La cuestión, follar a cualquiera de los dos

Ayude a una pareja felizmente casada a disfrutar del sexo y me calenté… Si no puedo follarla a ella, lo follo a él.

La cuestión, follar a cualquiera de los dos

Durante bastante tiempo había estado conversando por internet con una mujer que creí muy sexy, llamada Emma… Encontré su perfil en un sitio de contacto sexuales... Nos llevamos muy bien, a pesar de que ella, a veces, era un poco irritante, pero eso me gustaba.

Intercambiamos numerosos correos electrónicos, conversando, y en más de una ocasión nos dijimos lo que nos haríamos el uno al otro si pudiéramos estar justos de forma real.

Sin embargo, esto nunca sucedería porque Emma estaba casada y no era el tipo  de mujer que engañaría a su marido... Y eso me gustó aún más… Sentí una especie de seguridad conversando virtualmente con ella.

A menudo hablábamos cualquier tema sexual sin tener que preocuparnos porque no podíamos llevarlo a cabo… Ella era, en todo caso, mi confidente… Y sabía que su esposo, llamado Pete, también estaba de su lado... Tenía perfil con su nombre y también lo tenía como pareja, buscando mujeres bisexuales.

‘¿ Qué posibilidades tenía un hombre como yo, un hombre mayor para eso?... Ninguna’ , pensé.

Sin decirle nada a Emma, ​​comencé a conversar con Pete… Y mira por donde también nos llevamos muy bien… Pronto descubrí que, a pesar de que su perfil decía que era heterosexual, eludía responderme cómo se sentiría tener su polla mamada por otro hombre.

En mi perfil insinuo que había hecho eso antes y, por lo tanto, estaba allí, seduciéndolo tanto como pude e incitándolo.

Y siendo el tipo honesto que soy, le conté todo sobre mis conversaciones con su esposa Emma... En lugar de molestarse conmigo, parecía querer saber más cosas de nosotros dos.

Pocas semanas después tramamos un plan… Debía quedar con ellos una noche, como un falso compañero de trabajo suyo, y luego veríamos cómo progresarían las cosas… Y así lo hicimos.

Llegué a su casa el viernes por la noche... Afortunadamente, la única parte de mí de la que Emma había visto fotos era mi polla, por lo tanto no sabía quién era yo, ni por qué estaba allí.

Habían cocinado una cena encantadora y hogareña y comimos, conversamos y bebimos vino hasta la hora de acostarnos.

Como parte del engaño, yo había colaborado en un trabajo que hizo Pete en caso de que surgiera alguna pregunta… Afortunadamente sabía un poco sobre su trabajo de todos modos… La conversación se puso un poco excitada, y recibí algunas miradas preocupadas de Emma cuando pareció que yo adivinaba muchos de sus problemas sexuales, comenzando con los comentarios ‘ Apuesto a que te gustan ...’.

Esa noche, los escuché follar, y me excitó aún más oírla gemir y morder la polla de su marido, a pesar de sus intentos de mantener el sonido bajo… Ella solía decirme lo desenfrenados que eran, pero fue agradable escucharlos… Estoy seguro de que Pete lo hizo deliberadamente para que pudiera escucharlos.

Saqué mi polla y comencé a masturbarme… Hice todo lo posible por contenerme, pero me fue imposible no masturbarme escuchando todo lo que sucedía en la habitación de al lado.

A las seis y media de la mañana pude oír el chirrido de la cama de al lado y supe que volvían a follar... Entonces el chirrido se detuvo y la cabeza de Pete apareció por mi puerta… Él me hizo señas con la cabeza para que lo siguiera, pero mis ojos estaban fijos en su polla que la veía bonita en su estado semi-erecto.

Mi ritmo cardíaco aumentó a medida que me entusiasmaba tenerla metida en mi boca... Observé a Pete, volver a la cama y moldear su cuerpo con el de Emma, empujando su erección en su culo y acunando su pecho en su mano.

  • "He traído a Matt para que se una a nosotros", le susurró al oído.

