La cogida de mi vida, por unos desconocidos
Pero entonces acerco su boca a mi oído y me dijo con voz gruesa si me gustaría chuparle el miembro. Yo trataba de safarme, pero era hasta estúpido intentarlo, semejante tamaño de hombre no batallaba nada en someterme. Sentí como su mano que rodeaba mi cintura, comenzó a bajar por una de mis piernas, la acariciaba con ansias, entonces metió su mano debajo de mi falda
La cogida de mi vida por unos desconocidos.
Al amanecer parecía ser un día normal, la escuela, los amigos y ¡la tarea! , si a los 17 años y yo haciendo tarea en vez de vivir la vida. La profesora de literatura nos encargo una investigación, entonces aproveche inmediatamente al salir de la escuela para ir en a la biblioteca, aun ataviada en mi uniforme del colegio, cruce las calles, seguí de largo y por fin llegue. Ya era oscuro, las 6:00 de la tarde para ser exactos, y es que en invierno oscurece más temprano.
El libro que me interesaba se encontraba en el tercer piso, según la bibliotecaria .Entonces muy comodona preferí tomar el elevador, cuando las puertas ya estaban por cerrarse alguien tocó el botón de afuera, y las puertas se volvieron a abrir, era un hombre alto, de raza negra y con aspecto un poco de vándalo pero sin dudarlo guapo. Al entrar su mirada se cruzo con la mía, pero inmediatamente baje mis ojos, pues tengo que confesar que el me intimidaba.
Entonces el botón que anunciaba el fin del viaje al fin se encendió, y cuando me disponía a dar un paso, el hombre me tomó con fuerza de la cintura, y me atrajo hacia su cuerpo, yo sentí un pánico terrible ¿Me querría asaltar?
Pero entonces acerco su boca a mi oído y me dijo con voz gruesa si me gustaría chuparle el miembro. Yo trataba de safarme, pero era hasta estúpido intentarlo, semejante tamaño de hombre no batallaba nada en someterme. Sentí como su mano que rodeaba mi cintura, comenzó a bajar por una de mis piernas, la acariciaba con ansias, entonces metió su mano debajo de mi falda, mi corazón comenzó a latir a mil por hora, quería gritar pero temía hacerlo ¿Y si me golpeaba?, luego comenzó a rozar su mano frenéticamente contra mí sexo, y cuando estaba resignada a que aquel hombre iba a saciar conmigo sus mas bajas pasiones, sorprendentemente me soltó... yo tomé mi mochila y salí corriendo lo mas rapado que pude, sin mirar atrás.
Al entrar al salón, había muchas personas, y trate de tranquilizarme para que no vieran mi nerviosismo. Al ir a buscar mi libro, pude ver por la ventana que aquel hombre se estaba marchando, ¡que alivio el mió! , pensé que seria algún maniático sexual, y que al ver tanta gente en la biblioteca había decidido marcharse. Saque los libros necesarios y comencé a escribir, el tiempo se me paso volando, el salón estaba completamente solo, y ni siquiera me había dado cuenta.
Lo mejor era irme, después del incidente de la tarde no quería tener que irme sola a media noche. Tomé mis cosas, y esta vez preferí las escaleras. Al bajar el 5 peldaño escuche unos pasos, pensé que serian los empleados, pero cual fue mi impresión cuando al levantar la cabeza vi al final de la escalera a 2 hombres, y uno de ellos era el del elevador. ¡Tenia tanto miedo! Trate de correr, pero ellos venían tras de mi, uno de ellos me tomó del cabello, y tapó mi boca. El más grande, el del elevador le hizo una seña para que lo siguiera, entonces entramos a una de las salas de estudio, y escuche como cerraba la puerta detrás de nosotros. Aun con la mano de "El Gato" (nombre que utilizaba el otro hombre para referirse a el) en mi boca, no podía dejar de llorar, y mis manos temblaban sin yo poder detenerlas.
