La comprometida fantasía de Claudia (2 de 2)

Desenlace de la parte anterior. Con más carga sexual...

Continuación de la primera parte del relato con el mismo nombre.

Con mi suegra, en sucesivos encuentros volvimos a hablar del tema. Al principio se echo un poco atrás, diciendo que aquella noche había bebido, que lo olvidásemos y tal, pero hablando con ella y convenciéndole que lo de aquella noche entre nosotros había sido precioso y que ahora no podíamos volver atrás, que nuestras relación era mejor ahora, que contaba con ella para cumplir la fantasías de Claudia y tal… la fui convenciendo. Pasó bastante tiempo hasta  que ella tuvo claro que iba a hacerlo, pero no se daba el momento adecuado, igual pasó casi un año. Las escenas eran curiosas cuando estando los tres salía alguna conversación sexual o relacionada, porque entre mi suegra y yo había miradas cómplices pero Claudia no podía sospechar de nada, quería que fuera una sorpresa.

Un día surgió una situación que supimos aprovechar. Teníamos que ir a casa de mi suegra a hacer unos trabajos de jardinería. Le dije que a cambio nos invitara a cenar con ella, y aceptó. Le comenté a Claudia que podíamos quedar a dormir en casa de su madre, que hacía tiempo que no follábamos en su cama de “soltera” (aunque seguíamos solteros) , que me apetecía hacerlo en su cuarto entre sus peluches y braguitas de jovencita, como cuando empezamos. Y parece ser que a ella también le pareció buena idea y le dijo a su madre que esa noche nos quedaríamos ya a dormir allí. Su madre dijo que muy bien. En una escapada me pasé por casa de mi suegra y le dije que por fin ese día íbamos a hacerlo. Se puso nerviosa, y dijo que no iba a se capaz. Y yo le dije que no se preocupara, que nos tomaríamos unos vinos antes, y que el ambiente ya estaría preparado. La llevé a tomar unas cervezas  de nuevo, a un bar tranquilo y allí hablamos los detalles. Le pareció todo bien pero seguía teniendo el miedo en el cuerpo ante la reacción de Claudia.

Entonces llegó el día. Fuimos a casa de la madre de Claudia y empezamos a podar, cortar césped  y esas cosas. Yo ya me estaba encargando desde la mañana de mantener a Claudia cachonda, diciéndole cosas como “hoy te voy a follar como cuando venía a tu casa a escondidas”, o “esta noche tendrás que tener cuidado de que tu madre no nos oiga”, y le metía mano siempre que podía, con lo que ella estaba ya predispuesta.

Igualmente hacía con mi suegra, diciéndole lo que iba a ver esa noche “aquella noche sentiste mi polla contra ti, pero hoy la vas a ver entrar en el coño de Claudia”, “vas a hacer que tu hija se corra como nunca”, y también le tocaba las tetas y el culo sin que Claudia lo viese para tener a las dos a tono.

Llegó la noche y después de la cena, propuse a Mari que sacara algo para tomar, que ya hacía mucho tiempo que no cenábamos en su casa.  Apenas tenía nada, (había que aparentar que no pasaba nada, si de repente hubiese tenido una botella de ginebra, Claudia hubiera sospechado). Le pregunté a Claudia si no tendríamos algo en el coche (yo ya me había asegurado de que si), así que fue a buscar y apareció con una botella de Tanqueray. Mi suegra dijo que no quería de eso, así que se tomó un vino más, y al final la convencimos, después de probar del nuestro de que se tomara su propio gin tonic. Yo le iba diciendo a Claudia cosas como “falta menos” o “ya podíamos acostarnos”, y le tocaba de cuando en cuando para mantenerla con ganas.

Mi suegra en un momento determinado, dijo que se iba a la cama, así que se acostó. A diferencia de las demás noches, no cerró la puerta de su habitación, sino que solo la dejó arrimada para que no hiciera ruido al abrirla luego. Todos estos detalles los habíamos acordado un par de días antes tomando las cervezas. Evidentemente Claudia no sospechaba nada, y llegado un momento, también nos fuimos a la habitación. Le cogí ropa que tenía de hace años, cuando la conocí, y le dije que se fuera al baño y se la pusiera, me apetecía follarla recordando nuestros primeros polvos en aquella habitación. Cuando volvió, la muy cabrona se había echo además dos coletas en plan colegiala.

-Que cabrona eres- le dije- sabes muy bien por donde iba

-Ya se que es lo que te gusta, te voy conociendo.

