La consentida de la casa
Esta es la historia con la que comienzan mis relaciones prohibidas con mis hermanos y mi padre.
Hermanos/ Tomás y Cassandra. El inicio del fin
Mi nombre es Cassandra, soy una chica bastante atractiva, ojos verdes, labios carnosos, de complexión delgada y con un trasero y pechos proporcionados a mi cuerpo; esta es la historia de cómo todo cambió en mi familia cuando mi madre se fue.
En un principio mi madre se casó con Rodrigo únicamente por interés, así formamos una familia: él, sus dos hijos, mi madre y yo, sin embargo, al encontrar a otro hombre más rico era obvio que se iría con él a pesar de que mi padre la amaba demasiado.
Nos fuimos a vivir todos juntos cuando yo tenía aproximadamente 9 años y me resultó fácil la convivencia ya que Alexander (uno de sus hijos) tiene la misma edad que yo, es muy protector conmigo, tiene cabello castaño, ojos color miel y piel blanca, él juega fútbol y tiene un cuerpo bastante atlético; en cuanto a Rodrigo siempre me trató como su hija y me consentía cómo nadie lo había hecho nunca, él al igual que Alex tenía ojos color miel pero de cabello negro, él se ejercitaba seguido, por lo que su cuerpo lo daba a notar por sus músculos; Tomás, me llevaba dos años, él tenía ojos negros y cabello castaño, estaba un poco bronceado pero no mucho, él no era tan atlético, sino era de complexión un tanto delgada; con él no tenía una relación cercana, no obstante, es precisamente con él con quien comienza esta historia.
Hoy en día, Alex y yo tenemos 19, estamos comenzando la universidad, mientras que Tomás tiene 21 por lo que está a mitad de su carrera universitaria; mi madre ya se ha ido dejando en mi padre un vacío que se nota a kilómetros.
Una amiga me había invitado a una fiesta de nuestra facultad para darnos la bienvenida a nosotros los de nuevo ingreso, podíamos llevar acompañantes, así que Alex me rogó que lo llevara para cuidarme, pero lo negué porque no quería parecer una niña mimada que necesitaba cuidador, además estaría mi amiga, finalmente cedió, así que una vez elegida la ropa, bañada, maquillada y peinada me fui hacia allá.
El lugar era magnífico, un salón oscuro pero completamente iluminado por luces Leds. Me acerqué con mi amiga para estar con ella ya que no conocía a nadie de allí sin embargo poco tiempo pasó y ya estaba incómoda pues ella había encontrado rápido un acompañante que estaba prácticamente comiéndosela a besos, además de esos toqueteos por debajo de su falda.
Así que decidí irme a beber algo a la barra hasta que un joven bastante apuesto me invitó a jugar con sus amigos a la "botella" y no fue hasta que acepté que se me dijo el castigo: "cuando no quieras cumplir con el beso tienes que quitarte una prenda de ropa" rápidamente me arrepentí, sin embargo no me atreví a salir del juego.
Pasaban las rondas y para mí mala suerte ya solo me quedaba la ropa interior, mi blusa y mi pantalón, lo demás lo había perdido… entonces de nuevo yo, esta vez tenía que besar a…
N-no - me susurraba a mi misma petrificada - ¿¡Mi hermano!? No podía creerlo, era hiperrealista, no era verdad, me rehusaba, ¿Desde cuándo estaba aquí y por qué no me había dado cuenta? Él ni siquiera era de los que salían a fiestas y ahora estaba aquí, no estaba entendiendo nada y al parecer él tampoco ya que se veía en su rostro un gesto de confusión.
Estamos esperando - dijo uno de los que estaban jugando también
En efecto, se vuelve tedioso si lo piensan tanto - complementó una chica
No sabía qué hacer, no quería quitarme la blusa y mucho menos el pantalón, pero tampoco quería besarlo.
Hazlo Cassandra - se levantó Tomás diciéndome tan seguro y yo solo tragué saliva, sin tener en mente ninguna otra posibilidad.
Me levanté también y nos acercamos, colocó su mano en mi nuca y yo las mías en su pecho, así nos fundimos en un beso lento y corto, sentí el sabor a alcohol y pronto también un bulto que tocaba mi monte de Venus y por impulso me acerqué más, sin embargo todo fue interrumpido por el grito de los demás.
