La compañera del lobo

Stiles ha vuelto a Beacon Hills, pero ha vuelto cambiado y Derek por fin cumplirá aquello que tanto ha ansiado. (FanFic de la serie Teen Wolf) que si no la habéis visto ni conocéis de ellos, os resultara no saber por qué pasa toda la situación.

Hacía tiempo que se fue de Beacon Hills, las cosas no acababan de ir del todo bien. Su relación con Malia y el encaprichamiento por Lydia habían desaparecido. Todo aquello había quedado en el fondo de su pasado, ahora era una persona nueva y como tal debía afrontar los problemas que acarreaban su cambio.

No le tenía miedo al rechazo, quizá cuando era un simple humano hubiera preferido huir y no volver jamás, empezar de cero en un nuevo continente. Pero ahora esos miedos ya no existían, por fin era quien debía ser y si sus amigos y familia no lo aceptaban, simplemente sabría que aquella ya no seria jamas su gente.

Bajó del jeep, cogió su maleta y fue directo hacía la puerta de entrada de su antigua casa.

El Sheriff no llegaría hasta medio día así que tenía tiempo para adecentar de nuevo su cuarto y hacer espacio a su nueva ropa y demás trastos.   Subió a su habitación encontrándola tal y como la dejo hace cuatro años, no le vendría mal una nueva mano de pintura y algunos retoques nuevos. Pero eso ya se lo diría a su padre cuando llegara a casa.

Mientras tanto, deshizo la maleta y cambió sus antiguas sabanas por algo más acorde con su nueva personalidad, una vez estuvo satisfecho con como le había quedado su nuevo armario y la habitación, decidió tomar un baño relajante, menos mal que traía una bomba de baño que compro antes de irse de Washington.

Lleno la bañera y dejó caer la bomba para minutos más tarde desnudarse y dejarse llevar por completo por aquella paz y tranquilidad que el agua caliente le regalaba.

Se dejó llevar por aquella paz que poco se dio cuenta de que un intruso bastante conocido para él, se encontraba entrando sin hacer ruido por la ventana de su habitación.

—¿Pero qué cojones ha pasado aquí?— habló aquel desconocido ante el cambio tan grande que había sufrido la habitación de Stiles. Toda la habitación parecía un nido de una adolescente loca; pósteres de bandas masculinas y cantantes pop, gatitos por todos lados, unicornios por doquier si hasta incluso las sabanas tan horteras que Stiles tenía ahora eran de color fucsia con motivos florales en ella.

Derek se encontraba absorto con lo que acababa de encontrar, hacia años que se escondía en aquella habitación, ya que el olor de Stiles apaciguaba a su lobo. Pero jamás se imaginó que su lugar de descanso, su zona segura se convirtiera en una especie de habitación de princesa cursi.  Estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que la puerta del baño se abría para dejar salir de ella una hermosa chica de ojos color miel, larga cabellera castaña y piel de porcelana.

El lobo se quedó absorto cuando sus ojos enfocaron a aquella preciosidad pecaminosa. Olfateo el aire de la habitación y ahí se encontraba de nuevo el olor de Stiles con más fuerza, pero no había rastro de él, entonces como podía ser que su esencia se oliese tan fuerte, no tuvo tiempo a preguntar nada a aquella chica, ya que antes de poder hacer nada, salió despedido por la misma ventana por la que había entrado cayendo así al suelo.

—Lobo idiota es que no sabes llamar a la puerta antes de entrar en habitaciones ajenas, te está bien merecido por no preguntar antes de entrar—dijo la chica y cerró esta vez con cerrojo la ventana para acto seguido vestirse con un short vaquero, una camisa a cuadros roja y unos botines negros que acababan de completar el modelito.

Se hizo dos coletas a parte de darse un poco de maquillaje en ojos y labios, algo simple pero delicado y entonces bajó corriendo a ayudar al lobo estúpido que había asaltado su habitación.