-Y yo a ti, espero que esta noche haga cosas que te gustan

-Tu siempre haces cosas que me gustan- contestó sin saber por donde iba mi comentario.

Quise desnudarla yo. Despacio le quité la camiseta. Le toqué las tetas y se las besé sin quitarle el sujetador, de muñequitos, hacía años que no se lo veía y le quedaba pequeño. Claudia tiene unas tetas súper bonitas, grandes en su justa medida y muy bien hechas. Le desabroché el pantalón y me bajé con el. El pantalón salía de sus tobillos mientras mi lengua pasaba sobre sus braguitas, hasta que estuvieron bien mojadas con mi saliva. Luego le di media vuelta y me puse a lamer sus nalgas, bajé sus braguitas hasta la rodilla y separé sus nalgas, lamí su culo y ella se apoyó con las manos en la cama, así que también podía lamerle hasta el coño por detrás.

Se ponía cada vez más cachonda. Luego se dio la vuelta y me quitó la ropa, se agachó y de repente se metió mi polla en su boca y empezó a chuparla y masturbarme muy despacio.

-Tenía unas ganas locas de polla- me dijo.

-Y yo de boca en polla- le contesté-.

Cuando la tenía bien dura dijo que quería sentirla dentro, pero yo le dije que no tuviera prisa, que la quería comer enterita: le saqué el sujetador, le comí las tetas mientras mi polla rozaba su coño, ya que estábamos ambos en pie, con mis manos jugaba con sus nalgas, le tocaba el coñito y con sus jugos se lo mojaba bien incluso mojándole el culito y metiéndole un dedo dentro. Se estaba poniendo a mil mientras nos comíamos la boca hasta el punto en que me pidió que la follara.

Se sentó en la cama, se recostó hacia atrás y yo en pie, cogí sus piernas y las puse hacia mis hombros. Acerqué mi polla y la froté contra su coño.

-Quieres que te la meta?

-Si, fóllame ya que no aguanto más, quiero tenerla dentro.

Me hice de rogar un poco y después poco a poco la fui penetrando, hasta el fondo del todo.

-Mmmmmmmmm- empezaba a gemir.

Seguí metiéndosela y sacándosela despacio, pero hasta el fondo, mientras le besaba las piernas y los pies, que tenia a la altura de mi boca.

Cuando estaba a punto de correrse, me ralenticé y le dije que quería metérsela por el culito.

-Hazme lo que quieras- fue lo único que me dijo.

Saqué mi polla de su coño, y con ella totalmente mojada arrastré sus fluidos hacia su culo, donde después de jugar con el un poquito y dilatarlo, mi polla fue entrando suavemente, muy despacio. Me encantaba aquella sensación de tenerla aprisionada dentro de Claudia. Aprovechaba la postura para acariciarle el coño y meterle algún dedito… ella se volvía loca de placer y ahora si, no paré cuando tuvo su primer orgasmo, controlándose de no gritar demasiado para que su madre no la escuchase. Yo sentí un morbo tremendo al saber que su madre estaba esperando para entrar en acción y en realidad estaba atenta a lo que estábamos haciendo.

Después de tener el orgasmo, le dije que iba un momento al baño , que no se moviera, y que al volver quería que se subiera a mi en la silla.

-Ponte algo, que va a estar por ahí mi madre.

-Tu madre está en cama dormida, no te preocupes- y salí de la habitación en pelotas hacia el baño, a lavarme la polla. Pero al salir del baño fui a la habitación de su madre. Ella estaba en pie, con la luz apagada y detrás de la puerta, esperando para salir. Llevaba una bata como de licra o seda (no soy experto en telas) por el tacto, porque la oscuridad era total y no se veía más que su silueta.

-Estás desnudo- me dijo.

-Claro, estoy follando con tu hija.

-Ya ya, ya os escuché.

-Estas lista?

-Creo que si.

-Pues claro que si, no nos falles Mari, esto va a ser genial para todos. Vamos?

-Venga.

La cogí de la mano y fue tras de mi por el pasillo. Se puso a un lado de la puerta. Yo abrí la puerta y entré como si viniera del baño, pero dejando la puerta solamente asomada. Traía en la mano una pañueleta para taparle los ojos a Claudia, que su madre tenía en la mano preparada.

-Mira lo que me encontré en el baño- le mentí.

-Quieres taparme los ojos.

-Si, yo se que te gusta.

