La criada

Una criada es follada por todos los miembros de la casa.

LA CRIADA

Nerea trabajaba como interna en una casa de una familia de clase alta, era una joven recien terminada la Universidad que a la vez que buscaba trabajo de sus estudios decidió sacarse un dinero extra haciendo de criada. Lo que menos podía esperar es que su ardiente temperamento la iba a causar tantos problemas. Había preparado ya el desayuno, ya solo quedaban los dos hijos del matrimonio, una chica recien cumplida la mayoría de edad y un joven un año mayor que ese verano iba a trabajar en el despacho de su padre.

La madre había salido a ayudar a una amiga con algunas gestiones. Miriam estaba desayunando, era una chica delgadita de unos preciosos ojos azules. Conocía el lado lésbico de Nerea porque habían coincidido en un local de ambiente una noche. Antes de que su hermano bajase a desayunar besó a Nerea en el cuello y su mano entró por debajo de la falda de la empleada buscando su coño que se humedeció al instante. Nerea la dijo que no estaba bien pero sabía que si un día la chica intentaba algo seguramente caería a sus pies. Miriam terminó el desayuno y se marchó.

Nerea fue a despertar a Fernando a su habitación, abrió las cortinas y subió la persiana. Le recordó que después de comer había dicho su padre que fuera a visitarle para firmar el contrato. El chico sigilosamente se levantó y cogió a la empleada y la arrojó a la cama. La chica quiso levantarse porque aunque el chico estaba muy bien, hacía gimnasia y tenia un cuerpo escultural aquello no estaba bien pero sus pezones y su coño no decían lo mismo sobre todo cuando el chaval la besó apasionadamente entonces se derritió y se entregó.

Los dos se besaban apasionadamente, el chico de llevar la iniciativa pasó a ser el dominado, la chica le tumbó boca arriba, se quitó la camisa y se desnudó poniéndose de pies sobre la cama y al bajar cogió la polla entre sus manos y la besaba y acariciaba masturbándola, luego se la fue metiendo en la boca lentamente ensalivándola hasta que decidió que era el momento y montando al chaval lo comenzó a follar primero muy despacio y luego con tantas ansias que parecía tener ganas de dejarlo seco.

La criada en cada acometida cada vez gemía y jadeaba más fuerte lo que no esperaban era que la mujer de la casa había tenido que volver a casa a recoger unas cosas y estaba subiendo las escaleras cuando oyó los gemidos de la criada y fue siguiendo el sonido no sabiendo lo que se iba a encontrar. Ella pensaba que la tendría que reprender por estar jodiendo con el novio pero cuando abrió la puerta la chica estaba limpiando la polla del joven con todas las tetas llenas de semen.

Pero que es esto?. Nerea, te di toda mi confianza y me lo pagas así follandote a mi hijo y tu Fernando que te crees que es esto?. Ahora vestiros que ya hablare con los dos.—bramó la Señora.

Nerea se fue corriendo a su cuarto con la ropa en la mano y Fernando se vistió a toda prisa y salió de casa para no aguantar la charla de su madre. Elena era persistente y fue a la habitación de la Interna, se le había presentado la ocasión que siempre había deseado. La echó la bronca a la chica y ésta empezó a llorar. La Señora se acercó a consolarla y decirla que quizás había sido un poco dura, la levantó la cara para mirarla a los ojos y la besó en la boca, la chica se quedó de piedra y más cuando Elena la dijo que si no decía nada ella sería benévola con ella y su trabajo sería muy fácil. A Nerea siempre le había atraido la Señora y no necesitó mucho para que aceptase. Se comenzaron a comer la boca las dos, Nerea a desnudar a su jefa, primero le quitó la blusa y luego bajó la faldita hasta dejarla en tanga. Luego con el tanga hizo lo mismo tirandolo al suelo. Elena la derribó en el suelo poniéndose a horcajadas sobre ella con una mano acariciaba sus pechos y con la otra a modo de gancho la penetraba en su coño.

