La Comprobación

Será cierto lo que me contó sobre ella?

LA COMPROBACIÓN

Un amigo mío tenia una novia, bastante alta, no demasiado guapa pero con unas tetas y un culo casi perfectos (y digo casi porque perfectos solos los tiene mi novia ;P) Raramente hablábamos de sexo, pero alguna vez me contó que la muchacha en cuestión, de nombre Adela, era un poco exigente con la frecuencia de sus relaciones sexuales. Mi amigo a veces se hartaba de tener que largarse de una fiesta con sus colegas porque a ella le entrasen las ganas de follar.

Puede sonar absurdo que un tío se harte de eso, pero es que la tal Adela lo tenía consumido.

Una vez me contó Miguel, que es como se llama mi amigo, que prácticamente lo secuestró. Un martes por la noche lo montó en el coche con la excusa de que tenía que tenía que ir a por unos apuntes que le iba a dejar una compañera de la facultad. Cuando quiso darse cuenta estaba en un descampado de las afueras sin comunicación ninguna y con la loba esa encima exigiéndole los polvos que no le había echado el fin de semana (a razón de dos por día, tenía que cumplir con seis prácticamente seguidos)

Al día siguiente en el curro no se tenía en pie y tenía mala cara, fue cuando me lo contó. La muy perra le había sacado la leche a mamadas y luego le echó cuatro casi sin sacarla. Miguel no se explicaba como lo hizo (no suele aguantar tanto).Pero la muy puta en vez de agradecerlo, va y ¡le deja!

Varios meses después de eso, en una tarde de calentón, me acordé de ella y de las pocas cosas que Miguel me había contado de ella. Me entraron unas ganas tremendas de comprobar si aquello que me habían contado era cierto.

Aprovechando que siempre me miró algo más de lo que debería haberlo hacho para estar saliendo con mi amigo, decidí mandar un mail a Adelita proponiéndole quedar para vernos, le di mi móvil para que me llamase cuando leyese el mensaje.

Pensaba yo que para cuando viese el mensaje de correo habrían pasado unos días, pero no, lo debió leer al cabo de un par de horas y me llamó. Muy melosa ella diciendo que fíjate cuanto tiempo, que qué tal todo y sobre todo que tenía ganas de verme. A eso yo pregunté con bastante descaro y mucha más guasa que si vestido o desnudo, a lo que ella me respondió con toda naturalidad que desnudo y con la polla dura entre sus tetas.

Ahí me dejó sin palabras, por lo que tuvo ella que preguntarme si todavía estaba al teléfono, entonces reaccioné y le dije que esa noche a las diez iba a ir a su casa a para que me viese como ella quería, a lo que ella respondió que me esperaría con lencería transparente viendo una película porno.

No cabía duda, era una loba. Al cabo de un rato me llamó un amigo de la facultad para ver si quedábamos para salir por ahí. En un principio le iba a decir que no podía, que tenía planes, pero en ese mismo momento me imaginé haciéndole un favor a mi amigo Juan (nunca había estado con una tía) y otro a la perra de Adela, que seguro le molaba montárselo con dos tíos. Quedé con Juan en que me pasaba a buscarle y le dije que se pusiera sus mejores galas y que si no se había pajeado ese día que no lo hiciera que esa noche mojaba. Se rió y colgó diciendo, "si hombre si, como siempre"

Cuando llegué le pregunté "¿te has pajeado?" Me contestó que no, que llevaba varios días liado con el trabajo y que siempre que le decía que no se pajease que esa noche mojaba me hacia caso, aunque no sabía muy bien por qué. Total que llevaba algo así como tres días acumulando. Yo iba cachondo perdido pensado en la ración que iba a tomarse la zorrita de Adela, porque yo llevaba algo así como semana y media.

En el coche me preguntó Juan que a dónde íbamos, a lo que respondí que a buscar a una amiga. Su pregunta inmediata es siempre

-¿Está buena?"

  • Si

  • ¿Y tiene novio?

  • No lo sé

Cuando llegamos la llamé porque no sabía que piso era. Nos abrió sin decir nada. Montamos en el ascensor, llegamos al piso y nada más salir oímos gemidos. Mi colega me miró entre asustado y cachondo y yo le devolví un mirada de "tranqui, que se lo que pasa" La puerta de la casa estaba abierta y de dentro salían los gemidos que escuchabamos.

Entramos ya más calientes que una cafetera y cuando llegamos al salón al final de un largo pasillo la encontramos tumbada en el sofá, vestida con una camisetita suelta y transparente y un tanguita realmente exiguo.

Como yo iba delante tardó un poco en ver a Juan, y cuando lo hizo amagó con taparse un poco, pero para ese momento yo ya estaba a su lado, cogiéndola de la cintura y susurrándole al oído

"¿Vas a hacerme el favor de desvirgar a mi amigo?

Con solo oir esto se le iluminó la cara. Supongo que se imaginó todo tipo de situaciones y manejándolo a su antojo.

