La Congregación pro familia

Yo lo abrazaba fuertemente sintiendo su corrida invadir mi interior y, apretando mis piernas a su cintura tuve mi tercer orgasmo juntando mis fluidos a su caliente y espesa corrida, nos besábamos con pasión... terminó de depositar en mi útero hasta la última gota de su esperma. Esto es una bendición

Es algo súper excitante, erótico y morboso, sentir como baja el esperma de mi amante hijo por el conducto vaginal, hasta que llega a salir rezumante por mi raja mientras estoy sentada junto a mi esposo e hijos desayunando…estar charlando con ellos con mis bragas sustancialmente empapadas está siendo algo habitual en mi vida, y todo ello gracias que nos sentimos muy integrados como familia en cuerpo y alma. Aquella mañana mi esposo, Arturo, me preguntó si todavía estaba interesada en el trabajo que me había ofrecido Eugenio, le dije que sí, pues teníamos algunas necesidades que cubrir, que con su sueldo era imposible solventar… Debo remarcar que desde que ingresamos en la congregación no nos falta el trabajo en casa, nos ayudamos todos en comunidad e intentamos colocar a los nuestros con la influencia que tenemos dentro de las empresas, este era mi caso… me indicó que llamara a ver si seguía la vacante y que él me llevaría los primeros días para saber dónde era. Llamé inmediatamente a Eugenio diciéndole que si seguía la vacante podría comenzar a trabajar ya… quedamos de inmediato que estaría en su oficina para comenzar el mismo lunes.

Como cada sábado desde hace un año, nos acercábamos toda la familia al Centro de culto para participar en la ceremonia semanal. Se trata de una congregación cristiana escinda de la católica en la se practican las creencias más primitivas de los postulados cristianos en coalición con el Evangelio, tan  ancestrales como las coptas. Los “Seguidores de Florenz” , somos una organización que reivindica la vuelta a los orígenes de la vida justo después de ser expulsados del paraíso. De la misma manera que entonces sentían nuestros antepasados, vemos necesario y oportuno la procreación como principal mandato de Dios nuestro Señor, algo que esta sociedad moderna está dejando de lado en ciernes por el egoísmo personal, por el triunfo laboral y el bienestar social. Allí me encontré con Eugenio y hablamos sobre las condiciones, la cuales me parecían excelentes… El lunes me arreglé muy bien, me metí a bañar temprano, puse crema en todo mi cuerpo, me puse un coordinado negro de encaje, con el sujetador de media copa como me gusta usar, combinando con una blusa floreada azul y falda corta a juego, con zapatillas negras y mi bolso, me perfumé y salí a la sala donde ya me esperaba Arturo para llevarme en mi primer día de trabajo. Llegamos muy rápido pues estábamos relativamente cerca, hasta Arturo comentó… – El regreso te será fácil, aquí derecho serán como cinco paradas a lo sumo, me despedí de él con un beso en la boca, bajé del coche, se quedó un rato parado enfrente del edificio y después se arrancó.

Entré al despacho que estaba abierto y oí voces en la sala de juntas, al sentarme en mi lugar salió uno de los vendedores y me dijo que por favor pasara que el director me llamaba…, entré y me presentó con los vendedores, eran ocho, de los cuales solo dos mujeres, les indicó que cualquier cosa que requirieran me lo podían solicitar al igual que hacían con la anterior secretaria, me pidió que les llevara café y galletas que estaban en el office y así lo hice. Mientras estaban en la junta yo comencé a revisar las cosas del escritorio, agenda y demás cosas para irme poniendo al corriente en mi actividad. Encendí el ordenador… revisé las carpetas y archivos que había en ella para irme interiorizando con lo que tendría que hacer. Salieron de su junta, les di a los vendedores tanto volantes como solicitudes de compra y se fueron a sus respectivas guardias, quedándome a solas con Eugenio, estuvimos viendo mis archivos y me explicaba cada documento y situación con los clientes y como hacer la lista de prospectos y de ventas por cliente y vendedor…. Estaba muy contenta se me hacía muy interesante todo lo que manejaban en la oficina, me dijo que en la semana me llevaría a conocer el desarrollo, para que me identificara más con el producto. El sentirlo tan cerca de mí tomándome de los hombros o acercándose a mí al explicarme algo y percibir su aroma me daba una excitación especial , cosa que para él no pasaba desapercibida ya que cuando se acercaba a ver la pantalla del PC, sentía el roce de su miembro viril en mi brazo. Al preguntarme si tenía alguna duda me giré hacia él y con una sonrisa le dije que solo tenía una... Y acariciándole su bulto por encima del pantalón le dije que si era porque tenía un móvil muy grande o se alegraba de tenerme en la oficina, aquel bulto iba creciendo a cada momento, él me sonrió y siguiendo el juego, me contestó que era un regalo de bienvenida que tenía guardado para mí… – ¿Quieres verlo?, cierra la puerta y pasa a mi despacho… De inmediato se encaminó hacia allí y, me quedé mirando su porte… un cuarentón bien cuidado y con ocho hijos… tres de su esposa y el resto con varias de las integrantes de la congregación preñadas en las convenciones.