Emma se volvió sobresaltada y me miró allí parado con una erección y una sonrisa en mi rostro... Luego miró a Pete a los ojos y sonrió… Una mirada preocupada e inquisitiva apareció su rostro… Tal vez ella pensó que Pete me trajo para follar con ella, o incluso mejor, follar con los dos al mismo tiempo.

Sé que era una situación rara para ella sabiendo que a su marido lo que le gustaba era el trío con dos mujeres.

Pete se deslizó un poco por la cama cuando me arrastré sobre ella.

Emma se giró y se levantó de la cama, quedando medio sentada al lado de Pete… Se notaba que ella no sabía qué hacer, ni cómo comportarse... Dos hombres en una cama era nuevo para ella.. Y me sonrió un tanto asustada.

Lo que hice ayudó a su indecisión… Cogí la polla de Pete en mi mano.

Emma me miró con la boca abierta, sin comprender al principio.

Su mirada siguió mi mano arriba y abajo de la polla de su marido, antes de girarse para mirar a los ojos de Pete cuya boca parecía abrirse y cerrarse al unísono con mis golpes de masturbación.

Sabía qué pensamientos debían estar pasado por la mente de Emma.

Un hombre tocando la polla de mi marido, ¡qué mierda!’, pensaría.

Pete evitó la mirada de Emma... Él le acariciaba la cintura y el culo con una mano, pero me di cuenta de que quería poner sus manos sobre sus bonitos pechos... Observé la dinámica entre los dos con interés… Me di cuenta de que Emma todavía estaba perpleja con la situación actual, pero no dijo nada.

Rodeé su glande con la palma de mi mano y luego acaricié su polla un poco más… El pre-cum salió de su escondite... Emma hizo un movimiento hacia él, pero yo me adelante... Saque mi lengua y me incliné para lamer el fluido de su hendidura… Apreté mis labios sobre su polla y le di una buena mamada… El calor de su polla se extendió por mi boca… Al masajearlo con mi lengua, su dulce néctar se deslizó por mi garganta.

Miré a Emma y le dije:

  • "¿Por qué no te sientas en su cara?", le sugerí.

  • "Sí", respondió ella, divertida y caliente ante mi sugerencia.

Emma se dio la vuelta y colocó una pierna a cada lado del cuerpo de Pete... Me di cuenta de que ella quería tener el control de los dos.

Pude sentir que era extraño para ella que un completo desconocido le dijera qué hacer.

Las manos de Pete ahuecaron su hermoso culo redondo mientras la atraía hacia él.

Emma gimió en voz alta cuando la lengua de Pete entró en contacto con su coño húmedo… Su cuerpo estaba retorciéndose de placer y su cabeza giraba casi por completo mientras veía mi boca tragarse la polla de su marido.

Lo chupé todo el rato hasta que Pete se corrió.

Escuché a Emma jadear.

Entonces levanté la cabeza y comencé a golpearle su polla con mi mano, pero a cámara lenta… Luego me puse a lamerlo todo hasta sus bolas, metiendo una y luego la otra hacia mi boca y chupándolas… Fue una gozada para mí y esperaba que Pete obtuviera la mayor gozada que pudiera, pero esperaba que Emma la obtuviera una aún más grande.

Emma finalmente se volvió hacia Pete y le permitió tener acceso completo a su coño y clítoris… De hecho, detecté un leve gemido desenfrenado que salía de su boca.

  • "¡Lame, bastardo!", gruñó con los dientes apretados, antes de bajar la mano y ver también bajar su cabeza y sacar su lengua para mamar también la polla de Pete, tirando de ella y lamiendo sus bolas… Los dos actuábamos al unísono sobre Pete para darle mayor placer.

Los gritos de Emma me calentaron, y el sonido del orgasmo que se veía venir me hizo querer correr de nuevo a Pete... Deslicé mi boca sobre su polla y chupé su cabeza bulbosa más rápido.

