La confesión de Mar
Un mujer sufre con la falta de atención de su marido y es seducida por alguien que le hace sentir viva nuevamente
Esta historia no es del todo mia, alguien ha aportado la idea y la situación general, yo he aportado algo de mis propias vivencias e imaginación, espero que sea de utilidad:
Mi nombre es Marisela y necesito platicar lo que me ha sucedido en los pasados meses
Soy Argentina y estoy casada con un hombre maravilloso, desafortunadamente debido a la crisis financiera que azotó nuestro país hace algunos años, mi marido se quedó sin empleo por varios meses y esto nos afectó como familia no solo económica sino emocionalmente.
Durante este tiempo mi marido cayó en una fuerte depresión, creo que el hombre siente una fuerte necesidad de sentirse el proveedor y protector de su familia y cuando esto falla los resultados pueden ser devastadores, creo que ese fue el caso de mi marido, cada vez estábamos peor, el dinero escaseaba y la comunicación era cada vez peor.
Yo siempre he trabajado pero mi aportación económica era siempre un complemento, la situación cambia sustancialmente cuando mi ingreso se convirtió en el único sostén de nuestro hogar, por otra parte yo debía seguir haciendo las labores de ama de casa, porque el que mi marido tomara ese rol pudiera considerarse como una muestra de fracaso y con ello hacer mas profunda su depresión.
De esta forma mi marido se convirtió en una especie de fantasma, no aportaba en lo económico y no aportaba en lo familiar, yo hacía esfuerzos por tratar de ser empática y no protestar, debía entender que la situación era temporal, que no obedecía a una falta de dedicación de mi marido sino a una situación coyuntural de nuestro país, debía recordar que era el mismo hombre con quien me había casado años atrás y que siempre había trabajado arduamente por mi y por mis hijos.
El punto es que era difícil recordar todo esto en el día a día y mas cuando la situación económica se hace cada vez complicada, luego es fácil entrar en dudas sobre cual es la mejor manera de ayudar, no sabía si lo mejor era ser compasiva y esperar, tratar de forzar la comunicación o alguna que otra vez tratar de hablar con mi marido en un tono mas fuerte tratando de que despertara.
La situación me parecía cada vez mas como estar montada en aguas movedizas, en donde pareciera ser que cada movimiento nos un hundía mas, lo mas importante para mi era que mi marido no perdiera la autoestima, el punto era que cada día que pasaba lograba exactamente lo contrario.
Pasando al plano sexual debo confesar que siempre he sido muy conservadora, vengo una familia muy reservada y fui educada de una manera muy estricta, creo que este antecedente ha afectado mi vida sexual hasta el día de hoy.
Nunca fui muy dada a relaciones y prácticamente mi marido ha sido el único hombre en mi vida, lo amo y lo respeto como el primer día, pero creo que nuestra vida sexual nunca ha terminado de despegar, creo que esto ha sido causado por ambos y no niego que yo he tenido una parte importante del hecho.
En nuestros primeros meses de casados creo que avanzamos bastante en el tema, luego vinieron los hijos y el sexo poco a poco fue perdiendo prioridad, entre la atención a los niños y nuestros trabajos, difícilmente encontrábamos tiempo para estar juntos, luego a veces cuando la ocasión se presentaba estábamos tan cansados que buscamos la primera oportunidad para encontrar una excusa para dormir.
De esta forma el sexo se hizo una rutina en nuestro matrimonio, tal como sacar a pasear al perro o visitar a nuestros parientes, nuestra sesión de sexo se remitía al sábado por la noche y a veces eso también debía de dejarse para mejor ocasión por diversas razones.
De esta forma en el mejor de los casos teníamos sexo una vez por semana, y creo que llegaron a existir momentos en que tuvimos sexo en una sola ocasión por mes, lo preocupante de la situación era que no nos preocupaba, llegó a ser parte del estatus quo de la relación, vivimos en armonía con una minima ración de sexo.
