La cuarta vez con mi amigo

Su madre nos pilló y nuestra relación dio un giro de 180°

Hola todos y todas:

Soy Fer tengo 26 años, soy de un pueblo de Andalucía. Soy alto 1.86, moreno, 77kg, fornido, ojos miel claros.

Hoy les comentaré como la pillada de su madre cambió nuestra relación.

Estábamos allí sentados en la cama, sin decir nada, yo notaba como se escurría su semen de mi culo y manchaba las sábanas.

La madre entró y se sentó con nostros:

  • Desde cuándo lo hacéis? - preguntó

  • desde hace un par de días - dijo Sergio

Yo no me quería meter, no quería decir nada, solo tenía la cabeza agachada y muerto de vergüenza.

  • Y por qué lo hacéis?

  • lo vimos en una peli de papá y al probar nos gustó

  • Y a ti te gusta Fer?

  • Si, me encanta - respondí susurrando sin levantar la cabeza.

  • Bueno pues no soy quien para impedirlo, no diré nada, pero vamos, pensé que os gustaban las mujeres.

  • y nos gustan pero esto también, disfrutamos los dos.

  • Ya vi como disfrutábais.

  • joer mamá no digas que miraste

  • Desde el principio

  • y no dijiste nada?

  • Para qué si estabais disfrutando y yo también

Eso me retumbó en la cabeza, como que ella también disfrutaba viendo como su hijo hacia conmigo lo que quisiese?

  • joer mamá en serio?

  • Ains Sergio soy mujer y bueno pues me gustó veros.

La conversación siguió, pero yo me fui al baño sin decir nada para escurrirme, y así no pasar tanta vergüenza. No escuchaba que decían, no entendía nada por lo que yo seguí escurriendome.

Al cabo del rato salí, había tardado más de lo normal para no pasar la vergüenza de volver donde estuvieran, cuando llegué a la habitación solo está Sergio, sin decir nada me senté en la cama, no le podía mirar, no levanté la cabeza del suelo.

-Fer tranquilo, mi madre no dirá nada.

  • Cómo estás tan seguro?

  • Es que a ella le gustó... Y quiere...

No le dije nada, ni levanté la mirada del suelo.

-quiere volver a vernos

+Cómo?

  • dice que le gustó, que quiere vernos, que podemos ir a su cama...

  • Pero Sergio, cómo vamos ha hacerlo delante de ella?

  • es lo mejor, así sabremos que no dirá nada.

Sólo asentí con la cabeza, la verdad que la idea no me importaba para nada, lo importante era complacer a mi macho, por lo que acepté.

Él se levantó y me miró:

  • vamos?

+Cómo ya?

  • claro no quieres?

Asentí con la cabeza, no sabía yo que era ese mismo día, todavía tenía resto de su semen en mi culo, pero mi macho iba a montarme otra vez.

Me tomó de la mano y salimos de la habitación, enfilamos el pasillo hasta la habitación matrimonial y allí estaba la madre sentada en la cama.

Sergio me miró y yo entendí lo que quería, se sentó en la cama y acto seguido le saqué su miembro bajo y me lo metí en la boca.

Todavía sabía a su semen, algo que me volvía loco, con ansias de la succionaba, se la lamía, me la metía entera... Rápidamente empezó a reaccionar en mi boca, notaba como se iba hinchando y como cada vez me costaba más que me entrara entera. La madre no hacía nada, solo miraba, miraba a su hijo suspirar y gozar.

Yo empecé a tocar los testículos de Sergio, ya me empezaba a caer mi baba por la cara, mi culo inexplicablemente lo notaba muy dilatado, esa escena me estaba encantando y mi pene reaccionó empalmandose. Seguía chupando y masajeando yo mismo me obligaba a metermela entera en la boca, me venían las arcadas pero eso sabía que le encantaba.

Noté como la madre se levantó y se empezó a desnudar, yo solo estaba a lo mío, a qué mi macho gozase.

Al cabo del rato escuchaba a la madre gemir, levanté un poco la mirada y vi como se estaba metiendo el consolador de unos 25 cm que habíamos descubierto tiempo atrás, esa escena me encantó, lo cual me saque mi pene y me empecé a masturbar con el pene se Sergio en mi boca y con la otra mano estrujandole un poco los testículos.

Dios que bien se sentía, no pude aguantar más y cuando me quise dar cuenta me estaba corriendo en el suelo, la madre y Sergio se empezaron a reír al verme terminar en el suelo, pero Sergio quería ya penetrarme pues así me lo dijo y así acepté yo quitándome toda la ropa y poniéndome a cuatro sobre la cama.

Me puso de cara a la madre para que viera como se metía su consolador y gemía, ella abrió sus piernas delante mía para que viera como entraba, tenía la vagina super abierta, le entraba todo, y yo pensé que incluso le cabía más.

Mi macho se puso detrás mia, y puso su pene a la entrada de mi culo ya muy abierto, de una me la metió entera, pero esta vez no me dolió, tenía el ano superabierto de la escena y de la cogida anterior.

Empezó a embestir cada embestida me desplazaba un poco por lo que me tenía que recomponer, el solo bufaba y apretaba mis caderas para que entrara entera, y no veas si entraba. En una de esta no pude más y caí en la cama a la altura de la vagina de la madre que seguía con el mete saca del consolador.

Mi instinto fue aprovechar, alcé un poco los brazos y estiré de sus piernas hacia mí, quedando su vagina a la altura de mi boca, lo cual ella reaccionó sacando el consolador y dejando paso a mi boca.

Empecé a lamer su vagina, estaba llena de flujo mientras su hijo me seguía dando muy duro, cada embestida yo aprovechaba para lamer la vagina de la madre, a lo cual ella reaccionó tumbandose hacia el otro lado de la cama para retorcerse de placer. Apretaba mi cabeza contra su vagina y su hijo empezó a darme nalgadas fuertes, dios, estaba en la gloria.

Noté como su flujo empezó a salir a chorretones, incluso me llegó a la cara, su hijo seguía perforándome el ano y bufando cual toro en celo.

Ahí estaba yo, lamiendo la corrida de la madre y esperando que el hijo me llenara el culo. Empezó a darme más fuertes las nalgadas, me dolían pero me gustaban, notaba como subía la intensidad de las embestidas y la rapidez, notaba que estaba a punto de correrse y así fue, la sacó casi entera y metiéndomela hasta dentro de dejó caer sobre mí lo cual hizo que entrara más y noté como empezó a llenarme mis entrañas de nuevo.

La madre otra vez se corrió en mi boca a la vez que el hijo, Dios que bien se sentía. El hijo la sacó y la madre se sentó, yo me incorporé un poco pues sabía que mi macho quería que se la limpiara y así hice la lamí de arriba abajo hasta dejarla impoluta.

Al rato me fui al baño otra vez a limpiarme y al volver seguían en la misma posición ellos.

Miré la hora y vi que eran las 22h, por lo que me tenía que ir, les di las gracias a los dos y me marché, se volvería a repetir pero eso es otro relato.

Muchas gracias por el apoyo, seguiré subiendo más partes y espero vuestros comentarios y e-mails, también me podéis enviar vuestros relatos para publicarlos.