La comida de la oficina
Lo que empezo como una aburrida comida de oficina, termino con el primer trío de mi mujer.
La comida de Navidad de la oficina.
Mi esposa y yo hemos fantaseado mucho con hacer un trío, pero no pasaba de ser solo un calentón al momento de tener sexo, pues pasaba el momento y no se volvía hablar nada. Gabriela tiene 32 años y es una mujer muy atractiva, ella es blanca con pelo castaño con destellos rojizos, de tetas pequeñas pero muy bien puestas a pesar de nuestros dos bebes, (cuatro y dos años) sus nalgas son preciosas, muy redondas y respingonas, con una cinturita muy breve unas piernas largas muy bien torneadas.
En mi caso soy un tipo normal de cabello castaño, de 1.78 mts. Con 88 kgs. Medio panzón y casi cuarentón, con una pija de 15 cts. Muy bien hecha con circunsición. Soy bastante caliente pues me fascina ver películas porno, ver fotos, leer relatos de esposos calientes y todos los temas de matrimonios en trío me vuelven loco, siempre lo mejor del repertorio se lo muestro a mi señora que se estremece y acabamos cogiendo como locos.
Resulta que el Sábado pasado tuve la comida navideña de la compañía donde trabajo, coincidió que también era el día que habíamos planeado poner el árbol de navidad pues lo habíamos comprado un día antes, y dentro de los planes también estaba tener un encuentro romántico de sexo con unas copitas (una vez al mes mi esposa se disfraza con ropa muy sexy tiene su colección; de caperucita roja, de conejita del play boy, de niña porno, una cena afrodisíaca con unos buenos tragos y disfrutar del sexo)
Bueno; pues fui a la comida no muy contento, pues interfería con otros planes que tenía para ese día. Al calor de las copas el mal humor se me fue bajando, y las pláticas picosas con un amigo de la oficina con sus comentarios de las nalgas de fulanita, y que buenas las tetas de menganita y como le gusta hacerlo a Tere la vendedora que da unas mamadas deliciosas, él ya se la tiró, me tenía más caliente que una plancha con sus pláticas, además que las mujeres le dan mucho jale, pues tiene unos ojos azules es alto y bien parecido.
Luego vino la rifa de varios regalos para todos los empleados, y ¡sorpresa!! que me voy ganando una enorme canasta navideña con dos botellas de champaña, una de wisky muy fino, varias de vino de mesa y algunas de coñac y ron, con un buen surtido de embutidos y latería fina. Abruptamente después de la rifa nos cortaron el servicio de tragos pues ya había varios compañeros bastante pasados de copas, y como mi canasta peligraba seriamente, mejor nos despedimos y salimos.
Mi amigo me invitaba otro trago en una taberna pero le dije; que tenía planes de ayudar a mi esposa para poner el árbol de navidad, pues mis hijos tenían mucha ilusión de verlo. Él me comentó que si nos podía ayudar, pues el es divorciado y se sentía solo, le dije que sí, así que nos fuimos a casa casi eran las ocho de la noche.
Al entrar a casa vi a mi mujer usando un vestidito muy corto con mucho vuelo lleno de flores estampadas, es el disfraz de "niña porno", pues es uno de los atuendos sexy que usa mi esposa cuando vamos a tener "fiesta", peinada como niña con dos coletitas en su pelo muy bien maquillada con chapas rojas en las mejillas, cuando nos vio su colores subieron por su cara y nos comentó:
¡Que pena!!.... miren en que fachas me encuentran, me voy a cambiar de ropa.
Pero se quedó un momento viendo la canasta navideña que cargábamos entre mi amigo y yo. Le comente; ¡me la gané en la rifa! Está muy buena me respondió Gaby, la llevamos a la mesa de la cocina mientras ella caminaba por delante para despejar la mesa, su vestidito le queda a medio muslo o sea que con cualquier movimiento en falso se le ven las nalgas y no quería ni imaginar que usaba abajo. Me calentaba la idea que mi amigo la encontrara vestida así.
Abrí una botella de ron y prepare tres cubas en lo que mi esposa revisaba a detalle el contenido de la canasta, por momentos se inclinaba hacia delante y su vestidito subía a la parte alta de sus muslos, notaba como se desviaba la mirada de mi amigo a sus piernas y pronto la recomponía, les exclamé; bueno vamos a enfriar una botella de champaña. Pero vamos a la sala, la cocina no es lugar para tener a Toño.
¡Huyyy que pena!!.... tengo la sala hecha un tiradero pues estaba poniendo el árbol de navidad y está llena de cajas.