Cuando entré a su despacho llevaba un lápiz en la boca y con una sonrisa seductora le solicité mi regalo de bienvenida, él hizo su sillón hacia atrás y sin levantarse me mostró su grueso pollón de unos 18 cm y más de 6 cm de grosor completamente erecto. No era extraño que a tantas hembras les pareciera apetecible una suculenta caña de lomo embuchado como esa, y deseasen ser inseminadas por él. Le di vuelta al escritorio encontrándome con que se había desnudado de la cintura hacia abajo, me quedé mirándole se veía exquisito su exuberante falo totalmente rígido, casi paralelo a su vientre quedando a mi vista sus gordos testículos reposando sobre el asiento. Me hinqué entre sus piernas y comencé a acariciar sus piernas hasta su ingle, haciéndole cosquillas con mis uñas, saqué mi lengua y empecé a lamer el voluminoso escroto, jugando con sus testículos, bola a bola con mi lengua audaz , empujándolos hacia arriba y besándolos sonoramente. Metí en mi boca uno de sus testículos, oliendo su aroma a testosterona que me enloquecía y avivaba mis sentidos, paseaba mi lengua desde su escroto hasta la punta de su glande metiendo en su orificio la punta de mi lengua, chupándole todo el tronco como si fuera una piruleta cálida y dura, por mis caricias su verga daba pequeños saltitos debido a la tensión por las sensaciones que sentía por mis caricias linguales.

Así estuve lamiéndole completamente su miembro viril hasta meterlo en mi boca y masturbarlo con mis labios subiendo y bajando mi cabeza, sosteniéndome en sus piernas, las cuales acariciaba con una de mis manos y con la otra sopesaba sus riquísimos y cargados testículos, acariciándolos como si fueran bolas chinas. Nuestras respiraciones se fueron acelerando, él metió sus manos en mi blusa y acariciaba mis pezones, apretándolos y sobando mis tetas, se sentó a la orilla de su sillón, me abrió la blusa y me acercó hacia él e, hincada como estaba puso su tranca en medio de mis ubres quedando aprisionado por mi sostén de media copa. Junté mis tetas alrededor de su duro cipote mientras el movía su cadera como follándose mis tetas. Me gustó muchísimo sentirlo así, sentir como palpitaba en medio de mis masas mamarias y sentirlo duro pasar por el canalillo de arriba abajo, topando su glande en mi barbilla. Incliné mi cabeza y sacando mi lengua se lo chupaba y lamía cada vez que sus movimientos hacían que su glande alcanzara mi labio inferior.

Así estuvimos un buen rato hasta que lo retiró de mis tetas, me quitó la blusa y mi sostén, me levantó y así de pie me quitó la falda, me abrazó haciendo que sintiera en mi vientre su turgente erección , metió sus manos entre mis bragas acariciando golosamente mis nalgas estrujándolas, acariciándolas y abriéndolas puso su dedo medio en la entrada de mi ano. Nos estuvimos besando y acariciando de pie, yo le cogía su grueso pollón palpitante, con la palma de mi mano, acariciándoselo en toda su dimensión y cosquilleando sus testículos con mis uñas para luego apretárselos ligeramente haciendo respingar su erecto balano entre nuestros vientres. Nos fuimos tumbando lentamente sin dejar de besarnos y recostándome encima del escritorio, me despojó completamente de mis bragas, puso su polla en medio de mis labios vaginales y alzando mis piernas rectas en su pecho…, con movimientos de vaivén sobre mi vulva acariciaba mi vagina a lo largo, con su duro miembro, mientras me quitaba las medias una por una besándome desde la planta de mis pies hasta la mitad de mis muslos.

