La comida de la empresa.
Lo que empezó como una comida de la empresa terminó con un trío de mi esposa y un compañero...
Mi e
sposa y yo hemos fantaseado con hacer un trío, pero no pasaba de ser solo un calentón al momento de tener sexo, pues pasaba el momento y no se volvía hablar nada. Gabriela tiene 34 años y es una mujer muy atractiva, ella es blanca con pelo castaño con destellos rojizos, de tetas medianas pero muy bien puestas a pesar de nuestros dos bebes, (cuatro y dos años) sus nalgas son preciosas, muy redondas y respingonas, con una cinturita muy breve unas piernas largas muy bien torneadas.
En mi caso soy un tipo normal y casi cuarentón. Soy bastante caliente pues me fascina ver películas porno, fotografiás de sexo en grupo, leer relatos de esposos calientes y todos los temas de matrimonios en trío me vuelven loco, siempre lo mejor del repertorio se lo muestro a mi señora que se estremece y acabamos cogiendo como locos.
Resulta que el Sábado pasado tuve la comida navideña de la empresa donde trabajo, coincidió que también era el día que habíamos planeado mi esposa y yo poner el árbol de navidad pues lo habíamos comprado un día antes, y dentro de los planes también estaba tener un encuentro romántico de sexo con unas copitas. Cuando mi esposa está caliente me recibe disfrazada con ropa muy sexy, tiene su colección; de caperucita roja, de conejita del play boy, de niña porno, una rica cena con unos buenos tragos y disfrutar del sexo.
Bueno; pues fui a la comida no muy contento pues nos avisaron de un día para el otro, interfería con los planes que tenía para ese día. Al calor de las copas el mal humor se me fue bajando, y las pláticas picosas con un amigo de la oficina con sus comentarios de las nalgas de fulanita, y que buenas las tetas de menganita, como le gusta hacerlo a Tere la vendedora que da unas mamadas deliciosas, él ya se la tiró me daba detalles. Me tenía más caliente que una plancha con sus pláticas, además que las mujeres le dan mucho jale, pues tiene ojos azules es alto y bien parecido.
Luego vino la rifa de varios regalos para todos los empleados, y ¡sorpresa!! que me voy ganando una enorme canasta navideña con dos botellas de champaña, una de whisky muy fino, varias de vino de mesa y algunas de coñac y ron, con un buen surtido de embutidos y latería fina. Abruptamente después de la rifa nos cortaron el servicio de tragos pues ya había varios compañeros bastante pasados de copas, y como mi canasta peligraba seriamente, mejor nos despedimos y salimos.
Mi amigo me invitaba un trago en una taberna pero le dije; que tenía planes de ayudar a mi esposa para poner el árbol de navidad, pues mis hijos tenían mucha ilusión de verlo. Antonio me comentó que si nos podía ayudar, pues él es divorciado y se sentía solo además que la quería seguir con las copas, le dije que sí, así que nos fuimos a casa casi eran las nueve de la noche.
Al entrar a casa vi a mi mujer usando un vestidito muy corto con mucho vuelo lleno de flores estampadas, es el disfraz de "niña porno", pues es uno de los atuendos sexy que usa mi esposa cuando vamos a tener "fiesta", peinada como niña con dos coletitas en su pelo, muy bien maquilla, cuando nos vio su colores subieron por su cara y nos comentó:
¡Que pena!!.... miren en que fachas me encuentran, me voy a cambiar de ropa.
Pero se quedó un momento viendo la canasta navideña que cargábamos entre mi amigo y yo. Le comente; ¡me la gané en la rifa!... Está muy buena me respondió Gaby, la llevamos a la mesa de la cocina mientras ella caminaba por delante para despejar la mesa, su vestidito le queda a medio muslo o sea que con cualquier movimiento en falso seguro que nos mostraría las nalgas y no quería ni imaginar que usaba abajo. Me calentaba la idea que mi amigo la encontrara vestida así.
Abrí una botella de ron y prepare tres cubas en lo que mi esposa revisaba a detalle el contenido de la canasta, por momentos se inclinaba hacia delante y su vestidito subía a la parte alta de sus muslos, notaba como se desviaba la mirada de mi amigo a sus piernas y pronto la recomponía, les exclamé; bueno vamos a enfriar una botella de champaña. Pero vamos a la sala, la cocina no es lugar para tener a
Toño.