¡Eso es! - gritaron mientras me separaba de él aún aturdida
Acababa de besar a mi hermano y sentí su pene en una erección que tuvo al besarme, esto no se podía poner más raro, pensaba pues sin quererlo también me había excitado.
Pronto la fiesta terminó y la gente comenzaba a irse, mi plan era irme con mi amiga pero descubrí que se había ido ya con su pareja de esta noche así que tenía que recurrir al plan B: llamar a mi padre para que viniera por mi ya que era muy noche y me daría miedo irme en un Uber o peor un Taxi.
Estaba a punto de llamar hasta que sentí la mano de alguien en mi hombro.
¿Qué? - volteo la mirada confundida hasta que ví que era mi hermano - A-ah, eres tú - digo aún incómoda y sin mirarlo a los ojos - P-papá va a venir por nosotros - siento su mano recorrer mi espalda, lo que me causa un escalofrío hasta que me volteo completamente y lo detengo - Déjame por favor - digo suavemente
Yo traje mi auto - responde serio y sin ninguna incomodidad a diferencia mía - Vámonos
Estás ebrio, ¿Cómo conducirás así? - tuve que dejar mi vergüenza de lado para poder hablar seriamente con él
Entonces conduce tú - me responde
Aún no saco mi licencia - enciendo mi celular para llamar a mi padre
Que no - me quita mi teléfono y me da sus llaves - Vámonos, tú conduces - se aleja con mi celular hacia el estacionamiento
¡Dios mío! Eres tan terco - respondo desesperada siguiéndolo
¿Cómo podía estar tan tranquilo después de aquel beso? Suponía que lo ignoraríamos y volveríamos a tener la misma actitud de antes, así que decidí dejarlo por la paz.
Ambos nos subimos al auto, él en el asiento del copiloto y yo comienzo a conducir hacia la casa, el trayecto fue silencioso pues no había ruido por la hora y ninguno de nosotros hablaba tampoco; hasta que comenzó a decir cosas que para mí no tenían sentido.
Lo siento por lo que pasó hoy - confesó mirando fijamente hacia delante
No fue culpa tuya, ni de nadie, no debí aceptar jugar ese juego - respondí calmada - Ni siquiera debí haber venido, sabía que ella me dejaría sola como siempre lo hace
Tienes malas amigas - responde y solo pienso que en parte tiene razón - Aunque bueno... tengo que confesar que el beso me gustó - eso me tomó por sorpresa entonces tosí un poco y me acomodé en el asiento
No digas tonterías - respondí incómoda y eso trajo a mi memoria la erección que había tenido a nuestro contacto y como yo me sentí también caliente por aquel acto
Es la verdad, eres muy guapa y sentir tu cuerpo contra el mío, tus labios, fue… - interrumpí de inmediato
Ya basta, no quiero que sigas, somos hermanos y esto no debió haber pasado, fin. - respondí seca, sin embargo había algo en mí que le daba la razón, a mi también me había gustado el beso, fue tan satisfactorio y el después sentir su pene frotandose en mi vientre me hizo sentir esa excitación que hacía tanto tiempo no sentía.
De acuerdo - se resignó… o al menos es lo que había creído
Estábamos en un semáforo y me detuve aunque prácticamente las calles estaban vacías, fue entonces cuando sentí la mano de mi hermano en mi pierna que iba subiendo poco a poco mientras acariciaba lentamente mi muslo.
¿Q-qué demonios haces Tomás? - lo volteó a ver confundida pero de manera inesperada me besa y yo al comienzo me resisto pero me aprieta más hacia él y finalmente continúo el beso - Tomás no… - susurro cuando está a centímetros de mi
No nos acordaremos de esto mañana Cassandra, nada cambiará, solo disfrutalo.
P-pero está mal - tenía miedo pero excitación a la vez, ¿Con cuál sentimiento tomaría esta decisión? Finalmente ganó la segunda - De acuerdo… solamente hoy
El semáforo se puso en verde y avancé para buscar un lugar donde estacionarme; mientras conducía comenzó a tocar mi muslo derecho, fue subiendo lentamente hasta llegar a mi vientre donde subió mi falda y metió su mano comenzando a masajear lentamente primero sobre mi braga y después metiendo su mano directamente.