Dejé su polla momentáneamente para mirar a Emma… Ella estaba al borde de su orgasmo por las lamidas orales de Pete.

De vez en cuando su estómago se encogía y su culo se meneaba mientras Pete le dirigía hábilmente la lengua a las partes que tenía que ir… Pude ver las manos de Pete extendiéndose verticalmente palpando sus pechos.

Me preguntaba si él estaba pellizcando sus pezones… Ella siempre me había dicho que le encantaba que le pellizcaran los pezones mientras estaba próxima al orgasmo.

Pude ver como ella balanceaba su cuerpo de un lado a otro sobre su boca… Creí adivinar las sensaciones que Emma estaba experimentando cuando la lengua de Pete rozaba su clítoris… Una de sus manos cayó sobre la parte de atrás de su culo para evitar que se meciera y supe entonces que la lengua de Pete se dirigía hacia su clítoris... Si, lo que Emma me había dicho era correcto, iba a explotar e inundarlo.

Quería esa inundación en mí boca, pero ahora ese privilegio le correspondía a Pete.

Yo, para excitar más a Pete, chupé la cabeza de su polla a un ritmo constante… Mi mano se la acariciaba lenta pero consistentemente… Se la chupé fuerte con mi boca y ocasionalmente moví mi lengua sobre su raja… Podía sentir y saborear más y más pre-cum en cada golpe y esperaba haber hecho lo suficiente para hacerlo explotar su semen en mi boca y bajar por mi garganta otra vez.

No sé lo que sentía Pete… Satisfacción quizás, por estar a punto de explotar… Sabía, con seguridad, que quería que explotara.

Emma dejó escapar un fuerte grito… No lo esperaba… Sabía que iba a correrse porque la cama se sacudió cuando ella golpeó su coño con fuerza en la cara de Pete.

No me atreví a ver su orgasmo en pleno fervor, no mientras Pete parecía estar tan cerca de correrse... Seguí adelante, chupando y acariciando su polla… Comencé a hundir mi boca hasta el fondo cuando mi mano llegó a la base de su polla y la meneé varias veces... Los signos reveladores de los movimientos de caderas de Pete me dijeron que estaba cerca, y llevaba tiempo esperando su esperma.

Gemí sobre su polla mientras esperaba a su esperma volver a invadir mi boca y garganta, repitiendo el movimiento de sube-baja una y otra vez para lograr que se corriera y poder vaciarlo.

Pude escuchar a Pete gemir en el coño de Emma y supe que había llegado el momento.

Chupé un poco más rápido, instándolo a seguir con sus gemidos... Con cada gemido de Pete, yo también gemía… Yo quería que su esperma me inundara.

A mí me dolía la polla por lo dura que la tenía y tuve la tentación de comenzar a masturbarme, pero eso habría cambiado toda la dinámica y me quedé donde estaba, con la boca en la parte superior de la polla de Pete, acariciándola furiosamente… Esperando su descarga en cualquier momento..

Su polla se puso muy rígida y su semen blanco se disparó en mi boca... Me lo tragué todo.

Pete gruñó en el coño de Emma... Su polla estaba rígida… El segundo chorro también me llenó la boca… Lo saboreé antes de tragármelo.

Pete volvió a gruñir, aunque esta vez un poco más tranquilo... En el momento en que el tercer eyaculado dejó su polla, me la había sacado la boca y tiré de su polla con fuerza para que me lo tirara por la cara.

Gemí en voz alta cuando sucedió, su semen se vertió sobre mi piel... Mi lengua lo recogía casi al instante ayudada por mis dedos.

Cuando dejé que su esperma restante cayera sobre mi cara, vi a Emma mirándome asombrada sin apenas aliento… Tenía una mano en el cabezal de la cama y la otra todavía detrás del cuello de Pete, para que le apretase su coño con la boca.

Escuché los gemidos de Pete intercalados con sonidos de lamidas… Él seguía todavía chupando el coño de Emma, mientras yo, sentía tod0 su esperma deslizarse por mi garganta y cubrir mi rostro.