En la intimidad yo me sentía apasionada, realmente disfrutaba el sexo, me mojaba rápidamente y no tenia problemas en tener orgasmos, pero creo que había muchas cosas que me limitaban, por una parte lo arraigado de mis valores me impedían desinhibirme, me limitaba a abrir mis piernas en la posición de misionero, esperar que mi marido hiciera el trabajo sentir placer, terminar juntos, vestirnos y dormir.
De esta forma difícilmente experimentábamos con situaciones nuevas, posiciones o un sexo distinto, en nuestra sesiones era inconcebible el sexo oral o anal, la realización de juegos eróticos, las palabras sucias o ni siquiera la experiencia de posiciones distintas, difícilmente cambiábamos de la posición convencional, muy pocas ocasiones sentí el control del acto montándome en mi marido, debo confesar que las pocas veces que experimenté esto la situación me gusto, pero fiel a mi costumbre no pude expresárselo claramente a mi marido.
Físicamente creo que me mantengo atractiva a pesar de ya no ser una jovencita y de que el caso de la maternidad suele afectar el cuerpo de las mujeres, me siguen gustando mis curvas y creo que mi cola sigue teniendo muy buenos efectos en el sexo opuesto, por su parte mi marido me sigue gustando y estoy seguro que dentro de él hay mucho deseo sexual y perversiones reprimidas, me he dado cuenta de ello en pequeños detalles, sé que revisa pornografía en la computadora y es un asiduo lector de relatos eróticos, pero él tampoco me habla de ello, creo que piensa que soy demasiado recatada para entender.
Con el paso del tiempo me he dado cuenta que siempre han existido todos los elementos para que nuestra vida sexual explote, pero simplemente mi marido y yo no hemos sabido conjugar estos elementos y por diversas circunstancias nuestros fantasmas y represiones nos han afectado, lo malo es que el problema se intensifica y no encontramos la manera de salir de la encrucijada en la que solos nos hemos entrometido.
La combinación del desempleo de mi marido, su depresión y nuestra fallida vida sexual, tiene todas las repercusiones negativas para el matrimonio, es evidente que en este entorno lo primero que se deterioró fue el ya deteriorado sexo, pasamos de tener sesiones esporádicas pero placenteras, a nulas y por ende frustrantes.
De los sábados por la noche solo quedaron pretextos, los cuales eran fácilmente encontrados por cualquiera de los dos y rápidamente secundados por la otra parte.
Es una realidad que el cuerpo tiene necesidades y no dudo que mi esposo cambiara mi vagina por su mano como elemento de satisfacción, yo por mi parte descubrí un acto totalmente desconocido para mi, la masturbación.
Rápidamente me sumergí en este mundo, comencé a conocer mi cuerpo de mejor manera y cada vez era mas placentero, poco a poco empecé a fantasear con diversas situaciones en mi sesiones, en cada una de mis fantasías el morbo aumentaba, pasé de tener a mi esposo como protagonista a diversos personajes conocidos y desconocidos, la situación no me parecía incomoda ya que usualmente la fantasía no tenia cara y cuando la tenia no pasaba del típico artista bien parecido.
El punto preocupante es que poco a poco llegué a preferir la masturbación por encima del sexo con mi esposo, no tenía que ver con la satisfacción de los dos actos, el sexo para mi era mas intenso en lo físico, pero la masturbación era mas excitante en lo mental, el poder tener sexo en mi mente con quien yo quisiera, pero sobre todo en las situaciones que yo quisiera era sumamente agradable.
De esta forma tuve grandes sesiones imaginarias, con tipos descocidos que me arrancaban la ropa y me cogían en un callejón sin ellos desprenderse de una sola prenda, sexo con tipos de vergas grandes y con más de uno a la vez, pero sobre todo sesiones de sexo salvaje donde era sometida, humillada y llamada constantemente puta.
