La confesión de Shalimar con los abuelitos.

En este relato contaré mi pasar por una estancia para Adultos Mayores, dónde mi vicio por el Sexo tuvo inesperadas sorpresas. Baños de esponja, felaciones, masturbaciones, juguetes sexuales, jugos , leches y venidas al por mayor y una follada más allá de la fantasía, que al ser osada es verdad.

Buenas tardes s todos y todas.

Estábamos en alto total en la autopsia de regreso a Saltillo, Coah. Las condiciones del clima impedían avanzar.   En la Suburban estábamos protegidos del clima gélido, y más que calientitos con el relato de mi comadre María de la Pasión, fue tan morboso y cachondo, que poco faltó para que todos ahí dentro tuviéramos un n Aquelarre Sexual.  Al ver que Imanol retrasaba el inicio de su confesión jamás contada, me sorprendi yo misma cuando sin pensarlo mucho empecé a narrar una de mis Historias Jamás Contadas.

No sé por qué razón, si es por remordimientos de conciencia o para hacer méritos que amortiguen mi condena al final de mi existencia, pero con la mejor de las intenciones colaboró y hago obras en beneficio de nuestras comunidades.  Una de esas acciones es que un día que andaba por San Pedro Garza García, N.L. después de un día de labores en dicho municipio conurbano a Monterrey, y al ser muy temprano, se me ocurrió la idea de pasar por una Estancia Geriátrica (asilo para ancianitos).  El lugar con nombre de árboles, era una construcción muy grande, con amplias Áreas verdes, muy confortable y dónde no se veían carencias visibles, así que no hacía falta alguna contribución monetaria, sino de TIEMPO de voluntarios que desearan dar lo más valioso para esos huéspedes que es darles compañía y plática.  Di mis datos y referencias, y la administración de ese Centro, quedó en avisarme si era elegible como voluntaria.  Pasaron unos meses y olvide el asunto.

Un día entre semana, revise uno de mis correos y me avisaban que estaba autorizada para realizar mi labor altruista y desinteresada.  En mi siguiente viaje a la Sultana del Norte (así es conocida la cd. de Monterrey), sin decirle nada a nadie, empecé mis visitas a ese lugar.  Durante los primeros meses colaboré en talleres de esparcimiento, en el comedor, y en los jardines, charlaba con mis nuevos amigos y amigas, de infinidad de temas.   Procuraba ir vestida como Diana, Shalimar se quedaba fuera.   Vestida de bata blanca, fondo completo de abuelita para ocultar mi ropa interior y calzado blanco de enfermería.  Cero maquillaje, un chongo para recoger mi tupida cabellera, y un toque de agua de perfume floral.

Pero el Diablo tenía que meter su COLA.  Un día olvide mi maleta conteniendo mi outfit samaritano, al llegar a la estancia, busque inútilmente mi maleta referida.   Ya estaba ahí y todavía no era ni medio día.  Así que pedí prestada una bata, con tan mala suerte que la única disponible era mucho más chica, así que me quedaba muy ajustada, pareciera enfermera de peli porno, el corte de la bata me llegaba tres o cuatro dedos arriba de las rodillas, la falta del fondo lo corpiño, hacia que se me viera el coqueto juego de lencería con encaje.  Además por higiene no acepte ningún calzado prestado, así que era notorio mis altas zapatillas de color fuego que resaltaban mis robustas piernas de vedette, y para rematar me olvidé por los nervios de desmaquillarme.   El lugar parecía por arte de magia una taberna del viejo oeste, a partir de mi presencia la percepción era de un ambiente festivo.  El Staff masculino y 2 o 3 asistentes femeninas, no dejaban de halagarme con comentarios y piropos discretos pero muy certeros.

El Diablo volvió a entrometerse ya que ese día me solicitaron ayudar a bañarse tanto a Don Alonso, como a Don Germán.   No era ducha, sino baño de esponja.  Mientras a Don Alonso lo bañaba , el otro Don, desde su lugar ya con bata de baño no perdía detalle de mi anatomía.   Al primero le pasaba la esponja por su pecho, y seguramente le llegaba mi perfume y la vista de mi escote, ya que los botones de esa bata apenas lograban retener mis grandes TETAS, me sorprendió ver a través de la jabonosa agua una ERECCION nada mal para un viejito de 77 años, aunque parecía de 75, además sin pastilla Azul de por medio.  Al tallar sus piernas no pude evitar rozar con mis antebrazos su BASTON DE MANDO.   Que pasaba conmigo?  Era más retorcida que un SACACORCHOS?  El caso es que de repente me convertí en una soldadera de la limpieza profunda y al señor Alonso le di una buena enjabonada.  Un fuerte gemido me avisó que acababa de aportar un ingrediente lácteo masculino al agua de la bañera.  Claramente Shalimar se estaba caldeando.    Don Germán fue más osado y mintió diciéndome que su baño de tina lo hacía de pie.  Era regordete y muy peludo, parecía un osito con el cuerpo cubierto con "cabello de angel" de ese que se ponía en los nacimientos navideños.   Su badajo era un moco de guajolote, sin embargo al irle pasando lentamente la esponja por su cuerpo, y mi otra mano sujetándome de alguna parte de su cuerpo para conseguir mi equilibrio, y al sentir una mirada sostenida y muy vibrante todo el tiempo hacia mis ojos, deducía yo que el osito se estaba imaginando cosas muy traviesas con Shalimar.  Su verga empezó a crecer ante mí de manera vertiginosa.  Que edad tenía, pregunté?  75 contesto a lo lejos don Alonso (que andaba muy cercas de MIRON), para evitar que su amigo perdiera concentración alguna con respuestas innecesarias en ese momento.  Ese hombre logró hacer seguramente muy feliz a muchas mujeres, era verdaderamente grueso ese BALANO, era como una Lata de Cerveza, el caso es que ganó la cordura y senté al cachondo de Don Germán, solicite ayuda para terminar esa labor de limpieza.  Pero guardaba esperanzas de encontrarme en otra ocasión con ese miembro.  Me disculpé con la Encargada y salí casi corriendo de ese centro geriátrico.   Al cuál no regresé hasta 2 meses después, creyendo que todo sería como antes.

