La confesión de Edurne.

Edurne, una clásica madre y esposa ejemplar, confiesa a sus amigas en una noche de fiesta la forma en la que sedujo a un compañero de instituto de su hijo

Edurne no comprendía como había acabado aquella noche así, pero después de más de dos horas de sobremesa con sus tres amigas íntimas: Sandra, Virginia y Soraya; y después de alguna copa de más, las tres mujeres comenzaron a desbarrar, hasta el punto que más que como las mujeres maduras que eran, comenzaron a comportarse como adolescentes alocadas.

Edurne, que no había bebido tanto como sus amigas, trató de moderarlas, pero al ver que estas no atendían a razones decidió dejarse llevar por ellas y comenzar a charlar animadamente sobre sus conquistas sexuales.

Las edades de las cuatro mujeres oscilaban entre los 45 años de Virginia  y los 38 de Soraya, encontrándose Edurne más cerca de la primera ya que en aquel verano cumpliría los 43 años.

-          ¿De cuántos centímetros ha sido la polla más grande que has chupado?- preguntó Soraya con su voz de borracha a Sandra que parecía algo más sobria.

-          No te pienso contestar a eso- dijo Sandra.

-          Porque seguro que era pequeña- sentenció Virginia, la más gordita del grupo- yo si te lo puedo decir, la más grande ha sido una de 20 centímetros.- Soraya rio al oírlo.

-          Te gano por un pelo- dijo satisfecha de su misma- la más grande que te probado ha sido de 21 centímetros.

-          ¿Qué ibas, con la cinta métrica para medirla?- preguntó Virginia un poco disgustada por haber perdido y no creyendo demasiado las medidas que le proporcionaba su amiga.

-          Pues una vez si que se la medí, por eso soy tan exacta- dijo la mujer para acabar riendo de nuevo- Venga dinos de cuanto fue la más grande tuya- dijo mirando a Sandra- no nos reiremos, por muy pequeña que sea.

-          No sé exactamente- dijo la mujer pensando- unos 16 o 17 centímetros, no más.

-          ¡Soy la campeona!- gritó finalmente Soraya orgullosa de su victoria en aquella competición que ella misma había promovido.

-          Aun queda Edurne, no cantes victoria.

-          Edurne seguro que solo le ha hecho mamadas a su marido- dijo Soraya perjudicada por el alcohol- y Marco no la tiene de más de 21 centímetros.

Edurne entendía perfectamente el escepticismo de su amiga. Edurne era una mujer de mediana estatura, pelo rubio y liso que la llegaba un poco por debajo de los hombros, piel clarita y cara bastante agradable, pero para su desgracia sus curvas eran bastante limitadas, con las caderas estrechas y los pechos pequeños. Si a todo esto se le sumaban unas gafas de montura fina y una indumentaria recatada hacía que aquella mujer diese la impresión de ser una mujer fiel a su marido y posiblemente frustrada sexualmente, pero aquella era la impresión que quería dar para que sus objetivos la deseasen aún más al considerarla una mujer con la que solo su marido había estado.

Edurne había guardado aquella vida en secreto, pero el alcohol que ya circulaba por su sangre hizo que alzase la voz para que sus amigas la oyesen bien.

-          La más grande ha sido así de grande- dijo la mujer usando sus dedos para marcar unas dimensiones cercanas a los 25 centímetros e incluso superiores.

-          Imposible ¿a quien?- preguntó Soraya incrédula mientras Virginia y Sandra gritaban entusiasmadas por la sorpresa.

-          A un chico, no le conocía demasiado, jugaba en el equipo de baloncesto de mi hijo- dijo la mujer.

-          Vamos, que te lo estás inventando- dijo Soraya sonriendo.

-          Sentaos y os lo cuento, pero no puede salir de aquí, ¿vale?

Las tres mujeres se acomodaron en los sofás que había por el salón de la casa de Soraya, que pese a ser la más joven del grupo ya estaba divorciada y por aquel motivo vivía sola.

Edurne, que nunca había contado aquella caliente historia que le había sucedido hacía aproximadamente un año atrás dio un trago a su combinado de wiski con Coca-Cola para acabar mirando a sus amigas una a una hasta detenerse en Soraya.

-          Todas me conocéis y sé que es difícil de creer por lo tímida que soy, pero os aseguro que esta experiencia me pasó de verdad. Todo comenzó hace un año, como sabéis mi hijo juega en un equipo de baloncesto, ese fue el desencadenante de todo. David entonces tenía 18 años y acostumbraba a traer a clase a compañeros de instituto para jugar con ellos con la videoconsola mientras que charlaban. A mí nunca me había interesado sus conversaciones hasta que me di cuenta de que cada vez hablaban de temas más sexuales.