En cierto modo aún seguía conservando su etilo, pero ahora lo había feminizado algo más, todas sus curvas naturales se resaltaban con aquel conjunto.

Abrió la puerta cuando recordó que había echado a Derek de la antigua habitación de Stiles y lo había llamado lobo estúpido. No estaba lista para aquella conversación con el lobo, antes quería hablar con Scott pero en fin “de perdidos al río”—pensó

—Perdona ¿estás bien? es que me has asustado y estaba desnuda y bueno es que no pensaba que hubiera nadie en casa y cuando has entrado yo….ha sido un auto reflejo….en fin me callo. —Aquella chica le recordaba al enclenque de Stiles, incluso tenía su verborrea verbal “serian parientes quizá”—pensó el lobo para sus adentros al tiempo que se levantaba del suelo.

—Me llamo Samantha y tú debes de ser el lobo gruñón del que tanto me ha hablado mi primo. La verdad es que estás mejor de lo que te recuerdo los años te han sentado muy bien….— ¿Los años? ¿a caso nos conocemos?....— ¿qué? no, no, perdón me refería a que estás mejor que en las fotos que me enseño Stiles hace cuatro años. —había salido del paso, pero no podía dejar que Derek descubriera aún la verdad, tal y como es quizá se volvería loco y se lo contaría a toda la manada antes de que pudiera hablar con ellos.  Así que por el momento seguiría con la farsa de ser la prima de Stiles, gracias a dios que consiguió un collar para que los lobos no supieran cuando estaba mintiendo, sino su plan se iria al garete.

—Así que ¿eres la prima de Stiles? ¿Por qué nunca nos ha contado nada de ti y que haces viviendo en su habitación? —pregunto Derek impasible como si no se acabara de creer lo que Sam le contaba, la verdad es que la comunicación no era su punto fuerte, menos mal que Sam ya estaba acostumbrada a aquel amasijo de músculos poco hablador.

—Bueno, acabo de llegar. Quería relajarme un tiempo y le pedí a Stiles si podía quedarme un tiempo en su casa, California es un sitio precioso y quería pasar un tiempo con mi tío Noha. Espero que no os moleste que haya aparecido por aquí sin avisar pero como a Stiles aún le quedan un tiempo para volver pensé que sería buena idea darle mi estilo a eso que llama habitación— haciendo uso de su verborrea verbal nuevamente Sam le explico sus motivos más que verídicos para estar en la habitación de Stiles, esperando que el lobo se creyera aquello que le había dicho, ya que seguramente habría desconectado al empezar a hablar ella y seguramente se lo habría creído.

—Está bien y como sabes que soy un lobo, también te lo ha explicado Stiles o ¿es que eres una bruja? —pronuncio el lobo desconcertado aunque también a la defensiva, ya que Sam había hecho uso de su magia sin pensarlo dos veces.

—No soy una bruja lobo amargado, soy una chispa así que mejor no te metas mucho conmigo, no voy a permitir que me uses como lo hacías con mi primo así que mucho cuidado lobito, puedo ser peligrosa si me veo acorralada—sentenció Sam para dejar con la palabra en la boca al lobo y volver dentro de casa, dejando así a un lobo amargado más confuso de lo que ya estaba.

“Ha sido una buena charla, creo que le he dejado las cosas bien claras” —se dijo para ella misma antes de volver a subir a su cuarto para coger el móvil y mandarle un mensaje a su mejor amigo para que viniera a casa, debian hablar y mucho y con lo cortito que es Scott quizá les tomaría toda la mañana.

Más tarde aquella mañana

—Así que ya no tengo un mejor amigo ¿me estás diciendo eso? —preguntó Scott asombrado por lo que Sam le acababa de explicar.