E-espera… estoy manejando - tenía una buena técnica, he de admitirlo, con su dedo corazón frotaba, hacía círculos de manera lenta y suave sobre mi clítoris, mientras metía y sacaba constantemente otros dos dedos en mi vagina, estaba en el cielo y pronto llegué al orgasmo.
No me importa - esta vez dejó mi área baja para concentrarse en mis senos, subió aún más mi top dejando mi escote al descubierto, después subió el sostén y con una mano masajeaba mi seno izquierdo mientras lamía mi pezón del seno derecho, después comenzó a chuparlo
A-ah - solté un gemido que enseguida reprimí
¿Te gusta hermanita? - se río
T-tom… - por fin había encontrado un lugar para estacionar el auto y me abalancé hacia él en un beso apasionado - Ahora sí, cógeme como se te dé la gana hermanito - recorrió su asiento hacia atrás para tener más comodidad
Eso fue como una luz verde ya que de inmediato me lancé a él, bajé el cierre de su pantalón y comencé a masajear su miembro por encima de su bóxer.
No… harás que explote Cassi - dijo ya que veía como quedaba prácticamente una carpa entre su bóxer y pene erecto.
Para no hacerlo sufrir lo liberé sorprendiéndome lo grande y grueso que estaba, no creí que él lo tuviera así, claramente juzgué mal, con mi mano subía y bajaba lentamente, escuchaba sus pequeños gruñidos que hacían que me excitara aún más, finalmente lo metí en mi boca, comencé a chuparlo, al principio lento y succionando y después rápido, era un constante sube y baja con mi boca, me detuve y con mi lengua comencé a dar lamidas como si de un helado se tratara.
M-me voy a venir Cass… - dijo entre gemidos y no me dio tiempo de nada cuando sentí todo ese semen en mi boca, me lo tragué todo - Dios mío eres tan buena - me dio una nalgada y eso me calentó muchísimo más
Se recostó en el asiento para poder acomodarse mejor, yo me pasé a su asiento sentada en sus piernas, me acerqué sosteniendo mis rodillas en el asiento y apunté su pene a mi entrada y de un sentón lo metí todo, en un principio dolió un poco por el tamaño, sin embargo, rápidamente ese dolor se convirtió en placer, comencé a subir y bajar lentamente mientras él masajeaba mis senos.
Que putita es mi hermanita - me decía y eso hacía que mi excitación fuera en aumento, metió sus dedos en mi boca y como si fueran su pene comencé a chuparlos
Sí, soy una puta, cógeme tan fuerte como para romperme - sonrió, tomó mis nalgas subiendolas y bajandolas al mismo tiempo que yo lo hacía, él me embestía como si fuera lo último que fuera hacer - A-a-ahhh a-así Tom, sigue, sigue, sigue y no pares nunca - le rogaba mientras gemía
Seguía dando saltos para enterrarme ese pene que me encantaba, lo sentía hasta el fondo, lo sentía rápido, tal y como me gustaba, nunca había sentido esto con nadie, simplemente era único.
M-me vengo Cassi… - soltó y saqué de inmediato su pene de dentro de mí así que se corrió entonces en mi trasero, tomé un poco de ese líquido delicioso con mi dedo y lo metí a mi boca mientras le sonreía
Delicioso - alcancé a decir después de que se sentara en el asiento permaneciendo yo sentada en sus piernas, tomó mi nuca y me acercó hacia él fundiendonos en un beso que marcaba el fin de una simple aventura entre hermanos. O al menos era eso lo que creíamos
Toma - me extiende un pedazo de papel para limpiarme su liquido
Gracias - le hago una media sonrisa que me responde de igual manera y me limpio tanto mis flujos como los de mi hermano
Me pasé a mi asiento buscando mi braga hasta que la encontré y la coloqué de nuevo, él subió su bóxer y su pantalón, acomodó el asiento y volvimos a la normalidad, como si nada hubiera sucedido.
Y así fue… llegamos sin decirnos una palabra, metí el auto a la cochera, abrí la puerta, entramos a la casa, nos metimos a nuestras habitaciones y nadie dijo nada hasta el día siguiente.