Luego las dos se tumbaron, Elena encima de la chica en un perfecto 69, hundía su cara entre las piernas de la chica lamiendo su coño mojado, con la mano acariciaba sus muslos y los abría y cerraba poco a poco comiendo todo su conejito. Nerea por su parte con la mano masturbaba el clítoris de la Señora y la penetraba con sus dos dedos. Las dos mujeres disfrutaban enormemente cuando Elena se levantó y fue a su cuarto y volvió con un vibrador que asemejaba una gran polla de plástico que hundió en el chocho de la empleada.

La follo con el a la vez que su coño recibía los lametones de la chica y enlazaba un orgasmo tras otro. Estuvieron un rato las dos gozando hasta que rendidas después de varios orgasmos se fueron a duchar.

Primero se duchó la Señora que tenía prisa y después de despedirse con un dulce beso de su amante empleada se fue. La chica entonces que tenía tiempo de sobra porque a comer no vendría nadie pues se metió tranquilamente en la ducha, el agua caía por su cuerpo desnudo muy poco a poco. Resbalaba por sus nalgas redondas y perfectas. De repente notó una mano que acariciaba su hombro y justo cuando iba a decir algo una voz conocida la besó en el cuello. Era Miriam la hija de los Señores. Casi mete la pata y la llama como a su madre.

La decía que hacía ahí pero estaba tan ardiente que solo pudo que responder al beso de la chica con otro más apasionado aún. Estaban besándose y acariciándose, nunca había visto a la joven desnuda y la verdad estaba muchísimo mejor de lo que ella había pensado, puso el pie de la chica en el borde de la bañera y se arrodilló entre sus piernas lamiendo todo su coño y disfrutando del néctar de la chica. Con sus dedos la fue follando poco a poco hasta que la chica estalló en un gran orgasmo entre gemidos y jadeos. Luego la joven la hizo tumbarse boca abajo a cuatro patas la lamía el coño y el ano alternativamente para después penetrarla con dos dedos el coño y uno el culo. La follaba hasta que la criada también se corrió. Vaya familia salida que me ha tocado pensó la criada pero con el regusto de haber disfrutado.

El resto de la jornada pasó sin más contratiempos, eso si a la noche cuando llegaron todos, cada una de las dos mujeres y el hijo cada vez que se tropezaban a solas con ella procuraban o besarla o meterla mano, al principio ella se limitaba a dejarse y luego a tomar la iniciativa ella. A las once de la noche se fue a la cama a dormir y cuando había apagado la luz sintió que alguien se deslizaba en su habitación y notó que se metía en su cama sin preguntar. Notó una polla pero en segunda se dio cuenta que no era la del chaval lo que tenía a la espalda era más gruesa y larga.

Cuando miró era el padre que la pedía silencio. Ella obedeció y levantó la pierna ligeramente para que el hombre la penetrase. La follaba con penetraciones suaves pero muy profundas. Con la mano la acariciaba los pechos, sabía lo que hacía. Estaba siendo follada de una forma magnifica. Las embestidas eran lentas y rítmicas haciéndola excitarse tanto que su coño parecía un lago. Ahora el hombre se la sacó y la tumbó boca abajo colocándole la polla en la entrada del ano. Nerea quiso protestar pero él la dijo al oído que no se preocupara que se relajara y disfrutara. La penetró con tal suavidad que cuando ella se quiso dar cuenta estaba empalada por semejante falo.

El la fue follando muy poco a poco hasta que sin avisarla se la sacó y se corrió sobre sus nalgas. Luego la dio un beso en el cuello y se marchó. A partir de ese día ella se convirtió en algo más que una empleada, fue la amante de todos pero ninguno supo jamás salvo la madre que se acostaba con todos y la madre solo sabía que lo hacía también con el hijo.

Este es un relato imaginario pero si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a:

Picante100@hotmail.com