La cremallera 2ªparte

Lo que puede dar de si una cremallera.

Seguí a mí madre, entré detrás de ella en la casa de la vecina, había abierto la puerta con una llave, mí madre le dijo que ya estábamos allí, la escuchamos desde su dormitorio. Yo iba detrás de ella, entró ella primero en el dormitorio y cuando se apartó para dejarme paso fue cuando vi a Soledad. Estaba enmedio de la cama, boca arriba, apoyada la cabeza en varias almohadas, lo que la dejaba medio erguida, las piernas flexionada y totalmente desnuda, esa mujer no tenía nada que ver ni con mí madre ni con mí tía, tenía una barriga prominente, grande, blanca, con un ombligo hundido, sus piernas eran gruesas, sus tetas eran inmensas, muy grandes, muy blancas, con unas areolas inmensas rosadas y unos pezones que aunque se notaban duros, apenas sobresalían de su piel, no tenía vellos en el pubis, como estaba podía ver toda su raja, tenía un coño inmenso, con unos labios menores grandes, arrugados, su coño era de un color mucho más oscuro que el resto de su piel, sus brazos estirados con las manos apoyadas en la cama a cada lado de su cuerpo, llevaba un antifaz para dormir, no podía verme, no había vuelto a hablar, sentía su respiración agitada. Fue mí madre quien le dijo que estábamos los dos allí, ella no dijo nada, solo respiró más fuerte, me dijo.

.-¿Quieres follarte a la puta?

La miré con los ojos muy abierto, no por lo que me había dicho, sino por como lo había dicho.

.-Desnúdate!!

Lo hice rápido, mí polla ya estaba dura, todo aquello me daba morbo y me excitaba que mí madre fuera así. Nunca lo hubiera imaginado. Mí madre se sentó en el borde de la cama a su lado.

.-Abre bien las piernas, puta, para que pueda follarte mí hijo como te mereces!!

Incluso tiró de su muslo para que se abriera más.

.-Ponte entre sus piernas, cariño!! Cógete la polla y métesela a la puta hasta los huevos!! Quiero ver como te la follas!!

Soledad resoplaba, estaba excitada, lo notaba por su respiración, hice caso rápido a mí madre, me coloqué entre sus piernas, con mí mano en la polla abrí sus gordos labios, sentí como una descarga cuando sentí el calor de ese coño, ella soltó un gemido, sus labios eran más gordos que los de mí madre y los de mí tía, había mucha más carne, sentí su clítoris, tampoco tenía nada que ver con los de ellas, era grande y estaba muy duro, al abrirle los labios podía verlo perfectamente, el agujero de Soledad era mucho más grande, solté mí polla y apreté metiéndola despacio pero sin parar hasta que mis huevos llegaron a la entrada. Soledad había acompañado el recorrido de mí polla con un fuerte gemido. Cuando la tuve entera quedé un momento quieto, Soledad habló.

.-Rosa!! sí que es verdad que es muy grande!!

.-Ya te lo dije!! Mí hijo tiene un pollón!!

Sentí la mano de mí madre cogiendo mis huevos, como cerciorándose que la tuviera bien metida en su coño, me miró y sonrió con cara de salida.

.-Vamos cariño!! dale caña a esta puta!!

Saqué y volví a meter, al sacar fue como descorchar una botella, sentí como una cantidad bestial de flujo salía con mí polla, volví a meter, y lo hice varias veces, Soledad bufaba y se agarraba a las sábanas. Me eché un poco sobre su barriga y comencé a darle más seguido y más fuerte, el ruido que hacía ese coño, tampoco tenía nada que ver con el ruido del de mí madre y mí tía. Hacía ruido como cuando chapoteas en un charco, sentía mí polla caliente, el interior de la puta, como la llamaba mí madre quemaba, no podía tenderme encima de ella, estaba medio erguido por el tamaño de su barriga, una mano en el costado y la otra apretando su teta izquierda, era inmensa, mucho más grande que la de mí madre y mí tía, aunque los pezones de ellas me gustaban más, apretaba con fuerza su teta, mí mano se hundía, era una pasada.