Desperté y de inmediato vino a mi mente lo que pasó ayer con Tomás lo que hizo que me sonrojara, pronto escuché a mi padre llamarnos para ir a desayunar como lo hacía todos los fines de semana, así que bajé y al mismo tiempo que abrí mi puerta observé a Tomás quien tenía un gesto de dolor, suponía por la resaca pero cuando me miró su expresión cambió y desvió su mirada para bajar sin mirarme.
Buen día - le dije cuando iba en el pasillo en un tono normal tratando de que no cambiará nada entre nosotros como me dijo ayer pero no obtuve respuesta
Bajé, en el comedor vi a Alex y a mi padre comiendo Hot Cakes.
Hola tesoro, ¿Cómo te fue anoche? - me comentó mi padre
Pudo ser mejor papi pero gracias por preguntar - sonrío mientras me sirvo una taza de café y me siento a un lado de Alex
Adivino, Melissa te dejó por estar con el primer hombre que se le cruzó - me dice sonriente mi hermano a lo que yo hago una mueca fingiendo tristeza y asintiendo - Te dije que tenía que acompañarte - me regaña
Perdón - le hice un puchero y le dí un beso en la mejilla, cuando él me iba a responder nos interrumpe mi otro hermano
Buen día - llega Tomás a la cocina y se sirve un jugo de naranja
Hola hijo, ¿dónde estuviste anoche? te fuiste y ni siquiera avisaste a dónde
Salí con Marco - responde aunque bien sé que es mentira
El resto del desayuno se desarrolló dentro de lo normal pues Tomás y yo no hablábamos prácticamente nada por lo que nadie notó el que prácticamente me ignorara, solo notaron que se comportaba raro.
¿Estás bien? - le pregunta Alex por su mirada perdida
Sí, es solo… - se queda pensando un momento - S-sólo resaca - responde y se levanta de la mesa rápidamente pero antes de irse le dice mi padre
Que extraño, prácticamente nunca sales - solo lo observaba pero no podía dejar de pensar en el beso que desencadenó lo que le siguió
Fue un error salir, no lo volveré a hacer - no entendía si hablaba indirectamente de mi o si en verdad hablaba de las fiestas
Deberías descansar - intento llevar todo por la normalidad pero él ni siquiera me voltea a ver y solo responde
Sí lo haré - y se va
Sé que es raro pero hoy más - cuestiona Alex
Déjalo, si nos necesita aquí estaremos - contesta mi papá
El resto del día se desarrolló normal, no hubo nada diferente, Alex y yo la pasamos hablando y a veces me molestaba de manera cariñosa, mi padre salió unas dos horas por trabajo hasta que regresó y vimos una película los tres.
Pasaban los días, íbamos a la escuela, regresábamos como siempre, con la única diferencia de que no podía dejar de pensar en Tomás, comenzaba con un mínimo pensamiento sobre él y sin quererlo ya estaba masturbandome rogando que se repitiera, me sucedía en la casa, en la escuela, en cualquier lugar, no sabía cómo detener esta sensación.
Y en cuanto a la convivencia entre Tom y yo, nunca fue la mejor pero incluso así logró empeorar, intentaba hablar con él y me ignoraba, cuando llegaba a un lugar él se iba, estaba cansada de intentar todo para mejorar la situación y nada funcionaba, lo peor es que ahora era notorio para mi padre y Alex pero cuando me preguntaban qué pasaba yo me hacía la desentendida como si no me diera cuenta.
Así que un día llegando de clases, harta de la situación busqué en la casa a mi hermano, sin embargo encontré a otra persona en la cocina.
Hola papi - me acerco y le doy un beso mientras lo veo estar en su celular
Hola cielo, ¿Cómo te fue? - deja su celular y me mira sonriente
Bien gracias, amm estoy buscando a Tom, ¿Sabes si ya está aquí? - le digo mientras me siento en la mesa abriendo un poco las piernas pero sin ninguna intención, ni siquiera me daba cuenta de que se podría llegar a ver algo ya que traía falda
N-no sé Cassi, creo que no ha llegado - sabía que mentía, mi padre podía ser muchas cosas pero no un buen mentiroso
¿Ya está aquí verdad? - le dije segura
Sí… - por fin soltó - Solo no entiendo porque quiere evitarte, sabía que no se llevaban tan bien, pero no hasta ese punto - me daba ternura la inocencia de mi padre
Es bastante complicado papi, pero lo estoy buscando para arreglar las cosas - sonrío y solo veo como se queda mirando fijamente mis piernas cubiertas por calcetas y mi falda un poco corta que probablemente dejaba al descubierto mi braguita. Sin embargo, no me incomodó si no al contrario me gustaba ser observada de ese modo lascivo, me recordaba lo que me había hecho Tomás en su auto, así que con mi mano desabroché un poco mi blusa para que notara un poco más mis senos y brindarle un gran espectáculo.