¡Huyyy que pena!!.... tengo la sala hecha un tiradero, pues estaba poniendo el árbol de navidad y está llena de cajas.
Comentaba mi amigo: Por mi no te apenes sirve que les ayudo a poner el arbolito. Sí estamos en confianza... ¿verdad?
Sí claro le exclamé; me dirigí a mi esposa; Toño es nuestro amigo, ya lo conoces desde hace mucho tiempo.
Pues si ya tengo de conocerte como tres años, pero que vas a pensar que soy una fodonga con este tiradero de casa, y me encuentras en estas fachas pero es lo más cómodo para estar subiendo y bajando de la escalerilla para poner los foquitos.
Solo de imaginar a mi esposa subiendo la escalerilla con ese atuendo se me puso dura la verga, pues el arbolito mide como 2.50 mts. Y creo que a Toño le pasó lo mismo pues soltó una sonrisa idiota. Mi mujer se iba a la recámara a cambiarse de ropa pero la detuve, le dije; pero si así estás bien y además es más cómodo para subir la escalerilla, con Toño no hay problema, ¿verdad Toño que a ti no te importa?...
No…. no para nada, si te queda muy bien el vestido, por mi no hay ningún problema, esbozando una nerviosa sonrisa.
Apuramos la cuba, me fui a la cocina a preparar las siguientes cubas y cheque la temperatura de la botella de champaña que metí al congelador. Mi esposa me alcanzo a la cocina y me preguntó; ¿Que onda con tu amigo?..... Me vestí así para hacer nuestra fiesta, pero con tu amigo aquí mejor me cambio. Me da pena andar así disfrazada de niña porno se me ve todo.
No te preocupes le respondí; tu sigue como si nada, si lo tienes loco no te fijas como se le van sus ojitos de gato a tu trasero, dale un calentoncito a ver que pasa.
Y ¿si pasa?... Ya me di cuenta como le bailan los ojitos cuando me ve las piernas, tu amigo no está mal es guapo tiene unos ojos preciosos y es muy simpático. Luego no te vallas a enojar y me eches la culpa de que yo le coqueteé.
Tú no te preocupes, cuantas veces hemos fantaseado con que otro tipo te la meta... (Cuando mi esposa escuchó estas palabras puso ojos de plato con una cara de lujuria.) vamos a ver como se dan las cosas. O apoco ¿ya te volviste mojigata?... ¿Me estás retando?... Luego no me vallas a reclamar ¡heee!!.
Regresamos a la sala con un plato con botanas y las cubas. Mi amigo estaba acabando de acomodar las series con los foquitos en el árbol, le di su vaso y brindamos los tres, él seguía acomodando los contactos mientras mi mujer ponía música en el estéreo. Toño me comentaba que la escalera estaba muy floja y que no lo aguantaba, por eso los focos de la parte de arriba no estaban bien acomodados, le comenté que efectivamente esa escalerilla de madera era muy vieja y a la única que aguantaba era a mi señora que es ligera, así que le pedí a mi esposa que acomodara los focos de arriba, ella me volteo a ver con cara de traviesa y comentó; bueno pero me sostienes bien la escalera. Sí sube, tu no te preocupes yo te la sostengo.
Mi amigo muy “respetuoso” se fue a sentar a un sillón a mis espaldas, que tenía muy buen ángulo para ver a mi esposa sin que yo lo pudiera ver a él. Gaby más desinhibida subió tres escalones y empezó a acomodar los focos. ¡Santo Dios!! Traía unas pantaletitas de red negras se le veían magníficas sus nalgas blancas envueltas en esa trama de hilos, la verga se me puso súper tiesa, las nalgas las tenía a centímetros de mi cara, despedían un delicado aroma a hembra caliente con un suave perfume. Gaby volteaba a preguntarle a Toño si estaban bien acomodadas las luces, y mi amigo tartamudeaba para decirle que parecía que sí, pero déjame darme la vuelta para ver las del otro lado.