Lo que mas me excitaba era el juego previo, el fantasear con conocer a alguien ser seducida poro a poco, el que me fueran eliminando una a una mis defensas con detalles y cosas llenas de caballerosidad para luego caer rendida ante la seducción de un macho y súbitamente pasar de ser una dama a una puta, ser tratada como una dama en la calle y como una golfa en la alcoba.
Con todos estos elementos en mi mente y con el distanciamiento con mi esposo, empecé a arreglarme un poco mas y usar ropa un poco mas ajustada, sobre todo en relación a mi trasero, el cambio no era particularmente drástico, no era para nada vulgar ni mucho menos, solo era algo que me hacía sentir mejor en medio de toda esta crisis.
En mi trabajo había un hombre casado y con hijos que tenia cierta reputación de mujeriego su nombre era Hernán, la verdad es que yo no le prestaba mucho caso y nuestra relación era por demás cordial y profesional, por diversas circunstancias debimos de convivir por largas horas en lo profesional y evidentemente nuestra relación se hizo mas estrecha, en estricto sentido pasaba mas tiempo con él que con mi esposo.
Realmente la pasaba bien con Hernán, su plática era muy fluida y tenía mucho tema de conversación, el tiempo nos pasaba muy rápido y en ese entrono era mas sencillo pasar las largas horas laborales que debíamos permanecer juntos.
Un buen día me dijo:
- Mar he notado últimamente que te arreglas mas para venir a trabajar, existe una razón para ello?
Era la primer y única persona que lo había notado y cuando digo única incluía a mi marido
- No existe nada en particular, solo es algo de mujeres, creí que era hora de un cambio
- Pues muchas gracias por hacerlo, haces que el panorama nos sea mas agradable, sobre todo para mi, realmente es un gusto venir diario y esperar ver como aparecerás hoy.
El comentario me desconcentró un poco, creo que me ruborice y bajé la mirada, pero lo que si se es que me gustó bastante.
- Eres muy amable
Solo alcance a decir esto, bajé el rostro y seguí trabajando, creo que él con su experiencia se dio cuenta de mi reacción y se percató de que sus palabras me habían halagado bastante.
Todo esto desembocó en una rutina diaria, todos los días mi amigo me sorprendía con alguna frase o piropo que alimentaba mi ego, yo por mi parte todos los días me esforzaba por arreglarme cada vez mas y seguir siendo merecedora de sus palabras, pase de sufrir pequeños cambios en mi apariencia a tener un cambio radical, realmente ahora dedicaba varios minutos a mi arreglo personal, mi maquillaje y mi peinado perfectos, los pantalones muy entallados y las faldas cada vez mas cortas, en definitiva lo mejor de mis semanas eran mis sesiones de masturbación y los piropos diarios de Hernán, tal era mi necesidad que llegaba a extrañar los días de trabajo y quería que los fines de semana trascurrieran mas rápido solo por volver a alimentar mi ego con sus palabras
Era inevitable que súbitamente Hernán apareciera en mis fantasías mientras me tocaba, primero de manera esporádica y luego de manera frecuente.
Lo interesante del caso es que él se esforzaba por decirme algo distinto cada día, a veces me mandaba correos y otras veces eran de viva voz, yo conservaba cada uno de los correos o mensajes de texto y secretamente los leía una y otra vez, en mas de una ocasión mi marido me sorprendió revisando ansiosa mi celular y escondiéndolo rápidamente al sentir su presencia, la situación y mis nervios eran tan evidentes que no me hubiera sido raro el despertar sospechas, lo malo del caso es que actuaba como alguien infiel cuando estaba muy lejos de serlo, los mensajes solo eran halagos tiernos pero que me hacían especial mi día.
Poco a poco los mensajes fueron subiendo de tono y se convirtieron en cada vez mas atrevidos, pasamos de frases como
- Mar tu padres fueron ladrones, porque robaron un par de estrellas y las pusieron en tus ojos
- Mar tu oficina mas bien parece un estuche…. Porque dentro de ella se encuentra una joya
- Mar algo raro esta pasando en la oficina…. Porque estoy hablando con un monumento
Estas frases poco a poco cambiaron a cosas como
- Mar tu cuerpo es parecido al camino a mi casa… Esta lleno de curvas
- Mar sabias que la distancia mas corta entre dos puntos es la línea recta….. Siendo así, la distancia entre tus hombros y tus muslos es larguísima, porque esta llena de curvas.
