La confesión

Al final todo tiene una explicación

Me levante nerviosa, dudaba entre llamar a Damián y decirle me no viniera, o dejarle venir y zanjar aquella situación. Jorge no se merecía aquello, yo tampoco, y lo que había pasado no debía de repetirse. Me puse mi batita corta, y decidí bajar a desayunar. Jorge apuraba su café, y Gladys, me ofreció un zumo de naranja y mis pastillas.

Vaya con mi niña, cada dia se levanta más guapa.

Escuchar aquello de Jorge, me dio el empujón que necesitaba. Cortaría ese absurdo lío con su padre, le llamaría en cuanto subiera a mi habitación. Mi hombre, se levantó y me dio uno de sus abrazos, de esos que no quería que se acabarán nunca, note como me envolvía, sus labios buscaron mi cuello, sus manos se introdujeron debajo de mi bata, al instante un calor intenso me invadió. Vi de refilon, como Gladys salía de la cocina, sabía cuando desaparecer, era la mujer más discreta del mundo, y estaba acostumbrada a esos encuentros que se producían entre nosotros, en cualquier momento, hora o lugar.

Jorge, empujaba su pene contra mí, yo a pesar de no tener vagina, abría mis piernas, y notaba como su roce contra mi, me calentaba, era en esos momentos, cuando me planteaba mi operación. En ese instante me hubiera subido a la encimera y le hubiera dejado penetrar mi coño como el hubiese querido. Su pene se endureció rápidamente, yo también estaba cachonda, me gire y le ofrecí mi ser. Jorge me penetro, rápidamente, de un solo golpe, hasta dentro, mi esfinter reaccionó sin sorpresa, envolvió aquello que le violaba, y se adapto enseguida a él. Mi ano y su pene, se conocían sobradamente, se adaptaban rápidamente. Las manos de mi macho iban de mi cuello, a mis pechos o a mis caderas, alguna vez subía una de ellas a mi cara y uno de sus dedos se introducía en mi boca, yo lo mamaba con deseo. Él sabía que en mi pasado, eso lo había echo más de una vez, pero en lugar de un dedo, había chupado un pene, mientras otro me poseía. Más de una vez, Jorge me había echo contarle una de mis experiencias de tiempo atrás. Era su fantasía, escucharlo. Una vez lo habíamos intentado, y estuvimos involucrados en un trio, pero una indisposición mía lo había estropeado. Es otra historia.

Jorge, bufaba, tras de mí, penetraba cada vez con más fuerza, me levantaba prácticamente del suelo

, sus 90 kilos, desplazaban mis apenas 60 con mucha facilidad. Yo, aún estando pasándolo bien, no gozaba como habitualmente, mi cabeza pensaba en cómo hablar con mi suegro y poner fin a aquella relación absurda.

Percibí que Jorge se aproximaba a su clímax, yo empujaba como podía mís caderas hacia atrás, que la penetracion fuera más profunda, que mi hombre llegara a todo mi interior.

Así te ha follado mi padre?

Mis piernas, se doblaron, mi mente se bloqueo, mis manos no me sujetaban....

Jorge, dio un último empujón de verdadera potencia, y sujeto mis caderas para que yo no cayera al suelo. Eyaculo dentro de mi, mucho más adentro que nunca, yo tenía la sensación de perder el sentido, mi orgasmo se había disipado, mi temblor, era de susto, no de placer. El salió de mi, me gire, y vi su cara completamente congestionada.

Que dices, Jorge?

Vi en su cara, mil conceptos a la vez, Ira, Compasión, Dolor,.....