Falta estirarlas un poco más le indicaba Toño. Haber Toño sostén la escalera para revisar, mi amigo de dos zancadas estaba listo para sostener la escalera, desviando su vista hacia el piso, pero cuando me fui atrás del árbol estaba metiendo sus narices en las nalgas de mi mujer, las saboreaba y se mordía los labios, mi mujer se inclinaba más hacia adelante y su vestido le quedaba a media nalga, mi esposa me volteaba a ver de frente y me guiñaba un ojo, mientras yo le hacía una seña de OK.
Gaby bajaba de la escalera y mi amigo la sostenía por la cintura, sí hay que girar la escalera por el otro lado, Toño la movía con gusto, mientras mi mujer le daba un gran sorbo a su cuba. Moviendo sus nalgas en una forma muy sexy mi esposa caminaba junto a mi amigo y subía lentamente los escalones, disfrutando de la cara de caliente que ya tenía Toño. Nuevamente Gaby se estiraba hacia delante subía el vestidito mostrando sus respingonas nalgas, y le dijo a Toño; sostén bien por que voy a subir otro escalón. Yo me fui a la cocina a descorchar la botella de champaña y de inmediato me regrese a un punto donde los pudiera ver sin que ellos me vieran, ¡mi amigo la sostenía de un muslo!, sus ojos estaban clavados en el culo de mi esposa, y su mano estrujaba la parte interna del muslo de Gaby que aparentemente no se inmutaba de lo que le hacía Toño.
Al momento en que Gaby empezó a bajar un escalón “accidentalmente” la mano de Toño rozóel sexo de Gaby, luego la sostenia de las nalgas pues no resistió la tentación de tenerlas tan cerca. Fingí que salía de la cocina y les comenté; quedaron perfectas las luces, ellos afirmaban con la cabeza, los ojos de mi esposa estaban rasgados síntoma de que está muy caliente y Toño trataba de ocultar su bulto, descorché la botella de champaña y serví tres copas, yo sabía que eso es veneno para Gaby pues con la champaña se desinhibe totalmente, y es capaz de hacer cosas impensables sin importarle nada; como una vez que veníamos de una boda le dieron ganas de hacer pipi en el auto, se quito las pantaletas se bajo corriendo y lo hizo en un camellón de una importante avenida, mientras los taxis le tocaban el claxon ella solo reía mostrando sus nalgas a todo el mundo.
Brindamos por la navidad, Gaby abrió una caja de esferas y las empezó a colocar en el árbol. ¡Primero las más altas! nos exclamó; se estiraba de puntas y su vestido subía y dejaba ver la pantaleta de red, se veía preciosa con su atuendo de niña puta, a Toño ya no le importaba si yo lo veía o no, él estaba feliz viendo sin parpadear a mi mujer, y sin darse cuenta me comentó: Está buenísima ¿verdad?... Le respondí sí está muy rica, y vieras que rico coge. Entonces le cayó lo que me había dicho y mi respuesta lo avivó.
¡Me imagino!! me contestó; con la mirada perdida en las nalgas de mi mujer que seguía colgando esferas sin inmutarse de la presencia de Toño mostrando hasta el chipote de su panocha cuando se agachaba a recoger una esfera, hasta que volteo y nos preguntó; ¿Qué no me van a ayudar?.... Si pero primero vamos a tomar una copa le comentó Toño.
¡Bueno sírvanlas! que me estoy muriendo de calor. Nos respondió con voz muy sexy.
Llenamos las copas entrelazamos los brazos y las tomamos a fondo, mi amigo y yo ya estábamos ebrios pues además traíamos las copas desde la comida, Gaby estaba entre nubes con la champaña quejándose de que hacía mucho calor. Que se la suelto a mi esposa; si tienes mucho calor ¿por que no te quitas el vestido?... Toño brincaba de gusto y aplaudía, Síii… Sí es como si te quedaras en traje de baño por mi no te fijes. Se quitaba su corbata.
Mi esposa me dice con voz muy sexy: ¿Pues si quieres quítalo tú mi amor?
Entonces le bajé el cierre y ella subió los brazos y moviendo sus nalgas de un lado al otro se lo sacaba, los ojos azules de mi amigo se abrían como platos, mi esposa solo quedó con zapatos, pantaletitas de red y un micro sostén negro que desbordaban sus tetas. Toño se quedo con la quijada colgando y los ojos azules le brillaban como focos. Gaby nos preguntaba: ¿Si les incomoda?... mejor me visto de nuevo, se quedaron muy serios. Pues nos quedamos los dos con cara de incrédulos.
