, para conocernos necesitamos salir … no crees?

No tenia muy claro el plan pero lo mismo debía escucharle, además no había nada mejor que hacer.

  • Esta noche antes de que me arrepienta

  • Estupendo, a las once en Malasaña, no me falles … te dejo … chao

Dicen que hay veces en la vida en las que es mejor no pensar en lo que haces y seguir adelante. Esta debe ser una de esas. Si no ¿Cómo es que iría a salir con un completo desconocido esta noche?

Eran las once menos cuarto y el frío calaba mis huesos. Todo lleno de gente, Madrid en plena ebullición mientras las risas y los gritos retumbaban en mi cabeza. El lugar de la cita era un poco difuso y la verdad iba un poco para no sentirme culpable si le dejaba plantado (tengo que aprender a decir que no … se lo comentaré al doctor en la próxima sesión … ) aunque lo mismo era yo el que se quedaba tirado

Las once y diez, cada vez los minutos pasaban más lentos. Me repetía a mi mismo que si en cinco minutos no aparecía me iba pero algo no me dejaba marcharme y creo que si no apareciera en el fondo me sentiría mal, como si hubiera fallado una vez más en eso de importar a alguien.

  • Hola, siento la espera … soy muy lento y

  • Ja, eso lo dices porque aún no me conoces a mí … Bueno da igual, supongo que habrás pensado algo … no?

  • Claro, te veo un poco tenso … relájate o … - se acercó y susurró

  • no encontrarás pareja … - y su carcajada pudo ser escuchada en el tercero del edificio que teníamos detrás.

  • Ya veo que continuas con la coña … vale pues si esa tenemos … yo decido donde vamos

Elegí el antro más cool del momento, cada estación es uno y esta vez no hay duda que era el MSTCY no solo por la cantidad de gente esperando a entrar sino por los famosos que se divisaban en la puerta. Caras conocidas que no se pierden ni una fiesta.

Tras pagar la entrada y que el puerta me saludara por mi nombre, comprobar la cara de alelado de Lorenzo (me encanta eso de la gente, que nunca deje de sorprenderme, irónico si piensas que las sorpresas no me gustan …) tener que pellizcarle para que bajara de las nubes, y dejar las cosas en el ropero conseguimos entrar. Sonaba el Red blooded woman y algo en mi interior me empujaba al ritmo del ieee a no desaprovechar la canción pero solo no acababa de animarme.

  • ¿Bailas?

  • Empiezas muy fuerte la noche … ¿no quieres perder ni una oportunidad?

Su comentario no pudo hacerme más gracia pero no sabía lo que acababa de hacer. Agarré su brazo, sin gran músculo pero sí duro y firme, y le arrastré, literalmente, al centro y mientras Kylie nos recordaba que no llegas al cielo si tienes vértigo me entró la sensación de estar levitando sobre todo lo que quedaba por venir

Creo que necesitaba esa noche y llevaba mucho tiempo buscándola. No necesité el efecto del alcohol para pasarlo bien. Fue diferente, era yo sin necesidad de nada para demostrarlo. Puede que no me importara lo que Lorenzo pudiera estar pensando de mi … puede

  • Si eres capaz de enganchar dos noches seguidas conozco un sitio que te encantará … - uy dos dice … son las cosas de la inocencia y el desconocimiento.

  • mañana trabajo y creo que después necesitaré relajarme

  • ¿Y donde trabajas? - me miró extrañado, supongo que pensando en el irresponsable que contrataría a alguien como el que él acababa de descubrir esa noche.

  • En un sitio donde trabaja más gente

  • Y os pagan un dinero, y hay un jefe … Venga, dímelo, no seas malo

  • En un centro comercial, ¿contento?

  • Pero hay muchos y … te quiero ir a ver, me hace ilusión - ese brillo en los ojos me daba miedo.

  • No me gusta que la gente me vea, no se me da … corte.

  • Pues yo pienso encontrar donde trabajas … ya lo verás

  • Hasta entonces estaré tranquilo.

