LA CUIDADORA DE MI MADRE (CAPITULO 1)

Cuida a mi madre, y coincido con ella cuando voy a visitarla, me sorprende la colección de zapatillas que tiene muchas, me confeso que 7/8 pares, ideales para una buena zurra, le explica a mi madre la zurra que le ha dado a su hijo, por faltar al colegio.

LA CUIDADORA DE MI MADRE (capitulo 1)

By Alexabello

Contrate una vecina de un par de escaleras a la de mi madre, para que estuviera con ella unas cuantas horas al día, le hiciera comida y cena, la bañara cada día y le hiciera compañía. Convinimos un número de horas diarias.

Coincidí con ella en varias ocasiones en que yo iba a ver a mi madre.

Sabía que estaba separada, vivía con su hijo

Era una mujerona, grande y fuerte cogía a mi madre a peso y la sentaba en la silla de la bañera, etc.

Cada día que iba a casa de mi madre y coincidía con ella me sorprendía las zapatillas que llevaba que eran diferentes y muy bonitas. Un día no pude mas y le pregunte si hacia colección y me dijo que porque, le explique la he visto estas ultimas tres veces y llevaba tres zapatillas diferentes, se puso a reír y dijo, es el único capricho que me doy, en el mercadillo de la plaza las venden y son muy baratas y cada vez que paso y veo unas que me gustan me las compro. Debo de tener 7/8 pares en casa.

Otro día le estaba explicando a mi madre la zurra que le había dado a su hijo, por el tema de que había faltado algunos días a clase, con lo que me cuesta ganar unas pesetas y va el golfo de mi hijo y no va a clase, le di una que me imagino le va a durar unas cuantes semanas, le puse el culo rojo como un pimiento.

Yo llegué y media conversación y pude oír casi el final.

Había acostado a mi madre y estaba a punto de irse, y yo le comenté, pobre hijo suyo, con las zapatillas que tiene y suele llevar menuda paliza le debió dar, y me dijo, que va, me enseño su mano, una mano grande u unos dedos gruesos, y me dijo, con esta mano ¿Ud. cree que yo necesito una zapatilla?, le zurre, pero bien con la mano.

Le conteste que a mí nunca me habían zurrado con la mano, salvo algún azote suelto, pero que cuando me habían zurrado especialmente mi abuela, me daba con la zapatilla.

Le pregunte si le seguía por el piso o le hacia ponerse de alguna forma, empezaba a ponerme cachondo, me contesto que le cojo del brazo, le pongo encima de mis rodillas y le doy bien dado y cuidadito que se mueva, que puedo pasarme la tarde o noche zurrándole. Nos despedimos y se fue a su casa.

Yo estaba a 100 y solo pensaba estar en su falda recibiendo una buena zurra. No me la quitaba de la cabeza, incluso deje de ir a ver a mi madre, en horas que sabia que ella estaba, para no meterme en un gran lio. Pero no podía evitarlo y volví a ir coincidiendo con ella. Esperaba metiera en la cama a mi madre y charlábamos del día a día y yo cada vez sacaba el tema de las zurras, le preguntaba si su hijo ya se había ganado otra, etc. etc.

Me pregunto ¿A Ud. le gustaría que yo le diera una buena zurra con las zapatillas?, yo me quede sorprendido y mudo, me imagino que me puse colorado y no sabia que responder, ella sonrió y me dijo ¿Qué si o no?, finalmente le conteste que no me desagradaría nada el probar, ella procuro quitar tensión al tema y me dijo, no pasa nada, no hay nada malo, si Ud. lo desea encantada, se lo piensa y la próxima vez que nos veamos me contesta.

Estaba aturdido, pero en las nubes, ya me veía encima de su falda, con el culo en pompa, recibiendo una buena zurra.

Deje pasar un par de semanas, pues a pesar de mis sueños y deseos tenia vergüenza de abordar el tema.

Cuando la volví a ver, mientras atendía a mi madre, me miraba y se sonreía, yo cada vez más avergonzado, cuando nos quedamos solos me dijo, si que le ha costado decidirse, ¿Qué ha decidido?, yo le contesté que sí, que deseaba me diera una zurra con las zapatillas. Ella me dijo no tema nada, esto no va a salir de nosotros y será un secreto, no se avergüence, conozco a gente que les gusta que les castiguen. Acordamos hacerlo en casa de mi madre, el sábado, día en que mi hermana pasaba a buscarla y se la llevaba a comer y hasta la tarde no la traería.

Mis pensamientos hasta el sábado no me dejaban dormir, miedo, excitación, mil cosas.

Estaba a la 10,00 en casa de mi madre esperándola, y entro, pues tenía llaves y me sonrió, traía una bolsa con ella, me pregunto si seguía pensando lo mismo y que me parecía si hablábamos un rato del tema. Ella lo dirigía todo, he traído en la bolsa tres pares de zapatillas, para que elija la que mas le gusta, como si le gusta que le azote con mas de una, se pondrá encima de mis rodillas, me pondrá el culo bien en pompa y yo le empezare a azotar, al ritmo que yo crea conveniente, y así continuaremos hasta que de por finalizada la paliza. Una cosa yo no voy a parar, porque Ud. se ponga a llorar, se queje que le duele, me pida que no siga ni nada por el estilo. Solo una palabra mágica hare que yo pare, y me dijo buscara esa palabra, me costo buscarla y ella me dijo, es tan simple como FIN y así quedamos, una cosa mas me dijo, me parece absurdo nos sigamos tratando de Ud. yo soy Loli y tu eres Alex. Todo claro me pregunto, yo le dije que, si y ella entonces fua a buscar una silla la puso en medio del salón, me dio a elegir un par de zapatillas y yo le di una diferente para cada pie, se sonrió y yo tímidamente también. Me dijo las mirara bien, ambas eran como de felpa una de cuadros de muchos colores y las otras eran de rayas también con muchas tonalidades de color, cerradas por delante y abiertas por detrás, con un poco de talón, la suela de ambas era de color amarillo, se las calzo, se sentó en la silla y se subió un poco las faldas, me indico me pusiera encima suyo, me acomodo en su falda, un poco mas adelante y que apoyara las manos en el suelo, la silla no era muy alta.