De forma lenta posando sus labios en cada centímetro de mi pierna, entreteniéndose en la parte trasera de mis rodillas con lo que hacía que mi piel se erizara y haciendo que mi vagina se humedeciera bastante sintiendo el roce de su bayoneta energizada. Era una sensación deliciosa como paseaba su miembro duro y erecto entre mis labios vaginales a todo lo largo de los mismos topando su glande con mi clítoris, me lo pajeo forzando su ariete contra la pepita haciendo que tuviera mi primer orgasmo, sin siquiera penetrarme. Movía mi cabeza de un lado a otro, gimiendo y chillando de placer, apreté sus nalgas fuertemente en el momento en que expulsaba mis jugos, mojando completamente el tronco de su venoso cipote, él siguió moviéndolo presionando mi clítoris hasta que mi reparación se fue normalizando haciéndome tener espasmos cada que rozaba mi irritado clítoris. Puso mis piernas alrededor de su cintura y guiando la polla a la entrada de mi vagina me fue penetrando lentamente. Aquello me enervaba electrificando mi cuerpo, de manera que sentía cada centímetro de su grueso falo entrar en mi vagina distendiendo mis pliegues vaginales al máximo, haciéndome emitir un gemido tras otro de satisfacción y placer al sentirme completamente llena.

Cuando lo introdujo por completo topando sus testículos con mis nalgas, se quedó dentro de mi haciendo movimientos circulares que me llevaban al quinto cielo, que rico sentía tener su verga totalmente dentro de mí moviéndose de esa manera ensanchando al máximo mi canal vaginal y tener pegados a mis nalgas su escroto, unos huevos enormes que parecían dos bolas de derribo. ¡¡Uufff!! Lo agarré de sus nalgas apretándoselas y acompasando mis movimientos de cadera a los suyos, él besaba mis tetas, mis pezones eran de su propiedad entre los labios y dientes, mientras tanto y poniendo sus manos debajo de mis nalgas las apretó fuertemente y, comenzó a darme unas deliciosas embestidas constantes que me hacían gemir de placer.

Besándonos apasionadamente continuamos con nuestros movimientos fornicadores…, nuestras respiraciones se aceleraron, me estaba dando a base de bien y duro durante unos largos minutos, nuestros cuerpos traspiraban sudando copiosamente, me hizo tener un orgasmo más con su tranca embutida en lo profundo de mi coño…él seguía dándome duro haciéndome sentir el choque de su glande con mi cuello uterino frecuentemente, yo no paraba de gemir, chillar y emitir ligeros grititos diciéndole que ya terminara que quería sentirlo acabar dentro de mí… que me diera su esperma. Él aceleró aún más sus movimientos y dándome unas embestidas tan fuertes que me desplazaba hacia arriba en cada empujón que me daba, veía como mi vientre se abultaba en cada penetración a fondo , al tiempo que percibía en cada una de esas estocadas, su glande incrustarse en mi matriz. Comenzó a aumentar el ritmo hasta parar casi en seco emitiendo un quejido de semental, justo en el momento de expulsar su esperma fuertemente en unos disparos potentes… los notaba con claridad estrellarse contra mi fondo vaginal inundando copiosamente mi útero.

Yo lo abrazaba fuertemente sintiendo su corrida invadir mi interior y , apretando mis piernas a su cintura tuve mi tercer orgasmo juntando mis fluidos a su caliente y espesa corrida, nos besábamos con pasión, nos colocamos de lado y continuamos con nuestros movimientos pélvicos ya más cadenciosos pero infinitamente placenteros, hasta que terminó de depositar en mi útero hasta la última gota de su esperma ¡Esto era una bendición! Seguimos besándonos y acariciándonos, yo besaba su cara, acariciaba sus mejillas y lo apretaba contra mi pecho mientras el acariciaba cariñosamente mis nalgas y mi pierna izquierda, recorriéndola desde mi nalga hasta la pantorrilla, así nos quedamos un buen rato hasta que su magnífico falo disminuyó de tamaño y grosor saliendo lentamente de mi vagina.., emitiendo un ¡ups! Sonriendo le decía lo que había sido maravilloso, porque para mí no había nada en el mundo más sensual que recibir la esencia del semental . Él besaba mis ojos y mi frente, nos acostamos boca arriba reposando de nuestro exquisito encuentro acariciándonos mutuamente nuestros sexos.