Al final de la noche nos despedimos en la puerta, enorme portal, de su piso, no tenía ni idea de lo que decir, con mis amigos siempre me despido con un … nos vemos … Vale que es poco efusivo pero no suelo dejar salir mis sentimientos de golpe, tengo miedo de que me hieran, pueden hacerlo tan fácilmente

Sin embargo él parecía tenerlo más claro.

  • Bueno pues aquí es … Si quieres subir y tomar algo … adelante te aseguro que no nos va a molestar nadie

En ese momento me sentí mal, muy mal.

  • No pasa nada, ya me he acostumbrado y lo acepto

  • Pero me da pena que subas y te sientas solo

  • No le des más vueltas, nos volveremos a ver, duerme y descansa … - Mientras decía esto pasó su dedo por mi flequillo jugando con él. La sensación de la yema de sus dedos rozando mi frente me acompañó durante todo el camino de vuelta.

Otra vez sonaba el despertador y otra vez más que no me apetecía levantarme. Me desperté somnoliento y me lavé la cara para despejarme, parece tonto pero en lo primero en lo que pensé es en lo que haría Lorenzo hoy, luego pensé que lo qué quisiera … menudas cosas que me dan por pensar al levantarme

Tuve que desayunar sin casi masticar y salir corriendo … la vida del currante

La mañana transcurrió con tranquilidad … o casi

Lo que veía no entraba en mis planes de aquella mañana

  • Hola, ¿Ves como te encontré?

  • Te dije que

  • Claro y yo no te hice caso … no tenía nada mejor que hacer

  • Pues que vida más aburrida … -al instante caí en mi error y en que no soy capaz de mantener mi boca cerrada.

  • Bueno si no quieres verme me voy y punto. - Cogió y se dirigió hacia la puerta.

  • Espera no quise decir eso … de verdad … es solo … no sé da igual me parece genial … así me entretengo un rato y … si quieres podemos comer … no te cabrees … por favor

  • Necesito que me expliques las diferencias entre esta y esta otra porque tengo que hacer un regalo a mi abuela y

  • Yo creo que le va a ir mejor esta, aunque que tipo de …?

  • ¿Y no sería mejor esta? … buf no se a ver quizás necesite algo más ligero … Ahh no había visto esto ...

  • Lo que quieres es molestar ¿no?

  • Claro, mucho has tardado en darte cuenta.

  • A este juego sabemos jugar todos y que conste que tú trabajas en otra tienda

  • Pero no sabes cual … te chinchas

La verdad es que tenía razón, no lo sabía y creo que no me lo iba a decir pero lo que no conoce es de mis muchas formas de tener la información necesaria en cada momento … soy terrible

  • ¿Te apetece comer? Te invito.

  • Que generoso … lo mismo quieres envenenarme y yo fiándome de ti … vale.

La comida comenzó de forma un poco accidentada ya que no encontrábamos ningún sitio que no estuviera lleno y es lo que tiene una gran ciudad como Madrid un domingo a las tres de la tarde. Se me ocurrió una idea para aprovechar esos rayos de sol que nos regalaba el día de hoy. Hacer un picnic en el parque. Al principio tardé en convencerlo pero acabó sucumbido a una idea que no tenía nada más que ventajas (y que era mía … cuando se me mete algo en la cabeza …). Compramos unos sándwiches y refrescos antes de buscar un sitio perfecto junto al estanque de un parque que muy pocas personas visitan pero es un regazo de tranquilidad en la capital. El parque de Tierno Galván.

Nos sentamos y comenzamos a comer comenzando una conversación acerca de si virginia estaba siendo acosada o no en la academia

-Es obvio que la acosan, sobre todo Iván que el pobre de educación anda algo justito

  • Es culpa de ella por no integrarse

  • Cualquiera se integra en esa panda de chaqueteros, entre la Mimí, la choni de la Tania S

  • Claro, todos son malos menos ella … anda calla - y me tiró una ramita de césped.

  • ¿Y cómo me encontraste? - solo era curiosidad.