Paré y como pude tiré de ella por los muslos para que se tendiera más en la cama, ya no estaba erguida, estaba totalmente tendida en la cama, sus tetazas habían quedado abiertas, caían a los lados de su cuerpo, su gorda barriga se movía como un flan esperando que me acercara a ella de nuevo, seguía con las piernas flexionadas, abiertas, veía el coño de la vieja, no había vellos, pero se notaba la edad en esta mujer, su piel no estaba tersa, tenía un coñazo, sí ya me habían parecido grandes el de mí madre y el de mí tía, El de Soledad era inmenso. Tenía grandes labios que le colgaban, me cogí la polla y tuve que guiarla abriendo con ella sus labios, era alucinante sentir el clítoris duro rozando mí capullo. También era diferente la cantidad de flujo que brotaba de ese coño, y el olor que desprendía. No tenía nada que ver. Solté mí polla y la incrusté con fuerza en ese coño caliente, Soledad llenó de aire los mofletes, me miró, se le había hinchado las fosas nasales, sentía su clítoris duro en la base de mí polla, saqué y metí varias veces con fuerza. Soltó el aire. No dejaba de mirarme. Se había levantado el antifaz.

.-Tienes la polla muy grande!!

Comencé a darle fuerte, Como me miraba y como gemía hacía que me calentara. Al ser tan grande, de rodillas mí polla entraba perfectamente y eso dejaba libertad de movimientos a mis manos, apretaba su barriga, me gustaba su ombligo, casi podía hundir mí dedo por completo en su interior, pero alucinaba con sus tetas, las juntaba con las manos y casi no podía verle la cara, las apretaba con fuerza, tiraba de sus pequeños pezones y eso parecía que la encendiera más aún, sus gemidos se hacían demasiado sonoros.

Había dejado de ver a mí madre, giré la cabeza y no la veía, pero me parecía que la escuchaba hablando detrás de mi. Soledad parecía que se iba a correr de un momento a otro, apretaba sus piernas y gemía cada vez más fuerte. Yo parecía un muñequito entre sus piernas. De pronto sentí como algo empujaba mí polla hacia fuera, hundí varias veces más mí polla, ya no gemía, solo respiraba muy agitadamente, saqué mí polla y le acompañó varios pequeños chorros de algo blanquecino, había caído sobre mí polla, estaba muy caliente, parecía pipí, pero era muy blanco. Giré la cabeza buscando a mí madre, y me encontré con Candela chupando a gata el coño de mí madre, una mano en el suelo para aguantar su peso y la otra tirando de la braga de mí madre que estaba sentada con las piernas apoyadas en los brazos de un pequeño sillón que había en un rincón del dormitorio. Mí madre con la cabeza hacia atrás, con la boca abierta, se sostenía los muslos para facilitar la labor de Candela, las dos estaban vestidas, yo me había quedado con la boca abierta de rodilla mirando a mí madre, Soledad no tardó en asomar la cabeza por mí costado, los dos mirábamos como su hija le comía el coño a mí madre, mí polla estaba muy dura, me gustaba ver a mí madre gozando, no emitía gemidos, no hacía ruidos, pero se notaba por su cara que la comida de coño de Candela debía de ser alucinante.

Sentí la mano áspera de Soledad en mí polla, me la cogió con fuerza, la miré y me miró a los ojos, era como mí abuela, miré su cuerpo, era alucinante tener a una mujer como esa empelota a mí lado, despeinada, con los ojos marcados por el deseo, las tetas caídas a los lados, la barriga me impedía ver su coño, apreté una de sus tetazas, le gustaba, lo notaba por como me miraba, la cogí por el cuello y sin darle opciones acerqué mí polla a su boca metiéndosela con fuerza, no hizo nada por impedirlo, se la tragó hasta que mí capullo llegó a su garganta, notaba que no podía entrar más adentro, sentía sus dientes en mí polla, volví a mirar a mí madre, Candela seguía entre sus piernas, pero mí madre me miraba sonriendo, estaba mirando como metía con fuerza la polla en la boca de Soledad.

Mí madre tiró de la cabeza de Candela y le dijo algo al oído, Candela giró la cabeza y me miró, tenía la cara roja, ví como mí madre apretaba una teta de Candela, apretó fuerte, ya que esta hizo una pequeña mueca con la cara, parecía haberle dolido, yo agarré con más fuerza los pelos de Soledad y hundí con más fuerza mí polla en su garganta, hacía ruidos con la boca, le costaba respirar, tuvo que llevar una de sus manos para impedir que la ahogara, cuando vi que Candela se acercaba saqué la polla de la boca de su madre, me goteaba saliva del capullo, Candela llevaba una falda negra y una blusa de color verdosa, para nada estaba sexy, no era una mujer guapa de cara, las tetas igual de grande que las de la madre, eso siempre había sido mí perdición, y tenía un buen culo. También sabía que apenas tenía vellos en su bajo vientre, solo una leve pelusilla de vellos castaños y muy diseminados y finos, Candela me miraba al filo de la cama, Soledad había vuelto a acercar su boca a mí polla, sacaba la lengua y tiraba de mí polla hacia abajo para rozar con su lengua mí capullo, me gustaba.

