La consulta médica.

Sandra acude a una consulta rutinaria a su ambulatorio y acaba desnuda delante de todo el mundo.

La consulta médica.

El miércoles tengo que ir al ambulatorio a una revisión rutinaria que me hacen todos los meses, llevo 10 años desde los 35 tomando pastillas para la tensión y actualmente tengo 45 años pero sigo con la tensión por las nubes, a pesar de que la médica me ha comentado varias veces que tengo el síndrome de la bata blanca me siguen controlando para evitar problemas mayores.

Pido salir un poco antes del trabajo, me despido de mi compañera Inés,

Hasta mañana Sandra, luego me mandas un mensaje y me cuentas que te dicen en el médico.

Si, Inés no te preocupes, te dejo que no llego. Y salgo deprisa de la oficina miro el reloj y veo que no me da tiempo a pasar por casa antes de ir a la consulta, es igual, voy directa al ambulatorio, tenía ganas de quitarme los tacones después de todo el día pero no me va a quedar más remedio que continuar con ellos hasta que acabe en la consulta.

Llego al ambulatorio y pregunto en recepción ya que con la pandemia no te dejan pasar directamente.

Buenas tardes, tenía consulta con la doctora Santos.

Buenas tardes, dígame su nombre, por favor, la doctora Santos está confinada por haber tenido contacto directo con un positivo.

Mi nombre completo es Sandra López Arango.

La chica consulta en el ordenador y rápidamente me indica, le va a atender la doctora Fernández en la Sala 16 en la segunda planta.

Subo a la segunda planta y me siento a esperar a que me llamen, cuando sale una enfermera y dice mi nombre,

Sandra López,

Si, soy yo

Por favor, acompañeme.

La enfermera es una chica joven muy amable no tendrá más de 24 años y bajo la bata blanca se puede observar una silueta digna de una modelo.

Entramos en la consulta donde nos espera la doctora Fernández.

Buenas tardes,

Hola Sandra, como tu médica está confinada hoy te voy a atender yo. Al no conocer tu historial, vas a acompañar a Raquel mi enfermera que te va a pesar, medir y tomar la tensión y después ya te haré yo una revisión completa.

Pasamos a la sala de al lado comunicada por dentro con el despacho de la doctora.

Bueno Sandra ahí tienes el biombo, por favor, quitate la ropa en cuanto estés te vamos pesando.

Normalmente mi enfermera siempre me pesa con la ropa y descuenta un kilo pero se ve que Raquel tiene otros métodos. Me voy detrás del biombo me quito la blusa, me quiso los zapatos (que gusto) y me bajo la falda. Me bajo las medias y me quedo en sujetador y bragas, me miro... Pues para tener 45 años no me veo tan mal, sonrío y salgo de detrás del biombo, en cuanto me ve Raquel, me dice

Por favor, quitate también la ropa interior.

Esto ya no me gusta tanto, una chica que tiene la mitad de edad que yo me va a ver desnuda, pero lo pienso y digo mi cuerpo aún está en edad de merecerlo. Me desabrocho el sujetador lo dejó colgado en el biombo y me bajo las bragas. Menos mal que ayer me depile mi zona íntima, me miro y da gusto verla sin un solo pelo y mis labios vaginales tan rositas ahi a la vista.

Salgo del biombo y Raquel me mira de arriba a abajo, me siento observada por una jovencita lo que empieza a excitarme.

Subete a la báscula de cara, mirándome, para medirte me subo y Raquel me coloca recta cogiendome de los pechos y después de medirme me coge de los glúteos y me gira: ahora vamos a pesarnos y me da un pequeño cachete en el culo.

Ahora tumbate boca arriba en la camilla y te voy a tomar la tension, me tumbo mientras ella abre un armario, saca el aparato para medir la tensión y mientras me lo pone en el brazo comienza a tocarme el muslo por la parte interna rozandome en la vagina.

Parece que tienes la tensión un poco alta Sandra, voy a tomartela otra vez pero necesito que estes más relajada.

Pero esta chica como quiere que me relaje mientras estoy desnuda y ella me está pasando la mano entre mis muslos. Vuelve a tomarme la tensión y otra vez alta.

Vamos a tener que pasar a la consulta de la doctora a que la vea.

Me levanto de la camilla y Raquel dice vamos. Cojo mi ropa, pregunto casi susurrando.

No, no te preocupes Sandra, dejala ahí

Pasamos a la consulta de la doctora.

Ya me ha dicho Raquel que tienes otra vez la tensión alta, voy a darte una pastilla y en diez minutos te la tomamos de nuevo a ver que tal. Me hace tumbarme en la camilla y me ponen una pastilla debajo de la lengua. Mientras Raquel que vaya pasando el próximo paciente. Yo tumbada en la camilla no me lo puedo creer, estoy desnuda y va a entrar el siguiente paciente. Entra una chica joven y yo ahí desnuda delante de tres mujeres: Raquel la enfermera de unos 24 años, la doctora una mujer de edad parecida a la mia y la paciente que acaba de entrar de no más de 35 años.

La chica al verme desnuda en la camilla sonrió y de manera muy discreta dejó de mirar, se sentó en frente de la doctora y a partir de ese momento no podía verme al estar la camilla a sus espaldas. En ese momento se acerca Raquel y vuelve a ponerme la mano en los muslos, ¿como va la pastilla? Ya casi se ha consumido.

Al tocarme los muslos nuevamente flexión ligeramente las rodillas pero Raquel rápidamente me estiró las piernas.

Relájate y estaté a gusto en la camilla sino no va a bajarte la tensión y después de estirarme las piernas me las abre un poco dejando a la vista mi vagina. ¿Cuanto hace que no tienes relaciones? Te voy a explorar tu zona intima, dice Raquel.

No me lo puedo creer una consulta rutinaria para tomarme la tensión y estoy desnuda delante de tres personas y a punto de que me empiecen a meter los dedos en mi vagina.

En ese momento suena una alarma general en el edificio y yo pienso me he salvado. Rápido dice la doctora hay que salir del edificio a la zona de evacuación.

¿Es un simulacro o es de verdad una urgencia? Pregunto

No sabemos dice Raquel, salgamos rápido.

De acuerdo, voy a por mi ropa.

No podemos estarnos hay que salir YA dice con voz muy seria.

Y allí me veo saliendo con ellas tres a la zona de evacuación con la diferencia de que yo voy desnuda. Salimos al pasillo y todo el mundo va camino del punto de evacuación, al que llegamos rápidamente. Todo el mundo me mira, nunca pensé que acabaría el día desnuda delante de cerca de 60-70 personas en medio de la calle. Llegan los bomberos y la policía, si quedaba alguien por verme desnuda yo creo que ya será algún rezagado.

Los bomberos entran al edificio y un policía se acerca a la gente que estamos esperando

Por favor, vayanse a sus casas que no se va a poder entrar al ambulatorio hasta mañana.

Me tengo que ir desnuda a casa y encima andando ya que las llaves del coche se había quedado en la consulta, le tengo que pedir por favor a un Guardia que me deje hacer una llamada a mi hija para que me acerque las llaves de mi casa que tiene ella para una emergencia.

Encima me tendrá que ver desnuda y cuando le explique lo que ha ocurrido seguro que no se lo cree.

Después de que casi todo el barrio me haya visto desnuda llegó a la puerta de casa, allí me espera mi hija.

Mamá pero que haces así desnuda!!!

Pues es una historia muy larga y además no te la ibas a creer, ¿pero quieres que te diga una cosa? El ir desnuda y que todo el mundo me miré me pone a cien.