La colombianita
Este es un relato corto de una experiencia que tuvimos hace tiempo con una muchacha latina, chiquita y de grandes pechos y culo.
Estábamos solos dentro del jacuzzi cuando apareció una pareja que se metió también dentro.
Él era un tipo normal y andaba un poco borracho, ella era una chica aparentemente Latina, no muy alta, más bien pequeñita, pero con muy buen cuerpo. Tenía un culo de escándalo y unas tetas enormes, evidentemente operadas. Lo tenía totalmente depilado porque no se veía pelo por delante, pero hasta ese momento no pude saber más acerca de ese coño.
Se metieron en el jacuzzi y empezaron a jugar. Él miraba mucho a Gaby y le decía cosas al oido a su pareja.
Entonces la chica se acercó y le pregunto a Gaby si podía jugar conmigo y también que su chico se había encaprichado de elka, de Gaby, que le gustaba mucho. Fue entonces que por el acento notamos que era colombiana.
Gaby le dijo que sí, que no había ningún problema. Entonces la muchacha se acercó a mí, se presentó y me dio un par de besos a la vez que metía la mano bajo del agua y agarraba mi polla con ella agitando la suavemente. Me pidió que me pusiera de pie y al hacerlo mi polla quedo delante de su cara, cosa que ya aprovecho para darte unos besitos. Me hizo sentar en el borde del jacuzzi, quedando mi polla justo delante de su cara, la tomó con sus manos y empezó a pajearla con suavidad.
Tenía unas manos pequeñitas, pero sabía mover fantásticamente esos dedos sobre mi polla. El movimiento de los dedos junto con la maestría con la que chupaba y novia la lengua sobre mi polla me estaban produciendo un placer indescriptible.
De repente, mientras me pajeaba, intento meterme un dedo en el culo. Yo al notar que quería meterlo le dije que no, que no me gustaba eso. Ella pareció sorprenderse porque me dijo que a su chico le encantaba que lo masturbara mientras le metía un dedo en el culo. Yo volví a confirmarle que a mí no me gustaba. Dijo que sin problema, que no queria hacerme sentir mal.
Entonces ella prosiguió con una mamada frenética chupando lamiendo, sorbiendo, mientras con las manos masajeaba mis testículos y la base de la bolsa testicular, justo el espacio que hay entre el ano y los testículos.
Comencé a sentir un placer indescriptible aquella muchachita sabía chuparla de maravilla y mi polla parecía que iba a reventar.
Por el otro lado, el otro chico, estaba detrás de Gaby agarrándola por las tetas e intentando hacer como que la penetraba por detrás. Mas tarde Gaby me contó que tenía la polla tan floja por la borrachera que no podía hacerle nada. Entonces sentó a Gaby en el borde de jacuzzi y empezó a comerle el coño.
Yo, por mi lado, estaba sintiendo un placer brutal con la excelente y experta mamada que me estaba dando la colombianita. Tal fue así que en un momento que ella se giró para decirle algo a su pareja yo empecé a correrme sin poder evitarlo y para no tirarlo dentro del jacuzzi lo hice en mis manos. La colombianita al verlo me dijo que no la desperdiciara y me agarró las manos y comenzó a restregarse ni leche por sus tetas mientras me miraba lascivamente y gimiendo, disfrutando con la acción y diciendo morbosidades como que rica tu leche, qué gusto restregarla por mis tetas, que calentita está. Acto seguido volvió a chuparme la polla hasta dejármela bien seca y bien limpia.
Yo me disculpé diciéndole que no había podido aguantarme porque la chupaba muy bien. Ella dijo que no pasaba nada que ya se me volvería a poner dura. La muchacha se limpio bien las tetas con el agua y se sentó en el borde del jacuzzi abriendo sus piernas y ofreciéndome su coño. Era un coño de labios pequeñitos, con un interior rosadito que contrastaba con su piel morena. En cuanto pude meter mi lengua ahí dentro comencé a saborear ese delicioso coñito, masturbándolo con mis dedos y penetrando lo con mi lengua. La muchacha al rato, cuando comencé a centrarme en su clítoris, comenzó a retorcerse de placer y tuvo su primer orgasmo.
Comenzó a apretar mi cabeza contra su coño, mientras del mismo le salía un liquidito delicioso, así que yo seguí lamiendo y lamiendo mientras ella seguía un buen rato retorciéndose de placer.
Cuando se recompuso me empujo nuevamente contra el borde del jacuzzi y se lanzó sobre mi polla que ya estaba recuperando el vigor.
Comenzó nuevamente con una frenética mamada, metiéndosela hasta la garganta, sacándola y pajeándola una y otra vez, hasta queal rato, mirándome a los ojos, dijo fóllame.
Yo para corresponderla, la puse a 4, me enfundé un condón y se la metí desde detrás por ese estrecho coñito. Que maravilla ver entrar y salir de mi polla desde arriba en ese estrecho coñito bajo la visión de su tremendo culazo. La muchacha se mojaba de una forma increíble dejando el condón totalmente blanco por fuera.
Ella acompañaba la follada metiéndose un dedo en el culo y gimiendo como una perra. Yo le quite su dedo para meter el mío en su culo.
Cuando su chico vio aquello vino desde dónde estaba y se puso delante de ella, ofreciéndole la polla para que se la chupara. Gaby vino también y se puso detrás de mí para abrazarme y sobarme las bolas mientras yo seguía follándome aquel estrecho coñito de la colombianita.
Así andamos un buen rato hasta que noté que me iba a correr de nuevo. Se lo dije a la colombianita, la cual se giró y se puso de cara a mí con la boca abierta dejando bien claro lo que quería. Gaby me quito el condón y empezó a pajearme la polla. Alli estaban los deditos de la colombiana sobre mi polla y las manos de Gaby en mis huevos. A los pocos segundos comenzaron a salir fuertes chorros de leche contra su boca y sus pechos. El chico cogió los pechos de su amiguita y empezó a restregarle mi leche por ellos. Luego comenzó a chuparle las tetas y pezones, todo bañado por mi leche mientras la colombianita se retorcía de placer.
Gaby y yo nos quedamos perplejos con aquello pero no somos nadie para juzgar la sexualidad de los demás.
La curiosa pareja se despidió de nosotros y se marcharon a los vestuarios del local.
Gaby me preguntó que qué tal lo había pasado yo. Yo le dije que muy bien y le pregunté que qué tal ella. Gaby me dijo que por lo menos le habían comido bien comido el coño, pero que no tenía la polla para poder follar la porque estaba muy borracho y no se le levantaba.
Yo había disfrutado de lo lindo pero la pobre Gaby no había podido follar todavía,así que nos fuimos al cuarto oscuro a jugar con el resto de clientes del local, a ver si alli encontraba algo de su gusto.