Mí madre se colocó al lado de Candela.

.-Mamá!! quítale la ropa a esa puta que quiero follármela!!

Mí madre rió y a Candela se le iluminó la cara. Se puso detrás de Candela y bajó la cremallera de la falda, ella misma había comenzado a desabrochar los botones de su blusa, no tardó en estar en braga y sujetador. Soledad se afanaba por chupar mí polla mientras yo agarraba una de sus gordas tetazas, sin dejar de mirar a Candela.  La ropa interior de Candela no era sexy, era blanca sin más, ropa interior para estar cómoda, mí madre asomó la cabeza de detrás de Candela.

.-¿Quieres que le quite la braga y el sostén? ¿O se lo quieres quitar tu?

.-Quítaselas tu!! Quiero que se siente encima de mí polla!!

Me tendí junto a Soledad, ella me acariciaba el pecho y pasaba los dedos por mí polla, mí madre había tirado de la braga de Candela y se la había bajado. Tenía más vellos de la última vez que la había visto. Candela no dejaba de mirar mí polla, yo sentía como me latía, estaba deseando que se sentara encima mía. Tiró de la parte de abajo del sujetador de Candela, y se lo sacó por la cabeza, ví como sus tetazas se levantaban y caían por el peso, eran inmensas, parecían incluso más grandes que las de la madre, por lo menos sus pezones no apuntaban tan abajo como los de la madre. Soledad tenía cogida mí polla con su mano y la apretaba.

.-Se le ha puesto durísima, hija!!

Candela no dijo nada, se subió por el lado de la cama, ver esas tetazas moverse me estaban llevando a un punto sin retorno. Sus areolas eran grandes, parecidas a la de la madre, lo mismo que sus pezones. Su cara a pesar de lo poco agraciada que era, me gustaba, venía con deseo, no sabía porque, pero una tía de casi 30 años se iba a follar a un chaval de 18. No tardó, se colocó encima de mis piernas, con su coño encima de mí polla, en ese momento miró a mí madre. Esperaba. Miré a mí madre. Ella la miraba con mirada triunfadora, con mirada de, “aquí mando yo”.

.-Ya puedes dejar que mí hijo te folle, puta!!

En ese momento cogió mí polla, se la pasó por el coño, mojando mí capullo con sus babas y se dejó caer hasta los huevos. Soltó un fuerte gemido. Ella y yo. Coloqué mis manos en sus muslos primero, luego en su vientre y tiré de ella hasta hacer que sus tetas quedaran a la altura de mí cara, las sentía golpear mí cara, se movían de adelante atrás, era una pasada, cogí una con las dos manos y mordí con saña su pezón, este se puso duro, Candela botaba y casi chillaba de placer. Su madre intentaba con su mano en su boca que no se escucharan sus fuerte gemidos, mí madre reía a nuestro lado.

.-Shhh!!! Calla niña!!! Que nos van a escuchar todos los vecinos del bloque!!

Candela no decía nada, solo botaba metiéndose mí polla hasta los huevos, me gustaba, ese coño era el más estrecho de todos. Estaba a punto de correrme cuando lo hizo ella, pegó un pequeño grito y se bajó de encima mía, se había girado y se había abrazado a mí madre, las dos se besaban, me puso a mil ver como esas dos mujeres se besaban, y como mí madre metía su mano entre las nalgas de Candela, necesitaba descargar, tiré de la mano de Soledad.

.-Súbete encima de mí polla, Sole!! Quiero correrme dentro de tu coño!!

A la Soledad se le iluminó la cara, se movió rápido para lo gorda que estaba, colocó sus pesadas piernas a cada lado de mí cuerpo.

.-Cógete la polla chiquillo y ponla derecha que me pueda sentar encima!!

Eso hice, pasé mí capullo por su raja, estaba toda mojada, tenía un coño como una catedral, allí no cabía una polla debían de caber por lo menos tres de lo grande que estaba. Sus gordos muslos a cada lado de los míos, su gorda barriga encima de la mía, sus inmensas tetas colgando y apoyadas sobre mí pecho, y bufando como las vacas. Toda despeinada, y con cara de puta vieja, tenía cara de madama de un burdel venido a menos. Le dije que no se moviera, que lo haría yo. Empinaba el culo y metía mí polla en ese coñazo, casi no me daba placer porque no sentía en esa postura las paredes de su interior. miraba a mí lado y Candela y mí madre seguían besándose. Le hice señas a Soledad para que me dejara salir de debajo de ella, le dije que no se moviera que se la iba a meter por el culo. Soledad ni siquiera se inmutó. Agachó la cabeza, dobló los brazos apoyando los codos en la cama y dejó el culo en pompa.