¡Me fascinas estás preciosa!! gritaba nerviosamente mi amigo, pero a ver date una vuelta para verte bien.
Toño aullaba cuando mi esposa giraba, y le decía por que no te quitas otro trapito.
Mi esposa jugaba con las esferas colgándolas en la red de sus pantaletas y en el sujetador, y nos decía parezco arbolito ¿verdad?... giraba bailando con las esferas colgadas, mientras disfrutábamos de otra copa.
Toño no le quitaba los ojos de encima y le suplicaba; quítate otro trapito.
No... me da pena, estoy muy fea.
¡Para nada si estás muy hermosa !!, tienes un cuerpo de infarto como para comerte
todita.
Ayúdenme a quitarme las pinches esferitas, ¡me están picando los ganchos!!...
Toño feliz le quitaba todas las esferas aprovechando para rozar las nalgas con sus dedos, y me insistía ¿verdad que se quite otro trapito?...
Pues solo que me prometas no contarle a nadie lo que pase esta noche, que todo quede entre los tres.
¡Te lo juro por esta!!!, hacia una cruz con sus dedos y la besaba, te juro que no abro la boca de veras, te lo juro por mis hijos.
Entonces por que no le quitas tu el otro trapito le confié, mi esposa me miraba con una excitación tremenda, ¿te parece bien mi amor?...
Ella solo giró, mi amigo se fue a su espalda y le desabrochaba el sujetador, aprovechando para restregar su paquete en las nalguitas respingonas de mi esposa, cuando se lo sacó la giro hacia él y le decía; ¡están bellísimos tus pechos!! los acariciaba delicadamente, y se las empezó a besar y a mamar con ternura, mi esposa le acariciaba la nuca apretándolo más contra sus pezones mientras gemía, yo le acariciaba las nalgas y metía mis dedos entre la red de sus pantaletas estaba empapada su entrepierna, y yo tenia mi verga que reventaba.
Mi amigo subió besando su cuello y le plantó un besote de lengüita, que mi esposa disfrutaba intensamente sus lenguas se trenzaban, por momentos me daban celos pero era tan esperado este momento que mejor los convertía en un disfrute muy raro pues estaba a punto de venirme. Toño le acariciaba suavemente las nalgas, intentando bajar las pantaletas mientras se seguían besando. ¡Mi amigo le estaba bajando las pantaletas hasta el piso!! Entonces mi mujer levantó sus pies para que salieran. Puta madre... Mi esposa ya estaba desnuda en brazos de mi amigo Antonio.
¡Estás muy rica!!! Gritaba emocionado, la giraba escudriñando con sus ojos el cuerpo desnudo de Gaby, acariciando suavemente todo lo que podía, entonces se hincó por el frente quedando su panochita en sus narices sin decir más mi amigo le abrió las piernas y le empezó a dar una mamada de pronóstico.
A mi esposa le temblaban las piernas no la sostenían del orgasmo tan fuerte que tenía, yo la sostenía por atrás acariciando sus pechos y besando su cuello y orejas mientras Gaby gemía a gritos, un momento después mi amigo se ponía de pie gritando; ¡estás deliciosa!!! la hacia girar gozando cada centímetro de su cuerpo, mi esposa aprovechaba los giros para rozar sus nalgas en la verga de Toño que reventaba su pantalón. ¿Y ustedes no tienen calor?... Nos preguntó sensualmente Gaby.
Mi amigo y yo nos arrancábamos la ropa, él tenia una verga larga y curva sin circuncisión asomaba de su prepucio la mitad de su glande rojo morado escurriendo una babita transparente, mi esposa se la veía incrédula con una cara de lujuria estaba petrificada me miraba indecisa. La animé adelante mi amor es toda tuya. Tomó de un trago su copa, de inmediato se arrodilló entre los dos y le corrió la lengua por su glande, ¡se la tragaba toda!! nunca la había visto mamar en esa forma, seguía pegada a la verga de Toño no la soltaba, Un rato después cambiaba y empezó a darme una mamada tremenda, la verga de mi amigo tenía unas punzadas muy fuertes, mi mujer tenía fuego en su boca mientras mi verga estaba como nunca de grande y tiesa sentí que estaba a punto de venirme y me aparté.