Las tres mujeres se inclinaron hacia delante para no perder palabra de lo que Edurne les estaba contando mientras que esta notaba como su rostro se iba poniendo rojo al recordar los siguientes pasos que dio.

-          Como sabía que mi hijo no debía de sentirse cómodo hablando de esas cosas conmigo cerca decidí planear algo para que pudiese hablar sin tapujos de sexo y yo también poder escuchar. Así que al día siguiente compré un par de Walkis para poder escuchar sus conversaciones desde mi estudio- Edurne respiró agitadamente recordando lo excitante que había sido preparar aquello- No os podéis imaginar la cantidad de cosas de la que hablaban: sobre las chicas que les gustaría follarse y de las formas más morbosas que deseaban hacerlo, de las que ya habían conquistado, de rumores que les habían contando… de verdad que pasé unas tardes increíbles tocándome.

-          Lo sabía, todo imaginación- intervino Soraya de nuevo.

-          Sí, así era, hasta que un día hablaron de Enrique , el chico de la polla así- dijo marcando con sus dedos la medida con las que anteriormente había impresionado a sus interlocutoras- No recuerdo muy bien como salió el tema, pero mi hijo y sus amigos comenzaron a hablar de un chico, el más alto del equipo de baloncesto, por lo que contaban era un chico muy tímido y casi con total seguridad virgen, con lo que comenzaron a cachondearse sobre lo alto que podría saltar si tuviera una novia que le vaciase los huevos- dijo sonriendo a sus amigas que la miraban excitadísimas imaginándose al muchacho que Edurne les estaba describiendo- En principio pensé que era solo alguna clase de burla hacia aquel chico, pero cuando comenzaron a alabar el tamaño de su polla, no pude evitar plantearme firmemente el comprobarlo por mi misma.

-          ¿Qué sedujiste a un compañero de tu hijo?- preguntó Soraya negándose a creer aquello.

-          Si no me crees dejo de contaros la historia- amenazó la mujer recibiendo rápidamente las negativas de las tres mujeres.

-          ¿Cómo hiciste para seducirlo?- preguntó Virginia vivamente interesada.

-          Fue algo en lo que me tomé bastantes molestias, tardaré un rato en contarlo- dijo la mujer.

-          ¡Cuenta, cuenta, cuenta!- dijo Sandra deseosa de oír la historia de su amiga.

-          Vale, vale, os cuento- dijo Edurne tratando de calmar los ánimos- La verdad es que después de conocer la existencia de Enrique no pude aguantar mis deseos de conocer a aquel muchacho y en la primera oportunidad que tuve me presenté en el entrenamiento del equipo de baloncesto de mi hijo.

-          ¿No te atreverías a seducirlo allí?- preguntó Soraya.

-          Que manía tenéis con seducir- dijo la mujer sonriente- ya os dije que me tomé muchas molestias. Lo primero que hice fue preguntar a mi hijo de manera distraída por el chico más alto del equipo cuando lo vi, realmente era muy alto, si no medía 2 metros de altura estaba muy cerca, era bastante delgado y tenía el pelo negro, un chico de cara y cuerpo bastante normal, con lo que si era tímido era muy normal que aún no tuviese novia.

-          ¡Objetivo divisado!- gritó Virginia entusiasmada de la aparición en escena del dotado muchacho- ¿Qué hiciste después?

-          ¡Tomad nota porque esto es una obra maestra!- aseguró Edurne para acabar soltado una carcajada musical- El día anterior había escrito una nota para el muchacho, lógicamente haciéndome pasar por una alumna del colegio que se había fijado en él.

-          ¡Que mala!- dijo Sandra- Jugando con sus sentimientos.

-          Te aseguro que cuando acabó no le importó en absoluto.

-          ¿Y que ponía en la carta?- preguntó Virginia.

-          De esto me acuerdo perfectamente, puse: “Hola Enrique, soy una chica del instituto, no te voy a decir de que clase soy porque no quiero que me conozcas, lo que deseo comprobar es si lo que dicen de tu polla es cierto, si es la verdad lo que cuentan estaré encantada de chupártela. No comentes esto con nadie o no volveré a ponerme en contacto contigo” Y luego puse un correo electrónico que abrí el día anterior expresamente para esto.- dijo la mujer sonriendo a sus amigas.