Y-yo me tengo que ir tesoro, me necesitan en el trabajo - respondió incómodo y así sin más, se marchó dejándome desamparada y caliente así que fui al baño para que se me pasara lavando mi cara con agua fría. Funcionó y me dirigí al objetivo principal: mi hermano.
Subí rápidamente las escaleras siguiendo por el pasillo todo derecho hasta que entré a su habitación abriendo la puerta con fuerza.
Tomás tenemos que hablar - declaré
¿¡Qué demonios Cassandra!? ¡Sal de aquí es mi habitación! - se notaba su enfado
No, quiero que arreglemos las cosas
¿De qué demonios hablas? No hay nada que solucionar. Vete - se levantó de su escritorio y me tomó del brazo para sacarme de su habitación
¡No! - trataba de sacudirme para librarme de su agarre pero no funcionó así que decidí gritar - ¡Maldita sea Tom, estoy harta! - se detuvo para escuchar y observé su mirada un tanto confundida - Esto no puede seguir así - dije seriamente
No sé de qué hablas Cassandra, por favor vete tengo cosas que hacer - habló de manera calmada
Por favor Tom… No te hagas el desentendido - contesté sarcástica - Sabes bien de qué hablo y estoy cansada de las consecuencias
Con un demonio Cassandra, no quiero hablar de eso - desvió la mirada de mí y se alejó un poco dándome la espalda
¡Pues yo sí quiero! - le grité y eso llamó su atención - Todo cambió desde ese día y me habías dicho que no lo haría - respiraba alterada por todo esto y sabía por su mirada que estaba a punto de ceder
¿¡Quieres que hablemos de eso!? ¡Bien, hagamos eso! - me gritó y se acercó bruscamente a mí, mientras lo veía asustada - Hablemos de cómo besé a mi hermana, de cómo la cogí en mi auto y como eso me carcome todos los días mi puta conciencia porque no he dejado de pensar en ello y aunque sé que no está bien quiero hacerlo de nuevo todos los días porque lo disfruté como no tienes idea y la única manera de no pensar en ti era tratar de alejarte - no sabía qué hacer ante esa confesión, era cierto que yo sentí lo mismo pero al igual que él sabía que esto estaba mal y no tenía idea de que es lo que tenía que hacer, solo sabía lo que quería hacer.
N-no entiendo… bueno sí entiendo pero yo… - me interrumpió
Ya sé que soy un enfermo, lo siento mucho, ¿es lo que querías escuchar? Ya lo tienes, vete - me dijo despectivamente
No… - susurré y me acerqué lentamente a él, comencé a dar pequeños besitos en su cuello, él colocaba su mano en mi nuca y escuchaba su respiración, luego levanté mi mano y fui recorriendo desde su cuello, su abdomen hasta llegar a su miembro, pero cuando lo iba a tocar él tomó mi mano con la suya y me alejó de él
Cassandra espera… - habló con tono de confusión - ¿Qué haces? - me tomó por los hombros y yo me acerqué mirando arriba para ver sus ojos
Bueno lo cierto es que… yo… yo he estado igual que tú, no he podido dejar de pensar en ese día y cuánto deseo que se repita. No tienes idea de cuánto lo deseo - coloqué mis manos en su pecho y sonreí - Quiero repetirlo mil veces contigo
Pero está mal Cassandra y sé que si vuelve a suceder ya no voy a poder detener esto y continuaré deseándote pero esto no nos llevará a ningún lado. Eres mi hermana menor - tenía razón pero no podía con este deseo incontrolable que me carcomía lentamente
No me importa, solo… solo quiero disfrutar de esto porque me gusta y no, no me importa que esté mal, me da completamente igual - una sonrisa se dibujó en mis labios y de nuevo me acerqué a besarlo, esta vez él también me besó con pasión, se notaban las ganas contenidas de estos días
De acuerdo… Solo no hay que dejar que se enteren - me sonrió y se dirigió a cerrar la puerta con seguro.