Mi niña, lo se desde que ocurrió, tenía la esperanza de que me lo contarás, sabía qué te resultaría difícil, pero pensaba que lo harías. Todo lo que pasó en la sierra quedó grabado, en un principio pensé que te resistirias un poco más, pero vi que te dejaste llevar fácilmente. Por favor, no me contestes hasta que yo termine. La súbita reconciliación con mis padres, se debió a que mi madre, me llamó para decirme que mi padre padece un cáncer terminal, apenas le quedarán un par de meses de vida. El siempre ha sido un depredador sexual, no podría contarte las veces que ha sido infiel a mi madre, él que ella lo haya consentido no es momento de discutirlo. Yo sabía, que en cuanto os dejara solos el intentaría algo contigo, por lo visto desde que supo de su enfermedad, se había vuelto un amargado, cosa lógica, no salía de casa y ni tan siquiera quería ir a la casa de la sierra. Pensé en cómo, podría hacerle mejor este tiempo que le queda, y lo siento mi amor, te utilice a ti. No creas, que es por que piense que eres fácil, pero como tú dices ese cuerpo hay que amortizarle y sabía que mi viejo siempre ha tenido una debilidad, y son las travestis, tal vez, es lo que he heredado de él, te puse como cebo y resultó, también sabía tus deseos, esos que no confiesas, de sentirte manipulada y utilizada por un macho, mi padre tiene esa cualidad, yo, sabes que lo he intentado, pero no puedo ni insultarte y mucho menos maltratarte. En los vídeos de la sierra, vi una cara diferente en ti, te encantaba lo que te hacía y lo disfrutaste. Te voy a pedir perdón aunque te extrañe, yo soy quien te ha utilizado, quien te ha engañado, sé de otras veces que me has sido infiel, y aunque no me gustan las mentiras lo he aceptado, tu tienes apenas 30 años y yo voy camino de 54, además es lógico que saciaras tus deseos, yo me he conformado, con ser quien recibiera tus palabras de amor, ser tu confidente y tenerte a tiempo completo. No te equivoques, me gusta ser cornudo consentidor, y en el caso de mi padre, he sido yo quien te ha conducido a ello.....

Yo lloraba, reía, me agarraba por no caerme.

Jorge, no se, ni que decir, debería disculparme lo sé, pero al mismo tiempo, pienso que eres un hijo de puta.

Tranquila mi niña, ya te he dicho, que habrá tiempo, para que hablemos y seamos sinceros. También, lo de ayer, lo intuí, el quería más verte a ti que a mi. Os vi, desde la distancia, entrar al parking, vi como estuvisteis en el coche, no se, si te follo, o si solamente estuvisteis metidoos mano. Os segui hasta aquí, entre en la ducha, para saber si olías a él.

Mi orgullo me hacia estar de pies frente a él, desnuda, con su semen saliendo de mi ano y chorreando por el interior de mis muslos, mil sentimientos se venían a mi cabeza, me sentía utilizada por la persona a la que más amaba en el mundo, en algo tenía razón, aquello no hubiera sucedido si yo no me hubiera prestado a ello, pero tal vez, si me lo hubiera propuesto, yo no hubiera accedido, el caso es que yo en ese momento me sentía ultrajada, pero algo dentro de mi, me impedía acusar a Jorge.

Y como lo vamos a arreglar? Jorge, estoy completamente vencida en este momento, dime que solución hay.

Hoy, mi madre, me ha dicho que mi padre tenía planes por la tarde, ayer te oi decir a Gladys, que se fuera por ahí esta tarde, vi que anulaste todos tus planes de hoy, y me preguntaste un par de veces por lo que yo iba a hacer hoy. O has quedado con mi padre, o hay alguien más.

No, Jorge, es cierto, tu padre quería venir a follar conmigo hoy aquí, según sus palabras, me quería dar lo que tu no me das, en nuestra cama.

Lo dije con rabia, le quería hacer daño, quería morir matando.

Y que piensas hacer? Te vas a dejar follar?

No se, tu eres ahora el que maneja la situación, dímelo tú.

Joana, mi amor, harás lo que tu quieras hacer, siempre lo has echo, te follaste a mi padre porque quisiste, yo te lleve allí, pero tu fuiste la que se bajo las bragas. Mi niña, yo te sigo queriendo, te amo, y te amaré siempre. Tu decides lo que va a pasar de aquí en adelante. Solo te pido, que si no quieres seguir adelante, le digas que es por otro motivo, no me descubras y que el sepa que yo te ofrecí.

Dude, no sabía si besarle, o darle una hostia.

De acuerdo Jorge, voy a seguir adelante, voy a dejar que tu padre, venga, me folle, me insulte, me pege y que se mee encima de mi, pero solo te voy a poner una condición.

Dime

Tu vas a verlo, sin cámaras, en directo.

Me miro, suspiro, y acepto, moviendo la cabeza.

Subí a mi habitación, pensando en todo lo que había cambiado nuestra relación en apenas una hora. Me sentía culpable, pero solo a un 50‰. Gladys se fue, Jorge y yo hablábamos como si no hubiera pasado nada y como si nada fuera a pasar.

Sobre las 6, recibí un WhatsApp de Damiàn, diciéndome que en 20 minutos estaría en casa. El quería una puta, su hijo también y yo sería esa puta.