Le cogí la polla semi erecta, se lo meneé, besé la punta y el escroto y me metí al baño…, cuando salí él ya estaba de pie con su mástil totalmente erecto, se veía majestuoso levantado hacia arriba dándome una excelente perspectiva de su escroto que veía como subían y bajaban sus testículos dentro de esa suculenta bolsa que los alberga. Me le quedé mirando y él solo me dijo… – Tienes que hacer algo con esto, pues así no puedo trabajar, le dije que me iba a mi escritorio y, al inclinarme para levantar mi ropa de la alfombra, me toma de la cintura, poniendo su dura verga entre mis piernas y me empieza a acariciar la vulva, yo lo empujo haciendo mi cadera hacia atrás, me toma de las nalgas y me inclina sobre el escritorio y abriendo mis piernas con las suyas… ¡Zas! Me la incrusta vaginalmente, dándome unas tres profundas estocadas lubricando su venoso falo, para después colocarlo en la entrada de mi culito y empezar a presionarlo con su glande hasta que logra meter unos cuantos centímetros de su grueso pene en mi ano, haciéndome suspirar de placer poniendo mi mano en su abdomen para regular en algo sus siguientes embestidas, que poco a poco hicieron que entrase su poderoso miembro viril por completo en mi culito que lo recibió con sumo agrado. Mientras penetraba yo movía mi cadera hacia atrás saliendo a su encuentro y , sintiendo así más profundas sus penetraciones, me recargué con los brazos sobre el escritorio, para poder aguantar más tiempo en esa posición. Sabía que cuando un semental te penetra por segunda vez, su resistencia es mayor y tarda mucho en correrse, lo que a mí me da una enorme felicidad porque sé que así conseguiré por lo menos dos orgasmos más. Se afianzó de mis tetas y no dejaba de invadirme a un ritmo pausado pero continuo , con lo que me hizo llegar en unos cuantos minutos a mi siguiente orgasmo. Sentía el mástil empalándome  mientras el magreaba mis tetas colganderas y besaba mis hombros y espalda, o acariciaba deliciosamente mis nalgas, apretándolas y abriéndolas para observar como entra y sale su exquisito vergazo en mi culito. Comienza nuevamente a acariciar mi clítoris acelerando sus embestidas, en cada empujón hacían rebotar mis piernas en el escritorio, haciéndolo sonar al unísono del choque de sus testículos en la base de mis nalgas y raja vaginal. Abrí más mis piernas para sentirlo a plenitud entrar y salir dentro mí, yo estaba jadeando y gimiendo como una perra en celo en espera de alcanzar mi orgasmo, cuando él me dijo espérame y nos corremos juntos. Acelerando frenéticamente sus embestidas hasta que agarrándome fuertemente de las caderas, me atrajo hacia él metiéndomelo hasta el fondo y con un sonido gutural descargó su simiente en el fondo de mis intestinos en dos fuertes disparos que inundaron mi conducto anal. Joder con el cabrón… así no me extraña que nos preñe tan fácilmente! Hice mis manos hacia atrás y lo agarre de sus piernas apretándolo fuertemente hacia mis nalgas, que el acariciaba y abría para colocarse por entero en mi trasero…, subía sus manos por mi espalda acariciándomela desde mis redondas nalgas hasta mis hombros una y otra vez mientras su hinchado y duro garrote seguía escupiendo esperma en mi interior. Cerré mis piernas para aprisionar ese maravilloso miembro viril, abriendo y cerrando mi esfínter con el fin de exprimirle hasta la última gota de su deliciosa savia.