-          ¿Dónde le dejaste la nota?

-          ¿Cuanto tardó en contestar?- Edurne rio ante el bombardeo de preguntas.

-          Le dejé la nota sobre su mochila, le había visto dejarla y me fue muy fácil fingir que se me había caído el bolso para abrir un poco su mochila y meter la nota, que por cierto la imprimí en papel rosa para que llamara más su atención- explicó- con respecto a lo que tardó en contestar… la nota la metí a las 6 de la tarde y tenía la contestación en mi correo a las 7:30.

Sus tres oyentes gritaron emocionadas al ver las cosas que Edurne era capaz de hacer bajo su máscara de esposa y madre ejemplar, ante lo que no tardaron en preguntar por como continuó aquella caliente historia.

-          Después de que Enrique se pusiera en contacto conmigo conversamos un par de noches mientras hacía planes sobre donde podía darle la mamada que había prometido en la nota.- dijo la mujer tranquilamente.

-          ¿Dónde se la diste?- preguntó la Soraya que ya había perdido todo su escepticismo ante la historia que le estaba contando.

-          Bueno fue algo difícil encontrarlo, ya que no estaba dispuesta a dejar que él viese mi cara, si me pillaban follando con un compañero de mi hijo seguro que este sería el hazmerreir de la clase, así que decidí ser muy cuidadosa para no perjudicar su reputación- explicó la mujer- Finalmente y con mucha suerte, una tarde que fui al instituto para hablar con el tutor de mi hijo, me encontré detrás del porta rollos de papel higiénico un agujero de buen tamaño, por el que podría entrar la polla de Enrique, por muy grande que la tuviese ¡no os engaño si os aseguro que se me hizo la boca agua cuando lo vi!- gritó la mujer entusiasmada provocando el grito de sus amigas.

Edurne se sintió muy bien al ver como los rostros de sus amigas comenzaban a enrojecerse debido a lo caliente del relato, seguramente debido a que todas y cada una de ellas se estaban poniendo en la piel de la única que había vivido aquella situación.

-          Para asegurarme de que Enrique no se iba de la lengua decidí, después de comunicarle el lugar, fecha y hora, espiar las conversaciones de mi hijo para ver si este tenía conocimiento de los hechos que le habían aconteciendo a su compañero de equipo más alto, pero para mi alegría no solo no sabían nada de esto, sino que seguían cachondeándose de la timidez de su amigo.

-          ¿Cuánto tiempo hiciste esperar a ese grandullón?- preguntó Virginia que era la que parecía más sonrojada.

-          Tres días: sábado, domingo y lunes- dijo Edurne- El día que consumé mi plan fue el martes por la tarde a las 5:55 de la tarde ya estaba sentada en el retrete del segundo cubículo del baño de chicas de la primera planta- dijo la mujer- por si alguna desea recrear mi plan- comentó guiñándolas un ojo.

Soraya provocó las risas de sus amigas cuando se levantó del sofá para buscar un bolígrafo y un papel sobre el que se dispuso a escribir las directrices que acababa de recibir, siendo Edurne amable y repitiéndoselas para que tomase nota, no teniendo muy claro si lo había para bromear con sus amigas o porque realmente tenía la intención de intentarlo.

-          Los minutos previos a que el chico viniese fueron bastante tensos, porque yo también estaba muy ansiosa de comprobar que la verga de Enrique era de las dimensiones de las que se hablaba- dijo la mujer- me dio un autentico vuelco al corazón cuando escuché la puerta abrirse lentamente y escuché las pisadas lentas de alguien que no debía estar allí.

-          ¿Era él?- preguntó Sandra mirando a su amiga ansiosa por una respuesta afirmativa. Edurne asintió y todas sus amigas gritaron entusiasmadas. Una vez terminaron las muestras de júbilo Edurne siguió con la narración.

-          Mi corazón latió aún con más fuerza cuando escuché como el chico entraba en el retrete de al lado y golpeaba la pared de su derecha cinco veces seguidas, aquella era la señal que habíamos acordado para que supiera que era él. Entonces quité el porta rollos de la pared para dejarlo en el suelo mientras escuchaba al otro lado como se bajaba la cremallera- dijo comenzando a calentarse ella misma más de lo que esperaba al recordar la escena- cuando pasó su larga y flácida polla por el agujero no pude evitar calentarme al imaginarme el tamaño que adoptaría en cuanto la acariciase un poco y me quité la falda que llevaba y la blusita para quedar en ropa interior y estar algo más cómoda.