Entonces le pajeaba lentamente a Toño y le besaba la verga se la pelaba y la rozaba entre sus labios, yo sentía que se me salía la leche de ver como entraba en su boca, cuando la sacó brincó una verga más larga y curva con la cabeza roja mojada bañada de líquidos que escurrían, mi esposa la pajeaba lentamente mientras pasaba la punta de su lengua recogiendo los líquidos.
Mi amigo no pudo más se sentó en un sillón y jaló a mi esposa arriba de él. Gaby me miraba como pidiendo permiso para clavarse la verga, se la rozaba en su clítoris yo miraba incrédulo lo que estaba pasando, Gaby no podía más le vino un orgasmo y así viniéndose, convulsionase gritando ¡Haagghh!!! ¡La cabeza de la verga de mi amigo empezó a desaparecer!! ¡Gulp!! se me atragantó la lengua. ¡Mi esposa estaba cogiendo con otro cabrón!! Mis ojos no daban crédito, sus nalgas se movían de un lado al otro.
¡Huyyy que sensaciones tan tremendas!! Parecían actores porno el corazón me latía a mil pulsaciones por minuto, la verga se me reventaba. ¡Uff que escena tenía ante mis ojos!!... mi mujer cabalgaba toda la verga, los labios de su
coñito se aferraban totalmente el palo de Toño. Se besaban con lujuria trenzaban sus lenguas, se cogían con locura mi amigo gemía y le estrujaba las nalgas, ¡Mi mujer la sacaba y se retorcía en glande y luego se dejaba caer!! Toño se estremecía estaba a punto de reventar pues sus piernas le temblaban, súbitamente empezó a gritar ¡me voy a correr!! ¡Haagghh!! ¡Me estoy viniéndoo!! ¡Ayy que rico coges!! Gaby lo ordeñaba con sus músculos vaginales tenía toda la verga de mi amigo adentro.
Un momento después mi esposa se desmontaba, me volteo a ver y me dijo:¡Cojéeme Papi estoy muy caliente!! Necesito que me cojas, me senté junto a mi amigo y Gaby brincó sobre mi ensartándose mi verga de un certero sentón, Su coñito estaba abierto y ardiendo repleto de leche, subía y bajaba a toda velocidad, su coño escurría leche de Toño y me gritaba con cara de lujuria ¡que grande la tienes Papi mira como me roza!! ¡Ayy que rico me estas cogiendo Papacito chulo!! … ¡Me voy a veniiiirr!!! ¡Métela toda mi vida!!
Toño aprovechaba y le estrujaba con fuerza las nalgas. Mi esposa tenía un orgasmo como nunca lo había visto en los tres años de novios y en los siete de casados, las punzadas en su coño eran tremendas me jalaba la verga por dentro, me besaba trenzando su lengua yo sentía el olor de la leche de mi amigo pues estábamos hechos un batido con el rió que salía del coño de mi mujer. ¡Aaayy me sigo viniendo que ricoo!! Sus nalgas se movían de un lado al otro, sentí la mano de mi amigo que nos acariciaba el sexo a los dos introduciendo un dedo en el culito de mi esposa, no pude más y me corrí como nunca, le solté más de diez chorros de leche al fondo de su papayita, Toño se pajeaba su pija sin perder detalle de la cogida que nos estábamos pegando. Cuando mi mujer se desmontó corrió al baño.
Toño me comentaba; que buena está tu esposa, coge riquísimo, ¿me dejas echarle otro palito?...
Por mi no hay problema, pero mejor pregúntale a ella. Pero por favor pásate unas servilletas mira que batidillo tengo....jajaja.
Tan pronto como salió mi esposa Toño brincó a su lado diciéndole mil piropos, besando sus labios y se sentaron en el sillón largo mientras fui a preparar unas cubas y lo que quedaba de la champaña se la serví a mi señora que se veía feliz. Mi amigo no dejaba de acariciar sus pezones y mi mujer disimuladamente le acariciaba el pito, luego trenzaban sus lenguas en un beso de fuego. Yo los veía incrédulo de que esto estuviese sucediendo. Toño le pidió que si le daba oportunidad de de hacerlo de nuevo, mi mujer le contestó: ¡Claro que síii!!..... ¡Si me muero de ganas de coger contigo!!!