Esa noche al regresar a Saltillo, estaba tan caliente que no sé si recuerdas Cariño (miré a mi negro Pervertido) que fue la noche del Salami Travieso (prometo contar ese par de noches memorables).  Ese par de muchachos setentones me habían alborotado la hormona.

El caso es que regrese a los 60 días, ingenuamente pensando que todo quedaría entre ellos y yo, y que su edad haría que se olvidarán del asunto de la esponja manoseadora.   Pues NO.  Desde mi regreso todo cambio, los internos empezaron al menor descuido de mi parte a tocarme en dónde alcanzarán.  Lo INCONFESABLE  es que YO ME EMPECE A DEJAR.   Uno de ellos de plano me quito mis pantis de un blanco muy grueso, para la quedar mis piernas libres de naylon, yo no sé porque no me puse el fondo de abuelita, seguramente fue siguiendo mis instintos de gallina puta.   El caso es que a partir de ese día proporcionaba alegría a esos abueletes que me daban tanta pena.   En mis siguientes visitas llegaba más tarde para encargarme de llevarlos a su siesta o ya a dormir.  Claro no a todos pero si forme un Club de Abuelitos de Shalimar.    Empecé a darles una MANO AMIGA, y los deslechaba lavando a mano.  Me daba tanto morbo que tenía que dedearme en el mismo baño de esa lujosa residencia de viejitos.  Lo más sorprendente fue que me empezó a colmar de regalos, halagos,  piropos Doña Triny , encopetada y muy Fi Fi señora de 65 años muy bien conservada. Yo le puse Doña Manos Largas.  Se imaginarán porque.  Ella como sus compañeros masculinos , empezó a toquetearme al principio de manera muy discreta, pero fue subiendo la intensidad, en una ocasión que me observó mis movimientos, me siguió hasta el baño, y me pillo con mis dedos debajo de mis bragas, en un decidido movimiento me jalo y me puso contra la pared, dándole la espalda literalmente a Doña Manos Largas, me subió la bata y me arranco mis bragas y me dió con sus dedos índice y medio una soberana y magistral follada de dedulce, fue tan fantástica que merecía haber sido filmada.  Además se aferró a mis nalgas y sus labios y lengua dieron cuenta de mi culito.  Huelga decir que la doñita hizo que me corriera en abundantes jugos vaginales, y no quitó su boca de mi trasero, hasta hacerme dar brinquitos de placer y logro hacerme venirme de nuevo, dejé un Squirt tan abundante que requirió de trapeador para limpiar el piso.  Doña Triny, cambio de apodo, ahora era Doña Dedos Ricos!!!.

La situación estaba tornándose muy complicada, en una de mis visitas estaba podría haber hasta un infarto o hasta una demanda legal.  Por ello a base de regalos de ropa casi nueva y bolsas de piel,  que empecé a regalarles a dos chicas treintañeras del staff, de manera de hacerlas Amiguis para endosarles a los miembros del Club de Shalimar.  Ya cuando estuvieron más que convencidas, ya que empezaron a recibir generosos regalos de esos simpáticos abuelitos.

Para mí última visita, fui preparada para despedirme adecuadamente tanto de Doña Dedos Ricos, como de Don Germán el del tamaño de Lata de cerveza.   A él lo lleve a una Área de Rehabilitación.  El acto me parecía como si estuvieramos pecando, casi era un Un INCESTO ya que tenía parecido con algunos de mis familiares mayores.   Me desnudo y acaricio como un ARTISTA , como un ESCULTOR con un mármol Travertino.  Al quedarse prendido de mis pezones, me recordó mis lejanos años en que amantaba, sin su dentadura, era como sentir un bebé mamandome hambriento en busca de leche.  Al estar como enajenado pegado a mis pechos, me dió doble placer con sus gruesas manos y dedos hacedores de orgasmos y taladrantes de CULO.  El de la tercera edad, estaba con su cátedra bucal, dándome con sus encías, lengua un placer mayúsculo, con sus mano derecha sus dedos dibujaban en mi vulva un arcoiris de sensaciones bastante placenteras, que hicieron replicar campanadas que llamaban a la humedad extrema y a dar de gritos de placer llamando a salvense quien pueda.  Cuando Don Germán,sintió mis estremecimientos  previos a un monumental orgasmo, me metió uno de sus dedotes previamente lubricado con mi propia savia vaginal, me lo dejo ir totalmente por mí descuidado culo, hasta la empuñadura, mi muy maduro amante sabía los secretos del placer con el dolor, logro su cometido principal:. Sacar a la Leona en Celo que es Shalimar.   Después de un desbordamiento de cuento de putas.  Me lance como Águila sobre su presa, como si fuera la última cerveza del estadio, volví a embelesarme con lo grueso de esa verga.  Sin arriesgarme a morir atragantada, empecé a besarle toda su cabezota, dándole placer en toda la corona de ese Rey del Grueso Garrote.   Estuve a punto de adoptar a ese abuelito y llevármelo a mi lof.