—Dios Scott, que no has entendido…..mira que eres frustrante, ni siendo lobo se te quita el ser tan lerdo. Soy la misma persona, solo que en vez de ser tu mejor amigo ahora soy tu mejor amiga. ¿Lo pillas?— hablaba Sam frustrada de que su mejor amigo fuera tan bobo para ciertas cosas, ni siquiera sabia como podía ser un alfa verdadero con lo corto que es a veces.

—Entonces ahora es Sam… entiendo… me alegro un montón Sam se me va a hacer raro al menos durante un tiempo pero me alegro de que por fin puedas ser tu mismo...misma.

—Gracias Scott no sabes lo mucho que significa que lo entiendas, no quería perderte como mejor amigo, por eso no te he dicho nada en estos años, debería habértelo contado antes pero tenía miedo de como reaccionarias tú y la manada.

—No pasa nada Sis, ahora eres mi hermana de otra madre y te quiero igualmente, eso jamás cambiará. ¿Y tu padre como se lo ha tomado?

—Sorprendentemente bien la verdad, quizá tenga algo que ver con que está saliendo con Parrish, cosa de la que me alegro. Pero sinceramente esperaba una reacción diferente de la que me lleve cuando se lo conté.

—Eso está genial, ya tienes una gran parte echa ahora solo te falta contárselo a la manada, ya verás seguro que les encantara saberlo sobre todo a Lydia.

—Si bueno respecto a eso… Hoy me he encontrado a Derek husmeando en la habitación y bueno… me he presentado como la prima de Stiles, no estoy preparada para que él sepa la verdad… así que si no te importa guardarme el secreto un tiempo, te lo agradecería.

—No creo que guardar secretos entre la manada sea buena idea, pero como es asunto tuyo te guardaré el secreto, pero no tardes mucho en contárselo o será peor.

—Está bien, convoca una reunion en tu casa pero que Derek no venga, es bastante idiota y seguro que me hará sentir mal si se lo cuento.

—Perfecto, pues esta tarde en mi casa, vendré a buscarte en moto así podre presumir de nueva hermana….— dijo Scott soltando una gran carcajada a lo que Sam se abrazó a él y rieron juntos como cuando eran pequeños.

—Esta tarde hay reunion de manada, Scott insiste en que debo contarles la verdad antes de que se enteren por otros, así que he accedido. No me esperéis para cenar, quizá liego salgamos a tomar unas copas— habló Sam bajando las escaleras ya cambiada y lista para la reunion.

—Hija, estás segura de que quieres salir así, sé que ya tienes 22 años y puedes vestir como quieras pero entiende que ahora eres mi niñita y no quiero que ningún pervertido se te acerqué y hoy vas…. bastante…. desabrigada ¿no crees? — el sheriff habló des del sofá mientras veía un partido y bebía una cerveza.  La reacción del sheriff ante la revelación de su ahora hija fue de lo más normal, así que la apoyo en secreto en todo lo que pudo. Estaba contento de que por fin las pesadillas y las depresiones de su hija hubieran acabado al encontrarse ella misma y no podía estar más feliz de la gran mujer que se había convertido.

—Tranquilo papá, no me pasará nada, recuerda que ahora soy una mujer de la ley y puedo ser letal si me lo propongo.  Os quiero nos vemos luego. —se despidió de su padre y Parrish que se acababa de acomodar junto al sheriff  antes de salir corriendo por la puerta.

—No te preocupes Noha, es una mujer fuerte e independiente. No le pasará nada—dijo Parrish dándole un sorbo a la cerveza que el sheriff tenía en la mano y acurrucándose mejor a él.

Esa misma tarde en casa del Alfa todos estaban expectantes por saber con que motivos se habían reunido en casa de Scott y no en el loft como de costumbre.

—Bueno chicos, nos hemos reunido hoy aquí por que hay alguien a la que quiero que conozcáis. Será parte de nuestra manada así que tratadla con respeto.

—Vaya McCall por fin te has echado una novia nueva y has olvidado a la cazadora, eso es un gran paso— habló el idiota de Theo sin ningún filtro en la boca como de costumbre.