- Sabes en que te pareces a mi casa?..,. en que las dos tienen un hermoso patio trasero.
- Sabes cual es a diferencia entre tu trasero y un hoyo… en que un hoyo es un espacio vacío, y por el contrario no hay prenda que tu trasero no pueda llenar
- Yo me parezco a los VW escarabajos, ellos funcionan con un motor en su trasero, yo por mi parte me pongo a funcionar con tu trasero.
Yo solo reía con todas estas bromas, confieso que cada vez me emocionaba más el juego y evidentemente con mis reacciones daba pie para que mi amigo siguiera avanzando.
Recuerdo que un día me mandó un correo animado, Hernán me llamó y me dijo que lo abriera, al hacerlo vi un hombre que esta acostado boca arriba en la cama y decía que tenia un regalo para mi, en la imagen debajo de las sábanas sobresale un bulto, el cual tiene toda la apariencia de una verga parada, la imagen es sumamente pícara ya que parece que regalo es precisamente este pene sumamente excitado que no puede disimularse debajo de las sabanas
- Hernán que te pasa?
Alcance a decir de manera apenada al tiempo que veía al tipo en la computadora reír mientras su paquete era por demás evidente.
- No seas malpensada Mar
En eso, el tipo retira la sábana y debajo de ella aparece un ramo de flores, lo cual era el verdadero regalo, el detalle me encantó, combinaba la picardía y la caballerosidad que a toda mujer le encantan, no dejaba de pensar en el tiempo que mi amigo había invertido en encontrar algo así, y el de que en su mente estuviera yo, era simplemente irresistible.
Deseaba que el día terminara y llegar a mi casa a tomar una ducha y masturbarme, en eso Hernán interrumpió mis pensamientos y me dijo
- Te gustó Mar?
- Si ha sido muy divertido
- Sabes que te he comprado un presente, pero no encuentro la manera de entregártelo, no quiero que aquí en la oficina lo vayan a malinterpretar
- Por que no me invitas a cenar y me lo entregas?
Por Dios que había dicho!! Mi subconsciente me había traicionado, las ganas de convivir con él y el detalle me hacían pedirle que me dedicara mas tiempo fuera de lo laboral, de inmediato me tomó la palabra y reaccionó
- Claro que si! Me encanta la idea ¡ que te parece si nos vemos en el centro comercial de la vuelta a las 7 pm, ahí dejas tu auto y nos vamos en el mío
No me dio tiempo de nada, de inmediato elaboró un plan y solo alcancé a decir que si.
Fuimos a cenar a un lugar de comida italiana, el lugar era perfecto, no muy grande, a media luz, un poco alejado, era ideal para tener una agradable cena con pocas posibilidades de ser vistos, tomamos algunas copas de vino y la plática era por demás agradable, todas sus frases llevaban algún halago hacia mi, me hacía sentir viva con cada comentario, simplemente no quería que la velada terminara
Pasó el tiempo y debí retirarme le pedí a mi amigo que nos fuéramos y así lo hicimos, al poco rato estábamos estacionados al lado de mi auto, lista para irme me dijo
- Aun no te he entregado tu presente
Y así de la parte de atrás de su auto sacó un arreglo de flores, la velada terminaba de manera increíble, a que mujer no le gusta que una cena llena de atenciones termine con un ramo de flores.
- Muchas gracias eras muy galante conmigo, ya me tengo que ir
- No te vayas por favor
Y sin más se acerco a mí y empezó a besarme tiernamente, yo le correspondí de inmediato, lo deseaba tanto!! No se si alguna vez había deseado tanto un beso, duramos algunos minutos besándonos y no trató de propasarse, sus manos estaban inmóviles, solo su boca y la mía hacían contacto.