Me coloqué detrás de ella, abrí sus nalgas con las manos, pensé que me iba a costar, pero no fue así, sus nalgas estaban blandas y me fue fácil. El agujero trasero de Soledad, no era para nada bonito, tenía pequeños bultitos, era grande, oscuro, la piel alrededor llena de estrías, moví mí capullo en esa entrada para encontrar bien la entrada y empujé con fuerza, colé media polla, Soledad soltó un suspiro, pero ni se movió, era alucinante tener una mujer de esas dimensiones delante de mí polla, era alucinante sentir sus muslos y su culazo cuando me pegaba a ella, mí polla se colaba hasta los huevos sin dificultad, estaba a punto de correrme, quería volverme a comer esas tetas. Le dije que se diera la vuelta y que abriera las piernas, Soledad ni rechistaba, se giró, se tendió abrió las piernas y dejó que me colocara de nuevo sobre su barriga, le colé la polla con fuerza, también necesitaba sentir ese interior, le di fuerte, sus tetas se movían como flanes, le dije que se las cogiera, las apretó con sus manos y me abalancé a morder esos pezones. Sentí como me corría dentro de esa mujer, que bien podría ser mí abuela.

Me tendí a sus pies, no había sido la corrida de mí vida, pero la situación sí lo era. Mí madre seguía de pie y Candela seguía de rodillas en la cama, seguían comiéndose las bocas, y estaba viendo como tenía dos de sus dedos metidos en el culo de esta. Sí miraba al otro lado tenía un pie de la Sole pegado a mí cara, y mirando entre sus muslos podía ver ese coño grande, de piel arrugada, de labios menores inmensos medio abiertosº y dejando salir poco a poco mí leche blanquecina de él, mientras ella se pajeaba el clítoris con los ojos cerrados.

Sentí a mí madre hablar.

.-Cómete la polla de mí hijo!! Haz que se ponga dura, quiero ver como te folla el culo de puta que tienes!!

Cogí el pie de la Sole, me gustaba tocarlo, sentir las durezas de sus callos, de sus dedos deformes. Incluso me lo llevé a la cara para olerlo, me gustaba el olor a pie. Candela no se hizo esperar. Se colocó entre mis piernas y se llevó mí polla a la boca, Sabía chupar, sabía como comerla, me chupaba los huevos y tenía una de sus manos entre mis nalgas acariciando mí ojete, no tardó en llevar su lengua caliente al agujero de mí culo, me gustó la sensación, y a mí polla más, me la estaba poniendo dura, dura no, durísima. En unos minutos ya estaba que no podía ponerse más dura, me dolía. Candela me miró a los ojos, era fea, pero con la lengua fuera y mí polla delante de esa boca, hasta me podía enamorar de ella. Se levantó despacio, dejó que mirase sus tetas mientras ella se las amasaba y pellizcaba sus duros pezones. Se dió la vuelta y se colocó encima de mí polla, pero mirando a mí madre que estaba a mis pies. Ella seguía de pie al borde de la cama, seguía vestida, no se había quitado nada de ropa. Me miró, me sonrió y me guiño un ojo. estaba guapa, notaba que estaba muy excitada.

.-Cariño!! ¿Quieres que la puta esta se meta tu polla en el culo?

.-Sí mamá, quiero reventarle el culazo que tiene!!

Candela se había echado para delante, tenía su coño encima de mí polla y estaba viendo ese culazo, llevó sus manos a su culo y se abrió las nalgas. Ese culo no tenía nada que ver con el de la madre, ni con el de mí madre, ni con el de mí tía. Ni tampoco ese coñazo. No tenía labios menores demasiado grandes, solo asomaban un poco en esa raja oscura, los labios mayores sí abultaban, y tenían algunos vellos negros pegados a su piel, por el caldo que emanaba de ese agujero. su perineo era del mismo color oscuro y el fondo de la piel entre sus nalgas, había un pequeño triángulo de piel más oscura alrededor de su orificio, era una hendidura, una raja con algunas estrías alrededor. Era el agujero más bonito de los que había visto hasta ese momento. Mí polla se había puesto muy dura, sabía que iba a entrar en ese orificio y palpitaba. Mí madre volvió a darle un beso en la boca a Candela a la vez que apretaba sus tetazas.

.-Deja que mí hijo te folle el culo!!