Solo me puse, un tanga, minúsculo, negro, trasparente, pege mi cosita bien a mi muslo interior, calce mis zapatos negros de tacon infinito, y con el que aumentaba 15 centímetros, y solo un collar de perlas que caía muy erotico sobre mis tetas. Me había maquillado exageradamente, querían una puta y la iban a tener. Jorge se acomodo, en mi vestidor, desmonto el respiradero a la mitad y desde allí tendría un asiento de primera fila en el espectáculo.

Deje la puerta de entrada abierta, y subí a mi habitación, al poco escuche el coche aparcar en la puerta. Enseguida unos pasos subir la escalera, me senté en la cama y espere hasta que divise a Damián entrar, me miró, y dijo.

Así me gusta zorra, esperando a tu macho, con aspecto de lo puta que eres.

Relaje mi cuerpo, deje volar mi mente, e intente ser la zorra más grande de la historia.

Dame tu poya, por favor, que sabes que el maricon de tu hijo me hace pasar hambre.

Lo dije con desprecio, si Jorge quería ser cornudo consentido, lo iba a ser pero bien.

Damián, tenía una sonrisa de superioridad, yo era una presa que ya aceptaba su destino. Con calma, sacó su enorme herramienta, aún morcillona, la blandia delante de mi cara y me golpeaba con ella.

Sin manos, perra, no la he lavado, desde tu comida de ayer, solo he meado con ella, huelela. La rozaba, la pasaba por todo mi rostro, yo veía que se manchaba con mi maquillaje, su olor era penetrante, olor a macho, le mire a la cara y me escupió, abre la boca, volvió a escupirme, acertó en mi boca, tragatelo, lo hize. Su pene fue adquiriendo dureza, haciendo que mis manos reposaran, me la metió en la boca, su mano en mi nuca, hacia el vaivén, yo solo era una boca, sin más, y el la follaba, de vez en cuando la dejaba dentro por tiempo indeterminado, me llevaba al borde de la axfisia, mis arcadas hacían mayor la sensación, mis lágrimas corrían por mi cara.

Dios.... Que boca tienes puta, te cabrían 2 pollas de  elefante. Traga guarra.

Le mire, y le dije, eres un maldito maricon de mierda.

Sonrió y apretó más, mi cabeza, se nublaba, la ausencia de oxígeno me debilitaba. Aún así mi voluntad, era soportarlo. Decidí abrir más mi glotis, me comería al elefante entero.

Por fin, la sacó.

Te voy a joder como a las mujeres. De frente, tumbate.

Lo hice, y abrí mis piernas, subiendolas, el se acomodo entre ellas y apuntó su miembro a mi culo.

Hija de puta, te has lubricado.

Era cierto, ya que me iba a usar, no quería que fuera doloroso, y antes de él llegar, me había dado lubricante.

Su poyazo, fue salvaje, era increíble que un hombre de esa edad y enfermo, pudiera tener esa vitalidad. Su pene se introdujo en mi intestino, allí se quedó quieto por un momento, volvió a sacarla e hizo lo mismo, sus testículos parecían querer entrar en mi. Realmente, sabía follar, dentro de mi frustración me estaba gustando, notaba como mi cosita expulsaba suavemente mi flujo. El me escupia, me lamia, se volvía a acomodar, y la volvía a clavar, una, y otra y otra vez. Yo le pedía más.

Vamos cabron, no eres ni la mitad de hombre que tú hijo. Eres un mierda, tu poya esta blanda. Vamos folla a esta puta.

Mis comentarios le daban bríos, veía sus ojos inyectados en sangre. Todas las venas de su cuerpo se inflamaban, notaba la presión de sus brazos intentandome sujetar para siempre.

Veía a Jorge, en el vestidor, creia verle agitarse, pensé que tal vez se estuviera masturbando.

Damián, seguía en su labor, sus voces ya eran más altas, la conclusión estaba cerca. Llevaba más de 5 minutos apretando entre mis piernas.

Al poco, sacó su pene, y su primer chorro llegó a mis pechos,, vibrando, uno tras otro, fueron cayendo sobre mí, en mi ombligo, en mi cadera, en mi cosita. Hice eso que tanto le gustaba, lo recogí en mi mano y lo llevaba a mi boca, lo limpie absolutamente todo, una vez echo, me arrodile y se la volví a mamar. Le limpie, el poco a poco, recupero la respiración y con ella su educación.

Eres increíble Joana, que suerte tiene mi hijo.

Se vistió, me dio un beso en la frente y se fue.

Jorge salió, se acerco a mi, me comenzó a besar, poco a poco me dio la vuelta, y metió su polla, donde antes había estado la de su padre.

Te quiero Joana.

Te amo Jorge.