-Pero cierra la puerta, que está asomada y mi madre va a escuchar.

-Si, pero espera que te ponga eso y cierro la puerta.

Le puse la pañueleta, se dejó hacer. Le pregunté si veía algo y me dijo que no.

-Cierra la puerta- me repitió.

-Que si, ya voy- y me dirigí hacia la puerta, la abrí y cogí de la mano a mi suegra, que entró conmigo y se quedó al lado de la puerta. Luego la cerré para que Claudia escuchara.

-Ya está cerrada- le dije. Ahora ven aquí.

Y diciendo esto, la cogí con las manos, y me senté en la silla. Dirigí su boca hacia mi polla para que me la pusiera bien dura antes de subirse a ella, y empezó a hacerme una felación. Entonces, fue cuando levanté la vista y fui consciente de la situación.

Estábamos en su habitación, yo sentado en una silla totalmente desnudo, ella de rodillas también desnuda y con los ojos tapados chapándome la polla, y su madre detrás de ella, viéndolo todo y sin decir nada ni hacer ningún ruido, y la luz encendida. Me dio un morbo tremendo que mi suegra viese como su hija me la chupaba, Le hice un gesto de aprobación a mi suegra con el pulgar hacia arriba indicándole que me encantaba lo que me hacía su hija, y ella me sonrió y me devolvió el gesto.

Cuando tuve la polla bien dura, que fue en seguida, le dije a Claudia

-Ven, quiero que te sientes sobre mi.

La ayudé a incorporarse, y primeramente nos dimos un beso en la boca profundo, lento y con sentimiento. Me encanta mi chica y siempre hay sentimiento en el sexo con ella, por muy salvaje o morboso que sea, siempre noto que la quiero cuando lo hacemos.

-Ves algo? – le pregunté

-Nada de nada, me lo puedo quitar?

-Nooooo -le dije- quiero que sigas con el un rato mas, ya te lo quitaré yo luego.

Entonces le di media vuelta y le separé las piernas. Ella estaba totalmente desnuda delante de su madre y no lo sabía. La situación me excitaba. En ese momento su madre pudo verme la polla totalmente dura y levantada, y me di cuenta de que era precisamente lo que estaba mirando. Le sonreí y me sonrió nuevamente. Cogí mi polla con una mano al tiempo que iba bajando a Claudia sobre mi, sentándola de espaldas a mi, y mi polla se iba poco a poco metiendo en su coño. Me ponía a mil que su madre estuviera viendo en primer plano como mi polla entraba en su hija, ufff... Ella miraba atenta y no decía ni había nada, como habíamos acordado. Empecé a follar a Claudia, o tal vez Claudia a follarme a mi, porque subía y bajaba por mi polla de una forma salvaje, metiéndosela hasta el fondo, recostándose hacia atrás, y sintiéndola totalmente dentro. Yo la abrazaba y le tocaba los pechos, bajaba mis manos hasta su clítoris y  se lo tocaba, ella se retorcía de placer. Su madre me hizo un gesto como preguntando y yo le indiqué que todavía  no. Claudia tenía que estar muy cachonda antes de entrar en acción.

Así que seguí tocándola y besándole el cuello, las orejas, cuando se giraba la cara, nos besábamos en la boca, ella se movía sobre mi a su ritmo, mis dedos seguían masturbándola, estaba a punto de correrse cuando comencé a decirle al oído lo que a ella le gusta oír.

-Y ahora una chica te va a lamer el coño mientras te follo como a ti te gusta.

-Ohhhh, si….

-Te pone muy cachonda que una chica te lo coma, a que si?

-Cachon-di-sima- consiguió decir entre gemidos.

-Notas como entra mi polla – le dije mientras la penetraba-.

-Si, me encanta.

-Pues imagina que mientras mi polla entra en ti, mis dedos son la lengua de una chica que se muere por lamerte el clítoris.

-Ahhhhhhhhhhhhh.

-Te da morbo?

-Muchísimo.

-A que te encantaría que ahora mismo una chica te lo comiese?

-Si, me volvería loca de gusto.

-Quien te gustaría?

-Cualquiera, una chica, una mujer, cualquiera.

-A que con lo cachonda que estás, no le dirías que no a nadie fuera quien fuera.

-Si, cualquiera, me da igual, una lengua de chica.