Al poco rato recuperé la cordura, y me di cuenta de lo que estaba pasando…. Estaba siendo infiel!! Yo una mujer recatada!! Nunca pensé que esto pudiera sucederme a mí!!
- Hernán esto esta mal tengo que irme
- Solo un rato mas
- No mas, ya me voy
- Ok solo dime cuando nos volveremos a ver
- Nos vemos diario
- Sabes a que me refiero
- No se, es tarde, y esta mal, luego hablamos
Y salí como pude, llegue a casa y mi marido ya dormía, durante horas no pude dormir, pensaba en lo ocurrido y lo paradójico es que la culpa era mucho menos que la emoción, me sentí como adolescente llena de mariposas en el estomago, feliz y deseosa de que un nuevo día llegara para ver a mi pretendiente
Lo siguiente fue fácil de predecir, días de constante acoso por mi amigo y yo tratando de ser fuerte, solo una semana duró mi fortaleza y al paso de este tiempo ya me encontraba cenando nuevamente con Hernán, el proceso se repitió varios días mas, cenas y besos, solo que cada vez los besos eran mas intensos y su caricias mas evidentes, al final ya descaradamente jugaba con mis senos y yo me dejaba hacer, luego acariciaba mi entrepierna y besaba mi cuello, yo oponía cierta resistencia pero resistencia al fin, él no insistía bastante y terminaba haciéndome caso
El juego era un poco desconcertante, al final yo era una mujer casada y el también estaba casado, no veía como era que se conformaba con unos cuantos besos y caricias, no entendía porque no tenia mas determinación en llevarme a la cama, al final esto lo agradecía en el fondo, pero me intrigaba muchísimo.
Hoy entiendo su estrategia, me llevo poco a poco y sutilmente hasta donde él quería se tomo su tiempo para romper mis defensas, sabia que me infidelidad no seria fácil y quiso dar pasos cortos pero sólidos, me hizo desearlo como nunca había deseado a un hombre.
Un buen día me invito a comer en sábado, era la primer vez que nos veríamos en fin de semana, me puse mi mejor tanga y mis pantalones vaqueros mas ajustados, con toda intención apagué mi celular y me dispuse a perderme toda la tarde, no sabía a que hora regresaría y si debía de pedir perdón o inventar alguna excusa, pero esa tarde me liberaría por completo.
Después de la comida los besos en su auto, hasta que no pude mas y supliqué
- Por favor vámonos de aquí, quiero ser tuya
- Sabia que tarde o temprano me lo pedirías, hoy te voy a hacer el amor
Me llevó a un motel, subimos al cuarto, al entrar en la habitación, me puso frente a un espejo largo que estaba pegado a la pared, se colocó detrás mi y apretó su verga en mi culo, que gusto, yo solo me dejaba hacer, poco a poco me besaba el cuello y ponía sus manos cobre mis senos mientras me besaba con sus manos me despojaba de mi ropa, una a una las prendas se fueron hasta quedar solo en tanga, al poco rato se apartó y se sentó en la cama, me pidió que permaneciera así de espaldas, me dijo que quería tener una vista de mi cola, que había soñando con esto durante meses, con tenerme así con el culo para arriba, en tanga y lista para penetrarme, me pidió que le moviera el culo y así lo hice poco a poco hasta cada vez incrementar el ritmo, luego me pidió que me volteara y que me acercara a él, así lo hice, luego me pidió que lo besara y también lo hice, ahí entendí claramente cuales serían los roles en nuestra relación, el mandaba y yo obedecía.
Así en tanga me llevó a la cama y me siguió besando, no dejó un espacio en mi cuerpo sin que pasara su lengua, su boca en mis senos era una maravilla, nunca me había sentido así, se tomó su tiempo, estaba súper excitada, estaba tan mojada que no entendía que pasaba.