Comentaba mi amigo:
Por mi no te apenes sirve que les ayudo a poner el arbolito . si estamos en confianza ¿verdad?
Si claro le exclamé; me dirigí a mi esposa, Toño es de confianza si ya lo conoces desde hace mucho tiempo.
Pues si ya tengo de conocerte como tres años, pero que vas a pensar que soy una fodonga con este tiradero de casa, y estas fachas que me puse, pero es lo más cómodo para estar subiendo y bajando de la escalerilla para poner los foquitos.
Solo de imaginar a mi esposa subiendo la escalerilla con ese atuendo se me puso dura la verga, pues el arbolito mide como 2.50 mts. Y creo que a Toño le pasó lo mismo pues soltó una sonrisa idiota. Mi mujer se iba a la recámara a cambiarse de ropa pero la detuve, le dije; pero si así estas bien y además es más cómodo para subir la escalerilla, con Toño no hay problema, ¿verdad Toño que a ti no te importa?
No . no para nada, si te queda muy bien el vestido, por mi no hay ningún problema, esbozando una nerviosa sonrisa.
Apuramos la cuba, me fui a la cocina a preparar las siguientes cubas y cheque la temperatura de la botella de champaña que metí al congelador. Mi esposa me alcanzo a la cocina y me preguntó; ¿Que onda con tu amigo?..... Me vestí así para hacer nuestra fiesta pero con tu amigo aquí mejor me cambio . ¿o que hago? Me da pena andar así, disfrazada de niña se me ve todo.
No te preocupes le respondí; tu sigue como si nada, si lo tienes loco no te fijas como se le van sus ojitos de gato a tus piernas, dale un calentoncito a ver que pasa.
Y ¿si pasa?..... Tu amigo no está nada mal, es guapo tiene unos ojos preciosos y es muy simpático. Luego no te vallas a enojar y me eches la culpa.
Tú no te preocupes, cuantas veces hemos fantaseado con esto, vamos a ver como se dan las cosas o apoco ¿ya te volviste ratoncita?
Regresamos a la sala con un plato con botanas y las cubas. Mi amigo estaba acabando de acomodar las series con los foquitos en el árbol, le di su vaso y brindamos los tres, él seguía acomodando los contactos mientras mi mujer ponía música en el estéreo. Toño me comentaba que la escalera estaba muy floja y que no lo aguantaba, por eso los focos de la parte de arriba no estaban bien acomodados, le comenté que efectivamente esa escalerilla de madera era muy vieja y a la única que aguantaba era a mi señora que es muy ligera, así que pedí a mi esposa que acomodara los focos de arriba, ella me volteo a ver con cara de traviesa y comentó; bueno pero me sostienes bien la escalera. Sí sube, tu no te preocupes yo te la sostengo.
Mi amigo muy respetuoso se fue a sentar a un sillón a mis espaldas, pero que tenía muy buen ángulo para ver a mi esposa sin que yo lo pudiera ver a él. Gaby más desinhibida subió tres escalones y empezó a acomodar los focos. ¡Santo Dios!! Traía unas pantaletitas de red negras se le veían magníficas sus nalgas envueltas en esa trama de hilos, la verga se me puso súper tiesa, las nalgas las tenía a centímetros de mi cara, despedían un delicado aroma a hembra caliente con un suave perfume. Gaby volteaba a preguntarle a Toño si estaban bien acomodadas las luces, y mi amigo tartamudeaba para decirle que parecía que sí pero déjame darme la vuelta para ver las del otro lado.
No, falta estirarlas un poco más le indicaba Toño. Haber Toño sostén la escalera para revisar, mi amigo de dos zancadas estaba listo para sostener la escalera, desviando su vista hacia el piso, pero cuando me fui atrás del árbol estaba metiendo sus narices en las nalgas de mi mujer, las saboreaba y se mordía los labios, mi mujer me volteaba a ver de frente y me guiñaba un ojo, mientras yo le hacía una seña de OK.
Gaby bajaba de la escalera y mi amigo la sostenía, sí hay que girar la escalera por el otro lado, Toño la movía con gusto, mientras mi mujer le daba un gran sorbo a su cuba. Moviendo sus nalgas en una forma muy sexy mi esposa caminaba junto a mi amigo y subía lentamente los escalones, disfrutando de la cara de caliente que ya tenía Toño. Gaby se estiraba hacia delante subiendo el vestido por arriba de sus nalgas, y le dijo a Toño sostenme bien por que voy a subir otro escalón. Yo me fui a la cocina a descorchar la botella de champaña y de inmediato me regrese a un punto donde los pudiera ver sin que ellos me vieran, mi amigo la sostenía de una pierna, a la altura de los muslos, sus ojos estaban clavados en el culo de mi esposa y su mano acariciaba las piernas y muslos de Gaby que no se inmutaba de lo que le hacía Toño.