-          ¿Cómo era ese pollón?- preguntó Soraya deseosas de una descripción- ¡Queremos detalles!

-          Al principio, al estar flácida, solo me podía calentar imaginando en lo que se convertiría, pero después de sobársela un poco con las manos ganó tamaño rápidamente y me encontré con una polla- Edurne buscó con la vista hasta que encontró un vaso de tubo con el que pudo hacer que sus amigas se hicieran a la idea de su grosor- así de gordota y quizás un poco más larga, toda entera rodeada de venotas que palpitaban bajo mis deditos, y un glande que casi me costaba coger con la boca de lo grande que era, estaba rosadito y no tardó en cubrirse de líquido preseminal.

-          ¡Joder Edurne, cuando te pones eres tan zorra como cualquiera!- exclamó Virginia contenta de descubrir aquella caliente faceta de su amiga. Edurne sonrió y se tomó aquello como un cumplido.

-          ¿Cómo satisficiste ese pollón?- preguntó Soraya entusiasmada con la historia.

-          Bueno, lo primero de todo de la chupe de arriba a bajo, comenzando por su empapado glande, para ir bajando poco a poco por su venoso falo, hasta que acabé en sus enormes pelotas ¡vaya testículos tenía!- exclamó recordándolo- tuve que metérmelos en la boca de uno en uno porque los dos a la vez no podía- explicó- estaban hinchados y peladito, se lo había pedido en un correo anterior para no encontrarme pelos allí y poder darle más placer- aclaró la mujer.- Después de esto comencé a pajearle con la mano derecha con suavidad mientras que yo usaba la izquierda para tocarme un poquito el coñito, estaba toda mojada y yo también quería disfrutar de la situación al máximo.- entonces Soraya sin previo aviso se quitó la blusa que llevaba quedando en ropa interior ante sus sorprendidas amigas.

-          Lo siento,- dijo la mujer mientras respiraba un poco agitada- pero entre las copas y las cosas que nos cuentas estoy muy acalorada, sigue por favor.

-          Bueno, pues ya os podéis imaginar- siguió Edurne sonriendo- le atrapé la polla entre mis tetas para masturbarlo, mientras que le chupaba su delicioso capullo, restregué mi culito y mi coño sobre su pollón… era delicioso hacer aquello con un chico tan receptivo, soltaba gemidos a cada cosa que le hacía y eso me ponía muy caliente… mi marido aunque me gusta hacerlo con él me parece un poco frío, no exterioriza las sensaciones que tiene.

-          ¿Te penetró?- preguntó Virginia mirando a la narradora y viendo como esta se sonrojaba un poco.

-          Sí- confesó Edurne y entonces se levantó y quitó la falda para que sus amigas pudiesen ver sus braguitas blancas, cosa que sorprendió a todos, incluso a la propia Edurne que no solía hacer cosas así- su polla estaba como a esta altura- dijo después de apurar su bebida espirituosa y colocar su vaso de tubo un poco por encima de su sexo- así que me quité las bragas- dijo haciendo el amago pero sin retirarlas en aquella ocasión- y me coloqué sobre aquella vigorosa polla- dijo poniéndose de puntillas y colocando el vaso entre sus piernas para comenzar a moverse suavemente de adelante a atrás- fue una sensación magnífica sentir aquella hinchada polla bajo mi coñito empapado, latiendo con fuerza y provocando una fricción deliciosa sobre mi hinchado clítoris.- Edurne que veía como sus amigas seguían observándola expectante a la pregunta que le habían echo- pero después de unos minutos así la mente se me nubló como nunca y no pude evitar meterme aquella enorme polla en mi ansioso sexo.

-          ¿Y te entró una cosa tan grande?- preguntó Soraya impresionada con la capacidad de su amiga.

-          Fui despacito, también hay que decir que el chico fue muy paciente y en ningún caso me metió prisa- aclaró la mujer- aunque imagino que se sentía muy a gusto con su polla dentro de mi estrecha vagina. Si os soy sincera no pensé que lograse meterla entera, y menos aún con lo que me costó meter su hinchado capullo dentro de mí, pero una vez entró fui moviéndome lentamente hacia atrás- explicó la mujer moviendo sus nalgas en círculos hacia atrás con los ojos cerrados- cada vez me daba más gusto sentir aquella dura polla haciendo ceder mis empapadas paredes vaginales y no pude evitar soltar un largo gemido de placer cuando noté en mi culito la pared de madera que nos separaba.