La respuesta de mi señora me paró la verga con un respingo, nos fuimos a la recámara, Gaby se sentó en la orilla de la cama y nos empezó a dar una mamada de campeonato alternaba sus mamadas como cinco para el invitado y como dos para mi, estaba loca con su nuevo juguete, le pase un tubo de lubricante de sabor a fresa, Toño se lo puso mientras mi mujer se acostaba a media cama con sus piernas ligeramente abiertas se le veía el clítoris bien parado y con una mano se lo acariciaba, la verga de mi amigo se veía impresionante.
El corazón se me salía cuando se acostó sobre mi esposa la besaba en la boca, la muy golosa inmediatamente le tomaba la pinga y la centraba en su coñito mojado, Toño la bombeaba profundamente, mientras le pellizcaba los pezones, la sacaba casi toda y se la metía hasta los huevos, mi esposa gritaba; ¡ayy Tony que ricoo me estás cogiendo!! Déjamela hasta adentro ¡haaggh que ricoo!!! ¡Me estoy viniiiendo Tony que ricoo me haces!!! Los celos me subían y bajaban, como hipnotizado me asomaba por todos los ángulos posibles para ver como mi amigo le daba verga a mi mujer. Jadeando mi esposa me gritaba ¿Papi te gusta ver como me coge tu amigo?...
Gaby levantaba sus piernas abriéndolas lo más que podía para que Toño se la clavara más adentro, le enterraba las uñas en las nalgas de mi amigo como para que no se le escapara se movía todo su cuerpo, ¡Haaaggh Tony dame máaas!! Toño la bombeaba a toda velocidad los gritos y jadeos de los dos eran tremendos, ¡las nalgas de mi mujer se convulsionaban con un orgasmo muy fuerte!, jadeaba y gritaba como si la estuvieran matando, mi amigo gritaba ¡ya me voy a veniiiirr!! Sus nalgas se le acalambraban de la corrida que se estaba dando trenzaban sus lenguas y jadeaban.
Un rato después mi amigo se levantaba con el glande de su pito escurriendo leche, se disculpaba y corrió al baño. Mi esposa me llamaba con los brazos me acerque a ella y la besaba con mucha ternura, estaba muy sudada del estomago y su pecho, con los besos largos y apasionados le acaricié su coñito saliendo mis dedos repletos de leche de Toño, se los puse en su boca y me los empezó a chupar, pero inmediatamente me besó con lujuria sintiendo como nos pegaba los labios el semen de mi amigo, me acomodé sobre ella y se la metí poco a poco, ¡su panocha estaba hirviendo llena de leche y abierta!, otra vez estaba removiendo la leche de otro del coñito de mi esposa ¡Huuuyy que sensación!! nos empezamos a mover lentamente, cerraba los ojos y veía las imágenes de mi esposa y Toño cogiendo, la verga la tenía durísima los gemidos de mi esposa se hacían cada vez más fuertes, cada vez le daba más rápido, le preguntaba al oído; que tal te gusto coger con dos vergas diferentes, Gaby sonriendo me decía ¡es riquísimo gracias Papi por darme la oportunidad!! jadeaba muy fuerte y tenía un violento orgasmo, Toño nos estaba observando de pie ya vestido, aceleré más las embestidas y me empecé a correr aventando chorros y chorros de leche, luego de un momento me separé de mi señora y nos quedamos descansando.
Que le exclamo: ¡Pinche Toño no vallas a andar de bocón!!, todo lo que pasó aquí se queda.
Claro que no... no se preocupen de nada, tu crees que por hosicón ¿me voy a perder de todo esto?... Acariciando las nalgas de Gaby. Toño nos dijo que se despedía pero que otro día lo invitáramos de nuevo. Mi esposa se puso una bata y lo acompaño a la puerta de la calle, y el muy cabrón le plantó un besote en la boca y una fuerte estrujada de nalgas y se fué.
Esperamos sus comentarios.