-Pues imagina que se hace realidad… y te lame…

Y diciendo esto, le hice un gesto a su madre para que se acercara. Separé las piernas de Claudia para que pudiera acercarse sin tocarla. Lo primero que tenía que tocar a Claudia era su lengua. Justo en el momento en que su madre iba a lamerla, le cogí los brazos a Claudia para que no pudiera quitarse la pañueleta de los ojos y le dije:

-Siente ahora como una mujer te come el coño mientras te follo-  y en ese preciso instante la lengua de su madre pasó sobre los labios de su coño…

-Ummmmmmmmmmmmmmmmmmmm- gimió  ella

-Te gusta?

-Que gusto…..

-Te lo están haciendo nena, te están comiendo el coño mientras te follo, como a ti te gusta- mientras su madre lamia su coño de arriba abajo

-Mmmmmmm, que gusto, que morbo, me corro…

-Quien te gustaría que fuera?

-Me da igual quien sea , estoy muy cachonda, cualquiera….

-Quieres saber quien es???

-Siiiiiiiiiiiiiiiiiiii- fue capa de decir mientras empezaba a correrse con los lametones y las embestidas

-Quítate la pañueleta.

De un tirón hacia abajo se la quitó de los ojos y pudo ver a su madre acariciándole los muslos y con su lengua metida entre su coño, lamiéndola con devoción, mientras ella se corría

-Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm se empezó a correr de gusto, y no paraba…

-Me sigo corriendo- dijo al cabo de varios segundos.

-Disfruta mi niña, disfruta de cómo los tuyos de damos todo el placer del mundo. Córrete.

Entonces con una de sus manos, la puso encima de la cabeza de su madre como  apretándola contra su coño, y solo entonces pudo decir:

-Mamáaaaaaaaaaaaaaaaa, me corro mamáaaaaaaaa.

Su madre la miró a los ojos sin dejar de lamerle, y le dijo:

-Córrete cariño, disfruta de lo que hacemos para ti.

Y Claudia volvió a correrse de nuevo. Yo estaba también a punto, la situación era súper morbosa y además de vez en cuando la lengua de mi suegra pasaba también sobre mi polla y aquello me daba un morbo añadido. Pero no quise correrme y en cuanto Claudia terminó su orgasmo le dije.

-Ahora quiero tu culito otra vez.

-Mmmmm, te gusta mi culito- dijo mientras se levantaba un poco para que mi polla saliera de su coño y  se fuera contra la boca de mi suegra. Claudia hizo que mi suegra se la metiera en la boca, yo sentí un placer y un morbo enorme, mi suegra con mi polla en la boca…

-Chupasela mami, mójasela bien que va a entrar en mi culo.

Y entonces la apuntó hacia su propio culo y fue bajando de nuevo, suavemente. Como ya lo habíamos hecho por ahí hacía un rato, entró si dificultad.

-Ahora tienes todo el coñito de tu niña para ti Mari, cómeselo entero, métele los dedos.

Y mi suegra empezó a hacer lo que yo le dije mientras Claudia se metía y sacaba mi polla de su culo. Cuando estaba de nuevo súper cachonda, yo también estaba a punto de correrme, eché mano hacia un cajón de la mesilla y cogí un vibrador. Se lo dí a mi suegra y le dije.

-Toma, métele esto en el coñito de tu hija mientras yo le follo el culo.

-Las dos al a vez?

-Con cuidadito, a ella le encanta sentirse llena, y más si es su madre la que le da placer

-Mmmmmmmmmmmmm – fue lo único que alcanzó a decir Claudia cuando su madre empezó a penetrarla con el vibrador, mientras que seguía lamiéndole el coño…

Claudia se estaba poniendo otra vez a tope y a punto de correrse, pero yo también.

-Me voy a correr- dije

-Si, me dijo ni chica, córrete dentro de mi culo, quiero sentir tu leche dentro de mi…

Y al momento me vacié dentro de ella, que al sentir mi leche dentro estalló en un nuevo orgasmo, penetrada por ambos lugares a la vez y con su madre lamiéndole el coño.

-Mmmmmmmm que gusto, que morbo, que morbazo- decía- me corro otra vez, me corro otra vez mmmmmmmmmm

Y tuvo su segundo orgasmo. Ahora ya mas tranquila, se levantó y se quitó la polla de su culo. Se salió de encima mío y se fue a un cajón. Su madre se iba a incorporar, pero ella le dijo.

-Tu quieta ahí, mama. Ya me contarás a mi como habeis preparado esto, sois unos cabrones.