Siguió meneándose dentro de mí cada vez más lentamente hasta que dejó sus huevos secos de lefa y poco a poco retiró el estoque un tanto reducido de tamaño, lo restregó con su mano en mi vulva, sacudiendo su glande rozando mi clítoris, haciéndome sentir una exquisita corriente eléctrica que iba desde mis genitales hasta mi cabeza. Estaba siendo un buen principio en mi nuevo trabajo, que de continuar así a ese ritmo… a fin de mes tendría una buena nómina y una incipiente panza de aquel macho , si no de mi hijo, el cual también procuraba unas descargas seminales dignas de elogios. Por ese día nos metimos al baño para asearnos y después de vestirnos en su despacho, y dándonos unos piquitos me fui a mi lugar para comenzar a trabajar…. Estuvimos actualizando los planos y el informe de ventas, y demás actividades propias del negocio…, Eugenio pidió una pizza que degustamos con una copa de vino que tenía él en la cantina de su librero, por la tarde me llevó hasta mi casa. Al día siguiente sería otro día para aprender a manejar el negocio, pero antes siempre me hacía mis cinco kilómetros de running. Esto es solo el principio del relato, si quieres saber como termina visita mi blog referenciado en mi perfil https://sesionesorgasmicas.blogspot.com/

Esa mañana regresé a casa de mi rutina de correr varios kilómetros. Mientras recuperaba mi respiración, porque a los 33 años, una ya no tiene la condición física de antes , escuchaba el agradable sonido de las voces y risas de mis dos hijos… Joel nació el 16 de abril del 2005 y Úrsula el 21 de octubre del 2008…, esas fechas son de los días más memorables en mi vida. El gozo de poder sostenerlos en mis brazos se suma a la satisfacción de saber que Dios, en su misericordia, nos ha bendecido de esta forma. Como podrán notar, mis hijos se llevan tres años y, conmigo el mayor, tan solo 18… ambos tienen mucha energía con una salud envidiable y, que Dios nos los guarde así por mucho tiempo. Mi esposo y yo estamos encantados con ellos pese a que… ¡ Conlleva mucho trabajo criar niños! Ellos demandan toda la atención posible, y en momentos puede sacar en tu vida, áreas de pecado que no sabías que existían. Pero todo el cansancio, el batallar con mi pecado o las noches sin dormir no se comparan con la increíble satisfacción de tener a mis hijos, gozar de ellos y que ellos vean en el amor familiar, el tótem de la felicidad, de poder amar tan profundamente como los amo, de ver a mi increíble esposo crecer dentro de mí ante mis ojos… en ser un padre entregado a su familia. La semana pasada, la portada de la revista Time capta la creciente cultura de personas que biológicamente pueden tener hijos pero determinan no tenerlos. Uno de los aspectos que el artículo presenta, el cual se puede apreciar fácilmente en nuestra cultura, es que por motivos de estilos de vidas, crecimiento profesional o mantener belleza física, un número creciente de mujeres están decidiendo no procrear. En los últimos 30 años la cantidad de mujeres que deciden no tener hijos creció de 1 en 10.

Estos números no deben sorprendernos, y en cierta forma a los cristianos no nos debe asombrar que el mundo vea la maternidad de esta forma. Tener hijos no tiene por qué ser un sacrificio y hacer morir nuestras preferencias y comodidades. Pese a ir al matrimonio preñada de Joel, mi esposo y yo vivimos de luna de miel continuada gracias a nuestras creencias morales…, esto se ha incrementado más ahora con la incorporación de nuestros hijos a nuestra vida sexual. La expectativa de toda la sociedad hasta hace alrededor de 30 años era que todo hombre y mujer se casaban para tener hijos. El problema con esto es que la iglesia no se desarrolló en convicciones bíblicas al respecto y, los sacerdotes no enseñan sobre la llamada bíblica de procrear. Es mi pensar que en este tiempo es de extrema importancia que la iglesia enseñe a los jóvenes sobre la dignidad y hermosura de la llamada bíblica a procrear cuantos más hijos mejor, volver a implantar los roles que nos encomendó el Señor…macho y hembra, el ser inseminador encardado en el macho semental y, la hembra receptiva como sujeto que ha de dar vida a sus hijos dentro de su vientre. Así es la naturaleza y así debemos respetarla…sumisas y complacientes mientras los hombres expanden su bendita semilla fecundadora.

