La cuidadora

Cuidadora para la abuelita y también para el nieto.

La primera candidata para cubrir el puesto de enfermera-cuidadora para mi abuela ha sido una mujer de poco más de treinta años. La primera impresión ha sido buena, se la veía con mucha profesionalidad y experiencia, y además bastante atractiva. El problema es que me ha parecido muy hiperactiva y con mucho nervio, por lo que me ha trasmitido una desagradable sensación de ansiedad.

Luego ha venido una chica mucho más joven, sobre los veinte y pocos años, una recién titulada en la escuela de enfermería, muy mona, pero inexperta e insegura. Nada apropiada para encargarse de cuidar a mi querida abuela, la pobre está impedida y necesita ayuda, aunque sin duda lo que es más urgente es encontrar a alguien con quien pase sus largas horas de soledad.

Ángela ha sido la tercera candidata y estoy convencido que a mi madre le gustara. Ella me ha encargado que seleccione a la persona que debe encargarse de ayudar a mi abuela que está parcialmente impedida.

Tiene poco más de cincuenta años, por las referencias que ha aportado y sus comentarios ha demostrado tener suficiente experiencia en el trabajo y su trato es afable y cariñoso.  A mí me resulta un tanto empalagosa, con su forma de hablar tan mimosa, añadiendo a menudo “si mi amor” “claro que si cariño” y cosas semejantes. Estoy seguro que hará bien su trabajo.

Como defecto me advierte que le gusta hablar mucho, lo cual me parece un nuevo punto a su favor, pensando en que así hará mejor compañía a la viejecita. Sin duda va a ser una buena acompañante.

Mientras hacemos la entrevista no puedo evitar que mis ojos se dirijan hacia su pecho…bien generoso… y con una elevación considerable. No quiero ser mal educado, ni parecer un salido, por lo que enseguida vuelvo mis ojos hacia una posición más discreta. Ángela es una mujer menudita de cintura para abajo muy estilizada, una cara redondeada y agradable, y le adorna un busto prominente.

Ella se da cuenta de mi debilidad por echar miraditas has su pecho, no le da relevancia y sin inmutarse hace un pequeño alarde de sus atributos femeninos haciendo que den un pequeño rebote al cambiar de postura en el asiento. Mientras trago saliva e imagino sus tetas colgando, me cuenta que también es muy buena cocinera y que hará platos para nosotros para chuparse los dedos. Mi cerebro hace una asociación de ideas que me hace ruborizar de vergüenza por temor a que ella me descubra.

Me cuenta que tiene tres hijos y que su marido, bastante mayor que ella, está enfermo y no puede trabajar. Por eso, ella tiene que buscarse la vida haciendo trabajos domésticos. La escucho tratando de empatizar con lo que me cuenta, pero mi cerebro está demasiado ocupado con sus hermosos pechos, me tienen cautivado.

Trato de disimular y prestar atención a lo que me está contando, pero mis ojos parecen atraídos irremediablemente hacia sus generosas curvas, esas tetas no parecen de este mundo.

Después de confesar que le interesa mucho el trabajo que le he ofrecido y que las condiciones económicas superan con mucho sus expectativas iniciales, me hace un giño que no sé cómo interpretar. Por el rato que llevamos charlando sé que es una mujer desenvuelta y simpática, incluso parece graciosa y capaz de generar alegría a su alrededor con sus chistes y ocurrencias.

En medio de este ambiente distendido, me sonríe y a continuación se desabrocha un par de botones para dejar a la vista la línea media de su pecho.

- Si me contratas creo que tu abuela quedara muy bien atendida con mis servicios, entretenida con mis conversaciones y con el tiempo quizás tu también estés contento conmigo.

-          Ya puedes contar con el empleo, le diré a mi mama que ya he encontrado la cuidadora perfecta - le digo casi de inmediato, removiéndome en el asiento tratando de ver algo mas de carne en su escote.

Ella se da cuenta y me devuelve la mirada con picardía.

- Yo sé lo que quieren los hombrecitos como tú y estoy dispuesta a dártelo –

-          A mí me gusta mucho rodearme de juventud y alegría - dice levantándose un poco más el pecho con ambas manos como si quisiera ofrecérmelos.

-          ¿qué quieres decir? - pregunto ingenuamente.

- Para un muchachote tan guapo me ofrezco para ayudar en lo que haga falta como un extra en el servicio, y todos tan contentos, ¿qué te parece? - me dice persuasiva.

Yo asiento con la cabeza, ilusionado por la idea de poder verla cada vez que vaya a visitar a mi abuela, con su exuberante pecho. Antes de que me pueda preparar para la sorpresa ella se quita completamente la camisa y me muestra su pecho apretado por un sostén que lo sujeta con fuerza.

- Manuel, ¿tú tienes novia? –

-          Bueno, yo… salgo con una chica –

-          ¿y tiene unos buenos pechos?... veo que te atraen mucho los míos… -

Se levanta y se dirige decidida hacia mí, se me hace un nudo en la garganta, mi polla se pone a palpitar y crecer enloquecida. No me esperaba una situación así y me siento desbordado…una mujer que bien podría ser mi madre se me está insinuando, tiene unas tetas que despiertan mis instintos más íntimos de animal mamífero… lo que yo daría por verlos y chupetearlos.