Con el riesgo de quedar desencajada pero de placer abrí mi boca todo lo que pude y logré meterme una tercera parte de ese tronco, al acostumbrarme pude por fin darle lengüita por dentro a Don Germán, el posible abuelo adoptado tomo mi cabeza y me follo mi boca.   Su descarga fue viscosa, abundante y acidita, no quise tratarlos, y con mucha dificultad empezaron a salirseme por mis mejillas, mientras el maduron seguía bombeando mi boquita ya al borde de un desgarre de cachetes (no sé si exista dicha lesión).   La cara de satisfacción del hombre valió el dolor de campanilla que sentía.   Con un tierno beso me despedí de mi abuelito postizo.

Tenía cuentas que saldar con Doña Trini, no olvidaba que fui sometida como ovejita en el baño semanas atrás.  Doña Dedos , contaba con una habitación privilegiada, con un na pequeña casita en medio de los amplios jardines, y eso porque era dueña de más de 2 docenas de bodegas industriales, lo cual le permitía tener esos lujos.

Había comprado un arnés para portar un juguetito de 22 Cms.  Y con él pensaba en darle y darme una prohibida sesión Tía-Sobrina, en sentido figurado.  Conforme le quitaba la ropa, le daba unas manoseadas que me sacaba de la manga, alternaba con besos lésbicos en alguna parte bien aprendidos.  Sus pechos eran enormes, y aunque sus pezones estaban mirando hacía el piso, no estaban para nada bofas, ni sus carnes flácidas, era genética, ya que el bisturí no había tocado ese voluptuosa mujer.  Me recordaba a una maestra de la Facultad, que me movía el tapete, y con quién no había tenido más que fantasías muy ocultas de lesbianismo.   El caso es que me coloque el arnés y el falo de dura goma, no pronunciamos ni una sola palabra, tal como había ocurrido en el baño en nuestro anterior encuentro.  La Doña se  dispuso a poner un protector encima del colchón, puso sábanas nuevas, durante todo ese raro proceso, observaba a ese mujerón, la había investigado con las del Staff, y sabía que era Viuda, no recibía visita alguna por instrucciones de ella misma, y podía salir cuando quisiera ya que no estaba internada, sino que pagaba hospedaje.    Otro dato muy halagador, fue que tenía unos 3 años ahí, y nunca le había tirado los perros a ninguna fémina, ni la habían cachado mirando a ninguna, hasta que empecé a ir a esa estancia para adultos mayores.

Eso, más el recuerdo del baño y mis fantasías con mi maestra de la facultad, dieron como resultado, lo ocurrido, ella se recostó y al ver que sacaba un gel lubricante para esparcirlo en el amigo de goma del arnés, me dijo que no era necesario, que la tocara, lo hice con mis labios, y mi beso recogió una capa generosa de miel natural de mujer, estaba lo que sigue de mojada, en unos minutos explotó en un aullido y climax que pareció un río desbordado.  Me coloque como encima de ella y de un solo movimiento le dejé ir los 22 Cms hasta el fondo, me puse a moverme como si yo fuera en verdad un Shemale, nuestras tetas se tocaban y se apachurraban, de manera divina, me dió un beso de electro shock, largo y tendido de esos que solo entre mujeres nos podemos dar.  Se multiplicaban sus gemidos y era ya un charco lo formado abajo de sus blancas nalgas por sus venidas (ahora entendí lo del protector para su colchón).   Al acabar me dió un Gracias con una cara de satisfacción que nunca olvidaré.

Yo había obtenido un orgasmo con Don Germán y otro con Doña Triny, sin siquiera tocarme, así era tanto mi gusto de que YO ERA QUIÉN DABA PLACER esa tarde.

Me guarde lo ocurrido hasta ese momento, porque sí, porque a veces una tiene sus cosas por guardar para una misma.

Al regresar esa noche a mi Lof, pedí antes de dormirme profundamente en llegar a esa esas edades siguiendo disfrutando del sexo como esas encantadoras personas.

Faltaba por saber la confesión de Imanol, y tanto mi comadre como yo, esperábamos una historia digna de ser contada y publicada en este sitio....

Espero sus comentarios y correos,

Soy Shalimar

Mi correo es shalimardianac@gmail.com.