Luego se levanta y toma nuestros celulares, pone en modo de vibrador mi teléfono, lo mete en la parte de enfrente de mi tanga y comienza a marcarme, que delicia!!! Nunca me habían hecho algo así, me tenía sometida, caliente, desde hace minutos podía haberme cogido y no lo hacia, por el contrario cada vez me desesperaba mas y mas
- Cógeme por favor!! Ya no aguanto!! Quiero que se tu verga quien este aquí y no mi teléfono!!
Esas palabras terminaron de encenderlo, rápidamente se quitó la ropa
- Quien es tu dueño?
- Tu
- Tu mi rey
- Perdón, Tu mi rey
- De quien son esas nalgotas?
- Tuyas
- Tuyas mi rey
- Perdón tuyas mi rey
- Pídeme que te coja
- Cógeme por favor….. mi rey
Esa ultima suplica fue la definitiva, debajo de su pantalón apareció su verga gruesa y dura, sin dudar la tomé en mis manos y se la mamé, se la mamé con ternura y con devoción, se la mamé con fuerza y pasión se la mamé como nunca se la había mamado a mi marido, se la mamé como literalmente nunca se la había mamado a nadie, porque realmente nunca se la había mamado a nadie
Luego de un rato me pidió que parara y me penetró, primero se subió arriba de mi, sentí un placer muy grande, tal vez no había gran diferencia con lo que me hacía mi marido, pero la gran diferencia radicaba en todo el juego de seducción previa, los meses de coqueteo y las horas previas al sexo, terminé casi de inmediato, al poco rato me pidió que montara su verga y así lo hice
La sensación entonces fue aun mas grata, me moví a mi antojo controlé el ritmo y eventualmente le ponía mis tetas en su cara para que me las mamara mientas yo seguía montada en su verga, otro orgasmo aun mas intenso.
Luego lo mejor estaba por venir, me puso en 4 patas y me embistió con fuerza, totalmente sometida sentí su verga bien adentro, grite y gemí
- A partir de hoy serás mi puta
No contesté, aun me quedaba pudor
- Dime que vas a ser mi puta, si no quieres que te la saque
- No, eso no por favor
- Dime entonces
- Voy a ser tu puta
Dije penas tímidamente
- No te oigo
- Voy a ser tu puta cabrón!!!!
Una liberación se sintió por todo mi cuerpo, por años había deseado decir este tipo de palabras, tener dentro mío un verga así, salvaje, en un cuarto barato y forzada a decir vulgaridades, entonces lo entendí, el sexo es una cosa y el amor es otra, cuando se juntan es excelente, pero si no es posible que pase, si es posible tener sexo y gozar sin necesidad de amar.
- Pídeme que te coja como te cogen tu casa
Ya nada importaba, iba a decir cualquier cosa, iba a soltar todas las palabras contenidas por años iba a liberarme de una vez por todas
- Cógeme como mi marido no lo hace
- Quien te lo hace mejor?
- Tu papito tu lo haces mucho mejor
- En serio
- Ayyyy, no hay comparación, que rico!! No pares por favor
Así duramos horas, el cabrón terminaba y al poco tiempo se recuperaba, por fin como a las 9 de la noche decidimos que debíamos de irnos, al subirme al auto prendí por fin el celular y como había de esperarse había varios mensajes de mi marido buscándome, si supiera que mientras marcaba su mujer estaba teniendo una sesión fenomenal de sexo, si supiera que por fin había despertado la mujer apasionada dentro de mi
Como pude busqué una excusa, era poco creíble pero no importaba, las semanas siguientes fueron mas o menos la misma historia llena de justificaciones para salir temprano o llegar tarde, el mismo juego y nerviosismo con mensajes constantes a mi celular y las sospecha lógica de mi marido de que algo andaba mal, yo como podía lo negaba, pero las sesiones de sexo eran cada vez mas intensas y mas largas, cada vez me sometía mas y cada vez mas puta me convertía
La situación era insostenible pero a pesar de que cada vez me sentía más culpable cada vez necesitaba mas la verga de mi nuevo amante.