-          quieres verme las tetas, ¿verdad?... lo veo en tu cara -

Ángela pone un dedo sobre mis labios para silenciar mi respuesta y la otra mano sobre el paquete. Parece que lo que encuentra le gusta y una amplia sonrisa se dibuja en su rostro mostrando su satisfacción. Se inclina sobre mi y empieza a tocarme el paquete hasta que este se pone a tope.

Luego me desabrocha la bragueta y saca mi polla con mucho cuidado….

-          Chico, ¡qué bien dotado estas! - dice cuando la ve toda fuera.

-          ¡Qué contenta estoy por poder trabajar para tu abuelita… y también para ti!. Nos vamos a llevar muy bien – me dice agarrando la polla por la parte del capullo, para bajar la mano a continuación retirando completamente el pellejo hacia abajo.

-          ¡Me encanta!... ¿quieres que empiece hoy mismo? –

-          Veras que soy muy servicial y considerada… y tengo bastante experiencia. Por desgracia mi marido está impedido, he tenido que aprender otras cosas y cogido mucha experiencia con las manos, la boca…y también con mis tetas -

-          Lo pasaremos muy bien ¿qué dices? - se relame los labios humedeciéndolos como para prepararlos para lo que viene a continuación.

Con los labios mojados y brillantes hace unos mohines imposibles de describir, aproxima su boca a la punta de la polla. Estoy tan excitado y nervioso que me tiemblan las manos y las piernas, no me puedo contener, estoy fuera de control. Ángela se recoge el pelo en una especie de cola sobre la nuca y se dispone a hacerme lo que yo imagino va a ser una mamada de película.

Me baja el prepucio hasta abajo, dejando el capullo completamente descubierto. Lo mira fijamente como si quisiera concentrar todo su deseo en la punta morada de mi polla. Deseo con todas mis fuerzas se lo meta en la boca, lo envuelva con el cálido y húmedo abrazo de su boca.

-          Tu tranquilo…deja que tu mami haga su trabajo … déjate llevar … veras que rico te corres sobre mis tetas -

Me coge la polla y le da unos meneos suaves para tranquilizarme un poco y prepararla para lo que viene. Luego acerca su cabeza y hunde mi polla en su boca hasta que le llega hasta la garganta. No sé cómo lo hace, pero consigue metérsela toda. Siento como la punta sufre una presión muy especial y un frote intenso y suave al entrar en contacto con su garganta.

Ángela sube y baja la cabeza para que sus labios puedan recorrer toda la longitud de mi polla. La veo muy puesta en su trabajo, ilusionada y con ganas de hacerme pasar el mejor rato de mi vida. Me pasa la lengua por el frenillo, y el borde del capullo proporcionándome las sensaciones más ricas que pudiera imaginar. También, me chupa la polla a todo lo largo por un lado y luego por el otro.

-          Tu novia… ¿te la chupa así? – me pregunta interrumpiendo durante un momento la mamada.

-          No te preocupes…para eso estoy yo aquí…con ella ten el amor romántico y conmigo tendrás sexo rico y sucio… todo incluido -

Me masajea con la mano derecha y con la izquierda juega con los testículos o me aprieta el capullo. La mezcla de caricias y apretones me hace llegar al borde del orgasmo en múltiples ocasiones, y ella parece dominar a las mil maravillas la situación, al tiempo que parece disfrutar mucho.

-          Eres un chico muy apuesto, y tienes una pija muy rica. Si me dejas que te enseñe, te aseguro que vas a tener mucho éxito con las mujeres... vas a saber qué hacer y cómo hacerlo -

-          Tienes un instrumento estupendo y solo te hace falta saberlo utilizar - me dice mientras me pajea suavemente mirándome a los ojos.

-          Sigue, sigue... me estoy volviendo loco. Por favor no te pares ahora - le digo suplicando.

-          Así me gusta. Pídemelo, suplica... deséalo hasta la locura - dice ella mientras me hace bordear el orgasmo una y otra vez con sus meneos y chupadas.

Me da unos meneos un poco más rápidos y apretando un poco más fuerte y consigue que una descarga eléctrica me recorra la espalda y me corra lanzando un chorro de leche al aire como si mi polla fuese un surtidor. Me la menea lentamente y me hace disfrutar del momento como una bestia salvaje.

Es evidente que el puesto de trabajo es para ella. Hoy ha sido el primer día, el de la entrevista. Al tratar de imaginarme como serán los días que van a venir me viene una ola de placer inmensa. Va a empezar una nueva etapa de mi vida, quizás la más extraordinaria hasta la fecha y todo gracias a la compañía de esta asistenta tan eficiente y cariñosa que acabo de contratar. A modo de despedida me promete que cada vez que vaya a visitar a mi abuela me tendrá preparada una agradable sorpresa. Estoy convencido que será así y que me va a enseñar todo lo necesario para gozar de la vida y hacer gozar a las chicas conmigo.

Si hay interesad@s, en próximos capítulos os puedo ir contando lo que me va enseñando por si a algun@ le puede servir. Mi primera intención al compartir mi experiencia es entreteneros y provocar vuestra imaginación, pero si también aprendéis algo nuevo, no está mal, ¿no?.

Deverano.