Al momento que Gaby empezó a bajar un escalón las manos de Toño se fueron a sostener las nalgas de mi mujer pues no resistió la tentación de acariciarlas. Fingí que salía de la cocina y les comenté; quedaron perfectas las luces, ellos afirmaban con la cabeza, los ojos de mi esposa estaban rasgados síntoma de que está muy caliente y Toño trataba de ocultar su bulto, descorché la botella de champaña y serví tres copas, yo sabía que eso es veneno para Gaby pues con la champaña se desinhibe totalmente y es capaz de hacer cosas impensables sin importarle nada; como una vez que veníamos de una boda le dieron ganas de hacer pipi en el auto, se quito las pantaletas se bajo corriendo y lo hizo en un camellón de una importante avenida, mientras los taxis le tocaban el claxon ella solo reía mostrando sus nalgas a todo el mundo.
Brindamos por la navidad, Gaby abrió una caja de esferas y las empezó a colocar en el árbol. ¡Primero las más altas! nos exclamó; se estiraba de puntas y su vestido subía a media nalga, se veía preciosa con su atuendo de niña puta, a Toño ya no le importaba si yo lo veía, él estaba feliz viendo sin parpadear a mi esposa, y sin darse cuenta me comentó: Está buenísima ¿verdad? Le respondí sí está muy rica y vieras que rico coge. Entonces le cayó lo que me había dicho y mi respuesta lo avivó.
¡Me imagino! me contestó; la mirada perdida en las nalgas de mi esposa que seguía colgando esferas sin inmutarse de la presencia de Toño mostrando hasta el chipote de su panocha, hasta que volteo y nos preguntó; ¿Qué no me van a ayudar?.... Si pero primero vamos a tomar una copa de cruzadito le comentó Toño.
¡Bueno sírvanlas! que me estoy muriendo de calor. Nos respondió con voz muy sexy.
Llenamos las copas entrelazamos los brazos y las tomamos a fondo, mi amigo y yo ya estábamos ebrios pues además traíamos las copas desde la comida, Gaby estaba entre nubes con la champaña, y que se la suelto a mi esposa; por que no te quitas el vestido por que nada más tapa el paisaje y tienes mucho calor, Toño brincaba de gusto y aplaudía, Síii Sí mucha ropa, se quitaba su corbata. Mi esposa me dice con voz muy sexy:
Pues si quieres quítamelo tú mi amor, adelante.
Entonces le bajé el cierre y ella subió los brazos y moviendo sus nalgas de un lado al otro se lo sacaba, los ojos azules de mi amigo se abrían como platos, mi esposa solo quedó con zapatos, pantaletitas de red y un micro sostén negro y nos preguntaba:
Bueno . y ahora como ven el paisaje . ¿les gustan las montañas?
¡Me fascinan!! gritaba nerviosamente mi amigo, pero a ver date una vuelta.
Toño aullaba cuando mi esposa giraba, y le decía por que no te quitas otro trapito para ver bien el paisaje completo.
Mi esposa jugaba con las esferas colgándolas en la red de sus pantaletas y en el sujetador, y nos decía parezco arbolito ¿verdad? Y giraba bailando con las esferas colgadas, mientras disfrutábamos de otra copa.
Toño no le quitaba los ojos y le suplicaba; quítate otro trapito.
Me quito otro trapito si mi maridito me da permiso, pero antes ayúdenme a quitarme las pinches esferitas que me están picando los ganchitos.
Toño feliz le quitaba todas las esferas, y me insistía ¿verdad que se quite otro trapito?
Pues solo que me prometas no contarle a nadie lo que pase esta noche, que todo quede entre los tres.
Te lo juro por esta, hacia una cruz con sus dedos y la besaba, te juro que no abro la boca de veras, te lo juro por mis hijos.
Entonces por que no le quitas tu el otro trapito le confié, mi esposa me miraba con una excitación tremenda ¿te parece bien mi amor?