  • Conozco gente en la Agencia Tributaria y de ellos no se escapa

Acabamos recostados el uno sobre el otro con la modorra del que acaba de comer. Mirábamos el árbol y los pajarillos sobre las ramas donde uno intentaba echar de su lado a otro. Más que una pelea parecía un juego donde ambos hacían lo imposible por no caer. En ese momento una pregunta atrapó mi atención:

  • ¿Te puedo pedir un favor?

  • Bueno pedir puedes … luego que yo … no, es broma ¿Qué necesitas?

  • Verás, no sé si lo sabes pero desde pequeño he tocado el violín … era una de las actividades favoritas de mamá y con mucho empeño quería que continuase su afición así que comencé … hasta hoy … la cuestión es que nunca he tocado en público pero … me han propuesto tocar dos canciones en un recital con gente de ese conservatorio y … no he podido decir que no … no quiero hacerlo pero

  • Yo no sé tocar el violín … así que como no busques a otro

  • Mira que eres tonto … sus manos rozaron mi pelo mientras le miraba ese lugar que tiene cerca de la boca y oía los latidos de su corazón recostado en su pecho - no es solo que quiero que … vengas a verme … así sentiré que me cuesta menos salir al escenario … porque cree que empiezo a sufrir de pánico escénico

  • Piensa que peor que Esther … vale te acompañaré … dime la fecha y la hora

En ese lugar me presenté, claro que no iba solo ni mucho menos. Les pedí a mis amigos Eva y Juan que vinieran para que se me hiciera más corto ya que a la música clásica no es que la odie pero un rato … cuando pasan tres cuartos de hora comienza una saturación … no tengo los oídos preparados … soy mas del populacho. Cuando fue su turno a modo de fans los obligué a levantarse y nos pusimos a vitorear en plan animadoras. Creo que pudo oírnos ya que las mejillas le cambiaron de color pero su aspecto de tío serio no cambió. Solo recuerdo lo espectacular que le quedaba el traje y es que ganamos mucho con él y yo el primero. La camisa negra le marcaba un cuerpo perfecto y que se notaba cuidado más que por la dieta por el ejercicio en el gimnasio. No eran músculos esculpidos a fuego pero se marcaban lo suficiente. Se divisaba la parte superior de los boxers negros con letras en blanco a donde llegaba el pantalón que le ceñían las piernas con unos gemelos duros y firmes. Cuando quise pensar que hacía analizándole ya comenzaba a tocar. No se equivocó ni una vez y pensé que su madre estaría orgullosa aunque eso era exactamente lo que sentía yo. Supongo que me alegraba por mi amigo. Cuando acabó el concierto decidimos esperarle fuera

Sin saber de donde apareció, mientras me dirigía a la salida hablando con Eva y Juan sentí que alguien se acercaba. Le vi y era él.

  • Gracias … no sabes lo … jo, no sé ni como darte las gracias … creí que no lo conseguiría - sus ojos brillaban de una forma especial y la pupila mostraba una lágrima contenida queriendo escapar de su prisión - … sabes que puedes pedirme lo que quieras

  • El último que dijo eso se arrepintió … -esbocé una sonrisa medio de broma medio en serio.

Su cara se iluminó y dejó escapar en un leve susurro

  • No lo creo

  • Nos vamos … llámame esta noche y si eso quedamos

  • Me parece bien y yo invito para celebrarlo

Cogí a mis amigos por los hombros los acerqué hacia mí y tras un camino a la estación nos pusimos en marcha hasta nuestro próximo destino.

Esa noche decidimos salir, básicamente pagaba él y … , y claro así acabé bailando como un loco en la pista.

Lorenzo avanzó a por unas copas a la barra y vi que hablaba con un tío pero no le di mayor importancia.

  • Creo que ya he encontrado lo que quiero esta noche … - dijo el pavo sin importarle lo más mínimo quien pudiera oírle, se sabía y creía buenorro y no dudaba en utilizarlo.

  • Yo también he encontrado lo que quiero el resto de mi vida … pero creo que ninguno de los dos lo vamos a conseguir

Y dicho esto, se acercó hacia mí donde me encontraba absorto en el ritmo y dejándome llevar por una sensación tan embriagadora de felicidad.

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