Candela cogió mí polla y la guió directamente a su culo, no hubo preámbulos mojándomela, seguía pegada a mí madre, seguía con su boca pegada a la suya, yo me había erguido y apoyado sobre mis codos para verlo mejor, el calor que sentí en la punta de mí polla fue indescriptible, movió mí polla para que se acomodara a la entrada y dejó caer su cuerpo, mí polla se coló hasta los huevos, lo había visto abrirse y dejar paso a mí tronco, vi como ese agujero se abría y como se estiraban las estrías, fue la mejor sensación de la noche. No paró hasta que mis huevos tocaron su coño, en ese momento ella soltó un gemido gutural. Fue la primera vez que habló.

.-Es grande!! tu hijo me va a romper el culo!!

Mí madre pellizcó su pezón y Candela soltó un pequeño gemido. Le escupió en la boca.

.-Puta!! te he dicho que no puedes hablar!! Haz que mí hijo se corra dentro de tu culo y te dejaré que me vuelvas a comer el coño!!

Candela comenzó a subir y bajar encima mía. Podía ver como se sacaba casi la totalidad de mí polla y como se la volvía a meter hasta los huevos, estaba claro que así no iba a durar mucho sin correrme. La hija de puta sabía como moverse, no podía quitar la vista a ese culo, era alucinante ver como mí polla desaparecía una y otra vez dentro de ese culo. Más cuando me dejó que yo también empujara mí polla cuando entraba completa. Me iba a correr sin remedio. Me tendí y vi a Soledad con la boca abierta y estrujándose las tetas con las manos.

.-Sole!! dame teta!!

No se hizo esperar, se colocó de manera que pudiera meter su gordo pezón en mí boca, podía apretar esas ubres, las amasaba con las dos manos a la vez que sentía como Candela aceleraba el ritmo, también le debía estar gustando, la escuchaba gemir. Cuando sentí que me corría empujé con fuerza mí polla en ese culo, la escuché resoplar. yo mordía con ansias las tetas de la madre mientras sentía como mí leche llenaba el intestino de la hija. Lo mejor de todo es que se quedó empalada un buen rato, hasta que ya me dolía la polla de tanto apretarla dentro de ese boquete. Cuando se la sacó cayó un buen montón de leche encima de mí polla y mí barriga. Soledad no tardó en comenzar a chupar toda esa leche y mí polla hasta dejarla reluciente.

Mientras mí madre había vuelto al sillón, y Candela volvía a estar a gatas, esta vez completamente desnuda delante de sus piernas y con la cabeza metida entre sus muslos chupando como una leona toda la raja de mí madre, que ahora sí, no escatimaba en dejar escapar grandes gemidos. Soledad había dejado bien limpia mí polla y todo mí cuerpo, como premio, me acurruqué a ella, y la besaba en la boca, en la mejilla, mientras amasaba su gorda barriga, sus tetas, sus muslos. Ella ronroneaba de placer y se dejaba hacer.

Mí madre no tardó en correrse en la boca de Candela. La apartó con la pierna, se colocó bien la braga, y sonriéndome.

.-Vamos cariño!! que el partido va a terminar y tu padre va a querer cenar.!!

Mientras me vestía escuchaba a mí madre.

.-A partir de ahora cuando mí hijo quiera venir a follaros, vendrá!! Y como yo me entere que no le hacéis caso vendré yo a daros por el culo!!

Yo ya estaba vestido, me acerqué a Soledad y le dí un beso en la boca a la vez que le cogía una teta y pellizcaba su pezón, no lo hice fuerte, le gustó.

.-Gracias Sole!! Me ha gustado mucho follarte!!

.-Gracias a ti por dejar que una vieja como yo disfrute de una polla como la tuya!!

.-No te preocupes, cuando tu quieras solo tienes que decirmelo y vendré a follarte!!

Me acerqué a Candela que seguía de rodillas en el suelo. la hice levantar. La abracé y ella correspondió a mí abrazo. Era un pasote sentir esas tetas pegadas a mí cuerpo.

.-Me gustas Cande!! Me gustan tus tetas!! Y estoy enamorado de tu culo!!

Ella rio. Me dio un pequeño pico.

.-Cuando tu quieras vienes y yo te lo daré todo, corazón!!

Me separé de ella apretando sus tetas con las manos. Ella reía. Mí madre me cogió de la mano y salimos de la casa. En el pasillo me paró, me dio un beso en la boca. Metió su lengua en mí boca hasta la campanilla.

.-¿Te ha gustado el regalito?

.-Sí mamá!! Me ha encantado!! Pero prefiero follar contigo!!

.-Gracias mí amor!! Pero como muchas veces no podrá ser porque estará tu padre, puedes ir a descargar tu leche con las dos putas esas!! Toma la llave de su casa, ahora es tuya!!

Entramos en casa, justo cuando acababa el partido de futbol, habíamos estado follando dos horas en casa de las vecinas.