Ella asentía con la cabeza, entonces mi amigo se fue a sus espaldas y le desabrochaba el sujetador, aprovechando para restregar su verga en las nalguitas respingonas de mi esposa, cuando se lo sacó la giro hacia él y le decía están bellísimas tu montañas, las acariciaba delicadamente y le preguntó a mi mujer ¿puedo?... Y se las empezó a besar y a mamar con ternura, mi esposa le acariciaba la nuca apretándolo más contra sus pechos mientras gemía, yo le acariciaba las nalgas y metía mis dedos entre la red de sus pantaletas estaba empapada su entrepierna, y yo tenia mi verga que reventaba.
Mi amigo subió besando su cuello y le plantó un besote de lengüita, que mi esposa disfrutaba intensamente sus lenguas se trenzaban, por momentos me daban celos pero era tan esperado este momento que mejor los convertía en un disfrute muy raro pues estaba a punto de venirme. Toño le acariciaba suavemente las nalgas. Luego se separaron y mi mujer nos pregunto jadeando:
¡¿No quieren ver el paisaje completo?!.... Yo creo que ya las vieron bien ¿verdad?
¡Están muy ricas!!! Gritaba Toño emocionado, la giraba acariciándolas suavemente, mientras me preguntaba ¿puedo? Metiendo sus manos por los lados de la pantaletita, le respondí sí con mucho aplomo, entonces se hincó por el frente y se las bajó quedando su panochita en sus narices sin decir más mi amigo le abrió las piernas y le empezó a dar una mamada de pronóstico. A mi esposa le temblaban las piernas no la sostenían del orgasmo tan fuerte que tenía, yo la sostenía por atrás acariciando sus pechos y besando su cuello y orejas mientras Gaby gemía a gritos, un momento después mi amigo se ponía de pie gritando que rico sabes, estás deliciosa la hacia girar escudriñando cada centímetro de su cuerpo, mi esposa aprovechaba los giros para rozar sus nalgas en la verga de Toño que reventaba su pantalón.
Mi amigo y yo nos arrancábamos la ropa, él muy prudente se quedó en boxers mientras yo estaba totalmente encuerado con mi verga como nunca de grande tiesa; Gaby nos miraba con los ojos de plato mientras le daba un trago a su copa, ahora la que me pregunto ¿puedo? fue mi mujer claro que sí hoy puedes hacer todo lo que te plazca.
Entonces se acercó lentamente a Toño y le acariciaba la verga por arriba de la tela de sus boxers yo sentía que se me salía la leche de ver como su mano se perdía en la bragueta de mi amigo, luego le bajó los calzones al piso y brincó una verga larga y curva con la cabeza roja mojada bañada de líquidos que escurrían, mi esposa la pajeaba lentamente mientras pasaba la punta por sus labios oliendo el manjar que se iba a cenar.
Abrió sus labios y empezó poco a poco a tragar la verga de mi amigo, la mamaba con locura mientras mi amigo gemía, ¡Mi mujer la pajeaba con el glande en la garganta!! Toño se estremecía estaba a punto de reventar pues sus piernas le temblaban, después de cinco minutos de mamadas súbitamente empezó a gritar ¡me voy a correr!! ¡Haaggh!! Cuando el primer chorro cayó en la garganta grito; ¡Me estoy viniéndoo!! ¡Ayy que rico mamas!! Mi esposa lo sacaba de su boca y la pajeaba a toda velocidad, los chisguetes de leche pegaban en las mejillas y narices de mi esposa que le puñeteaba y le mamaba de nuevo, mi esposa me volteo a ver y me dijo:
¡Cojéeme Papi estoy muy caliente!! Necesito que me cojas me senté en un sillón y Gaby brincó sobre mi ensartándose mi verga de un certero sentón, subía y bajaba a toda velocidad, su cara aún escurría leche de Toño y me gritaba con cara de lujuria ¡que grande la tienes mira como me roza!! ¡Ayy que rico me estas cogiendo Papacito chulo!! ¡Me voy a veniiiirr!!! ¡Métela toda mi vida!! Mi esposa tenía un orgasmo como nunca lo había visto en los tres años de novios y en los siete de casados, las punzadas en su coño eran tremendas me jalaba la verga por dentro, me besaba trenzando su lengua yo sentía el sabor de la leche de mi amigo pues todavía le quedaban rastros en sus mejillas, ¡aaayy me sigo viniendo que ricoo!! Sus nalgas se movían de un lado al otro no pude más y me corrí como nunca, le solté más de diez chorros de leche al fondo de su papayita, Toño se pajeaba su pija sin perder detalle de la cogida que nos estábamos pegando. Cuando mi mujer se desmontó corrió al baño.