Scott ya iba a saltarle encima cuando de repente una suave brisa lo detuvo e hizo que el estúpido de Theo cayera de espaldas al suelo.

—No cambias nunca Theo, no sé cómo me pude pillar como un estúpido como tú, sigues siendo igual de crío.  —habló esta vez Sam dejándose ver por primera vez a los ojos de toda la manada que se encontraba perpleja.

—¿Tu nueva novia es una Bruja?— preguntó Liam con su típica inocencia de siempre.

—Puaj, yo con Scott… si es como mi hermano, chicos por favor… Veo que en cuatro años no habéis cambiado nada, quizá Liam ha crecido y veo que Jacksson por fin ha salido del armario, bien por ti Sandijuela, se veía a la legua… —seguía hablando Sam cuando de repente Lydia la detuvo— ¿Stiles?....— vaya veo que tus poderes de Banshee nunca fallan Lydia, aunque bueno ahora prefiero que me llamen Samantha o Sam para los amigos. —ante tal revelación los lobos se quedaron oji-platicos, mientras que Lydia fue corriendo a abrazar a la recién llegada como también lo hizo Malia.

—¿Ahora Stiles tiene tetas? —pregunto Isaac que aún no acababa de creer lo que estaba viendo.

—¿Tú nunca vas a cambiar verdad Isi? anda deja a la sabandija de tu novio y ven a darme un abrazo.

Sam les explico todo su proceso a la manada que la escuchaba atentamente, les explico sus altos y sus bajos, en conclusión les explico todo lo que debian saber y todo lo que había pasado en estos cuatro años que había estado estudiando en Washington.  Todos en la manada la felicitaron y la hicieron sentir de nuevo parte de ella.

— ¿Y entonces también te has operado de ahí abajo? ¿duele? —pregunto nuevamente Liam que se estaba empapando de la información que Sam le estaba dando.

—Bueno… no es algo de lo que me guste hablar, la verdad no creo que la gente deba juzgar a las personas por lo que tienen o no entre las piernas. Pero en fin, sabía que alguien sacaría el tema. Os lo explicaré una vez y no más por que me siento rara explicándolo.  No Liam, no me he operado. Es bastante doloroso y costoso de hacer a parte no es seguro que puedas conservar el poder tener un orgasmo y era algo que no estaba dispuesta a perder. Quizá si algún día la medicina llega a conseguirlo me lo plantee pero por el momento sigo teniendo lo que mismo que cuando nací. —después de esta explicación Sam y la manada decidieron salir de fiesta para celebrar la llegada de su antiguo miembro que había llegado para quedarse.

Esa noche en la discoteca

— ¿Y cuándo se lo piensa contar a Derek? —preguntó Lydia.

—No lo se Lyds, no es fácil, sabes lo que sentía por él en su momento. Aún sigo sintiendo algo por él, pero no quiero que me vuelva a hacer daño. Cundo me fui hace cuatro años conseguí centrarme en mi misma y ser quien quería ser. Lo olvidé y dejé que esa herida sanara. Pero esta mañana me lo he encontrado en mi habitación y casi me da algo al verlo….

—Entiendo que te pueda doler Sam, pero por que no lo intentas de nuevo. Al menos se sincera con él. Y si te rechaza pues ya sabes, hay más peces en el mar. —aseguro la chica haciendo reír a Sam.

—Gracias Lyds, ¡eres la mejor! ahora dejemos de hablar de él y salgamos a dejarlos locos con nuestros movimientos de caderas.

Las chicas bailaban y se lo pasaban genial, la manada disfrutaba de una noche tranquila y divertida. Por primera vez en años se volvían a reunir y no había ninguna amenaza cerca.

Cuando Scott dejo a Sam en su casa, el sol ya estaba saliendo dando por empezado un nuevo día. La noche fue larga y estaba muerta de cansancio. Su padre y Parrish ya se habían ido a la comisaria así que estaría sola en casa para poder descansar.