Ambos sonreímos. Claudia cogió una toallita húmeda y me la pasó por la polla. Cuando estuvo bien limpia se la metió en la boca y empezó a chapármela otra vez. Mi polla estaba de nuevo dura. Se la sacó de la boca y le dijo a su madre.

-Mama, ayúdame, que es mucha polla para mi sola- y la dirigió hacia la boca de su madre, que se la metió casi entera y empezó a chapármela. Claudia le ayudaba y entre las dos me estaban llevando al cielo. Con eso si que no contaba yo, el plan era solamente que mi suegra le lamiera a su hija, pero no me importaban en absoluto que ambas me la estuvieran chupando, madre e hija, típica fantasía que no por ello me ponía menos cachondo. Estaba ya a punto de correrme por segunda vez y así lo dije, pero Claudia me dijo

-No te corras, que aquí falta mi madre por disfrutar.

Y entonces llevó una mano al coño de su madre, a la vez que le quitaba la bata.

-Mamá, lo tienes empapado.

-Es que viendo esto, como va a estar. Te gustó lo que te hicimos?

-Nunca había sentido tanto placer, tanto morbo. Inolvidable. Pero como…

-No preguntes detalles ahora- le dije, disfrútalo, ya hablaremos.

-Me ha encantado mama, nunca pensé que podrías hacer algo así, fue increíble, no tengo palabras, y se que esto es cosa de Jose, por eso ahora quiero que disfrutéis los dos.

Y diciendo esto hizo levantar a su madre e inesperadamente le plantó un beso en toda la boca, que también inesperadamente su madre correspondió. Entonces guió a su madre encima mío para que se sentara sobre mi diciendo.

-Quiero que folléis, quiero ver como folláis los dos. Quiero ver a mi novio follarse a mi madre y disfrutar del morbo de follarse a madre e hija, y quiero verte a ti mamá, disfrutar de la polla de Jose y que te haga correrte de gusto.

Y dicho esto cogió mi polla y la puso a la entrada del coño de su madre y ayudó a su madre a bajarse sobre ella de forma que se la iba metiendo dentro.

-Mmmmmmmmmmm

-Ahhhhhhhhhhhh

Los dos soltamos unos gemidos al unísono por el placer y el morbo de la situación.  Me estaba follando a mi suegra delante de su hija, esto no lo hubiera pensado nunca. Si lo pensé, pero nunca creí que llegaría a hacerse  realidad. Claudia me dio un beso en la boca profundo diciéndome  “eres el mejor” y luego acercó la boca de su madre para que nos besáramos los tres a la vez. Increíble, mientras seguía follandome a mi suegra. El morbo de meterla en ese coño era tremendo, sus tetas se movían delante de mi, Claudia se las cogió y las acercó a mi boca, empecé a lamérselas y noté que mi suegra llegaba al orgasmo por su cambio de movimiento y su expresión en la cara.

-Ahhhhhhhhhhhhhh- me corro.

-Cuanto tiempo hace que no follabas mami?

-Ahhhhhhhhhhhhh, mucho mucho…

-Te está gustando follarte a mi novio?

-Ahhhhh, me estoy corriendo, nunca disfruté tanto como hoy..

-Pues córrete, dije yo, me encantaría hacer  que te corras Mari…

-Y tu- me dijo ella- córrete también.

-Ya no tienes regla mama?

-No, hace tiempo, puedes correrte dentro de mi Jose, córrete dentro.

Y con un par de embestidas más, mi suegra empezó a retorcerse  de gusto y correrse, y yo al verla, y como mi polla entraba en su coño me corrí de nuevo dentro de ella, diciéndoselo a Claudia.

-Claudia, me corro, me corro dentro.

-Si- me decía ella- córrete dentro de mi madre, dale tu leche, llénala.

-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh – gemí mientras me corría en  mi suegra.

-Ohhhhhhhhhhhhh- gemía ella al sentir mi leche, corriéndose también…

-Ha sido increíble- dijo ella.

-Totalmente- dije yo- no contaba con este final.

-Si en el fondo teníais ganas de follar juntos- dijo Claudia- sino, hubieseis puesto pegas. Además, después de lo bien que me lo hicisteis pasar, lo teníais merecido.

-Te ha gustado hija?

-Mamá- dijo ella dándole un besazo en la boca- fue increíble. Nunca había sentido tanto morbo. Tanta excitación. Gracias.

Esa noche dormimos los tres juntos. Y desde entonces, alguna mas también, durante un tiempo.

Espero que os haya gustado.

Jose.