Me iba dando unos pequeños azotes con la mano, recordándome todo lo hablado y la palabra mágica, hizo un gesto con el pie derecho y se salió la zapatilla, se agacho y la cogió, me dijo Alex cuando tu quieras, dame el aviso y empiezo. Yo le dije que ya podía y empezó a azotarme encima del tejano, sus primeros azotes fueron fuertes pero espaciados, los conté y me dio 48 azotes, yo notaba el culo caliente pero no me dolía mucho, me pidió me levantara y me desabrocho el pantalón y me dijo me lo quitara, no dejaba de mirarme y sonreír, una vez sin pantalón, me indico me volviera a poner, me volvió a situar como ella quería y con el mismo gesto que al inicio esta vez de su pie izquierdo salió un poco la zapatilla, ella se agacho a cogerla y  no llegaba al tenerme a mi encima, me dijo un poco seria, ¿qué esperas a dármela?, ¿todo se te ha de  pedir, conmigo no juegues pues te vas a enterar quien soy y empezó a azotarme, yo intuí que mas fuerte que antes y sin el tejano solo con los calzoncillos dolía mucho, pero mucho más, empecé a llorar de dolor y ella sin inmutarse seguía azotándome, casi siempre un azote en cada nalga, en ocasiones que esperaba la zapatilla en la nalga derecha, me caía en la izquierda, yo empecé a contarlos y cuando el dolor era fuerte me desconté y recuerdo haber contada hasta 92, me dolía, lloraba, pero algo dentro de mí, sentía placer y no quería que parara, al rato dejo caer la zapatilla al suelo y con el pie la busco y se la calzo, me pregunto como estaba, le dije me dolía mucho y me dijo quieres que pare, yo tenia pensado seguir un rato más a lo que conteste que era ella la que mandaba, mientras hablábamos me iba acariciando el culo y diciéndome lo rojo que lo tenía y los caliente que estaba me pidió me levantara y me quitara el calzoncillo y seguido me dijo no te de vergüenza que te vea, me quede desnudo de cintura para abajo, ella se levanto y fue al baño, cuando regreso y se puso a mi lado me miro y se rio, hizo en gesto con la pierna, le medio levanto y cogió la zapatilla, ese gesto me volvió loco, que femenino, que bonito, se dio un par de azotes en la palma de la mano y dijo, sí que duele, se sentó y me puse encima de ella con el culo al aire, me volvió a acomodar y me dijo si estaba preparado, le dije que si y al primer azote yo ya estaba llorando como un crio, como dolía aquella zapatilla en mi culo desnudo, ni se inmuto, plis, plas,, plis ,plas ya no intente contar ni nada, estaba a punto de decir FIN, que me entro algo dentro de mi y me di cuenta de que en lugar de esconderle el culo, se lo levante un poco más, ella seguía, nalga derecha, nalga izquierda y yo empecé entre las lágrimas, el dolor de los azotes a sentir que me estaba excitando y se me estaba poniendo gorda muy gorda, es muy difícil de explicar ese éxtasis en el que entras solo oía el plas de la zapar¡¡tilla cuando estallaba en mi nalga, pero ese no pudo más, me duele mucho, muchísimo estoy llorando a lagrima tendida y ese que no pare, que me azote más, que placer tan inmenso, estaba a punto, puntito de decir FIN, que ella debió de percibir y me dejo de azotar, volvió a dejar caer la zapatilla al suelo, vi como la buscaba  con el pie y se la calzaba, hemos terminado, de verdad Alex que me has sorprendido, nunca he dado una paliza igual, a mi hijo cuando lo zurro, no los cuento pero le debo de dar unos 50/60 azotes si estoy muy enfadada quizás algunos más, pero nunca he pasado de cien, mientras me hablaba me iba acariciando el culo.

Has aguantado como un jabato, no sé cuántos te abre dado, pero por curiosidad he mirado el reloj cuando te has puesto en mi falda al principio y he mirado cuando he dejado care la zapatilla y han pasado 35 minutos. Nunca esperé que aguantaras tanto, creí que a los 25/30 me dirías para.

Me dijo me levantara y no me moviera, busco algo en el bolso y me pidió me volviera a poner nuevamente encima de sus rodillas, pensé que me iba a seguir zurrando y lo que hizo fue ponerme una pomada por todo el culo, esto te aliviara, mientras me masajeaba el culo, me iba preguntando, sí me había gustado, si me gustaría volverlo a repetir, si me gustaría que otro día fuera con la mano en lugar de la zapatilla o un combinado y ella misma se reía, mitad mano, mitad zapatilla, yo a todo iba diciendo si, con la pomada la excitación fue remitiendo, estoy seguro que ella la noto.

Me dijo vete as duchar que estas muy sudado y ten cuidado con el agua caliente, que cuando te caiga encima del culo lo notaras y te escocerá. Espero a que yo saliera, me pregunto si estaba bie