El morbo fue creciendo con los días, recurrentemente me pedía que fuera a trabajar sin tanga, luego tenía estrictamente prohibido usar otra cosa que no fuera tanga aun en los días que no estuviera programado que lo viera, yo obedecía cada cosa sin protestar, a veces me pedía que me retirara al baño y me quitara la tanga para luego entregársela en la mano, varias veces me mando quitarme el sostén y mi pezones se transparentaban por mi blusa en horarios de trabajo, nos calentamos tanto que varias veces recurrimos al baño del trabajo o su oficina privada para saciar nuestras ganas, la historia siempre la misma yo su esclava y el mi dueño
En ese tiempo la situación de mi casa mejoró, mi marido consiguió trabajo y el dinero y la autoestima se incrementaron, con ello, sus atenciones, caballerosidad y deseo sexual volvieron a tener cierta normalidad, yo cada vez me sentía más culpable
En cierta ocasión se realizó una fiesta para los empleaos en la que podíamos llevar a nuestras parejas, yo asistí con mi marido, el lugar era un lugar campestre y con albercas, mi amante me había ordenado usar un traje de baño sexy y provocativo, así lo hice evidentemente no era nada vulgar, primero porque lo tenia permitido y segundo porque estaban presentes los compañeros de trabajo.
Mi marido y mi amante llegaron a saludarse e intercambiar palabras, el nerviosismo y la excitación se me desbordaban, mis dos hombres juntos, intercambiaban no solo palabras sino una mujer, y yo, que no sabia que hacer ni como comportarme.
Al calor de algunas copas y con lo diminuto de prenda y la excitación que supone el captar varias miradas masculinas sobre todo en mi trasero, toqué fondo.
Mientras mi esposo se retiró a platicar con un grupo de hombre y mientras animadamente conversaba, mi amante se acercó a mi y me dice que me espera afuera, como autómata lo hago y sin decir mas, me sube a la parte trasera de su coche, rápidamente solo hace a un lado mi bañador y me mete su verga, el encuentro no dura mas de 10 minutos pero el morbo es tal que termino mas de tres veces, uno tras otro los orgasmos se aglutinan en mi garganta.
Al final y durante todo el camino a casa la culpa me mata, apenas articulo palabra, el placer se ha ido y hoy solo me siento sucia y desleal, será la ultima vez que coja con mi amante y la primera de muchas veces que mi mente no piense en otra cosa sino en arreglar mi matrimonio, hoy un tanto desesperada escribo estas líneas, esperando que en el afán de mi marido por las paginas eróticas, encuentre este texto, me perdone y me entienda, él sabe de mis debilidades, yo misma lo confesé, pero aun no sabe que tanto fue su esposa capaz de hacer; hoy puede saberlo
El poco tiempo que Hernán entendió que no me volvería a acostar con él, nuestra relación volvió a ser mas o menos la misma, aunque nuestras noches de pasión no las olvido y creo que él tampoco.
Hace unos días debía de usar la computadora de una compañera de trabajo y mandarme algunos archivos, su nombre es Marina, intrigada por lo familiar que me resultó el título de un correo de Hernán hacia ella, abrí el mensaje y alcancé a leer
- Mar sabes que seguro tus padres fueron ladrones ……..
No debí leer mas, entendí perfectamente lo que pasaba y sabia como terminaba el texto, solo le deseé suerte a Marina en cualquiera que fuera su decisión, asimismo sabía que le esperaban días muy placenteros para su ego, porque he entendido que toda mujer necesita este tipo de cosas, luego pensé y deseé que mi marido me mandara un mensaje como éste, realmente lo deseé, luego entendí que esto tal vez no vaya a suceder, entonces deseé al menos que Hernán me mandara una copia de los correos que hoy le mandaba a Marina, al final fácilmente podían ser para mi, no debía ni de cambiar el nombre y al final solo yo sabría la mentira y créanme que necesitaba vivir esa mentira.