Subió las escaleras hacia su habitación para al llegar a ella encontrase a un muy dormido Derek en su cama.

—Esto ya es allanamiento de morada, pienso denunciarte a mi padre Sourwolf. —menciono la chica encendiendo la luz de su habitación para así despertar al lobo que había en su cama.

El lobo rápidamente abrió los ojos y dando un bote salio de la cama.

—Perdón ya me voy, es que no estabas y pensé que quizá podía dormir en ella.—decía el lobo avergonzado por encontrarse en una cama ajena.

—Está bien… no pasa nada te dejo dormir en ella, pero eso sí hazme sitio lobito por que llevo toda la noche de marcha y no puedo más con mi vida. —dicho esto la chica cayo rendida en la cama en segundos.

El lobo perplejo volvió a tumbarse en la cama, la cual segundos más tarde la muchacha se tumbó sin desvestirse siquiera para acabar totalmente abrazada a aquella masa de músculos.

Aquella misma mañana más tarde.

El sol del medio día se dejaba entre ver por las rendijas de las persianas de la habitación, en la cual un lobo muy despierto se encontraba observando a la muchacha que babeaba sobre su abdomen totalmente dormida.

Algo en él le decía que debía querer y proteger a aquella desconocida, el olor que desprendía hacia que su lobo por fin estuviera en paz como si el dolor se apaciguara cuando estaba junto a ella.

Le agradaba estar con ella y tenerla durmiendo junto a él era una de las sensaciones más reconfortantes que jamás había sentido.

Al abrir los ojos Sam se encontró con dos orbes esmeralda que la observaban detenidamente.

—Sourwolf, aún es pronto sigue durmiendo…. —dijo Sam más dormida que despierta sin darse cuenta de como había vuelto a llamar al lobo. Segundos más tarde su cerebro reconecto para acabar saltando de la cama de un bote.

—Derek que cojones haces aquí y por que estás semidesnudo en mi cama...—grito la chica tapándose los ojos haciendo creer que estaba avergonzada por las vistas.

—Tú me dijiste que me tumbara de nuevo en la cama y que yo recuerdo no he sido quien me ha babeado todo el pecho mientras dormía como un tronco—respondió el lobo incorporándose en la cama para dejar a la vista más aún su perfecto y desnudo torso bien marcado.

—Joder, acababa de llegar de fiesta, como el adulto responsable que eres tu deber hubiera sido dejarme sola en MI cama y salir pitando de una habitación que no es tuya. —hablaba enojada Sam mientras entraba al baño y se adecentaba un poco quitándose los restos de maquillaje y poniéndose algo más cómodo que la ropa de cuero que llevaba.

—Que quieres que le haga, no he podido resistirme a dormir con un Stiles tan apetecible—sentenció Derek que se encontraba parado en medio de la habitación con tan solo unos boxers negros que ocultaban su gran hombría. Cuando Sam salio del baño casi se cae de culos al ver aquella majestuosa imagen.

—Así que me has visto desvalido y has decidido aprovecharte de mí, claro como soy el simple e inútil humano…. “mierda”—pensó Sam….— así que sí que eres Stiles, sabía que mi instinto no me fallaba hueles igual que él, ¿qué te ha pasado? has estado trasteando con las pócimas de Deaton y te has cambiado el cuerpo. —aseveró Derek que se encontraba cada vez más cerca de la chica.

—Agh… no es así como quería que te enteraras, pero bueno. No Derek no es ninguna pócima, esta soy yo ahora, soy Sam. Me he encontrado a mi misma y decidí hacer él cambió cuando me fui del pueblo. Quizá te resulte raro o extraño pero esta soy yo ahora, ¿contento Sourwolf?