-Si claro, me dijo. Si tu me hace a mi un favor con esto

Y me agarró la polla por encima del pantalón. Juan flipaba y comenzó a decir que se piraba. Adela se fue a por él preguntándole si es que no le gustaba lo que veía, que si no le excitaba. En ese momento una chinita se estaba tragando un pollón de cuidado mientras se la clavaban por detrás y gemía como una perra. Adela le preguntó si no le gustaría hacer eso mismo, y Juan no sabía donde meterse, pero su rabo si que lo sabía porque estaba montándole una tienda de campaña en el pantalón bastante apreciable.

Adela se abalanzó sobre él y le plantó un beso en los morros mientras le desabrochaba el cierre del pantalón. Yo me había desnudado y para cuando iba a sacar la polla de Juan de los gayumbos me puse al lado para que me la machacase un poco.

Me pegó un par de chupetones rápidos para no hacer esperar al pobre muchacho, y cuando le quito los calzoncillos flipó, y yo también. Qué pedazo tranca! Largo normal, pero de un grosos totalmente descomunal. No hay actores porno con ese trabuco.

La cabrona se desentendió de mí y se abalanzó sobre semejante trasto. Se lo empezó a chupar con un ansia inaudita. Arriba y abajo, arriba y abajo. Como buenamente podía porque apenas le cabía en la boca, pero estaban los dos disfrutando de lo lindo, tanto que a Juan le dio tiempo a decir "que voy" y a sujetar a Adela para darle todo lo que tenía acumulado de tres días, y la puso fina. Ella se tragó una buena parte, pero aun así se le escapó buena parte que le cayó sobre las tetas, dejándole pegada la camisetita. Tenía los pezones duros como para cortar cristal con ellos.

Le dije – Eres una niña mala, mira como te has puesto. Quítate eso ahora mismo!

Ella se levantó la camiseta, y antes de que terminara estábamos los dos chupándole las tetas como posesos.

Así, no paréis que llevo meses sin que me den lo que merezco!

Al oir eso le dije a Juan:

Vamos campeón, ensártala

Él se acercó y antes de que pudiera hacer ningún movimiento Adela le cogió la polla y se la metió por "su sitio"

Como yo me había quedado con las ganas de una mamada me acerqué a la cabeza de ella y le arrimé mi miembro a la boca. Evidentemente se lo tragó y al tiempo que Juan le daba lo suyo me la iba comiendo. Toda una experta hay que reconocerlo, movía la lengua de alguna manera que no logro entender pero que me aceleró de tal forma que me tuve que retirar. Sí, me retiré pero para aprovechar lo dura que me la había puesto para clavársela por el culo, exactamente igual que le hacían a Aurora Snow en la peli porno. Fui con cuidado porque yo era nuevo en esos menesteres, pero siempre había tenido ganas de darle de sí el culo a una piva. Cuesta, y más si hay un maromo al otro lado dándole fuerte en toda la raja. Le dije a Juan que parase un momento, y entonces me dejé de hostias y le pegué un buen empujón. Ella se retorció y al momento empezó a mover la pelvis para notarnos dentro. Y ese fue el pistoletazo de salida para darle lo que no está escrito.

Como Juan y yo somo casi de la misma estatura la levantamos ensartada como estaba y le dimos de pie. Ella no hacía más que jadear y decir "más Más MÁS MAAAAAAAAAASSSSSS!!!!!!!!!!!!!!!!

Como yo no me había corrido aun, acabé antes que Juan. Le dejé el culo rezumando líquido, cosa que aprovechó mi amigo para probar.

"Ya que por el coño no puedo, a ver si con tu culo me corro" Y diciendo esto le clavó de un empujón todo ese pedazo de carne.

De pie con el culo en pompa y con las tetas bamboleándose se me puso el rabo como un garrote, así que para bajar la inflamación me tumbé delante de Adela a que me la chupara como solo ella sabe.

Así estábamos cuando Juan no aguantó más y sacándola de la caverna trasera de Adela se le corrió en la espalda.

"Me ha faltado un poquito para el tercer orgasmo de la noche" le dijo a Juan

Nada más oir eso dije: No, de eso nada

Me escurrí hacia abajo y se la metí por el coño y a fondo. La metía y sacaba casi por completo, y parece que eso le gustó porque me agarró fuerte de la espalda y comenzó a pegar ella empujones con la cadera. La tumbé boca arriba y le puse las piernas sobre mis hombros, la cogí de las caderas y comencé a darle todo lo que tenía. En esta posición me fue creciendo el rabo de forma espectacular, tanto que a ella le vinieron dos orgasmos seguidos sin yo saber muy bien que hice, el casó es que aquello se puso más duro y más grande que nunca, y justo en ese momento le solté una descarga que la rellenó por completo, haciendo un ruido muy característico los últimos empujones que le dí.

El resto de la noche siguió de la misma forma, follando como locos, llevé a cabo más de una fantasía y Adela también. Juan por su parte se dejó en aquella casa algo que quería perder de vista hacía tiempo, pero salió con una novia ninfómana perdida que solo encontraba descanso con su tranca en las entrañas.