-          ¿Y lo hiciste correrse dentro de ti?- preguntó.

-          No, yo solo me dejé penetrar hasta que llegué al orgasmo, porque eso fue algo que también me volvió loca, pese a no haberlo hecho nunca antes, el muchacho tenía un aguante tremendo- explicó Edurne excitada- tengo un consolador del tamaño de la polla de Enrique en casa, la próxima vez os lo enseñaré y si queréis os diré el modelo y donde lo compré- dijo la mujer.

-          Yo preferiría que nos dejases a Enrique- comentó Soraya sonriente con los pezones marcándose levemente bajo su sujetador.

-          Bueno os cuento como acabó aquel encuentro- dijo Edurne cambiando de tema- Después de llegar yo al orgasmo me sorprendió que aún siguiese caliente, pero mi estado no me importaba, aunque no hubiese estado caliente como una perra habría hecho terminar a Enrique, ya que me había dado un rato de lo más agradable- dijo la mujer- así que me arrodillé en el suelo delante de aquella verga que apuntaba al techo y comencé a lamer la capa de mis fluidos mezclados con su líquido preseminal que lo cubría, nunca chupar una polla me había producido una sensación tan caliente, con lo que traté de chupársela lentamente y le daba pellizquitos en los huevos para que bajase su excitación un poco y no acabase aquello tan pronto.

-          ¿Hasta donde eras capaz de meterte esa polla en la boca?- preguntó Sandra que al igual que Soraya se había quedado en sujetador, por los calores que le estaba produciendo la anécdota sexual de su amiga.

-          Como la mitad de su polla, me dejó tan contenta que hasta hice el esfuerzo de llegar mucho más lejos que con mi marido y la introduje hasta que su glande llegó a mi garganta, pero solo era capaz de llegar a la mitad- explicó la mujer para que sus amigas quedasen impresionadas con las dimensiones del muchacho.

-          ¿Cuando y donde se corrió?- inquirió Virginia que estaba también caliente con la historia pero que no había perdido ni una prenda de ropa.

-          Tardó bastante, ya os he dicho que me dejó muy sorprendida. Fijaos hasta que punto que durante la mamada que le estuve dando me estuve tocando con la mano derecha mientras que con la otra sobaba su polla y sus huevos- dijo Edurne- También os digo que alguna vez había visto porno con mi marido y me parecía una guarrada cuando los actores se corrían en las caras y bocas de las chicas, pero en aquel momento estaba tan loquita de excitación que quise probarlo. Así que no saqué aquella potente polla de mi boca hasta que noté como comenzaba a convulsionase dentro de mí, gocé con cada espasmo que aquella vigorosa verga tenía dentro de mí y con cada chorro de caliente semen que sentía en mi garganta… hasta el punto que me corrí por segunda vez mientras el eyaculaba ¡fue brutal!- exclamó.

-          ¿Lo tragaste?- preguntó Sandra y observó como Edurne pasaba su lengua por los labios.

-          Hasta la última gota, después cuando me marché tuve que cepillarme los dientes por el mal sabor de boca que me dejó, pero en el momento en que lo tragué me sabía a gloria, supongo que por la excitación.- explicó Edurne tomando asiento en el sofá de nuevo y mirando a sus amigas- después de eso el chico se intentó marchar, pero le agarré la polla con fuerza para que no se escapase antes de que se la limpiase a lametazos, tiempo que aproveché para vestirme. Una vez estuve vestida y su polla sin un solo resto de semen le di un suave beso en el glande y le dije en un susurro que esperase un minuto y que no me siguiera, que volveríamos a encontrarnos.

-          ¿Volviste a encontrarte con él?- preguntó Soraya.

-          No, me enteré que tan solo un par de días después de mi encuentro con él se había echado novia y le mandé un correo para decirle que lo del baño no se repetiría- explicó Edurne- la experiencia fue magnífica, pero era demasiado arriesgada, además ya lo había probado y quería probar cosas nuevas.

-          ¿Cosas nuevas? ¿Qué clase de vida llevas detrás de esa mascara de esposa modelo?- preguntó Soraya entre interesada por aquella doble vida que su amiga llevaba y enfadada consigo misma por no haberla descubierto antes.

-          Si yo os contara…- dijo Edurne sonriendo y dejando a sus amigas boquiabiertas.

Agradeceré comentarios y sugerencias tanto por aquí como por mi correo fantasias1987@hotmail.com