Pero la visión más emocionante fue la de Emma mirándome hacerlo y sin saber quién era.

Volví a colocar mi boca en su polla y comencé a chuparla para limpiársela… Pete se estremeció porque se la había irritado, pero yo quería todo, hasta la última gota… Dejé que mi boca se hundiera sobre la longitud de su polla y chupé suavemente mientras acariciaba sus bolas con una mano.

No fue hasta que Emma se retiró de las garras de Pete que me di cuenta de lo húmedas que estaban las fundas de las almohadas… Ella se arrodilló en la cama junto a Pete y yo solté su polla y también me arrodillé en la cama cerca de ella.

Mi cara debe haber sido para una foto... Saqué mi lengua cubierta de esperma para que la viera... Emma hizo un movimiento rápido hacia mí y me chupó la lengua en la boca... No quedaba nada, pero le di unos cuantos hilos de semen blanco antes de separarme de ella.

Pete finalmente se levantó de la cama y se sentó sobre la almohada empapada… Me miró a mí primero y luego a Emma.

Pete y yo nunca hablamos lo que sucedería después… Entonces, antes de que la situación se volviera incómoda, comencé a poner excusas y les dije a ambos que necesitaba una ducha y prepararme para irme... Había estado en la cama matrimonial como media hora como máximo, pero fueron los treinta minutos más maravillosos que pasé en su casa… No iba a cometer el error de querer follarme a Emma o que me chuparan la polla a cambio de la mamada que le hice a Pete... Era mejor irme.

Me dirigí a la ducha, deteniéndome en mi habitación para recoger una toalla, pero no antes de decirles lo maravilloso que lo pasé y cuánto lo disfruté… Tendría que dejar a Pete para contarle a Emma cómo dejó que su colega de trabajo lo chupara y lo que eso significaría para los dos, de ahora en adelante, visto lo que había visto.

Me estaba secando en la ducha cuando Emma gritó en voz alta.

  • "¿Él es quién?... ¡Estás jodidamente bromeando!... ¡Bastardo!... ¡Por qué no me lo dijiste, bastardo!”

Escuché una especie de lucha en el dormitorio… El sonido de unas manos golpeando contra el pecho de alguien... Sólo podía imaginar lo que Pete le había dicho a Emma.

Emma me sorprendió cuando apareció en la puerta del baño.

  • "¿Matt?... ¿Eres Matt, verdad?

Sonreí y asentí… Ladeé la cabeza hacia un lado como para pedirle perdón… Perdón por engañarla, pero era inconsistente con la sonrisa en mi rostro.

Me acercó a ella y compartimos un abrazo largo y prolongado, tan prolongado que hizo que mi polla se pusiera dura y chocara contra su estómago.

  • "Mi culo, mis tetas y mi coño te necesitan… ¿Puedes quedarte,... un día más?", me dijo.

  • "Claro que puedo… El trabajo puede esperar."

Esta vez recibí un abrazo aún mayor antes de que ella se apartara... Una sonrisa torcida apareció en su rostro cuando su mano cayó sobre mi polla… Sin previo aviso, las manos de Pete se alzaron sobre sus pechos desde atrás.

Emma se volvió de repente y le dijo:

  • "Te voy a castigar por lo que me has hecho, amigo."

Pete retrocedió, con las manos en alto y las palmas hacia adelante, antes de ser golpeado por segunda vez.

Sonreí al ver la sonrisa en sus rostro... Los dos sabíamos que Emma superaría pronto el engaño que le hicimos.

Emma se volvió para mirar a Pete y, mientras sostenía mi polla en su mano, comenzó a caminar y salir del baño… Me dijo sonriendo feliz:

  • “Es una pena ensuciar las sábanas tan pronto pero las necesidades obligan"... Y Emma me tumbo en la cama con mi polla toda tiesa y lista para follarla a base de bien… Me lo tenía merecido.

Lo que sucedió a partir de ahora, sería para escribir otra historia... ¿Merecerá la pena escribirla?

F I N