Después tomé su mano y lo llevé a su cama, dónde se sentó y yo encima de él lo seguía besando con pasión.
Dios… no tienes idea de cuánto extrañé esto - le dijo mientras movía las caderas frenéticamente.
Me movió para quedar yo abajo de él, me quitó la blusa y el sostén de una, después sacó mi short y por sobre la braga comenzó a masajear hasta que me mojé lo suficiente, la removió y comencé a sentir su lengua pasar primero por mi vientre, siguiendo el camino hasta llegar a mi clítoris en el que se detuvo y comenzó a lamerlo delicadamente, me sentía en la gloria, después subía y bajaba desde mi clítoris, labios mayores y bajaba hasta mi vagina, se detuvo de nuevo en la parte de arriba pero esta vez comenzó a meterme sus dedos rápidamente, así continuó durante un rato, luego sentí su lengua introducirse en mi cavidad, y luego masajeó mis senos lentamente, estaba por venirme, lo sentía, comenzaba a darme pequeños espasmos y finalmente lo logró - S-s-síííi así Tom, así - gemí fuertemente
Se colocó a mi altura y me besó, pude saborear mis líquidos en su boca, pronto se quitó su pantalón y yo le ayudé con su camisa, con sus manos recorrió desde mis senos en los cuales se detuvo a masajear y chuparlos, después bajó y con su mano acomodó su pene en la entrada de mi vagina y mientras me miraba a los ojos lo metió lentamente.
A-ah - solté un gemido mientras mi respiración aumentaba
Siguió metiéndolo pero no hasta el fondo, metía la mitad y luego lo sacaba dejándome un vacío que exigía ser llenado ya, finalmente lo metió todo de un golpe, comenzó las embestidas, primero lento y duro, subí una pierna a su hombro mientras gemía por el placer de ser penetrada de nuevo por mi hermano
A-a-así ssiii - seguía gimiendo y esta vez cambió las embestidas, ahora frenético y sin ningún tipo de cuidado, me excitaba sentir sus pelotas chocar con mi trasero, estaba llegando al éxtasis con todo ese frenesí, seguía ese mete y saca rápido y salvaje, hasta que me avisó que se correría - Afuera, hazlo afuera
De inmediato sacó su pene y yo me incorporé para meterlo a mi boca y saborear su líquido que me encantaba.
Dame tu semen hermanito, mi boquita lo necesita - y sin decirme nada metió su pene entre mis labios, sentí su aparato hasta la garganta lo que me causó arcadas, sin embargo también sentí su semen inundar mi boca mientras escuchaba y veía la satisfacción en el rostro de mi hermano mayor
Creí que ahí acabaría todo pero observé su pene aún erecto
Apenas vamos comenzando Cassi - habló con una sonrisa
Está vez me puse en cuatro patas esperando por su grueso pene y de pronto lo sentí de una estocada, me penetró como si no hubiera mañana, metía y sacaba salvajemente y yo también empujaba hacía atrás de manera coordinada para más efecto, con mi mano comencé a frotar mi clitorís, ya no podía más iba a llegar al orgasmo y finalmente ocurrió cuando sentí las manos de Tom masajear mis senos mientras al oído lo escuchaba susurrarme
Eres una diosa Cass, te amo hermanita - voltee a verlo con una sonrisa y lo besé en los labios
Dios, Dios, Dioooos - y llegué al orgasmo de nuevo, nunca ningún hombre me había hecho llegar al orgasmo, amaba a mi hermano; en poco tiempo comenzó a penetrarme más lentamente - Dentro de mí hazlo - finalmente se corrió, pero está vez no quería que lo sacara así que tendría que tomar la pastilla
Nos separamos y me quedé recostada en su cama, él se acostó junto a mí y me besó en la frente, después me abrazó.
Yo también amo a mi hermano mayor - le dije sonriendo
Así comenzó esta aventura con mi hermano Tom, lo que desencadenó los siguientes sucesos con los otros...
Hola, es mi primer relato, me ayudaría mucho si me dieran críticas para mejorar, gracias
---Sweet Ericka