Toño me comentaba; que buena está tu esposa es una mujer impresionante, coge riquísimo, ¿me dejas echarle un palito?
Por mi no hay problema siempre y cuando te pongas un condón, pero mejor pregúntale a ella.
Tan pronto como salió mi esposa Toño brincó a su lado diciéndole mil piropos, y que si le daba oportunidad de hacer el amor con él, mi mujer le contestó pregúntale a mi marido. Si ya le pregunté y está de acuerdo pero tú ¿que dices? Y Gaby respondió:
¡Claro que síii!!..... ¡Si me muero de ganas de coger contigo!!!
La respuesta de mi señora me paró la verga con un respingo, nos fuimos a la recámara, Gaby se sentó en la orilla de la cama y nos empezó a dar una mamada de campeonato alternaba sus mamadas como cinco para el invitado y como dos para mi, estaba loca con su nuevo juguete, le pase un condón a Toño se lo puso mientras mi mujer se acostaba a media cama con sus piernas ligeramente abiertas se le veía el clítoris bien parado y con una mano se lo acariciaba, la verga de mi amigo se veía impresionante pues es más larga y gruesa que la mía además la tiene curva.
El corazón se me salía cuando se acostó sobre mi esposa la besaba en la boca, la muy golosa de Gaby inmediatamente le tomaba la pinga y la centraba en su coñito rojo y mojado, ¡la cabeza de la verga de mi amigo empezó a desaparecer!! ¡Gulp!! se me atragantó la lengua. ¡Mi esposa estaba cogiendo con otro cabrón!! Mis ojos no daban crédito, sus nalgas se movían de un lado al otro. ¡Huyyy que sensaciones tan tremendas! el corazón me latía a mil pulsaciones por minuto, la verga se me reventaba. Toño la bombeaba profundamente, mientras le pellizcaba los pezones, la sacaba casi toda y se la metía hasta los huevos, mi esposa gritaba; ¡ayy Tony que ricoo me estás cogiendo!! Déjamela hasta adentro ¡haaggh que ricoo!!! ¡Me estoy viniiiendo Tony que ricoo me haces!!! Los celos me subían y bajaban, como hipnotizado me asomaba por todos los ángulos posibles para ver como mi amigo le daba verga a mi mujer. Mientras me hacia una riquísima puñeta.
Gaby levantaba sus piernas abriéndolas lo más que podía para que Toño se la clavara más adentro, le enterraba las uñas en las nalgas de mi amigo como para que no se le escapara se movía todo su cuerpo, ¡Haaaggh Tony dame máaas!! Toño la bombeaba a toda velocidad los gritos y jadeos de los dos eran tremendos, ¡las nalgas de mi mujer se convulsionaban con un orgasmo muy fuerte!, jadeaba y gritaba como si la estuvieran matando, mi amigo gritaba ¡ya me voy a veniiiirr!! Sus piernas y nalgas se le acalambraban de la corrida que se estaba dando trenzaban sus lenguas y jadeaban. Mi leche estaba a punto de salir
Un rato después mi amigo se levantaba con el condón colgando del glande de su pito repleto de leche, se disculpaba y corrió al baño, mi esposa me llamaba con los brazos me acerque a ella y la besaba con mucha ternura, estaba muy sudada del estomago y su pecho, con los besos largos y apasionados me acomode sobre ella y se la metí poco a poco, ¡su panocha estaba hirviendo y abierta!, nos empezamos a mover lentamente, cerraba los ojos y veía las imágenes de Gaby y Toño cogiendo, la verga la tenía durísima los gemidos de mi esposa se hacían cada vez más fuertes, cada vez le daba más rápido, le preguntaba al oído; que tal te gusto coger con dos vergas diferentes, Gaby sonriendo me decía ¡es riquísimo gracias Papi por darme la oportunidad!! jadeaba muy fuerte y tenía un violento orgasmo, Toño nos estaba observando de pie con una cuba en la mano, aceleré más las embestidas y me empecé a correr aventando chorros y chorros de leche, luego de un momento me separé de mi señora y nos quedamos descansando.
Que le exclamo Pinche Toño bebe solo, nosotros aquí sudando y tu tomando una cuba no seas cabrón invita una, soltó una sonrisa y se fue corriendo a la cocina a preparar los tragos en un momento estaba de regreso con los vasos, se sentó en la cama con nosotros a platicar. Quien lo iba a decir que acabáramos los tres encuerados platicando y tomando en nuestra cama.
Esperamos sus comentarios.