El hombre del elevador se acercó a mi, y entonces de un tirón me arranco la falda. Se acerco a mi oído y casi susurrando me dijo.-"¿Tienes miedo nenita? Mira estas temblando, yo te voy a hacer temblar pero de placer. Escucha le pediré a el gato que destape tu boca, pero eso si, no quiero que hagas ningún ruido, por que no querrás saber que te pasara" . Entonces ya bajo amenaza, el gato me soltó, el otro hombre aventó todo lo que se encontraba en una mesa al piso, y jalándome con rudeza me hizo subir a la ella, y de nuevo El gato me tomo de las manos, para impedirme escapar . el otro hombre comenzó a tocar mis piernas con sus dedos, luego subió por mis muslos, comenzó a besarlos, subió a mi estomago y de la misma manera que se deshizo de mi falda, lo hizo con mi blusa. El gato estaba a un lado de nosotros, se veía muy excitado, y se mordía los labios, pero aun seguía aprisionando mis muñecas. Mientras tanto el otro seguía lamiendo mi estómago, y con sus manos recorría mis piernas una y otra vez. Bajo de nuevo y por arriba de mi ropa interior comenzó a chupar mi conchita, sentía como si su lengua me diera pequeños toques eléctricos, pronto se deshizo de mi tanguita y hundió su cara entre mis piernas, me besaba con tal voracidad que no tardo mucho cuando yo ya estaba completamente rendida a sus caricias. Cuando el Gato se dio cuenta de que habían logrado su propósito, me soltó y se lanzo sobre mis pechos, sentía su lengua caliente que rozaba mis pezones, y sus labios succionaban cada vez más fuerte. Mi cuerpo decidió soltarse y entregarse a tan exquisito placer. Mi conchita ya estaba mojadísima, pero el seguía lamiendo con desenfreno, y era como si con su lengua tratara de penetrarme, comenzó a usar sus dedos para juguetear dentro de mi los metía y sacaba con ritmo, los gemidos comenzaban a salir de mi garganta, cuando sentí que el Gato introdujo toda su verga dentro de mi boca. Pensé que me iba a ahogar con semejante cosa entre mis labios, pero estaba tan excitada que comencé a chupar con desesperación, mientras chupaba su miembro como el mas delicioso de los caramelos el comenzaba a gemir, lo que me ponía mas caliente.
El hombre que se estaba encargando de mi conchita pronto notó que ya estaba lo suficientemente mojadita para introducir toda su rica, y dura verga en mi interior, yo seguía dándole placer a El gato, cuando sentí que una verga inmensa me estaba embistiendo, el se movía como un toro, y de una arremetida me la introdujo toda. Para ese momento mis miedos se los había llevado la excitación, y había salido mi lado de putita. Por instinto comencé a mover mis caderas hacia el, quería sentirlo todo, hasta el fondo, el gato se vino en mis pechos, y viendo como su amigo disfrutaba conmigo decidió hacer lo mismo, cruzaron unas miradas y unas sonrisas lujuriosas tenían algo tramado para mí. Me hicieron levantar de la mesa, el gato se sentó y me puso sobre sus piernas, comenzó a meter su cosita por mi culito, al principio dolía pero conforme mi cuerpo se iba acostumbrando comenzó a ser verdaderamente rico. Cuando pensé que no podría mas, el otro hombre introdujo de nueva cuenta su verga en mi conchita, me estaban dando la cogida de mi vida. No podía ahogar más mi deseo y comencé a gemir y gritar, ya sin miedo a ser escuchada.
mmm si así, métemela más, que rico papito, ¡cojéeme!
Me había venido 3 veces, estaba exhausta. Entonces acabaron dentro de mí, era riquísimo sentir sus cuerpos calientes pegados al mió, y sus vergas recorriendo todo mi interior.
Así como llegaron, se fueron. Y yo estaba aun sorprendida de lo que había pasado hacia apenas unos minutos, tome mi blusa (o lo que quedo de ella), y trate de vestirme un poco para poder salir de ahí y regresar a mi casa.
Desde ese día procuro pasar mas seguido por ahí. Tengo la esperanza de encontrarme de nuevo a esos hombres que despertaron en mi un deseo que nunca había sentido.