Lo que paso a continuación no se lo esperaba ni en sus mejores fantasías, el lobo la estampo contra la puerta para darle un más que hambriento beso que la dejo desconcertada. El lobo no paraba de besarla y morderla por todo el cuello y clavícula cosa que hacia que no parar de soltar gemidos. Pero no podía dejar que aquello pasara no sin dejarle clara las cosas. Así que haciendo uso de sus habilidades empujo al lobo para así separase y poder hablar como personas.

—¿Qué coño acaba de pasar Derek? has estado a punto de follarme contra la puerta, así que habla si no quieres que te vuelva a sacar a patadas de la habitación.

—Grrr….

—Vale estas en modo lobo, interesante…. Bueno quizá esto te duela pero quiero hablar con la persona y no el lobo salido—diciendo esto agito la mano para proporcionarle una pequeña cantidad de electricidad al lobo que hizo que volviera el humano.

—Tú estás loca, ¿por qué has hecho eso? sabes que eso duele… —Soy consciente de ello, pero estabas en modo lobo violador y quería hablar antes de que ocurriera algo de lo que te fueras a arrepentir.  —Perdona, me he dejado llevar por el lobo, ¿de qué quiere hablar?

—¿De qué? pues de como hace unos segundo casi me violas contra la puerta

—Bueno no he visto que pusieras objeción en lo que estaba haciendo, así que no lo llamaría violar.

—Joder Derek, me has entendido… siempre me has tratado como una mierda y ahora de repente vas y quieres follarme, eso no es normal así que habla lobo si no quieres otra descarga.

—Grr… está bien, sabes que no se me dan bien estas cosas…. eres… mi…. compañera. Hace tiempo que sabía que lo pero no quería aceptarlo, no quería que te pusieras en peligro por mi culpa así que te trataba mal para que te alejaras de mí. Pero ayer me demostraste que no eres una débil humana e hice mis suposiciones, a parte que no eres muy sutil con tus mentiras.  Pero esta mañana te he visto tan feliz durmiendo a mi lado que no he podido negarlo más y he dejado que el lobo actúe.

—Wow…. es el monólogo más largo que te he visto decir en tu vida, te debe haber costado mucho decir todo eso, parece que te estaba dando algo, ¿quieres que vaya a por agua? pareces cansado de tanto hablar….—Sam no me provoques...— está bien, ya paro. Me alegra saber eso Derek pero antes de que baje el muro debes saber que no todo mi aspecto físico ha cambiado, hay cosas que he dejado como estaban por que me gustan tal  como son. Si aun así sigues queriendo acabar con lo que has empezado hace un rato. Te doy mi consentimiento.

El lobo tan solo asintió y Sam con un movimiento de mano hizo caer la pared invisible que los separaba par acto seguido encaramarse al lobo y seguir besándolo de la manera más apasionada que podía.

La cosa se empezó a calentar más rápido de lo que Sam había pensado, no podía imaginar lo mucho que necesitaba que el lobo la tocara hasta que lo tuvo dentro de ella  mientras lo cabalgaba como si no hubiera un mañana. Derek por su parte disfrutaba de todo el cuerpo de su compañera tocando, masajeando e incluso lamiendo cada Cm de su deliciosa piel que quedaba expuesta a su lengua.

Mientras Sam cabalgaba aquel mástil bien erguido de su lobo, Derek la masturbaba con pericia y delicadeza haciendo así que la chica acabara en el pecho del lobo para acto seguido sintiendo la estrechez del recto de la chica acabar también eyaculando en su interior.

Con los últimos resquicios de ambos orgasmos, los dos amantes se besaron apasionadamente para acabar durmiendo nuevamente desnudos en la cama de Sam.

Habían formalizado el lazo y por fin los dos eran felices, lo que no esperaban es que al no acordarse de poner el cerrojo en la puerta, un sheriff muy enfadado los pillara durmiendo abrazados como dios los trajo al mundo.

Pero eso ya es otra historia.