Desde muy joven, mis padres me convencieron que la Biblia nos da un mandato a las hembras… “¡Que mientras sea posible, tengamos hijos! ” Joel es fruto de esa prevalencia del padre de familia, siendo este y después mi esposo, los que experimentaron dentro de mí el reto de preñarme, hasta que por la misericordia de Dios pude concebir. Esto es diferente a creyentes que deciden no tener hijos por razones de crecimiento profesional, por temor a que sus vidas cambien, o por miedo a perder la libertad de poder salir a pasear a su conveniencia. En este mundo, la excusa económica es cada vez mayor…, incorporamos un estilo de vida con un estándar demasiado alto y cancelamos la idea de tener hijos porque afecta nuestro presupuesto. No me malinterpreten, no estoy diciendo que quizás algunas mujeres puedan esperar algún tiempo antes de tener hijos. Me refiero específicamente a tomar la decisión de no tenerlos nunca . Algunas mujeres no se casan, y para estas, la llamada a procrear cree que no se les aplica, y eso no es cierto…, vemos en el patrón bíblico, la importancia de la llamada de Dios a procrear descendencia…, como por ejemplo de las niñas de mi congregación… Sara, Ana y Elizabeth, que a pesar de sus doce y trece años han concebido…, y sus madres tras años de no ser preñadas dentro de la familia, al ingresar en nuestro Centro espiritual clamaron al Señor que les diera hijos. Ahora están llenas de gozo al recibir la bendición de poder ser madres de nuevo, dado que sus úteros aún son fértiles y los machos que las inseminan fecundos dentro de la diversidad. Es una bendición ver a madres e hijas preñadas a la vez, por lo que glorificamos a Dios cada sábado en nuestras homilías.

En la cultura en la que vivimos, no entienden el deseo que tenemos de ser madres sin importarnos quien nos fecunda. Recordemos que en tiempos bíblicos toda la esperanza de la familia estaba en el poder tener descendencia sana, con diversidad genética. En esa época los hijos se dedicaban a cuidar de sus padres en la vejez. Sin embargo, hoy en día no vemos esa necesidad de la provisión de Dios en nuestra vejez, ya que el mayor peso recae sobre los planes de retiro y seguro social. Les puedo asegurar algo, no es lo mismo a los 30 años decidir tener hijos, por eso formo parte de “Los seguidores de Florenz” ellos me han dado una nueva visión de la vida. La Biblia también apunta a que los hijos son un regalo de Dios. El salmo 127:3 dice… He aquí el fruto de tu vientre…el don del SEÑOR son los hijos…, y la recompensa es el fruto fecundado por la semilla del hombre”. Nos muestra que tener hijos es un don de Dios, una recompensa, es algo que debe verse como valioso, no obstante hemos dejado de ver los niños como esto, sino que los vemos como un problema o algo que me va a robar mi independencia…. Por último, voy a presentar lo que a mi entender es la razón principal por la cual los creyentes tienen hijos…. “Estamos llamados a esparcir la gloria de Dios”. Hay mandamientos bíblicos que son mandamientos de la creación. Estos son estatutos que Dios establece antes de la caída y durante la creación. Son parte del diseño de Dios al crear al hombre a su imagen y semejanza y le da el mandato de reproducirse. Génesis 1:27-28 dice… “Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó…, varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo… Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla”. Es decir, el diseño de Dios desde la creación es que el hombre y la mujer se unan y puedan procrear.

¿Por qué este mandato? Dios crea al hombre a su imagen y le da el mandato de procrearse para expandir esa imagen por toda su creación. Dios desea que por medio de tener hijos los creyentes se expandan. En este mundo caído ha sido distorsionado el hombre por el pecado. Pero en el evangelio, la imagen de Dios es restaurada en nosotros, y creemos que salvará a través de nuestros hijos… ¡ Solo cumplimos la llamada de llenar la tierra para que Dios sea glorificado! Todos estos mandatos han sido interiorizados por los que formamos parte de esta congregación, y por ello se crearon unas jornadas de convivencia para aquellas familias que tienen hijos en la adolescencia o preadolescencia. En estas tutorías se trata los diversos temas que nos acucian en la vida, entre ellas se aborda la sexualidad de una manera abierta y consensuada como eje principal, dada la edad de los adolescentes. Cuando mis hijos cumplieron la edad mínima, nos incorporamos a esas convivencias y, en una de las ocasiones uno de los tutores nos hizo partícipes de sus  experiencias y fantasías con sus hijas, después de la charla semanal…. Me vi tan integrada que le hice saber de las nuestras dentro de mi familia. Yo estoy casada, al igual que él, y todos los que acudimos a las tutorías.

CONTINÚA...